por tad a - Reporte Indigo

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Amenaza
de atentado
Cada día más, y ahora sin el respaldo incondicional de Juan
Camilo Mouriño, el agua le llega al cuello a García Luna.
Fuentes del Gobierno Federal, cercanas a las investigaciones,
señalan que sus días están contados, el escándalo de corrupción
y penetración de crimen organizado es mayúsculo.
En ese contexto, el lunes 10 de noviembre me encontré en un
lugar público con el comisario Herrera Valles, quien narró cómo a
través de un abogado de Oaxaca,
que supuestamente trabaja para
la SSP de manera externa, su
propio abogado recibió un recado
de García Luna.
Le decía “que se callara, que
ya no los denunciara”. A cambio
lo iban a restituir como coordinador
de Seguridad Regional de la PFP, le pagarían los sueldos
caídos y luego lo darían de baja, o podía quedarse.
Hererra Valles dijo que rechazó la propuesta.
El jueves 13 de noviembre, por una fuente confiable, Herrera
Valles supo que presuntamente ese lunes habría un atentado en el
lugar donde nos encontrábamos.
El 17 de noviembre fue detenido violentamente. La aprehensión no
se llevó a cabo por la AFI, que por ley es la que debe cumplir los mandatos
judiciales. Fue la propia PFP, a mano de quienes él denunció
desde principios de año. Ese simple hecho le da un tinte de venganza.
La crisis por la que atraviesan las corporaciones
policiacas del país aún no tiene fin. No es posible ver
la luz al final del túnel. Y en esa crisis pueden darse
acciones desesperadas de venganza y represión.
Se le acusa de tener presuntos vínculos con el crimen organizado.
Un supuesto testigo protegido, identificado como
“El Pitufo” , presuntamente declaró el 13 de noviembre que
en julio pasado vio en un restaurante de Acapulco a Herrera
Valles con Joaquín Guzmán Loera y el conocido sicario “La
Barbie”.
El supuesto encuentro es casi inverosímil, ya que desde principios
de este año “El Chapo” Guzmán y “La Barbie” operan en
bandos contrarios.
El comisario obtuvo por parte de un juez un amparo contra
incomunicación y tortura, y la Comisión Nacional de Derechos
Humanos, ante quien presentó una queja por acoso hace algunas
semanas, también intervino
para que se garantice su
seguridad.
El lunes pasado se le decretaron
48 horas de detención para
investigarlo y el miércoles en la
noche se amplió el plazo a 48
horas más. Después de ese término
se le puede dictar la liberación, el arraigo o la detención.
La crisis por la que atraviesan las corporaciones policiacas
del país aún no tiene fin. No es posible ver la luz al final del
túnel. Y en esa crisis pueden darse acciones desesperadas de
venganza y represión.
Será la polémica abogada Raquenel Villanueva quien defienda
ante los tribunales a Herrera Valles de los cargos que se le imputan.
Más allá del proceso que se le sigue al comisario, los hechos
documentados que él ha denunciado hasta el día de hoy tienen
validez y son ciertos.