Giobany Arévalo > Gabriela Torres Olivares >Anuar Jalife - Literal
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Populismo<br />
Me gustaría comenzar con un punto teórico y, sin embargo,<br />
obsceno. Considero que la siguiente anécdota<br />
es maravillosa porque da cuenta de cómo funciona la<br />
democracia: durante una batalla crucial entre los ejércitos<br />
de Prusia y Austria en el siglo XIX, el rey prusiano<br />
observaba la batalla con preocupación porque no sabía<br />
quién estaba ganando. A su lado estaba el genio detrás<br />
de la batalla, el general Helmuth von Moltke the Elder,<br />
un gran estratega. Sin dejar de mirar lo que parecía ser<br />
una confusión total en el campo de batalla le dijo al rey:<br />
“Permítame ser el primero en felicitar a Su Majestad por<br />
tan brillante victoria”. Esta es la distancia que hay entre<br />
los maestros solemnes y el conocimiento. El rey era el señor<br />
y el comandante formal, pero no había entendido lo<br />
que pasaba en el campo de batalla. La victoria era para<br />
el general von Moltke, el estratega, quien ayudó y felicitó<br />
al rey en nombre de lo que él mismo representaba.<br />
Esta idea de no saber lo “brillante” que uno puede ser<br />
hasta que alguien más te informe de tu genialidad sería<br />
la misma metáfora si reemplazáramos al rey con el pueblo.<br />
Así es exactamente como funciona la democracia. A<br />
nosotros, el pueblo, nos informan en las elecciones que<br />
obtuvimos una brillante victoria.<br />
Con este ejemplo no pretendo denigrar al pueblo,<br />
al contrario. No me interesa jugar el típico papel de crítico<br />
liberal. Mi problema es que creo que la verdad no<br />
está en los extremos. Para ser auténtico no necesito irme<br />
a los extremos. Cuando era joven, el irse a los extremos<br />
traía consigo la idea de que eso era algo auténtico. Yo<br />
no estoy de acuerdo. Casi podría decir que me encuentro<br />
del lado de la gente común.<br />
Ahora bien, se puede decir que el problema del<br />
pueblo es el populismo y sí, estoy de acuerdo, aunque<br />
no voy a hablar de ello en este momento. Sigo en desacuerdo<br />
con Ernesto Laclau; estoy convencido de que el<br />
populismo es algo sobre lo que se requiere refl exionar<br />
cuidadosamente. Intento demostrar que de la democracia<br />
al populismo se necesita algo más, y es ahí donde<br />
reside el problema en la maravillosa serie de ideas del<br />
razonamiento de Laclau.<br />
¿Estamos de acuerdo en que Laclau, en su libro,<br />
considera a Tito y a Mao Tze Tung como populistas?<br />
Bueno, yo simplemente confío en mi intuición espontánea<br />
para decir que si ellos son populistas, entonces el<br />
concepto está utilizado de manera incorrecta. Yo coinci-<br />
CURRENT EVENTS<br />
Puntos sobre las íes<br />
Populismo, libertad, democracia e Irán<br />
Traducción al español de Anahí Ramírez Alfaro<br />
Slavoj Žižek<br />
Militante activo de los movimientos democráticos eslovenos de los años ochenta<br />
y aspirante a la presidencia de su país en la primeras elecciones libres de 1990,<br />
Slavoj Žižek es más conocido por sus opiniones acerca del pensamiento y la política<br />
contemporáneos. Enemigo de lo que él considera un orden pospolítico mundial,<br />
en sus escritos no tiembla al asumir cierto antiliberalismo fuertemente teñido de<br />
psicoanálisis lacaniano, cultura pop y nostalgia de las ideologías duras del siglo XX.<br />
El siguiente texto forma parte de una larga polémica del pensamiento posmarxista<br />
iniciada, en este caso, desde que el argentino Ernesto Laclau y él participaron en el<br />
volumen Contingencia, hegemonía y universalidad. Diálogos contemporáneos en<br />
la izquierda (2003). Para ambos el antagonismo defi ne lo político y en esa medida<br />
constituye una dimensión de la convivencia social insoslayable. Los argumentos de<br />
Žižek intentan precisar así algunos puntos en las ideas de libertad y representación<br />
ciudadana expresados por Laclau, conocido defensor del horizonte plural de la democracia<br />
en el contexto global y experimentado observador del populismo latinoamericano.<br />
[DMP]<br />
Slavoj Žižek es director internacional del Birkbeck Institute for the Humanities,<br />
Birkbeck College, Universidad de Londres.<br />
do, para manejar los propios términos de Laclau, en que<br />
una parte crucial del populismo consiste en confundir y<br />
poner los antagonismos fuera de lugar. Su reacción sería<br />
decir que los antagonismos son exhibidos y que no hay<br />
antagonismos auténticos. Yo creo que todavía se puede<br />
mostrar que hay antagonismos, pero no en el sentido de<br />
la lucha de clases.<br />
Tanto el antagonismo como el populismo, según<br />
intento argumentar en defensa de Laclau, son confundidos<br />
de una manera formal y para ser populista (usando<br />
los términos del propio Laclau) uno debe reconocer que<br />
la gente existe y que son una amenaza exterior. Ése es<br />
el nivel cero del populismo. Para ponerlo en términos<br />
marxistas tradicionales, existen antagonismos radicales<br />
que son constitutivos de las comunidades. Un principio<br />
elemental del populismo dice que debe haber un mínimo<br />
de orden y algún intruso externo (el imperialismo,<br />
el comunismo, etcétera). La causa viene del exterior<br />
destruyendo el orden natural. En otras palabras, afi rmo<br />
que el populismo siempre está sostenido por un tipo de<br />
desesperación frustrada: “No sé qué está pasando pero<br />
debe terminar”. El populismo tiene la fi rme creencia de<br />
que debe haber alguien responsable por todo el desastre,<br />
y por ello necesita un agente tras bambalinas. En<br />
este negarse a saber reside el verdadero fetichismo que<br />
el populismo no nombra. Aunque a nivel puramente<br />
Un principio<br />
elemental del<br />
populismo dice<br />
que debe haber<br />
un mínimo de<br />
orden y algún<br />
intruso externo<br />
(el imperialismo,<br />
el comunismo,<br />
etcétera). La causa<br />
viene del exterior<br />
destruyendo el<br />
orden natural.<br />
OTOÑO, 2009 LITERAL. VOCES LATINOAMERICANAS 5