I LOS SUPLEMENTOS DE LA RESISTENCIA
I LOS SUPLEMENTOS DE LA RESISTENCIA
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Ácidos grasos<br />
esenciales<br />
Si bien el aporte de DHA y EPA parece adecuado, se observan<br />
deficiencias de omega 3 en individuos que consumen muy<br />
poco pescado y marisco. Como ya hemos visto anteriormente,<br />
las personas elegidas en el estudo SU.VI.MAX ingerían probablemente<br />
más pescado que la mayoría de los franceses. Su<br />
aporte de lípidos se puede considerar muy elevado respecto a<br />
los deportista, puesto que alcanza un 36% (en los hombres) y<br />
38% (en las mujeres) del aporte calórico total. Las posibilidades<br />
de padecer carencias de ácidos grasos esenciales aumenta en<br />
la medida en que se reduce el consumo de lípidos.<br />
Existen tres grandes categorías de ácidos grasos:<br />
Los saturados: son las grasas que se solidifican cuando las<br />
ponemos en una nevera. Se denominan frecuentemente “grasas<br />
malas”.<br />
Los monoinsaturados: su principal representante es el aceite<br />
de oliva.<br />
Los poliinsaturados: agrupan los ácidos omega-6 (aceite de<br />
borraja o de onagra), los ácidos omega-3 (aceites de pescado)<br />
y probablemente pronto el C<strong>LA</strong>.<br />
Este tercer grupo de ácidos grasos es indispensable para<br />
la salud, puesto que nuestro cuerpo no sabe fabricarlos. Ésta<br />
es la razón por la que se les atribuye el término esenciales. Su<br />
importancia se explica porque los lípidos recubren nuestras<br />
células, formando una membrana protectora. La composición<br />
lipídica de nuestras membranas refleja de forma relativamente<br />
fiel el perfil de las grasas alimentarias que absorbemos<br />
(Anderson, 2002). Las investigaciones han demostrado que la<br />
composición lipídica de la membrana influye en sus funciones<br />
fisiológicas. Una membrana rica en ácidos grasos saturados<br />
será claramente menos “rendible” que una célula masivamente<br />
dotada de ácidos grasos poliinsaturados. Un buen perfil de ácidos<br />
grasos se asocia generalmente con una mejora del rendimiento<br />
físico (Agren, 1991; Brilla, 1990).<br />
<strong>DE</strong>PORTE Y ÁCIDOS GRASOS<br />
ESENCIALES<br />
Analizando el perfil de los ácidos grasos plasmáticos de los<br />
deportistas franceses de alto nivel, Chos (2001) detectó numerosas<br />
perturbaciones lipídicas (especialmente omega 3, pero<br />
también omega 6). En la misma línea, el 80% de los nadadores<br />
de nivel internacional estudiados mostraron carencias de ácidos<br />
grasos esenciales. Finaud (2003) confirmó este desequilibrio.<br />
Los deportistas estudiados presentaban un aporte demasiado<br />
importante de ácidos saturados y un consumo demasiado<br />
reducido de ácidos grasos esenciales. En los jugadores de<br />
fútbol jóvenes, Ollier (2006) señala una alimentación excesiva<br />
de ácidos grasos saturados en detrimento de un aporte suficiente<br />
de ácidos grasos poliinsaturados. Para garantizar un<br />
rendimiento óptimo, nos parece importante que los deportistas<br />
ingieran suplementos de omega 6 y, sobretodo, de omega 3.<br />
Para los omega 6, se trata del aporte de G<strong>LA</strong> (o AGL en español<br />
para ácido gamma-linoleico). Para los omega 3, es su contenido<br />
de EPA o AEP (ácido eicosapentanoico) y en DHA o ADH (ácido<br />
docosahexanoico) lo que importa.<br />
EL C<strong>LA</strong><br />
<strong>DE</strong>SEQUILIBRIOS F<strong>LA</strong>GRANTES<br />
En el estudio SU.VI.MAX, Astorg (2004) muestra que el 95%<br />
de los sujetos solamente cubren un poco más de la mitad de<br />
sus necesidades de ácido alfa linoleico (omega 3). El aporte de<br />
ácido linoleico (omega 6) parece adecuado, aunque se sitúa<br />
más bien en la parte baja del espectro. De ello resulta una ratio<br />
ácido linoleico/ácido alfa linoleico demasiado elevada para una<br />
salud óptima. Esta ratio es superior a once, es decir, el aporte<br />
de omega 6 es once veces superior al de omega 3. Lo ideal es<br />
que esta ratio se sitúe en cinco.<br />
El ácido linoleico conjugado es un ácido graso clasificado todavía<br />
como no esencial, a pesar de que algunos médicos sugieren<br />
la necesidad de incluirlo dentro de esta categoría (Banni,<br />
ATENCIÓN !<br />
La utilización importante de ácidos<br />
grasos poliinsaturados y, por lo tanto,<br />
su incorporación a la membrana<br />
presentará el inconveniente de aumentar<br />
la vulnerabilidad de las células al estrés<br />
oxidativo.<br />
GUÍA <strong>DE</strong> COMPLEMENTOS ALIMENTARIOS PARA <strong>DE</strong>PORTISTAS 75