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Informes y monografías / 33
Las principales diferencias que presenta respecto a D. sibirica son:
i) Es más apropiada ante una infestación superior y temperaturas más
elevadas.
ii) Pueden observarse mejor las pupas, lo que permite un mejor seguimiento
del desarrollo de la población.
• E. mundus. Es una pequeña avispa de 1 mm. de longitud que controla muy
eficazmente moscas blancas del tabaco (Bemisia tabaci). Puede parasitar
cualquier estadio larval aunque muestra una mayor preferencia por el segundo
y el tercero. Su ciclo biológico comprende los estadios de huevo, larva (tres
fases), pupa y adulto.
Las hembras seleccionan a su huésped palpándolo con sus antenas y
desechan el que se encuentra ya parasitado. Una vez detectado y admitido, la
hembra en contacto con el ovipositor, y empleando sus patas traseras levanta
la larva de B. tabaci y realiza la puesta entre la larva y la superficie de la hoja.
Posteriormente, la larva que surge del huevo se introduce en el interior de la
larva de mosca blanca, la cual muere una vez que el parásito está desarrollado
y ha cesado su alimentación.
Como ventaja añadida, las hembras de E. mundus ejercen una labor
depredadora de larvas hospedantes, lo que unido a su longevidad durante
el invierno las convierte en un agente de control biológico muy idóneo para
combatir la plaga objetivo.
• E. formosa. La población de E. formosa se encuentra formada casi en su totalidad
por hembras que miden 0,6 mm y no necesitan ser fecundadas. Esta pequeña
avispa parasita está especialmente destinada para controlar la mosca blanca
de los invernaderos (Trialeurodes vaporariorum) y la mosca blanca del tabaco.
Al igual que otros parasitos mencionados anteriormente, E. Formosa se
alimenta de las larvas sin llegar a parasitarlas, es lo que se conoce como host
feeding. Durante todo su ciclo de vida parasita un promedio de 250 larvas y
mata entre 30 y 70.
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Fundación Cajamar