10.07.2015 Views

unlibrorojo

unlibrorojo

unlibrorojo

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

35La última palabra de la táctica“iskrista” o sea eleccionesde comedia como nuevo motivode estimulo para la revolución“Las elecciones de comedia nunca estimulan a las masas. Pero una huelga, unamanifestación, un motín militar, un grave incidente estudiantil, el hambre, la movilización, unconflicto en la duma del Estado, etc., pueden en verdad ser el estímulo constante y permanente paralas masas. No sólo la idea de inventar 'nuevos motivos de estímulo para la insurrección' es unainsigne estupidez, sino que sería irracional la idea de establecer de antemano que ese y no otro es elmotivo que realmente puede estimular a las masas. Ninguna persona que se estime en algo, quetome en serio sus propias palabras, se permitiría jamás inventar 'nuevos motivos de estímulo para lainsurrección'. No son 'nuevos motivos' los que nos hace falta sino la fuerza militar, la fuerza militardel pueblo revolucionario (y no del pueblo en general), que está formado por: (1) el proletariado yel campesino armados; (2) los destacamentos de avanzada compuestos por los representantes deestas clases; y (3) las unidades del ejército dispuestas a pasarse a la causa revolucionaria. Todo estotomado en conjunto constituye un ejército revolucionario. Hablar de insurrección, de su fuerza, dela transición hacia ésta, y no hablar del ejército revolucionario, es un absurdo y un confusionismotanto mayores cuanto más avance la movilización del ejército contrarrevolucionario...Insurrecciónes una palabra muy grandiosa. El llamamiento a una insurrección es un llamamiento sumamentegrave. Cuanto más compleja es la estructura social, cuando más perfecta la organización del poderestatal, cuanto más alta la técnica militar, tanto más imperdonable es el planteamiento a la ligera desemejante consigna. Y más de una vez dijimos que los socialdemócratas revolucionarios han estadomucho tiempo preparando su planteamiento, pero lo plantearon como un llamado directo sólocuando no podía caber ninguna vacilación en cuanto al hecho de que la situación se acerca a sudesenlace en el verdadero sentido de la palabra. Es necesario comportarse cuidadosamente con laspalabras grandiosas. Las dificultades para convertirlas en grandiosas obras son enormes. Peroprecisamente por eso, sería imperdonable obviar estas dificultades con una frase, rechazar las tareasserias por ficciones, cubrirse los ojos con la visera de dulzonas quimeras acerca de una supuesta'natural transición' hacia estas tareas difíciles. Ejército revolucionario: estas también son palabrasmuy grandiosas. Su creación es un proceso difícil, complejo y largo. Pero cuando vemos que ya seha iniciado y se desarrolla, fragmentariamente, episódicamente, pero en todas partes; cuandosabemos que sin este ejército la verdadera victoria de la revolución es imposible, debemos plantearla consigna categórica y directa, predicarla y convertirla en eje de las tareas políticas cotidianas.Sería erróneo creer que las clases revolucionarias siempre poseen fuerza suficiente para realizar larevolución cuando esta ha madurado por completo en razón de las condiciones del desarrolloeconómico-social. No. La sociedad humana no está estructurada de una manera tan racional y'cómoda' para los elementos de vanguardia. La revolución puede haber madurado y los creadoresrevolucionarios de esta revolución pueden carecer de fuerzas suficientes para realizarla. Entonces lasociedad entra en descomposición y esta descomposición se prolonga a veces por decenios. Esindudable que la revolución democrática en Rusia ha madurado. Pero no se sabe si las clasesrevolucionarias tienen ahora bastante fuerza para realizarla. Eso lo decidirá la lucha, cuyo momentocrítico se aproxima con enorme rapidez, si nos engañan una serie de síntomas directos e indirectos.La preponderancia moral es indudable, la fuerza moral ya es aplastante; sin ella, por supuesto, nopodría hablarse siquiera de revolución. Es una condición indispensable, pero todavía insuficiente. Ysi llegara a transformarse en fuerza material, suficiente para quebrar la resistencia, muy, pero muyseria de la autocracia (no cerremos los ojos ante eso), quedará demostrado por el resultado de lalucha. La consigna de la insurrección es la consigna de la solución del problema por medio de lafuerza material, y en la cultura europea contemporánea, ésta sólo lo es la fuerza militar”.Lenin, en Proletari, 17 (4) de octubre de 1905.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!