gaceta de la comisión nacional de los derechos humanos

Gaceta de la CNDH
La aplicación consciente por los Estados de estas normas uniformes abrirían las puertas de la
integración en condiciones de igualdad de oportunidades a las PcD, sin embargo, la adopción y
puesta en praxis por parte de las naciones es desigual dado el interés de cada país sobre la materia
y de acuerdo a la capacidad de desarrollo que se tenga.
En el caso de México estamos iniciando dicha adopción a través del Programa Nacional para el
Bienestar y la Incorporación al Desarrollo de las Personas con Discapacidad, sin embargo, se debe
considerar que para lograr el éxito de este programa se requiere de una cimentación profunda de
la política social en general y sobre discapacidad en particular, tal que garantice el desarrollo de la
verdadera integración plena de este sector a la vida nacional.
Si bien es cierto que el Directorio Nacional de Asociaciones de y para Personas con Discapacidad
(publicado por el INEGI) registra en 1998 la cantidad de 741 asociaciones distribuidas en el territorio
nacional, podemos decir que como población con discapacidad no hemos logrado realmente
establecer una fuerza nacional organizada de arrastre que nos permita actuar de manera conjunta y
articulada para determinar acciones encaminadas a establecer, con la solidez que requieren, los cimientos
de una verdadera integración plena que va más allá de la dependencia que tenemos de las
instituciones oficiales para desarrollar nuestras actividades y que debilitan el impacto que podemos
tener en la sociedad. Tales cimientos deben considerar:
—Lograr el reconocimiento, respeto y desarrollo de los Derechos Humanos como la piedra angular
del desarrollo pleno y potencial de las PcD, lo cual realmente nos abre una perspectiva de
desarrollo humano en condiciones de igualdad.
—Generar las bases de desarrollo de una cultura profundamente humana que eleve los niveles de
conciencia humana, familiar, social y de gobierno mediante un proceso de humanización que permita
recobrar los valores esenciales del ser humano y proyectarlos en todos los ámbitos del sistema
de vida.
—Establecer los postulados del movimiento social de la discapacidad en los diferentes planos de
la vida nacional (humanos, familiares, políticos, económicos, sociales, culturales, etcétera) que nos
permita tener una plataforma común y específica de unidad sobre cómo concebimos la integración
plena en condiciones de igualdad.
—Valorar desde una visión humanizante las condiciones de la vida nacional, con la finalidad de
conocer claramente cómo impactan en el proceso de integración plena y qué posición se debe asumir
para seguir avanzando en nuestro objetivo supremo, considerando que no somos un sector aislado
de lo que acontece en el país, y
—Dejar el divisionismo a un lado y generar la unidad del movimiento nacional de los mexicanos
con discapacidad mediante la construcción de una instancia organizativa de ese nivel, donde podamos
discernir libremente fuera de las instituciones públicas la política a seguir para desarrollar las
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