CIENCIA - Consejo Superior de Investigaciones Científicas
CIENCIA - Consejo Superior de Investigaciones Científicas
CIENCIA - Consejo Superior de Investigaciones Científicas
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
<strong>CIENCIA</strong><br />
RIO DE LA LOZA, ANALISTA DE LOS CONCEPTOS<br />
QUÍMICOS»<br />
Miscelánea<br />
Hemos <strong>de</strong> agra<strong>de</strong>cer la invitación que se nos<br />
ha hecho <strong>de</strong> que recortlemos algunos <strong>de</strong> los múltiples<br />
aspectos tle la labor científica tlel eximio<br />
Maestro y químico mexicano, D. I,co]>oldo Rio<br />
<strong>de</strong> la Lo/a. Ello nos permite en esta simpática<br />
charla <strong>de</strong> Seminario, tlar el relieve tlebido a una<br />
<strong>de</strong> las facetas, poco conocidas, tle su actividad<br />
asombrosa! la <strong>de</strong> analista tle los conceptos <strong>de</strong><br />
la Química.<br />
No hemos tle <strong>de</strong>scubrir aquí la |x?rsonalidad<br />
<strong>de</strong> Río <strong>de</strong> la Lo/a, estudiada ron la inteligencia<br />
y el cariño tle que es merecedora, por buen<br />
número <strong>de</strong> exdiscípulos y admiradores, entre los<br />
cuales nt> pue<strong>de</strong> olvidarse a I). Gabina Barreda,<br />
ni al profesor Noriega.<br />
Nació D. Leopoldo Río <strong>de</strong> la Lo/a en 1807,<br />
en la Ciudad <strong>de</strong> México, cuando alboreaba el<br />
movimiento insurgente nacional que había <strong>de</strong><br />
dar a México la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia. En 1821, <strong>de</strong>spués<br />
tic un funcionamiento irregular <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1811,<br />
cerraba sus puertas el Real Seminario <strong>de</strong> Minería,<br />
primer centra científico mo<strong>de</strong>rno tle América,<br />
y que había convertido al México tle últimos<br />
tlel siglt) XVIII y principios tlel XIX, en<br />
cabe/a rectora tle la investigación americana. El<br />
joven Río <strong>de</strong> la Lo/a no pudo recibir las enseñan/as<br />
tle los profesores <strong>de</strong>l Seminario, en su<br />
mayoría distinguidos exalumnos <strong>de</strong>l mismo y<br />
formados bajo la dirección tle maestros tomo D.<br />
Andrés Manuel tlel Río y D. Luis I.indner, que<br />
tanto enaltecieron al Real Seminario en sus primeros<br />
tres lustros <strong>de</strong> existencia, con se<strong>de</strong> en la<br />
vieja casona, hoy número 90 <strong>de</strong> la calle tic Guatemala<br />
<strong>de</strong> esta Ciudad. Tal vez, ya en la In<strong>de</strong><br />
pen<strong>de</strong>ncia, pudo recibir Río tle la Lo/a las enseñanzas<br />
químicas <strong>de</strong> Cotero, uno tle los mejores<br />
exalumnos tlel Seminario <strong>de</strong> Minería.<br />
Pocos alicientes científicos animarían a Río<br />
<strong>de</strong> la Loza en un ambiente preocupado por los<br />
graves problemas que implica el paso tle un país<br />
colonial a un país in<strong>de</strong>pendiente; mucho más<br />
graves e inaplazables que los tle la educación<br />
científica. Circunstancias que acrecientan el valer<br />
tlel joven químico que hubo tic completar,<br />
exclusivamente |>or sí mismo, el impulso inicial<br />
que recibiera tle la propia casa tle sus padres,<br />
• Lectura dada en el Seminario <strong>de</strong> (¿ulmica Agrícola<br />
<strong>de</strong> la Escuela Nacional <strong>de</strong> Ciencias Biológicas (I.P.N.), el<br />
día IS <strong>de</strong> ¡unió <strong>de</strong> 1900.<br />
151<br />
ocupados en fabricar productos químicos, y <strong>de</strong><br />
su amigo el farmacéutico Dr. José María Vargas.<br />
Hubo <strong>de</strong> buscar Río <strong>de</strong> la I-oza su cultura química<br />
en los textos más famosos <strong>de</strong> la época,<br />
print ¡pálmente franceses, y en los Elementos <strong>de</strong><br />
Orictognoña <strong>de</strong> D. Andrés Manuel tlel Río. Perseverancia<br />
e inteligencia |x>co comunes, puestas<br />
al servicio <strong>de</strong> México y a la adquisición <strong>de</strong> la última<br />
palabra tle la ciencia química y una gran<br />
preocupación por la enseñanza, son las características<br />
tlel joven Río tle la Loza, ya doctor. Y<br />
así, colocóse pronto en un sitial tle honor, admirado<br />
por sus compatriotas y honrado por aca<strong>de</strong>mias<br />
y otras instituciones extranjeras.<br />
Río <strong>de</strong> la Loza fue un Maestro <strong>de</strong> una pieza,<br />
y sus <strong>de</strong>svelos para hacer más fáciles a sus alumnos<br />
las i<strong>de</strong>as básicas <strong>de</strong> la Química, le condujeron<br />
a tal elaboración <strong>de</strong> conceptos que aún<br />
hoy día nos son tle gran utilidad en la enseñanza.<br />
En este respecto aunque en escala más mo<strong>de</strong>sta<br />
nos recuerda a Cannizzaro.<br />
He aquí la imagen que Harréela nos presenta<br />
tle Río tle la I-oza como maestre»:<br />
Sus lecciones fueron siempre una escuela<br />
práctica <strong>de</strong> la más completa experimentación:<br />
cada resultado era allí rigurosamente previsto<br />
y preparado.<br />
"Como propagador y vulgarizador, nuestro<br />
Leopoldo no tiene entre nosotros rival, y esto<br />
le da, en las circunstancias en que le tocó vivir,<br />
un valor más aquilatado, más precioso que si<br />
hubiera hecho tlar un paso importante la ciencia.<br />
1.a difusión <strong>de</strong> los conocimientos experimentales<br />
entre nosotros era una imperiosa necesidad,<br />
y Río <strong>de</strong> la Loza la llenó cumplida<br />
mente. La llenó en su laboratorio particular;<br />
la llenó en la clase <strong>de</strong> la Escuela tle Medie ¡na<br />
que se instituyó por el; la llenó en la Escuela<br />
<strong>de</strong> Agricultura, cuya cátedra <strong>de</strong> Química aplicada<br />
estuvo a su cargo. 1.a llenó cumplidamente<br />
en la Escuela Preparatoria, que tuvo la feliz<br />
honra <strong>de</strong> tenerlo como profesor <strong>de</strong>stle I8(>8 hasta<br />
1872, en que las exigencias <strong>de</strong> una penosa<br />
enfermedad le impidieron satisfacer los impulsos<br />
<strong>de</strong> su voluntad <strong>de</strong> hierro. 1.a llenó en la cátedra<br />
tle análisis químico que <strong>de</strong>sempeñó todavía<br />
un año más en la Escuela <strong>de</strong> Medicina, a<br />
pesar <strong>de</strong> sus continuos sufrimientos físicos; la<br />
llenó, en fin, en todas partes. La cátedra fue,<br />
sobre todo, su principal teatro; allí en su asiento,<br />
con el rostro enjuto y marchito, más por los