39Op. cit., Lechner (2002).40Néstor García Canclini (2007):«¿Qué hay que saber ahora para serciudadano?». Documentos FundaciónCarolina. Madrid: Fundación Carolina.A través <strong>de</strong> instalarse y ser legitimados,por lo menos por un lapso <strong>de</strong> tiempo,como actores que hacen uso y reclamansus <strong>de</strong>rechos ciudadanos —con capacidadpara ejercer presión sobre la agendagubernamental—, los estudiantes secundarioslograron ir más allá y presentarla situación que viven como un problemapolítico. Los medios <strong>de</strong> comunicación tomaronun rol fundamental en esto, pues aldar espacio a la expresión <strong>de</strong> la <strong>de</strong>manda—aun por breve tiempo—, abrieron un espaciosin igual <strong>de</strong> visibilización <strong>de</strong> la exclusiónque viven los y las jóvenes <strong>de</strong>l país.Muy posiblemente, también la experiencia<strong>de</strong> los y las jóvenes <strong>de</strong>l movimientoestudiantil ha contribuido a robusteceruna sociedad civil (juventu<strong>de</strong>s<strong>de</strong> partidos políticos, sindicatos, colectivospolíticos…) que parece estar dandosus primeros pasos en el <strong>de</strong>sapego con lamemoria <strong>de</strong> «lo que pudo haber sido» (sila dictadura no hubiese sucedido) paramodificar las expectativas <strong>de</strong>l presente. 39Como contraposición, la <strong>de</strong>manda<strong>de</strong> las agrupaciones y colectivos <strong>de</strong> Concepción,que en apariencia es muy instrumentaly parece poner en jaque la posibilidad<strong>de</strong> construir una <strong>de</strong>manda conun contenido profundo, tiene un trasfondointeresante <strong>de</strong> <strong>de</strong>mandas con un cortemás bien subjetivo, que tienen quever sobre todo con la búsqueda <strong>de</strong> reconocimientopara sus temáticas y dinámicasparticulares.Más allá <strong>de</strong> la <strong>de</strong>manda instrumental<strong>de</strong> los grupos <strong>de</strong> Concepción, la situaciónes compleja pues es fácil per<strong>de</strong>rseen la gran diversidad <strong>de</strong> temáticas queabordan las y los jóvenes organizados.Los modos tradicionales <strong>de</strong> participar enla sociedad a través <strong>de</strong>l trabajo, el estudioo el voluntariado social no parecen corrermás en comunida<strong>de</strong>s virtuales <strong>de</strong> amantes<strong>de</strong> la cultura japonesa y el animé, nochesenteras <strong>de</strong> juegos <strong>de</strong> rol, concursos<strong>de</strong> pump-it-up o campeonatos <strong>de</strong> cossplay.En palabras <strong>de</strong> García Canclini,«ahora, para muchos, las vías preferentesson la conectividad y el consumo». 40Parece entonces que, por lo menosentre las agrupaciones y colectivos ACTI-VA <strong>de</strong> Concepción, ir más allá <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mandano sólo implica buscar reconocimientoefectivo por parte <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>rpúblico y la sociedad civil, sino enlaza lanecesaria reflexión sobre lo que implicalanzar —sin mediación— a las y los jóvenesal panorama propuesto por la interactividadmediática y el consumo (industriacultural sobre todo).Las entrevistas a agrupaciones y colectivosjuveniles nos <strong>de</strong>ja pensando enque vivimos en una sociedad civil quecomparte un profundo <strong>de</strong>scontento conlas instituciones, que parecen no darmás <strong>de</strong> sí, y que llevan, sin querer sinceramenteni proponérselo, a la juventud—que ahora goza <strong>de</strong> una autonomíapersonal sin igual— a buscarse vías alternativas,muchas <strong>de</strong> ellas, ya prefabricadaspor la industria cultural.9.3 LA POLÍTICA DE JUVENTUDCOMO INSTRUMENTO DENAVEGACIÓNEl diseño y aplicación <strong>de</strong> políticas educacionalesdurante el periodo post-dictaduray hasta nuestros días, se encuentramarcado por una clara ausencia <strong>de</strong> diálogocon la sociedad civil; una noción <strong>de</strong>participación que utiliza mucha retórica,pero que en el fondo no aborda su cometidopues en la