CirugÃa Casos ClÃnicos. Volumen 3. Número 1
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Rubio Hidalgo E et al. Absceso mediastínico como complicación de una mononucleosis infecciosa<br />
Figura 2. Extensión del absceso a nivel supraesternal anterior izquierdo.<br />
Figura 4. Líquido y aire ectópico (absceso) en mediastino anterior,<br />
posterior, zona prevertebral y retroesofágica, hasta por debajo<br />
de la carina.<br />
Figura <strong>3.</strong> Absceso en mediastino anterior y posterior.<br />
vo del absceso no se encontró bacterias. Se instauró tratamiento<br />
antibiótico con meropenem de forma empírica al comienzo y<br />
después se continuó con él según el antibiograma.<br />
El cuadro clínico cambió radicalmente tras abrir y drenar el<br />
absceso. Mejoraron rápidamente todos los síntomas locales. Recibió<br />
el alta prácticamente asintomático a la semana de la intervención,<br />
tras 7 días de tratamiento antibiótico intravenoso.<br />
El paciente fue revisado en las consultas externas de cirugía, y<br />
se comprobó la buena evolución del cuadro, que se resolvió<br />
completamente.<br />
■ COMENTARIOS Y DISCUSIÓN<br />
La MI es una enfermedad producida por el virus de Epstein-<br />
Barr, transmitido por la saliva, cuya primoinfección afecta generalmente<br />
a adolescentes y adultos jóvenes. Las complicaciones<br />
no son frecuentes, pero cuando se producen pueden ser graves.<br />
Éstas pueden afectar a múltiples aparatos y sistemas, y pueden<br />
producirse anemia hemolítica, trombocitopenia, rotura de bazo,<br />
alteraciones neurológicas, hepatitis, miocarditis, pericarditis y<br />
obstrucción de vías aéreas 1 . Las complicaciones locales graves,<br />
como los abscesos retrofaríngeos, son aún más raras, aunque debemos<br />
tenerlas en cuenta siempre por la importancia del diagnóstico<br />
precoz 2 .<br />
La formación de abscesos periamigdalinos y retrofaríngeos se<br />
debe en su mayor parte a infecciones dentarias, seguido de infecciones<br />
de las vías aéreas superiores 3 . La combinación de MI y<br />
formación de abscesos cervicales es rara, menor del 6%. Aun así,<br />
la importancia de su diagnóstico, por las complicaciones potenciales<br />
y el bajo coste de cribar, hace que el Monotest sea lo recomendado<br />
en estos casos 4 . Son originados con mayor frecuencia<br />
por bacterias anaerobias como Pretovella y Fusobacterium, y en<br />
otras ocasiones por bacterias aerobias como Streptococcus pyogenes<br />
o Staphylococcus aureus. En nuestro caso la infección viral original<br />
se agravó por la sobreinfección bacteriana y la formación de abscesos,<br />
en cuyos cultivos no creció germen alguno, mientras que<br />
en los hemocultivos se hallaron dos gérmenes aerobios diferentes<br />
(S. salivarus y K. ozaenae).<br />
La mortalidad de esta enfermedad puede ser superior al 40%,<br />
fundamentalmente por shock séptico y relacionada sobre todo<br />
con un retraso diagnóstico y un inadecuado drenaje quirúrgico 5 .<br />
La sospecha clínica ha de seguirse rápidamente de tomografía<br />
computarizada cervicotorácica, que es la prueba complementaria<br />
de imagen de elección. En algunas situaciones la resonancia<br />
magnética puede resultar útil.<br />
El uso de antibioterapia empírica de amplio espectro ha de comenzarse<br />
inmediatamente tras el diagnóstico. En nuestro caso<br />
usamos meropenem intravenoso a dosis de 1 g/8 h.<br />
Sin embargo, no está tan claro el abordaje quirúrgico más adecuado.<br />
Las vías recomendadas en la bibliografía abarcan desde la<br />
vía cervical, incisiones subxifoideas, toracotomía posterolateral<br />
estándar, toracoscopia y técnicas percutáneas guiadas por ultrasonidos<br />
6 .<br />
Cirugía. <strong>Casos</strong> Clínicos. 2008;3(1):6-8 7