Primeras páginas de Virginia Woolf. La vida por escrito - Taurus
Primeras páginas de Virginia Woolf. La vida por escrito - Taurus
Primeras páginas de Virginia Woolf. La vida por escrito - Taurus
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>Virginia</strong> <strong>Woolf</strong>. <strong>La</strong> <strong>vida</strong> <strong>por</strong> <strong>escrito</strong><br />
oro, pero no hay un solo pensamiento original, muy poco sentido común y<br />
ni la más ínfima <strong>de</strong>streza en el uso <strong>de</strong> la lengua en todos los cientos y cientos<br />
<strong>de</strong> cartas”. 18 Julia supo acompañarla y consolarla en sus múltiples dolencias,<br />
al punto que el incomparable lazo que unía a la madre y a la hija <strong>de</strong>jaba al<br />
doctor Jackson en segundo plano. Al enviudar, Maria se apoyó en Julia; solía<br />
pasar largas tem<strong>por</strong>adas en su casa y fue una presencia im<strong>por</strong>tante en la<br />
<strong>vida</strong> <strong>de</strong> <strong>Virginia</strong> hasta que falleció, cuando ella tenía diez años.<br />
A pesar <strong>de</strong> ser la preferida <strong>de</strong> su madre, Julia siempre se sintió muy unida<br />
a sus hermanas Maria y A<strong>de</strong>line. <strong>La</strong> muerte <strong>de</strong> esta última —poco antes <strong>de</strong>l<br />
nacimiento <strong>de</strong> <strong>Virginia</strong>— fue un duro golpe para la familia. Con el tiempo,<br />
sus hijos Marny, Emma y William se convirtieron en compañeros <strong>de</strong> juegos<br />
<strong>de</strong> <strong>Virginia</strong> y sus hermanos.<br />
Mientras tanto Maria, la otra hermana <strong>de</strong> Julia, se casó con Herbert<br />
Fisher, tutor y secretario privado <strong>de</strong>l príncipe <strong>de</strong> Gales, con quien tuvo once<br />
hijos. Esa tía fue una presencia po<strong>de</strong>rosa, pero también rechazada y temida,<br />
una suerte <strong>de</strong> censora vigilante <strong>de</strong> las buenas costumbres, que <strong>Virginia</strong> llegó<br />
a aborrecer. Tampoco sintió mucho afecto <strong>por</strong> sus primos, y aunque <strong>de</strong><br />
mayor solía visitar en Oxford a Herbert, presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Board of Education<br />
(Consejo <strong>de</strong> Educación), y a F. W. Maitland que, casado con su prima Florence,<br />
escribió la biografía <strong>de</strong> su padre, <strong>Virginia</strong> evitó a sus primos Fisher<br />
cuanto pudo, incluso a su prima A<strong>de</strong>line, casada con el compositor Ralph<br />
Vaughan Williams.<br />
Lo cierto es que para <strong>Virginia</strong> el centro y la figura femenina más misteriosa<br />
fue su madre, sobre quien escribió que “fue feliz como pocas personas<br />
lo son, pues había pasado, como una princesa en un <strong>de</strong>sfile, <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
su juventud <strong>de</strong> suprema hermosura al matrimonio y a la maternidad, sin<br />
<strong>de</strong>spertar”. 19<br />
Testimonio <strong>de</strong> la belleza <strong>de</strong> Julia es el cuadro don<strong>de</strong> el pintor prerrafaelista<br />
Burne-Jones la retrató como a la Virgen María en el momento <strong>de</strong> la<br />
Anunciación. Poco <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> rechazar las propuestas matrimoniales <strong>de</strong>l<br />
pintor William Hunt y <strong>de</strong>l escultor Thomas Woolner, y mientras visitaba a<br />
una hermana en Venecia, Julia conoció a su primer marido Herbert Duckworth.<br />
<strong>Virginia</strong> cuenta que “se enamoró perdidamente <strong>de</strong> él, y él <strong>de</strong> ella, y,<br />
en consecuencia, se casaron. Esto es todo lo que sé, y quizá nadie sepa más<br />
ahora, <strong>de</strong>l hecho más im<strong>por</strong>tante que le ocurrió en su <strong>vida</strong>”. 20<br />
En forma sorpresiva, cuatro años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l matrimonio, y tras hacer un<br />
leve esfuerzo al intentar alcanzar un higo que pendía <strong>de</strong> una rama, Herbert<br />
Duckworth murió en el lapso <strong>de</strong> pocas horas, a causa <strong>de</strong> una septicemia producida<br />
<strong>por</strong> la explosión <strong>de</strong> un absceso no diagnosticado. Sola, con dos hijos,<br />
George y Stella, y otro en camino —Gerald nació seis semanas <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la<br />
muerte <strong>de</strong> su padre—, Julia concluyó que había sido “todo lo infeliz y todo lo<br />
feliz que pue<strong>de</strong> llegar a ser un ser humano”. 21 Para <strong>Virginia</strong> y sus hermanos,<br />
42