descargar - Instituto Nacional del Teatro
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Rosita Ávila en su personaje de Marcolfa junto a Emilia Guerra, Eloísa Martínez Romero,<br />
Federico Armanini y Federico Zárate en “Amor de Don Perlimplín con Belisa en su jardín”, de<br />
García Lorca.<br />
el oficio y los procesos creativos, su formación y la relación con<br />
el público. Los diferentes personajes transitan en ella. Recorren<br />
el camino desde su interior hasta la constitución de la forma,<br />
desde su memoria hasta la encarnación. Pero ese proceso de<br />
construcción no se puede apartar de la lógica imperante en el<br />
teatro de grupo. En ese sentido son también importantes para la<br />
actriz los vínculos en el trabajo, la afinidad afectiva, ideológica,<br />
estética y ética con sus compañeros de ruta. De ese modo su<br />
potencialidad creativa se activa dentro de un grupo humano<br />
adecuado. La actriz necesita de un entorno ameno para la construcción<br />
social <strong>del</strong> personaje que le permitirá sobrellevar cuando<br />
se lance a escena lo que ella denomina en “profunda soledad”.<br />
Segunda reflexión:<br />
las matrices de teatralidad y su incidencia<br />
en la construcción de personajes<br />
Voy a referirme a dos procesos de creación teatral que tienen<br />
como autor al escritor ruso Fiodor Dostoievski, con el que trabajamos<br />
en dos de nuestros espectáculos con el propósito de distinguir<br />
matrices de teatralidad para la construcción de personajes.<br />
El primero de ellos surge <strong>del</strong> texto Los demonios, una novela<br />
extensa en la que convergen numerosas historias, en un<br />
contexto donde se marca la transición entre la Rusia zarista y<br />
la revolución que traerá el cambio político en ese país. En ese<br />
marco, la novela describe la aparición de células anarquistas<br />
que accionan para insertarse en ese nuevo panorama político.<br />
La novela, cuenta la historia de un personaje sediento de<br />
poder que para cumplir sus objetivos manipula a un grupo de<br />
personas, obligándolas a actuar desde la clandestinidad y a<br />
cometer una serie de crímenes. Al mismo tiempo aparece otro<br />
personaje clave, que llega al lugar para purgar las culpas de<br />
los excesos cometidos en su juventud. Cuando se cruzan estas<br />
dos personalidades se genera una compleja trama de relaciones<br />
que configuran la novela.<br />
El segundo proceso al que voy a referirme surgió de la obra<br />
El jugador, un texto que Dostoievski escribe por encargo, para<br />
pagar las deudas ocasionadas por el juego. En esta novela,<br />
la historia gira en torno a una herencia que tardará en llegar,<br />
porque la abuela, a quienes todos consideraban moribunda,<br />
aparece en el escenario de la acción perjudicando todas las<br />
especulaciones hechas en torno a su inminente fallecimiento.<br />
Así, todos los planes se derrumban con la aparición de la abuela<br />
sana, que además dilapida su fortuna en la mesa de juego, frente<br />
a la mirada impotente de todos.<br />
En ambos casos aparecieron unidades de sentidos recurrentes,<br />
que nos permitieron construir materialidad escénica y elementos<br />
clave para la construcción de personajes; entre ellos: el exceso,<br />
el azar, la apariencia, la degradación y el contraste.<br />
A continuación tomaré cada una de estas unidades de sentido,<br />
para establecer las relaciones entre sus significados y el<br />
pasaje a la escena, o sea, reflexionaré sobre la forma como<br />
estas unidades semánticas fueron construyendo teatralidad<br />
y materialidad escénica. Y cuando digo teatralidad me estoy<br />
refiriendo al concepto que se define como un proceso en el<br />
que intervienen aspectos de recepción, espacialidad, mimesis,<br />
juego y poesía en el que también se insertan los actores con<br />
los personajes que encarnan.<br />
El exceso<br />
Los personajes clave de estas dos novelas de Dostoievski,<br />
han pasado las márgenes de lo que socialmente está permitido<br />
en términos de conductas humanas. En Los demonios,<br />
los personajes pueden humillar, violar, engañar, matar, por el<br />
34 CUADERNOS DE PICADERO