La Violencia - Salta

Leonardo Strejilevich
inequidad y de exclusión social generan una alarmante proliferación
de marginalidad en la cual se cultiva la violencia y la
adicción a drogas devastadoras como el paco, sin que el Estado
alcance a desplegar estrategias de contención social y salud,
de educación y capacitación.
La pérdida de empleos ocasionada por la crisis y la inflación
han provocado un aumento de la pobreza que incluye personas
de buen nivel educativo y que pertenecían a la clase
media (nueva pobreza), en lo que implica un desaprovechamiento
de recursos humanos que afecta a toda la sociedad. La
pobreza afecta en primer lugar, y en forma más directa, a las
personas cuyos ingresos no alcanzan para cubrir la canasta de
consumo de bienes y servicios básicos, lo cual puede, en casos
extremos, afectar la salud.
Se sabe a ciencia cierta que una economía funciona realmente
bien si, en definitiva, el grado de felicidad colectiva e
individual aumenta. Para que una economía avance hacia una
mayor felicidad debe priorizar la equidad, la familia y la salud
pública. Hay sobrado consenso en que las grandes desigualdades
constituyen uno de los obstáculos más importantes para
lograr un desarrollo sostenido. América latina es uno de los
ejemplos favoritos. Cuenta con una dotación de recursos naturales
privilegiada: materias primas estratégicas en gran cantidad,
desde petróleo hasta litio; condiciones ideales para la
producción de alimentos; un tercio de las aguas limpias del
planeta; fuentes de energía barata. Sin embargo, más del 35%
de la población es pobre y presenta brechas agudas en temas
tan básicos como alimentación, con 53 millones de desnutridos;
agua, con 50 millones sin agua potable; educación, con
más de 50% de los alumnos en diversos países que no terminan
la secundaria; trabajo, con un 20% de los jóvenes fuera
del sistema educativo y del mercado de trabajo. Las altas ine-
108