Nº 83 - Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz

18 gentes de vitoria
actualidad municipal
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V I V I R V I T O R I A - G A S T E I Z
S E N T I R V I T O R I A - G A S T E I Z
Mikel Telleria
EX-CAMPEONA OLÍMPICA DE GIMNASIA RÍTMICA Y
COAUTORA DEL LIBRO ‘LAGRIMAS POR UNA MEDALLA’
TANIA LAMARCA
“ALGUIEN DECIDE QUE NO COMPITES MÁS
Y YA ESTÁ. FUE UNA INJUSTICIA”
Tania Lamarca formó parte junto a otras dos
vitorianas, Estíbaliz Martínez, y Lorena Guréndez,
de aquel grupo que consiguió la
medalla de oro en la modalidad de gimnasia rítmica
por equipos, en los Juegos Olímpicos de
Atlanta, en 1996. Consiguieron la gloria olímpica
en una modalidad que hasta entonces parecía
reservada exclusivamente a los entonces denominados
Países del Este: Rusia, Bielorrusia, Bulgaria,
etc. Fue un hito dentro del deporte español
y por ello obtuvieron el reconocimiento social y
deportivo, y el calificativo de Las chicas de oro.
Un año más tarde aquella trayectoria deportiva,
que se adivinaba brillante, se vio truncada de
repente, a consecuencia de una decisión adoptada
en los despachos de la Federación Española
de Gimnasia Rítmica: Tania fue apartada del
equipo por pesar 43 kilos, en lugar de los 41 exigidos.
“Alguien decide que no compites más y
ya está. Fue una injusticia”. Tenía diecisiete años. Pasó de ser
niña de oro a niña olvidada, de pelear en el plano deportivo a
luchar por volver a la vida real y encontrar su lugar. “Tuve que
empezar de cero, y ponerme a estudiar Bachiller, con gente de
quince”. Llevaba dos años de retraso en los estudios como consecuencia
de su vida deportiva.
Comenzó a practicar gimnasia con cinco años, en las actividades
extraescolares. Pasó por el Arabatxo y el Beti Aurrera,
hasta que la llamaron del equipo nacional. Al igual que las demás
compañeras, llevó una vida espartana con entrenamientos
diarios de ocho y diez horas, sin salir a divertirse, sacrificándolo
todo por el deporte, “Lo hacía sin darme cuenta, hacía lo que
más me gustaba y luchaba por un sueño”.
Tal vez, lo más duro era vigilar el peso. En su estancia en Madrid,
una báscula ocupaba el centro del salón de la casa donde
se alojaban: “Al contrario de lo que piensa la gente, las gimnastas
estamos bien alimentadas. No hay anorexia puesto que es
una enfermedad demasiado grave como para poder tenerla y a
la vez aguantar 8 y 10 horas de entrenamiento”. En cualquier
caso, las tablas médicas aseguran que el peso ideal de una chica
como Tania de 17 años y de 1,58 de estatura hubiera sido
de 51 kilos.
Aquella experiencia ha visto la luz en forma de libro, Lagrimas
por una medalla, escrito con la ayuda de la periodista deportiva
Cristina Gallo. Han tenido que pasar 12 años para poder
pasar página, “porqué ahora puedo contarlo sin que me duela”.
Según señala no es justo que
después de tantos sacrificios los
deportistas tengan que empezar
de cero, sin que cuenten los logros
deportivos y sin que nadie
les ayude a reintegrarse a la vida
real: “No pido que un deportista
tenga la vida resuelta, pero sí que
no se les abandone así sin más, y
se nos oriente como lo hacen en
el plano deportivo. Ante todo somos
personas”.
En su estancia en
Madrid, una báscula
ocupaba el centro
del salón de la
casa donde se alojaban
La gimnasia rítmica ha evolucionado mucho en los últimos
años. En la actualidad no se exigen las mismas condiciones tanto
en lo que se refiere a la edad de la deportista como a su peso.
Precisamente, otra de sus compañeras de aquel equipo olímpico,
Almudena Cid, ha abierto camino en ese mundo. El próximo
mes de agosto participará, con 28 años cumplidos y por
cuarta vez consecutiva, en unas Olimpiadas, algo impensable
hace pocos años: “Es verdad que nadie ha hecho lo que ella.
Antes nadie se retiraba más tarde de los veinte, y sin duda ha
sido pionera en el mundo de la gimnasia. Le deseo muchísima
suerte en Pekín”. Tania espera que su experiencia sirva de ejemplo
y que después de las Olimpiadas de Pekín no se olviden de
los deportistas que allí participen para que no se repita la misma
historia.
Ahora vive en un pueblo del pirineo oscense, en Escarrilla.
Conoció al que es ahora su marido en ese lugar, en uno de los
numerosos fines de semana al que acudía para esquiar o hacer
montañismo. Ha trabajado cinco años como técnico deportivo
ya que es técnico nacional de gimnasia rítmica y ha dado clases
de Snowboard en la estación de esquí de Formigal, aunque
en la actualidad no trabaja. Reconoce que el deporte le ha dado
amigos y valores que forman parte de su vida, y que a pesar de
todo, aquella experiencia la hizo más fuerte, “Hay que sacar el
lado positivo de todas las cosas”.
