Pablo: apóstol del corazón liberado - Editorial Clie
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126 <strong>Pablo</strong> y el Jesús histórico<br />
o no seguidor de Hillel– se ocupaba con sus manos en la fabricación de<br />
tiendas. Sin embargo, al mismo tiempo reclamaba para otros este derecho<br />
que él mismo había decidido declinar: “El que es enseñado en la palabra,<br />
haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye” (Gálatas 6:6).<br />
Cabe señalar, además, que la máxima de Hillel es muy similar al mandamiento<br />
de Jesús cuando comisionó a los doce, según el Evangelio de Mateo:<br />
“De gracia recibisteis, dad de gracia” (Mateo 10:8). 33 Puede que, si <strong>Pablo</strong><br />
hubiera conocido este mandamiento, lo hubiera citado para justificar su actitud<br />
personal. Aun en sus tratos con otras iglesias le resultaba embarazoso<br />
aceptar entregas personales de dinero y acusar recibo de ellas.<br />
(c) Comed lo que os pongan <strong>del</strong>ante. Una de las cuestiones que los<br />
corintios plantearon a <strong>Pablo</strong> en la carta que le dirigieron fue la relativa al<br />
consumo de carne de animales que habían sido sacrificados a las divinidades<br />
paganas. Un cristiano con problemas de conciencia respecto a este<br />
tipo de comida podía excluirla de su casa, pero ¿qué tenía que hacer cuando<br />
comía en casa de otra persona? Naturalmente, no cabía esperar una<br />
respuesta directa a esta cuestión en la enseñanza de Jesús. Tales circunstancias<br />
solo podían producirse en un contexto gentil. La respuesta de <strong>Pablo</strong><br />
es: “Si algún incrédulo os invita, y queréis ir, de todo lo que se os ponga<br />
<strong>del</strong>ante comed, sin preguntar nada por motivos de conciencia” (1 Corintios<br />
10:27).<br />
Pero incluso aquí tenemos un eco de las palabras de Jesús. Entre las<br />
instrucciones que da a los setenta en Lucas 10:8, Jesús dice: “En cualquier<br />
ciudad donde entréis, y os reciban, comed lo que os pongan <strong>del</strong>ante”. 34 Este<br />
mandato no aparece en las instrucciones que Jesús da a los doce en ninguno<br />
de los tres relatos, mientras que sí lo hace dos veces en sus instrucciones<br />
a los setenta aunque en términos distintos (véase Lucas 10:7.- “Y<br />
posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os den”). Según<br />
se declara de manera explícita en Mateo 10:5-6 e implícitamente en<br />
Marcos 6:7-11 y Lucas 9:1-5, la misión de los doce estaba circunscrita a<br />
Israel. Sin embargo, la misión de los setenta, que únicamente registra Lucas,<br />
se ha considerado a menudo como el embrión de la más amplia misión<br />
entre los gentiles que después nos presentará en el segundo volumen<br />
de su obra. Es interesante notar que el número “doce” era el de las tribus<br />
ambos dichos podemos sacar una conclusión: “cualquiera que saque de las palabras de la Torah una<br />
ganancia personal se encamina a su propia destrucción”).<br />
33<br />
Esto deja bastante claro que trophé en Mateo 10:10 significa “comida” y excluye el dinero.<br />
34<br />
En griego esthíete tà paratithémena hymîn, que se parece mucho al pân tò paratithémenon hymîn<br />
esthíete de 1 Corintios 10:27.