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El sector del control biológico en España
• D. sibirica. Es una avispa parásita de 2 a 3 mm. de longitud, de color marrón
oscuro y está provista de antenas largas. Tiene una gran habilidad de búsqueda
de plantas agredidas por minadores. Una vez localizada la galería, la palpa con
sus antenas para explorar y evitar la oviposición en un huésped ya parasitado.
Aceptado el huésped, la hembra de D. sibirica realiza la puesta (un huevo
por larva) en el interior de una larva de primer o segundo estadio de Liriomyza
spp. En el caso de que falten huéspedes, puede depositar más de un huevo
por larva objetivo (superparasitismo) aunque sólo emerge una sola larva de D.
sibirica que no comienza su evolución hasta que la larva parasitada inicia la
pupación. En el interior de la pupa se completan el segundo y tercer estadio
larvario hasta que emerge un nuevo individuo.
Su longevidad está directamente relacionada con la temperatura ambiente.
Una hembra adulta de D. sibirica vive 7 días a 25 ºC, en tanto que a 15 ºC es de 20
días y su capacidad ovipositora aumenta considerablemente (cerca de 5 veces).
• D. isaea. Es una avispa parásita de color negro y tamaño de 2 a 3 mm con
las antenas cortas y articuladas. Este insecto beneficioso permite controlar
minadores en hortalizas y ornamentales siendo los estadios del ciclo de vida
huevo, larva (tres fases), pupa y adulto.
La hembra ataca a su hospedador picando las larvas del minador en el
segundo o tercer estadio de tal forma que consigue paralizarlas, dejan de
alimentarse y realiza la puesta. Del huevo emerge una larva que se alimenta
de la larva del minador.
D. isaea es un ectoparásito, es decir, además de su acción parasitoide es
también un depredador, pues ataca a las larvas al final del primero o segundo
estadio succionando sus jugos hasta producirles la muerte. Como particularidad,
puede parasitar minadores que han sido dañados por la alimentación de la
hembra y además, depositar huevos sobre sus presas previamente parasitadas
por un endoparásito.
Fundación Cajamar 51