17.10.2014 Views

Revista Derecho en Sociedad, n.° 2 - Febrero 2012 - Ulacit

Revista Derecho en Sociedad, n.° 2 - Febrero 2012 - Ulacit

Revista Derecho en Sociedad, n.° 2 - Febrero 2012 - Ulacit

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

DERECHO EN SOCIEDAD, N. º 2. <strong>Febrero</strong> de <strong>2012</strong><br />

<strong>Revista</strong> Electrónica de la Facultad de <strong>Derecho</strong>, ULACIT – Costa Rica<br />

legitimidad popular <strong>en</strong> el principio de supremacía constitucional 35 .<br />

Sin embargo, debemos t<strong>en</strong>er cuidado: la traslación del Poder constituy<strong>en</strong>te a una<br />

forma también absoluta, <strong>en</strong> cuanto soberanía de la Constitución, relativiza tanto el concepto de<br />

democracia y el s<strong>en</strong>tido material del Estado constitucional, que posibilita su defunción 36 .<br />

Pero, a pesar del riesgo asumido, el antagonismo <strong>en</strong>tre Soberano absoluto y Estado constitucional<br />

hace tiempo que fue superado: el poder, incluso el del pueblo <strong>en</strong> democracia, siempre<br />

35 Ejemplo paradigmático, el artículo 1 de la Constitución Italiana: “La soberanía pert<strong>en</strong>ece al pueblo, que la<br />

ejercerá <strong>en</strong> las formas y d<strong>en</strong>tro de los límites de la Constitución”. De ahí la inconsist<strong>en</strong>cia de una<br />

jurisprud<strong>en</strong>cia que, como la del Tribunal constitucional español, afirma que los ciudadanos, sigui<strong>en</strong>do el<br />

proceso de reforma constitucional, podrán modificar la Constitución sin límite material alguno: “Sólo los<br />

ciudadanos, actuando necesariam<strong>en</strong>te al final del proceso de reforma, pued<strong>en</strong> disponer del poder<br />

supremo, esto es, del poder de modificar sin límites la propia Constitución (art. 168 CE)” (FJ 2, STC<br />

103/2008, de 11 de septiembre, que declara inconstitucional la Ley del parlam<strong>en</strong>to vasco de consulta popular para<br />

recabar la opinión de la ciudadanía). La cláusula de intangibilidad, cuando no es explícita, como <strong>en</strong> los modelos<br />

italiano, alemán, francés, portugués o chil<strong>en</strong>o, ti<strong>en</strong>e siempre que <strong>en</strong>t<strong>en</strong>derse implícita, como sería <strong>en</strong> el<br />

caso español, a pesar de la literalidad de un articulado que recoge incluso la posibilidad de una revisión<br />

total de la Constitución; y, sin embargo, la jurisprud<strong>en</strong>cia, tan lúcida <strong>en</strong> su fundam<strong>en</strong>tación jurídica pero<br />

tan poco p<strong>en</strong>sada <strong>en</strong> este aspecto básico, no puede cambiar los fundam<strong>en</strong>tos básicos del Estado<br />

constitucional de <strong>Derecho</strong>.<br />

36 La Constitución democrática no puede ser simple procedimi<strong>en</strong>to, vacío de cont<strong>en</strong>ido axiológico. La<br />

democracia o es material y, por ello, militante, <strong>en</strong> mayor o m<strong>en</strong>or medida, o queda a merced de sus<br />

<strong>en</strong>emigos. El término “democracia militante” procede originalm<strong>en</strong>te de K. Loew<strong>en</strong>stein (1937), se recoge<br />

por la jurisprud<strong>en</strong>cia constitucional alemana <strong>en</strong> 1956 y más tarde se alude a ella como “una democracia capaz<br />

de def<strong>en</strong>derse a sí misma”, 1975 (Thiel 2009). Así, para D<strong>en</strong>ninger “no cabe duda de que el establecimi<strong>en</strong>to de<br />

un núcleo constitucional especialm<strong>en</strong>te protegido contra ataques –el ord<strong>en</strong> fundam<strong>en</strong>tal libre y democrático– y la<br />

limitación de la (...) compet<strong>en</strong>cia de reforma del legislador constituy<strong>en</strong>te como pouvoir constitué ti<strong>en</strong><strong>en</strong> su<br />

orig<strong>en</strong> <strong>en</strong> la misma convicción de necesidad de una estatalidad militante, de relativización no ilimitada”.<br />

De ahí la pl<strong>en</strong>a vig<strong>en</strong>cia de su reflexión: “La democracia <strong>en</strong> libertad únicam<strong>en</strong>te puede existir como<br />

programa y realidad <strong>en</strong> cuanto democracia pluralista, es decir, como ord<strong>en</strong> político que concibe el bi<strong>en</strong><br />

común no como una constante previam<strong>en</strong>te determinada, sino como una tarea a acometer continuam<strong>en</strong>te,<br />

y como resultado de la abierta y perman<strong>en</strong>te controversia política. Por tal razón, y únicam<strong>en</strong>te por ello,<br />

rechaza la democracia ideologías y proyectos totalitarios, que pret<strong>en</strong>d<strong>en</strong> sustituir la apertura de la búsqueda<br />

del bi<strong>en</strong> común por una pret<strong>en</strong>sión absoluta de verdad y dominación” (D<strong>en</strong>innger 1996: 462 y 484). No<br />

obstante, la inexist<strong>en</strong>cia de valores absolutos -para todo tiempo y lugar- no significa que la democracia<br />

sea tan relativista como para mant<strong>en</strong>erse impasible ante su propia destrucción. Y, sin embargo, para el<br />

Tribunal constitucional, el modelo de democracia militante no ti<strong>en</strong>e cabida <strong>en</strong> España; y lo razona de una manera tan<br />

<strong>en</strong>deble como la sigui<strong>en</strong>te: ya que carece “para ello del presupuesto inexcusable de la exist<strong>en</strong>cia de un<br />

núcleo normativo inaccesible a los procedimi<strong>en</strong>tos de reforma constitucional que, por su intangibilidad<br />

misma, pudiera erigirse <strong>en</strong> parámetro autónomo de corrección jurídica. (...). La Constitución española, a<br />

difer<strong>en</strong>cia de la francesa o la alemana, no excluye de la posibilidad de reforma de ninguno de sus<br />

preceptos ni somete el poder de revisión constitucional a más límites expresos que los estrictam<strong>en</strong>te<br />

formales y de procedimi<strong>en</strong>to” (FJ 7 STC 48/03, de 12 de marzo). Dejar la Constitución y la democracia <strong>en</strong><br />

manos, sin más, de “límites estrictam<strong>en</strong>te formales y de procedimi<strong>en</strong>to” es sucumbir a la dictadura de la<br />

forma y, por ello, a la tiranía de las mayorías, olvidando la principal delimitación de todo Estado<br />

constitucional: la protección de la libertad y de los derechos fundam<strong>en</strong>tales y la r<strong>en</strong>uncia a la concepción<br />

del poder soberano como absoluto y total. Pero, aunque lo dijera Agam<strong>en</strong>ón, el modelo constitucional<br />

democrático no puede confundirse con una mera técnica formal.<br />

20

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!