Los pingueros y sus clientes - Cuba Arqueológica
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Documento descargado de <strong>Cuba</strong> <strong>Arqueológica</strong> www.cubaarqueologica.org<br />
que la homofobia en sí. Particular interés ofrece el disfrute que<br />
hombres (supuestamente) heterosexuales hacen de la<br />
homosexualidad femenina, puesto que también ocurre con mujeres<br />
(supuestamente) heterosexuales con la homosexualidad masculina,<br />
pero en estos últimos casos, ellas no suelen alardear de su imagen<br />
homofóbica excepto, ocasionalmente al menos, contra las lesbianas,<br />
y se fundamentan en que los hombres heterosexuales no saben (o no<br />
se preocupan por) satisfacerlas, quizás en inconsciente venganza de<br />
la redención que ha logrado la mujer en la cultura occidental, en su<br />
lucha por la igualdad; lo que también ha sido argumento del<br />
incremento de las relaciones lésbicas en estas áreas del mundo. En<br />
el contexto digital, dado el anonimato, la homosexualidad se realiza<br />
más pero también la homofobia se patentiza, a veces obsesiva y<br />
ácidamente.<br />
Una anticientífica cultura sexual milenaria impone patrones de<br />
género heterosexualistas, por los cuales equipara el homosexualismo<br />
masculino con el dogma “mujer” y por tanto, con toda moda, con el<br />
arte y todo disfrute estético, la educación formal y la cultura, pero<br />
también con la debilidad, la superficialidad, la histeria y el brete; y el<br />
femenino con el dogma “hombre” y por ende, rudeza e insensibilidad<br />
ajena a los afectos, violencia agresiva y escasa inteligencia; y en<br />
ambos casos, con frustración de identidad sexual. Así educa a todos,<br />
y al margen de la orientación sexual se asimila o no según cada<br />
contexto y cada individuo. Artistas y jóvenes modernos han sido<br />
víctimas equívocas (y no tan equívocas, pero no menos injustas) de<br />
la homofobia, durante la vida nocturna bohemia que otrora enriquecía<br />
a La Rampa.<br />
Público variado reanimó dicha vida nocturna de tales espacios<br />
urbanos, deteriorada por el dólar, la retirada de los servicios de 24<br />
horas y escasez de otras opciones, las dificultades del transporte del<br />
“período especial”, las incomprensiones antes señaladas sobre todo