LA INDEPENDENCIA

Jndapeidencza 103
Li. n'Thre era a quien no le gustaa perder
liernpo en ir y venir Je caras ni tIar a nadie lo quc él por sI misnio
pudiese hacer.
Convinose en que la entrevista se verificase en Ia Hacienda de
San Antonio, entre Yurécuaro y la Barca, pero Cruz, variando de
resolución, propuso a Atequizar para lugar de la cita. Jo cual atrihuyo
Iturbide a dscontianza, y maihumorado escrihió a Negrete,
ue pues Cruz temfa tanto por sI, en vista de la importancia y trascendenc
ia del asunto y en prueba de la caballerosidad con que procedla.
ci mismo irla a conferenciar con Cruz en su palacio de
Guadalajara.
Cruz contestó a Negrete con este motivo Ia siguiente, con fecha
6 de Mayo:
cSalgo mañana para que nos veamos en la hacienda de San Anlonio,
que es ci paraje más a propósit: no Ilevo cama, no lievo Lin
soldado, no digo a nadie en esta ciudad mi salida, no entrego ci
mando a nadie: no me acompaña ni aun un criado: y ciltimamente,
enfern-to y hecho una miseria, voy expuesto a todas las consecuencias
que no pueden ocultarse a usted corno a ml no se me ocultan;
pero todo eseferibIe a dilatar hacer un verdadero bien a este
pals. en cuya suerte me intereso. No me detendré en Poncitlan, ni
hare alto en ninguna parte, pues desde que entre en el coche, no
pararé hasta la hacienda de San Antonio, aun cuando hubiera cmcuenta
leguas. Digo a usted todo esto, rogandole qu .e en Ia hacienda
de San Antonio no haya oficial, soidado, ni otro que nosotros.
Cuãnto me ha lastimado Ia desconfianza de Iturbide sobre ml
proceder!
Despues de copiaresto, dice con mucha razón mi padre:-1cu6n
otro era el general Cruz de Jo que con nosotros, los primeros insurgentes
habla sido! Que diflcultades podrIa encontrar en su empresa
el famoso Iturbide cuando asI sucumbIan ante su enojo hombres
tan tieros y temiblescomo para nosotros lo fué el general Cruz!
jQuë carnbio, válgame Dios! ;Y córno se hallaban habituados con
la traición los hombres que más inflexibies pareclan! Solo asi se
explica que no se tuviesen miedo los unos a los otros. No queriendo
Iturbide ser menos que Cruz, en cuanto se enterO de lo que este
habla decidido. y Jo supo con mucho retraso, sin más compañla
que Ia del coronel D. Anastasio Bustamante, salió de Yurécuaro