Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
¡Oh desecadores de lagos, taladores de bosques!<br />
¡Cercenadores de pulmones, rompedores de espejos mágicos!<br />
Y cuando las montañas de andesita se vengan abajo, en el<br />
derrumbe paulatino del circo que nos guarece y ampara, veréis<br />
cómo, sorbido en el negro embudo giratorio, tromba de basura,<br />
nuestro valle mismo desaparece. Cansado el desierto de la<br />
injuria de las ciudades; cansado de la planta humana, que<br />
urbaniza por donde pasa, apretado el polvo contra el suelo;<br />
cansado de esperar por siglos de siglos, he aquí: arroja contra las<br />
graciosas flores de piedra, contra las moradas y las calles, contra<br />
los jardines y las torres, las nefastas caballerías de Atila, la ligera<br />
tropa salvaje de grises y amarillas pezuñas. Venganza y venganza<br />
del polvo. Planeta condenado al desierto, la onda musulmana<br />
de la tolvanera se apercibe a barrer tus rastros.<br />
Y cuando ya seamos hormigas —el estado perfecto—<br />
discurriremos por las avenidas hechas de conos de briznas y de<br />
tamo, orgullosos de acumular los tristes residuos y pelusas;<br />
incapaces de la unidad, sumandos huérfanos de la suma;<br />
incapaces del individuo, incapaces de arte y de espíritu —que<br />
solo se dieron entre las repúblicas más insolentes, cuya voz ya<br />
apenas se escucha, que la gloria es una fatiga tejida de polvo y de<br />
sol.<br />
¡Porvenir menguado! ¡Polvo y sopor! No te engañes,<br />
gente que funda en subsuelo blando, donde las casas se hunden,<br />
se cuartean los muros y se descascan las fachadas. Ríndanse uno<br />
a uno tus monumentos. Tu vate, hecho polvo, no podrá sonar<br />
su clarín. Tus iglesias, barcos en resaca, la plomada<br />
perdida,enseñan ladeadas las cruces. ¡Oh valle, eres mar de<br />
63