David Villa Entre Toix y la Serra Gelada Vinaròs - Comunidad ...

Altea
Los secretos de la villa blanca
The secrets of the white town
Las montañas y los valles no son en Altea
propiedad exclusiva de la superficie. La
inmensidad marina esconde escenarios
hundidos en los alrededores de la illeta o en
la Punta de El Albir difíciles de imaginar. Es
así, porque el Mediterráneo que bordea la
villa blanca es profundo y azul, tanto que a
veces en el horizonte se confunde con el
cielo. El Rincón del Viajero propone un
recorrido por el mar, por la costa y por la
sierra de Bernia, una ruta por lo más
recóndito de Altea para descubrir sus
secretos. Un recorrido que empieza en los
abruptos acantilados del Morro de Toix y
concluye en Cap Blanch cerca de la Serra
Gelada, pasa por cabos y bahías, por playas
suaves de canto rodado donde el mar pierde
su energía y también por calas de rocas
impregnadas de salitre, modeladas por el
viento y por el mar. Un sol brillante y el
poderoso Mediterráneo marcan la vida de
un pueblo de casas blancas y encaladas
aferradas a lo abrupto del terreno, un lugar
todavía hermoso, un pedacito de la tierra
prometida para muchos, para los que si la
vida es bella, en Altea y a orillas del
Mediterráneo resulta mucho más bella.
In Altea mountains and valleys are not
found exclusively on the surface. The vast
seascape hides unimaginable sunken
landscapes around the Illeta or in Punta de
El Albir. It’s because of this, because of the
deep blue of the Mediterranean waters
bordering the white of the village that the
horizon can sometimes blend into the
sky. Traveller’s Corner suggests a journey
through the sea, the coast and the
mountains of Bernia, a route through the
hidden depths of Altea to discover its
secrets. A journey beginning at the rugged
cliffs of Morro de Toix and ending in Cap
Blanch near the Serra Gelada, passing by
capes and bays, smooth rocky beaches
where the sea unleashes its energy as well
as by coves with rocks impregnated with
salt deposits, shaped by the wind and
sea. The bright sun and mighty
Mediterranean have undoubtedly left their
mark on the life of this village of
whitewashed houses clinging to the steep
landscape, a place which is still charming,
a little bit of a promised land for many, for
those for whom life is beautiful, in
Altea and on the shores of the
Mediterranean it seems so much more
beautiful.
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