La masa de las fibras de tipo IIa aumenta: un 9% con el placebo; un 16% con los glúcidos; un 17% con los aminoácidos; un 27% con la combinación. Las fibras II b aumentan: un 7% con el placebo; un 14% con los glúcidos; un 18% con los aminoácidos; un 20% con la combinación. Hormonas que regulan nuestro rendimiento El aumento de masa desecada se eleva a: 2 kg con el placebo; 3 kg con glúcidos o aminoácidos; 4 kg gracias a la combustión. En lo que concierne a la fuerza muscular, su mayor progreso se observa con la combinación. Se deba a los glúcidos, a los aminoácidos o a ambos, la fuerza aumenta semana a semana. En cambio, con el placebo, la fuerza no progresa más a partir de la 8ª semana, lo cual podría significar que los sujetos empiezan a no tolerar la carga de trabajo. Los suplementos permiten un mejor mantenimiento de esta tolerancia. Es conveniente subrayar que, en estos dos estudios, los sujetos experimentales no habían comido nada las cuatro horas previas al entrenamiento. En este contexto, la menor sustancia energética tendrá un gran beneficio. Esta situación no es muy realista (o, en todo caso, no debería serlo) para deportistas serios. Habiendo comido abundantemente las horas que preceden al entrenamiento, los beneficios de la suplementación disminuyen automáticamente. Contrariamente, aumentarán con la mayor duración del entrenamiento. Observe también que, si acaba de ingerir proteínas justo antes del entrenamiento, la importancia de los aminoácidos durante el esfuerzo disminuirá proporcionalmente. En cambio, se mantendrá la importancia de la ingesta de glúcidos durante la musculación. Las sesiones de entrenamiento también tendrán un impacto muy importante sobre nuestro eje endocrino. Modulando su intensidad, duración y frecuencia de esfuerzo, aumentaremos los niveles de diversas hormonas disminuyendo también la tasa de otras. Con el fin de acelerar su progresión, tanto a nivel de la resistencia, la fuerza o la masa muscular, el objetivo del deportista es favorecer la secreción de las hormonas anabolizantes (testosterona, IGF, hormona del crecimiento, insulina...) minimizando la producción de los factores del catabolismo (cortisol, PTH, mioestatina, citocinas...). Efectivamente, será el equilibrio entre el nivel de hormonas anabolizantes y catabolizantes el que determine en gran parte la velocidad de recuperación del cuerpo. Cuando las hormonas anabolizantes ganan, la recuperación es más rápida y la progresión de una sesión a otra más importante. Y al contrario, cuando predominan las hormonas catabolizantes, la recuperación es lenta y se corre el riesgo de inducir un sobreentrenamiento permanente. REFUERZOS HORMONALES A priori, cuando oímos hablar del concepto de modulación hormonal, es legítimo ser prudentes, aunque también debemos comprender que toda nuestra vida no es otra cosa que una modulación más o menos consciente de nuestro entorno hormonal. Por ejemplo, cuando comemos, provocamos un aumento de los niveles de insulina; y al contrario, cuando no comemos, inducimos una rarefacción de insulina. Del mismo modo, el hecho de dormir o mantenernos despiertos influye también en nuestra secreción hormonal... Hormonas anabolizantes ¿Existen refuerzos de testosterona? La testosterona es una hormona anabolizante que producimos de forma natural en cantidades variables. Cuanto más producimos, más importante es nuestro rendimiento (tanto de fuerza GUÍA <strong>DE</strong> COMPLEMENTOS ALIMENTARIOS PARA <strong>DE</strong>PORTISTAS 55
III VITAMINAS, MINERALES, ANTIOXIDANTES, ÁCIDOS GRASOS ESENCIALES Y PRODUCTOS BIÓTICOS GUÍA <strong>DE</strong> COMPLEMENTOS ALIMENTARIOS PARA <strong>DE</strong>PORTISTAS 69