Revista Derecho en Sociedad, n.° 2 - Febrero 2012 - Ulacit
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DERECHO EN SOCIEDAD, N. º 2. <strong>Febrero</strong> de <strong>2012</strong><br />
<strong>Revista</strong> Electrónica de la Facultad de <strong>Derecho</strong>, ULACIT – Costa Rica<br />
Costa Rica es una sociedad <strong>en</strong> decad<strong>en</strong>cia. Para afirmar esto bastaría dar un rápida<br />
lectura a dos artículos constitucionales, es decir, dos declaraciones de int<strong>en</strong>ciones de lo<br />
que se añoró que fuera el país y compararlas con lo que está si<strong>en</strong>do nuestra patria <strong>en</strong><br />
realidad.<br />
Los artículos 1 y 50 de la Constitución Política señalan, respectivam<strong>en</strong>te, lo sigui<strong>en</strong>te:<br />
“Costa Rica es una República democrática, libre e indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te” y “El Estado procurará el mayor bi<strong>en</strong>estar a<br />
todos los habitantes del país, organizando y estimulando la producción y el más adecuado reparto de la riqueza”.<br />
Ese fue el cimi<strong>en</strong>to de la Segunda República. Esa fue la razón de ser y la visión que,<br />
resultado de un largo proceso histórico, quisieron impregnar, <strong>en</strong>tre otros y no sin el<br />
derramami<strong>en</strong>to de sangre de ci<strong>en</strong>tos de costarric<strong>en</strong>ses, Figueres Ferrer, Calderón<br />
Guardia, Mora Valverde y Monseñor Sanabria, para el desarrollo nacional. Para ello, <strong>en</strong><br />
la Constituy<strong>en</strong>te del 49, se diseñó un sistema de pesos y contrapesos para garantizar la<br />
división de poderes, necesaria <strong>en</strong> toda democracia; se crearon controles para evitar que<br />
los bi<strong>en</strong>es comunes fueran dilapidados por unos pocos; se recogieron las principales<br />
garantías individuales y sociales tanto para el juzgami<strong>en</strong>to de las personas como para el<br />
disfrute de otros derechos, <strong>en</strong>tre ellos, los laborales.<br />
Ese fue el c<strong>en</strong>it al que se aspiró.<br />
Hoy, la mayoría de esas normas son simples normas programáticas, hermosas<br />
declaraciones de principios que, como las fotografías antiguas, están desteñidas por una<br />
cruda realidad <strong>en</strong> la que predomina una visión maniquea e individualista de la vida.<br />
En contraposición a ello, <strong>en</strong> la Costa Rica del 2011 es difícil observar una clara<br />
división de poderes, no digamos ya <strong>en</strong>tre el Legislativo y el Ejecutivo, uno apéndice<br />
histórico del otro, al punto de que hoy se proclama, sin sonrojo, la innecesariedad del<br />
control político, base de toda democracia; sino, inclusive, a nivel judicial, <strong>en</strong> donde,<br />
lam<strong>en</strong>tablem<strong>en</strong>te, ya no solo se decid<strong>en</strong> los grandes temas de la política nacional (a<br />
nivel constitucional: la re-elección presid<strong>en</strong>cial; administrativo: Crucitas; y <strong>en</strong> lo p<strong>en</strong>al:<br />
los grandes casos de corrupción <strong>en</strong> la función Pública, desde el Fondo de Emerg<strong>en</strong>cias<br />
para acá) y precisam<strong>en</strong>te por ello, los pactos y cuotas de poder son cada vez más<br />
frecu<strong>en</strong>tes y se defi<strong>en</strong>d<strong>en</strong> más férream<strong>en</strong>te, al punto de que un asesor presid<strong>en</strong>cial<br />
mantuvo su puesto simultáneam<strong>en</strong>te al de magistrado constitucional sin que nada<br />
pasara, para no decir mucho sobre los extraños criterios que predominan para la<br />
selección de los y las aspirantes a la magistratura; los cambios jurisprud<strong>en</strong>ciales sin<br />
explicaciones técnicas convinc<strong>en</strong>tes que luego, sin explicación, regresan por los cauces<br />
originales; ni sobre las disonancias graves <strong>en</strong>tre las decisiones de los órganos creados<br />
mediante carrera judicial, es decir, mediante méritos, respecto de aquellos cuyo<br />
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