por tad a - Reporte Indigo

mundo
Balada
para un
conflicto
En Bagdad está de moda una canción:
“The Shotgun” (El disparo) de Hosam Al-
Rasam. Esta pieza no sólo habla de la guerra
como se pudiera pensar, sino del amor y
lleva a quien la escucha por un viaje a través
de Irak.
“El disparo puede fallar algunas veces / pero
la mirada de los ojos de mi amor es siempre
letal”, dice una estrofa de la canción.
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e iraquíes. Hay hombres uniformados y
armados apostados en las intersecciones,
muros de concreto para controlar el
tránsito de personas y vehículos, así como
puntos de control que no bajan su guardia
para nada, ni siquiera para que pase un
hombre camino a su boda.
De una u otra manera, la vida continúa
a pesar de estas ásperas barreras. Las ovejas
pastan cerca de los vehículos bélicos
de EU. El bullicio del mercado se escucha
mientras los soldados estadounidenses
se pasean calzando botas llenas de lodo y
siempre listos para la batalla.
Los niños se reúnen alrededor de una
camioneta pick up mientras militares iraquíes
les reparten paquetes de comida y
libros enviados por el gobierno de EU.
Las tropas de EU a veces pasean por los
barrios y preguntan a los locales su opinión
acerca de la situación que vive el país.
Ésta no es la mejor manera de medir los
sentimientos de Irak después de casi seis
3,990 soldados
han muerto desde que
empezó la guerra.
2,100 solados
han tratado de
autoagredirse o
suicidarse. En 2002, la cifra
fue de 350, y aumentó a
2,100 en 2007.
años de guerra porque los iraquíes casi
siempre ofrecen puntos de vista diferentes
cuando no están en presencia de las fuerzas
estadounidenses.
Éstas son algunas opiniones que expresan
los ciudadanos de Irak cuando las tropas
extranjeras no los pueden escuchar:
“EU es como el agua sucia que debemos
beber porque tenemos sed”, dice Hassan
Raheem, un barbero. Detesta la presencia
de EU; sin embargo, cree que evita que las
facciones de Irak estallen en guerra.
Hussein Alí, propietario de una tienda
en Najaf, al sur de Bagdad, comparte
el desagrado de Raheem, pero no coincide
con la idea de que las tropas de EU se
deben quedar para mantener las cosas
bajo control. “La ocupación es como una
enfermedad en nuestro cuerpo”, señala.
Los iraquíes que hablaron con el
teniente coronel Michael Pemrick tienen
una perspectiva distinta.
Pemrick, subcomandante de la Tercera
Elevador
Segundo
Rollover
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