Revista Derecho en Sociedad, n.° 2 - Febrero 2012 - Ulacit
Revista Derecho en Sociedad, n.° 2 - Febrero 2012 - Ulacit
Revista Derecho en Sociedad, n.° 2 - Febrero 2012 - Ulacit
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
DERECHO EN SOCIEDAD, N. º 2. <strong>Febrero</strong> de <strong>2012</strong><br />
<strong>Revista</strong> Electrónica de la Facultad de <strong>Derecho</strong>, ULACIT – Costa Rica<br />
el principio de la igualdad formal 13 ; comunitarios, inserción de los individuos <strong>en</strong> una<br />
comunidad preexist<strong>en</strong>te que los define e id<strong>en</strong>tifica 14 ; republicanos, increm<strong>en</strong>to de la<br />
participación política a partir de una mejor educación cívica 15 (Lister y Pia 2008: 14-22).<br />
La confrontación doctrinal respecto a la ciudadanía pres<strong>en</strong>ta, por tanto, tres<br />
posiciones difer<strong>en</strong>ciadas: el individualismo del liberal; la inserción <strong>en</strong> la comunidad<br />
ontológica de los comunitarios; y el fom<strong>en</strong>to de la participación política como desarrollo<br />
de la libertad positiva de los republicanos. El nuevo <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to reproduce, de<br />
alguna manera, la vieja polémica <strong>en</strong>tre la libertad de los antiguos y la libertad de los<br />
modernos de B<strong>en</strong>jamin Constant. Y, sin embargo, debemos establecer una clara<br />
difer<strong>en</strong>cia: la t<strong>en</strong>sión <strong>en</strong>tre una concepción liberal de la ciudadanía (derechos<br />
individuales fr<strong>en</strong>te al Estado) y la visión comunitaria (comunidad previa <strong>en</strong> la que se<br />
inserta el individuo), y sus mediaciones desde posiciones republicanas (participación<br />
política y educación cívica) asume, siempre, un presupuesto de partida: la noción de<br />
ciudadanía nacionalizada por el Estado. Fr<strong>en</strong>te al liberalismo y su énfasis <strong>en</strong> los<br />
derechos universales de los individuos y <strong>en</strong> la exist<strong>en</strong>cia de unos principios de justicia,<br />
los comunitarios colocan la pert<strong>en</strong><strong>en</strong>cia e id<strong>en</strong>tificación d<strong>en</strong>tro de una comunidad como<br />
requisito previo para la obt<strong>en</strong>ción de los derechos: la def<strong>en</strong>sa liberal de unos principios<br />
universales, iguales para todos, <strong>en</strong> cualquier tiempo y lugar, se convierte <strong>en</strong> la noción<br />
comunitarista de difer<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>tre comunidades y, por ello, de una ciudadanía singular,<br />
particularizada. Fr<strong>en</strong>te a la visión de una comunidad preexist<strong>en</strong>te (cultural o étnica), el<br />
republicanismo, <strong>en</strong> cambio, pone el ac<strong>en</strong>to <strong>en</strong> la participación <strong>en</strong> lo público. Pero, todas<br />
estas teorías, <strong>en</strong> su concepción más tradicional, sigu<strong>en</strong> aferradas a la id<strong>en</strong>tificación de la<br />
ciudadanía con la nacionalidad 16 . Y, sin embargo, ya no sirve mant<strong>en</strong>er esta igualación<br />
13 La ciudadanía, como cálculo individualista que protege derechos, permite observar la legitimidad del<br />
sistema desde los derechos inher<strong>en</strong>tes al hombre y no desde su id<strong>en</strong>tificación con una concreta<br />
comunidad política.<br />
14 Los ciudadanos como miembros de una comunidad difer<strong>en</strong>cial <strong>en</strong> la que se realizan y con la que se<br />
vinculan, vitalm<strong>en</strong>te, <strong>en</strong> su id<strong>en</strong>tidad personal y <strong>en</strong> su proyección colectiva.<br />
15 La compr<strong>en</strong>sión de la ciudadanía <strong>en</strong> el desarrollo de la participación pública de unos miembros cuya<br />
libertad, no ya <strong>en</strong> negativo (abst<strong>en</strong>ción de no hacer por el Estado), sino también <strong>en</strong> positivo (autogobierno<br />
y auto-normación <strong>en</strong> democracia), es vista como realización activa <strong>en</strong> lo común (res publica).<br />
16 Como modelo recurr<strong>en</strong>te de liberalismo nacionalizado, convi<strong>en</strong>e m<strong>en</strong>cionar el concepto de ciudadanía del<br />
sociólogo T. H. Marshall (1950), visto como la evolución asc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>te de la ciudadanía <strong>en</strong> el Reino Unido.<br />
Marshall pres<strong>en</strong>ta el sigui<strong>en</strong>te desarrollo histórico: 1º) del siglo XVII a mediados del XIX, derechos civiles del<br />
hombre aislado, con su protección por los Tribunales como igualdad ante la ley; 2º) desde finales del<br />
siglo XVIII a comi<strong>en</strong>zos del Siglo XX, derechos políticos y se realización <strong>en</strong> la repres<strong>en</strong>tación parlam<strong>en</strong>taria y<br />
<strong>en</strong> la progresiva universalización del derecho al voto; 3º) de finales del siglo XIX a la culminación de<br />
mediados del XX, los derechos sociales como estándares mínimos de bi<strong>en</strong>estar que, sujetos al cambio, cu<strong>en</strong>tan<br />
con la educación cívica y con los servicios sociales como sus mejores instrum<strong>en</strong>tos de realización<br />
(Marshall 1975). No obstante, el modelo de Marshall ha sido criticado desde muy difer<strong>en</strong>tes posturas, <strong>en</strong><br />
particular, por su olvido de difer<strong>en</strong>tes formas de exclusión (género, minorías étnicas o culturales, etc.),<br />
junto a su lazo inquebrantable con el Estado-nación británico. En particular, cabe destacar su inexactitud<br />
<strong>en</strong> relación a la mujer, respecto a la cuál, <strong>en</strong> muchos países, la evolución ha sido, más bi<strong>en</strong>, la contraria:<br />
10