LA INDEPENDENCIA
LA INDEPENDENCIA
LA INDEPENDENCIA
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
La Iniependeucia<br />
ga conferencia de que di extensa razón en el anterior EpisoDlo,<br />
contuvo Ia explosion del enojo de Clarita.<br />
1825<br />
—Es imposible.—dijo Olazagoitia.—que por ci momento curn-<br />
pla yo la misión de juez que me corresponde en este pleito.<br />
Tengan, pues, usteds, un poco de calma, y en cuanto me sea p0-<br />
sible, volveré aqul a verme con ustedes.<br />
—Dios mIo!—exclamO aterrada Luisa,—va usted a dejarme sola?<br />
I —Por el menos tiempo posible, hija mIa,—contestO D. Antonio,<br />
y dirigieridose a Clarita y al Padre Bernardo, añadió:—supiico a<br />
ustedes se sirvan retirarse a otras habitaciones, y dejar sola a Lui-<br />
sa en esta sala mientras podemos volver a reunirnos.<br />
Ciarita consultó con su mirada al Padre Bernardo, quien con-<br />
testando por ella repiicó a D. Antonio:<br />
—Nos retiramos, si: ni Clarita ni yo podemos permanecer en<br />
esta sala, teatro del abominable sacrilegio que contra La dignidad<br />
sacerdotal ha cometido usted en mi persona.<br />
Y sin esperar respuesta. ci Padre Bernardo salió de La sala, Se-<br />
guido de Clarita.<br />
Cuando Olazagoitia volvió a la sala, y con ci tin de proseguir<br />
sus interrumpidas funciones de juez de familia, iiamó a la criada<br />
para que pasase recado a Clarita, la criada la entregó una carta<br />
cerrada, diciéndole:<br />
—Esto me ha entregado la señora para usted.<br />
—Que quiere esto decir?—exclamO D. Antonio.<br />
—Que la señora se ha puesto mala y se ha acostado y no puede<br />
venir: esto me ha encargado que diga a usted.<br />
—Bien esta:—contestó D. Antonio tomondo la carta.<br />
La criada saiió, cerrando la puerta tras de si.<br />
Luisa corrió a arrojarse de nuevo en brazos de Olazagoitia, y<br />
paiida como un cadaver y con moribunda voz:<br />
—Tengo miedo,—dijo.---tengo miedo, mucho miedo: ese papel<br />
debe encerrar algo malo.<br />
Yo tamiCn lo creo.—feplicó D. Antonio;—pero ya veremos<br />
cOmo salimos del apuro lo mejor posibic, hija mia.<br />
Olazagoitia abrió la carta y ieyo:<br />
Compadre: bien comprenderás quespués de lo que de poser<br />
acaba, todo lazo de mutuo cariño es imposible entre nosotros.<br />
ToMo I<br />
229<br />
4..