terminante dice que @se $zt,is mnnibis Ka6ilzc eodem indulunz ...

por la tierra, et geí~tes in tena dirigis, alliira desde la cual
.con serenidad y siu fatiga, se ven des6lar los hechos, con suscausas,
con sus efectqs y con toda su razón de ser. El Sr. Peña
que recopiló mucha parte de la voluminosa colección diplomática
que precedib y acompañó el proceso de la Canonización,
no sabe darse una raz6n cumplida, sino diciendo que así plugo
a la volunlad de nios; pero esta raz6n que yo admito con loda
la reverencia que ella me impone, es taii acomodaticia, de tan
buen lemple, que así puede servir para el pro como para
el"contra en explicar el porque pudo haber sido canonizado
eu 1279, como lo fuA en 1601. El P. Ivan L6pez dice que alos
Reyes de Aragón y2quella corona toda trataron diversas veces
de la canoiiización del Sanlo. Y los embarazos de guerras y
desasosiegos que allí se han sucedido en diversos tiempos, pudieron
estorbarlo por muchos días o (1) y el Lzcmen @mzus, en
tina nota que conlieue en su registro ¿I recapitulaci6n de materias
con esta inscripción r< Calma en la Canonisació de Sant
Ram6n )) (2), no s610 no coiiliene los motivos de la tardanza,
sino que se ocupa del porquii del temor de que las ficstas de
que daremos cuenla no iban a ser desde un principio todo lo
lucidas que debian (3), aperque las demes nacions se podrian
burlar de Barcelona y de la nació Caklana, si yer san¡ tan grand
se feya poca festa.)) A mi enlender, Seüores Académicos, y recibid
tambiPn lo & voy á indicar, á beneficio de inventario,
lapilación y las causas que la promovieron liubieron de ser
en efecto, las disensiones de los reyes de Aragón enlre si, en ~,
especial despii8s del fallecimiento de U. Jaime 1, la poca armonía
de algunos de ellos con el l'ontificado , motivada por
compelencias entre. ambas polestades en lo civil y en lo religioso,
lo atareada que á la orden de Smlo Domingo traían los
albigenses con su propagaiida, con sus h'erejias, con'sus giierras
y con los, liorrores que forinari su cortejo fiinebre, lo
preocupados que eslaban en Espaiia los monarcas y lamisma
Iglesia con sus prelados, para llevar á cabo la reconquisla, los
sacudirnientos que debió experimentar y sufrir la corle de.
Roma en los siglos x~v, xv y XVI, quizás el haberse conlentado
(1) «h. ch., p8g. 123. .
(2) T. 1, fol. lío.
p] lb. 101. 171.