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Benedetti, Mario - El porvenir de mi pasado

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sin gracia. En un platillo <strong>de</strong> la balanza coloco <strong>mi</strong>s odios; en el otro, <strong>mi</strong>s<br />

amores. Y he llegado a la conclusión <strong>de</strong> que las cicatrices enseñan; las<br />

caricias, también.<br />

Ya hace dos meses que se fueron <strong>mi</strong> madre y <strong>mi</strong> hermana. Me gustó<br />

tenerlas con<strong>mi</strong>go, pero también sentí cierto alivio cuando me dijeron<br />

hasta pronto. Con <strong>mi</strong> hermana me llevo bastante bien. Pensamos<br />

diferente en muchos tópicos (i<strong>de</strong>ología, política, cultura, y hasta<br />

<strong>de</strong>portes) pero por lo general evitamos los temas conflictivos. Lo<br />

esencial es el afecto y éste permanece. Mi madre, en cambio, es muy<br />

tozuda, y eso dificulta la relación, ya que es incómodo ser sincera con<br />

ella. Cuando puedas y quieras, ponme unas líneas.<br />

Martín: Bueno, las vacaciones se ter<strong>mi</strong>naron y en estos días pa<strong>de</strong>zco eso<br />

que los nuevos psicólogos han bautizado como el trauma posvacacional.<br />

Por suerte, sé que no me dura mucho. La avalancha <strong>de</strong> trabajo barre con<br />

todas las melancolías.<br />

Creo que no llegaste a conocer a <strong>mi</strong> jefe actual. Buena persona, pero<br />

más braguetero que Juan Tenorio. Las subordinadas tienen que andar<br />

con todas las alarmas encendidas, porque al menor <strong>de</strong>scuido les toca el<br />

culo. Hay que reconocer que nunca va más allá <strong>de</strong> un acoso tan discreto.<br />

Al parecer, le alcanza con <strong>de</strong>jar esa constancia ambiental, algo que entre<br />

otras cosas le sirve al personal masculino para burlarse <strong>de</strong> las<br />

muchachas.<br />

En <strong>mi</strong> caso particular, y en vista <strong>de</strong> que he alcanzado los cuarenta, <strong>mi</strong>s<br />

nalgas ya están fuera <strong>de</strong> campeonato. Curiosamente, tal abandono me<br />

produce una doble sensación: una, por supuesto, <strong>de</strong> alivio, y otra, <strong>de</strong><br />

cierta frustración, como si <strong>de</strong> pronto me hubieran jubilado <strong>de</strong>l escrúpulo<br />

erótico y la lujuria abstracta. ¿Tú qué opinas? ¿También te jubilaste?<br />

Hola Martín: <strong>El</strong> invierno siempre tuvo para mí un lado cavernoso,<br />

fantasmal, como si los vientos helados trajeran consigo las malas<br />

noticias y las lluvias implacables nos hicieran olvidar cómo era el sol.<br />

Abrigos no me faltan, pero <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l sobretodo, la zamarra o los<br />

ponchos, sé que <strong>mi</strong> piel tirita y que un cierto <strong>de</strong>stemple se me instala en<br />

el alma.<br />

Este invierno, sin embargo, me llegó con otro ritmo. ¿Te acordás <strong>de</strong><br />

Eusebio? ¿Aquel alto, <strong>de</strong> pelo revuelto, más bien parco, lector<br />

empe<strong>de</strong>rnido, que se complacía en rectificar al profesor <strong>de</strong> Historia?<br />

Bueno, me caso con él. La historia es más sencilla <strong>de</strong> lo que te imaginas,<br />

casi te diría que más sencilla <strong>de</strong> lo que yo <strong>mi</strong>sma podía haberla<br />

imaginado.<br />

Una mañana se apareció en la oficina, no precisamente para hablar<br />

con<strong>mi</strong>go (ni siquiera sabía que yo trabajaba allí) sino con <strong>mi</strong> jefe<br />

querendón, pero como éste asistía a una reunión <strong>de</strong>l Directorio que le<br />

iba a llevar varias horas, Eusebio me sugirió que nos fuéramos a<br />

almorzar, y <strong>de</strong> paso celebrar nuestro reencuentro.<br />

Íbamos por la <strong>mi</strong>tad <strong>de</strong>l almuerzo cuando por fin nuestras <strong>mi</strong>radas se<br />

encontraron. Y <strong>de</strong> pronto estuvo todo dicho. Tuvo la <strong>de</strong>lica<strong>de</strong>za <strong>de</strong> no<br />

llevarme a un hotel sino a su <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> soltero. A mí, otra<br />

soltera. Aquí va la invitación. Ya sé que no podrás venir. <strong>El</strong> próximo<br />

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