PRONÓSTICO ATINADO
Javier Irazabal
KALDEARTE SE AFIANZA DEFINITIVAMENTE
ENTRE LA POBLACIÓN VITORIANA
Hay un signo de los tiempos, una especie de
mal fario, que acompaña a Kaldearte, la
muestra de artes de calle de Vitoria-Gasteiz,
desde que nació hace tres años: la lluvia y el mal
tiempo. A pesar de ello, la muestra se ha afianzado
definitivamente entre la población vitoriana y se
ha cumplido el pronóstico: la edición de este año
ha marcado un antes y un después. El mérito, por
tanto, es mayor si cabe. Y puede afirmarse que los
espectadores conocen perfectamente el programa,
eligen y acuden a lo que más les interesa. Kaldearte,
aseguran los responsables del proyecto, ha crecido
como muestra y ya está implantado. A pesar
de la constante amenaza de lluvia, el público vitoriano
abarrotó la práctica totalidad de las 59 representaciones
que pusieron en escena 21 compañías de
teatro, danza, música, malabares y acrobacia.
Javier Irazabal
UN CARTEL
POPULAR
‘Lío en la plaza’, de Aitor Gantxegi,
anunciará las Fiestas de La Blanca
Cartel oficial de las Fiestas, obra de Aitor Gantxegi
QUINTAS
Animado por el buen sabor de
boca que le dejó el sondeo sobre
las Fiestas de la Blanca realizado
a principios de 2008, el Ayuntamiento
tomó muy pronto la decisión de someter
a votación popular la elección del
cartel anunciador de este año. En abril
convocó un concurso abierto, dotado
con un único premio de 3.000 euros, al
que se concurrieron noventa trabajos.
Posteriormente, los seis carteles finalistas
seleccionados por un jurado fueron
expuestos en todos los centros cívicos
de la ciudad y en la propia página web
municipal para que pudieran ser votados
por la ciudadanía, entre los días 2 y
9 de junio. Podían hacerlo en las oficinas
de Atención Ciudadana, en los centros
cívicos y en sus KZGuneak, a través
del teléfono 010 y en la propia web
municipal.
¿Ganador?: Lío en la plaza, de Aitor
Gantxegi, un vitoriano de 42 años,
licenciado en Bellas Artes, que trabaja
en el Departamento de Tecnologías
de la Información del Ayuntamiento de
Vitoria. Recibió 515 de los 1.645 votos
válidos emitidos (57 fueron nulos),
148 más que Garabasteiz (367 votos),
el segundo más votado. El reparto se
completaba así: Badatorrela, badatorrela!
¡Que viene! ¡Que viene! (287 votos);
Txapela (190 votos); Gato (164 votos) y
Paraguas a lo grande (122 votos). Aitor
no es un advenedizo; había ganado en
1997 el concurso del cartel de carnaval
de Vitoria-Gasteiz, en 2002 el cartel
de las fiestas de carnaval de Bilbao
y en 2004 el cartel de las fiestas de San
Prudencio.
Como cartelista, se siente dentro de
una corriente estética moderna mayoritaria
que tiende a una simplificación de
las formas en aras de que el cartel cumpla
su función primordial: la comunicación
del mensaje. Su propuesta quiere
transmitir la cercanía del personaje que
hace de Celedón –no el muñeco, sino el
Celedón de carne y hueso- con la gente
que abarrota la plaza, le toca y le acompaña;
expresar su inmersión en ese momento
intenso de participación ciudadana.
Según sus propias palabras, el cartel
es “una obra modernista que juega
con la abstracción sin llegar a ella, en la
que he intentado reflejar el espíritu de la
fiesta por medio de la figura “física” del
Celedón y del contacto de éste con los
ciudadanos; es decir, reflejar esa simbolización
que tenemos de las fiestas en la
figura de Celedón, en el personaje que
hace de Celedón, el personaje de carne
y hueso”.
En general, todos los espectáculos contaron con mucha
afluencia de público y en algunos “hasta demasiada”.
Se abarrotaron los de Alkimia 130, con Alma Candela;
Organik, con Malditas; Studio Funky The Group, con
Cart, los tres pases de Mimbre en la plaza del Arka…Por
espectáculos, 2.500 personas visitaron en la plaza de los
Fueros la estructura Architects of Air, que abrió la muestra
el día 4 de junio. Al espectáculo que inauguró oficialmente
estas jornadas, Fuego y luz, del grupo francés
Ad Lib Productions, asistieron unas 10.000 personas. La
grada de la plaza de España, que tenía capacidad para
1.000 personas sentadas y de 200 a 300 en el suelo, se
abarrotó en todos los pases, en especial, la Sesión golfa
del sábado, 7 de junio, en la que el público se mantuvo
hasta el final, pasadas las dos
de la madrugada, a pesar del
frío. A la función de clausura,
de Circ Panic, con La caravana
pasa, en la plaza de la Virgen
Blanca, acudieron 2.000
personas. Terminaba, así,
Kaldearte, en la cima, como
el protagonista de este último
espectáculo encaramado
a lo más alto del palo chino,
pregonando a los cuatro
vientos su amor.
Mención aparte merece el
sinfín de propuestas circenses
que la plaza del Machete
aglutinó durante la última
jornada, con la colaboración
de Xlipurdi Malabareen Elkartea, la asociación de malabaristas
de la ciudad, preparando al público para lo que
será, en julio de 2009, la Convención Europea de Malabaristas
en Vitoria-Gasteiz.
Para ello, ha realizado una serie de
trazos que se entremezclan entre ellos
generando espacios de color simbolizando
la fiesta: alegría, confusión en
la plaza, movimiento. Primero generó
los trazos en papel con un lápiz y posteriormente
trasladó el boceto definitivo
al ordenador. Una vez escaneado, lo
redibujó mediante una tableta gráfica
hasta lograr una trazo fluido y firme a
la vez. Finalmente
recurrió al photoshop
para dar el
color y al programa
de diseño freehand
para componer
los textos. Así
de transparente.
Nº 83. Junio de 2008ko ekaina