TRATAMIENTO DEL DOLOR
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2. Estímulos químicos: por las sustancias lesivas que salen del tubo digestivo y penetran en la cavidad abdominal<br />
(úlcera gástrica o duodenal perforada). Este jugo origina digestión difusa del peritoneo visceral con lo cual se<br />
estimulan zonas más amplias de fibras dolorígenas y se desencadena un dolor muy intenso (1).<br />
3. Espasmo de víscera hueca: el dolor es similar al espasmo del músculo esquelético. El dolor se da por estímulo<br />
mecánico de las terminaciones dolorosas. O también puede depender de una disminución del flujo sanguíneo<br />
combinada con aumento de la necesidad metabólica de nutrientes del músculo. Así se produce isquemia relativa<br />
que origina dolor intenso. Frecuentemente el dolor de una víscera espástica aparece en forma de calambre,<br />
aumenta mucho de intensidad y luego cede rápido y el proceso prosigue rítmicamente una vez cada pocos<br />
minutos. Los ciclos rítmicos resultan de la contracción periódica del músculo liso. El dolor de tipo calambre es<br />
frecuente en casos de gastroenteritis, estreñimiento, menstruación, parto, enfermedades de vesícula biliar u<br />
obstrucción ureteral (1, 3, 7).<br />
4. Distensión excesiva de una víscera hueca: la repleción excesiva de una víscera hueca también causa dolor por<br />
distensión excesiva de los propios tejidos y esa distensión puede producir colapso de los vasos sanguíneos que<br />
rodean la víscera o que pasan por su pared originándose así dolor isquémico (1, 8, 9).<br />
Pocas zonas intestinales son casi totalmente insensibles al dolor: parénquima hepático y los alveolos pulmonares, pero<br />
la cápsula hepática como los conductos biliares son muy sensibles al dolor. En los pulmones a pesar de que los alveolos<br />
son insensibles, tanto los bronquios como la pleura parietal son muy sensibles al dolor (1).<br />
Además del verdadero dolor visceral también se transmiten algunas sensaciones dolorosas desde las vísceras por las<br />
fibras nerviosas que inervan el peritoneo parietal, pleura o pericardio. La pared de la cavidad visceral está provista de<br />
una extensa inervación derivada de los nervios raquídeos, no del sináptico, incluyendo las fibras deltas rápidas. Por tanto<br />
el dolor de la pared parietal de la cavidad visceral suele ser muy breve y de naturaleza muy breve y de naturaleza<br />
punzante, aunque también puede ser de tipo urente y adolorimiento si el estímulo del dolor es difuso. El dolor del<br />
peritoneo parietal es muy intenso a diferencia del dolor del peritoneo visceral verdadero (1, 10)<br />
Localización del dolor visceral<br />
El dolor visceral verdadero es transmitido siguiendo vías sensitivas del sistema nervioso vegetativo y las sensaciones son<br />
referidas a zonas superficiales del cuerpo, muchas veces alejadas del órgano doloroso. Las sensaciones parietales son<br />
conducidas directamente desde peritoneo, pleura y pericardio parietales, y las sensaciones son localizadas directamente<br />
por encima de la zona dolorosa.<br />
Vía visceral verdadera de transmisión del dolor. La mayor parte de los órganos del cuerpo están provistos de fibras<br />
dolorosas tipo C que siguen por los nervios viscerales simpáticos hasta la médula espinal, y allí suben por el haz<br />
espinotalámico lateral junto con las fibras dolorosas de la superficie del cuerpo. Un número pequeño de fibras dolorosas<br />
viscerales procedentes de las porciones distales del colon, recto y vejiga penetran la médula espinal siguiendo los<br />
nervios parasimpáticos sacros y algunas penetran en el sistema nervioso central siguiendo varios nervios craneales.<br />
Estos incluyen fibras de los nervios glosofaríngeo y vago, que transmiten dolor desde faringe, tráquea y parte alta del<br />
esófago. Las fibras de la superficie de diafragma, como del esófago, siguen por los nervios frénicos.<br />
Localización de dolor referido transmitido por vías viscerales. La posición en la médula por la cual las vías aferentes<br />
viscerales pasan desde cada órgano, lo mismo que la posición sobre la superficie del cuerpo hacia la que se refiere el<br />
dolor depende del segmento del cuerpo del que se derivó el órgano desde el punto de vista embrionario (figura 6). El<br />
corazón que tiene su origen en el cuello y la parte alta del tórax tiene fibras dolorosas viscerales que penetran en la<br />
sustancia gris de la médula a todo lo largo desde C3 hasta T5. El estómago que se origina cerca de T7 a T9, tiene fibras<br />
aferentes que penetran la médula espinal entre estos segmentos. La vesícula biliar que tiene su origen en T9, penetra<br />
sus fibras a este nivel (1, 8, 10).