son habilidades profesionales que los educadores adquieren a través de suspropias experiencias".Taller de educadores de calle en FilipinasComo testigos del entorno en el que se desarrollan situaciones de la vida cotidiana de laspersonas, los educadores de calle tienen un acceso privilegiado a ciertos aspectos de la vidaíntima y social de la población. Al encontrarse con frecuencia con la gente en sus actividadescotidianas más que en el contexto de una intervención formal, los educadores de calle puedenir más allá de la lectura sintomática de su situación y observar con más profundidad suscondiciones y estilos de vida, sus dinámicas y redes sociales así como los altos y bajos de surealidad.Una de las prácticas más usuales del educador de calle es la escucha activa, misma que selleva a cabo en el entorno natural de los sujetos. Son ellos los que deciden del momento y dellugar para hablar, realizar una solicitud o una propuesta, o hablar de un problema. Ya sea enlas escaleras de inmueble, un coche, un bar, una banqueta, sentado o de pie, o dando patadasen una pelota, la comunicación se establece y en una segunda etapa habrá que <strong>org</strong>anizarla,pero a este nivel, es sumamente importante. Cuando mencionaremos las poblacionesestigmatizadas o con grandes deficiencias de participación social, es muy interesanteestablecer canales de escucha directa, confidenciales, voluntarios y neutros.Para llevar a cabo esta escucha, existen técnicas y actitudes, y cada educador desarrolla suestilo propio. Lo más importante es adoptar una posición clara y un marco de trabajo, porqueen un contexto tan libre, existe el riesgo de enredarse y confundir a la persona que queremosacompañar. El educador de calle entra y sale del hábitat del sujeto, es un vector, un puente,una vanguardia, un eslabón faltante que consuela y apoya. Pero no es un vecino, ni unmiembro de la familia, ni un amigo.Trabajar en un barrio y vivir en él, no es lo más adecuado ni lo más fácil."[…] El educador, como intermediario entre dos mundos, también tiene queexplicar en la calle la lógica social dominante y sus vías, sus resortes y suscaminos".Taller de educadores de calle en España (Taller Euskadi)Los trabajadores deben (después de haber sido aceptados y aprobados por losniños, y después de haberse ganado la confianza de esos jóvenes) ser diferentes delos adultos que esos jóvenes conocen en su vida cotidiana. Los niños nosconsideran como un medio que les permite conectarse con la realidad que existefuera de sus ghettos sociales.En términos geográficos, también es más fácil cuando los educadores de calle noviven en el mismo barrio. Nuestra profesión es generalmente muy absorbente ycon frecuencia estresante. Por una parte, las horas flexibles de trabajo, lassituaciones inesperadas e imprevisibles, la necesidad de estar presente endiferentes momentos para intervenir en situaciones de crisis, y por otra parte loscomportamientos difíciles, agresivos y vulgares de los jóvenes, la brutalidad y lapobreza de los ghettos que tenemos que enfrentar todos los días ya son unverdadero reto en si.Guía internacional sobre la metodología de la educación de calle en el mundo 48
Tuvimos un problema con educadores de calle que hacían un excelente trabajo,pero solo vivían a una calle de los barrios donde vivían los niños, cuando losniños empezaron a venir a tocar en las puertas de las habitaciones privadas de loseducadores de calle… A veces hay momentos en los que no queremos estar en eltrabajo, y si no tenemos la posibilidad de hacerlo, esto puede representar unaverdadera amenaza.Taller de educadores de Calle de PoloniaEsta presencia en el territorio de los demás no solo conlleva un desplazamiento de laintervención en el exterior, sino que condiciona varias características del trabajo social decalle. Al respecto, la adaptación y la discreción que se imponen con esta posición generan unareflexión metodológica y ética de esta práctica."El trabajo social de calle es una profesión que exige paciencia, porque en lamayoría de los casos los jóvenes con los que trabajamos son caprichosos yagresivos. El educador de calle debe adoptar ciertas actitudes para serescuchado: escucharlos y no quejarse de su manera de comportarse, ser valiente yabierto.A veces considerado como un cómplice de los jóvenes de la calle, el educadorsocial debe adoptar actitudes que puedan ayudar a la gente a entender que estosjóvenes tienen un lugar en la sociedad humana y se merecen una vida condignidad."Taller de educadores de calle en la República Democrática del CongoExisten divergencias en los ejemplos relativos a la necesidad de inscribir su acción en elmarco de un proceso individual y afectivo y/o en un marco institucional. La cuestión deinvolucrarse parece ser determinante.El hecho de no juzgar las situaciones enfrentadas es recurrente, así como la importancia derespetar cierta discreción y el secreto profesional son determinantes.También es interesante subrayar que el modo de eficiencia más utilizado en la acción, esindirecto.La capacidad de adaptación constante al proceso, su inscripción en el tiempo y los efectosproducidos por la situación son elementos preponderantes.Este enfoque implica la importancia de no encerrarse en una planificación previa y aceptarque en el transcurso del proceso existan momentos que puedan aparecer como vacíos eineficientes.Estar sobre el terreno y tener la impresión de ser ineficiente parece ser una angustia recurrenteentre los educadores de calle, pero a veces es parte del método.Aquí se plantea la cuestión de la complejidad de toda situación.Generalmente, los educadores de calle se sienten más a gusto, pero también con más dudas, altener un mandato amplio y no solo centrado en una problemática como la toxicomanía o ladelincuencia, por ejemplo.Guía internacional sobre la metodología de la educación de calle en el mundo 49