LA INDEPENDENCIA
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Episodios 11ist6riCcs MCXICaiZOS<br />
de alistarse en los Integros pagasen una contribución extraorditiana<br />
de guerra.<br />
En Puebla, nácleo del volcári clerical, el pueblo arrancó tumul<br />
tuariamente de las esquinas esos handos, ninguno de Jos cuales ha<br />
sido aili obedecido.<br />
El dIa iS, ci rnilitar europeo D. Pedro Celestino Negrete se pronunció<br />
en ci pueblo de San Pedro, proclamando ci plan de<br />
Iguala, de acuerdo con la guarniciOfl de Guadalajara. seducida por<br />
ci capitán D. Eduardo Láriz v ci coronel D. Jose Antonio Andrade.<br />
Dc resultas de esto, el general Cruz que tanto con su macdon<br />
contribuyó al &ito de Negrete, tuvo que ocultarse y escapar en la<br />
noche de Guadalajara, en cuya plaza principal, aquel mismo dia.<br />
juró la tropa insurrecta ci plan de iturbide. entre los vitores y<br />
aciamacioncs del vecindario, que con iguales dernostraciorieS de<br />
jibilo solemnizó el jurainento de la independencia que Se celebró<br />
con fastuosa pompa en aquella catedral.<br />
Y aquI es la ocasión de que yo, dejando con la palabra en la<br />
boca por solo unos instantes a D. Joaquin. dé cuenia a mis lectores<br />
del sermOn predicado en aquelia solemnidad por el doctor<br />
San Martin.<br />
Dicho sermOn pinta con vivisimos colores la verdadera causa, el<br />
mOvil verdadero y principal del aizamiento de Iturbide, debido<br />
más que at amor a la patria, a las sugestioncs del clero.<br />
Dijo el doctor en su sermon:<br />
uNuestros impávidos jefes no ban podido ver con ojos tranquilos<br />
y serenos, que a los eclesiásticOs se les quite un fuero que les<br />
han concedido anihos derechos y declarado los concilios generales:<br />
que se extingan las órdenes monacales sin el consentimientO<br />
del pontIfice que se arrojen de los claustros las vIrgenes consagradas<br />
a Dios; que se apliquen las rentas eclesiásticas a fines contrarios<br />
al objeto de las instituciones piadosas, y que desde una tribuna<br />
fastuosa civil, se intente arregiar, reformar, é iiustrar a la misma<br />
Iglesia. ;Iguala! iguala! en tu seno se sembró la semitla de laindependcncia<br />
para defender nuestra Santa Religion! La guerra por<br />
nuestra independencia es una guerra de religiOn: todos debemos<br />
ser soldados, el cclesiástiCO y el secular, el noble y ci plebeyo, ci<br />
rico y ci pobre, ci niño v ci anciano: todos debemos tomar Las ar-