práctica es fuertementecentralizante, manteniendo así el el statuquo institucional, y en <strong>de</strong>finitiva, el control<strong>de</strong>l sistema.La Política <strong>de</strong> Juventud en <strong>Chile</strong> señalapermanentemente su propio fracaso.Con excepción <strong>de</strong> aquellas experienciaslocales que efectivamenteentien<strong>de</strong>n su trabajo bajo el concepto<strong>de</strong> joven como sujeto <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos y nocomo beneficiario <strong>de</strong> políticas, el contenido<strong>de</strong> la Política <strong>de</strong> Juventud es unsíntoma <strong>de</strong> la permanente invisibilización<strong>de</strong> la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> agrupaciones ycolectivos juveniles, así como <strong>de</strong> la au-46 CIDPA | <strong>Ibase</strong> | Pólis
sencia reiterada <strong>de</strong> espacios para la coconstrucción<strong>de</strong> políticas.Entre los contenidos más críticos <strong>de</strong>la Política <strong>de</strong> Juventud está la individualización,mas no una personalización, <strong>de</strong>lvínculo con el po<strong>de</strong>r político. Se ha encontradoque, entre los jóvenes y otrosactores vinculados a juventud, la formamás recurrente <strong>de</strong> encontrarse es individual,con una mediación fuertemente burocratizadao totalmente <strong>de</strong>spersonalizada(básicamente a través <strong>de</strong> tecnologíascomo internet), sin posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> diálogoni discusión.¿Cuáles son los efectos sociales <strong>de</strong>una Política <strong>de</strong> Juventud con estas características?El primero, agrupacionesjuveniles fuertemente atomizadas, quese <strong>de</strong>sconocen entre sí y compitiendopor los mismos beneficios y recursos.Pero al mismo tiempo, jóvenes pragmáticosque generan nuevas formas <strong>de</strong> resistencia,nuevas condiciones <strong>de</strong> uso,<strong>de</strong> movilidad, <strong>de</strong> posibilidad y <strong>de</strong> proyección.Acciones juveniles en las queel <strong>de</strong>sencanto no explica los espacios <strong>de</strong>interacción que las agrupaciones y colectivosúltimamente están generando. 41Por lo tanto, la acción a empren<strong>de</strong>r<strong>de</strong>biera contener la apertura <strong>de</strong>l <strong>de</strong>bateentre los y las jóvenes, <strong>de</strong> forma que éstospuedan —sin la presión <strong>de</strong> un aparatoorganizativo o corporativo y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> lamultiplicidad <strong>de</strong> roles que <strong>de</strong>finen su incorporacióncomo sujetos sociales— hacervisibles aquellas áreas en las querequieren <strong>de</strong>l impulso <strong>de</strong> una política socialy no compensatoria, que les permitaacce<strong>de</strong>r a la sociedad en mejores condicionespara enfrentar la vida.El objetivo que proponemos <strong>de</strong>riva<strong>de</strong> una premisa tácita. Para que hayauna integración efectiva <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mandajuvenil a la política pública, <strong>de</strong>bieranexistir jóvenes capaces <strong>de</strong> ejercer ciudadaníaplena; y este es el gran <strong>de</strong>safío,que el contexto social no permite ni aseguratodavía el respeto por los <strong>de</strong>rechos<strong>de</strong> las y los jóvenes. Vivimos en un contextosocial frágil que implica serias exclusiones<strong>de</strong> los grupos más <strong>de</strong>sfavorecidos<strong>de</strong> la política, entre ellos, las y losjóvenes <strong>de</strong>l país.Creemos que la Política <strong>de</strong> Juventudha <strong>de</strong> legitimarse como el instrumentocartográfico preciso para tocar «la diversidad<strong>de</strong> los universos juveniles [recogiendo]<strong>de</strong> una manera respetuosa,la capacidad <strong>de</strong> los propios jóvenes <strong>de</strong>representar sus <strong>de</strong>mandas». 42 Muy posiblementesu intervención no transoformaráradicalmente los mapas cognitivosque se han elaborado hasta hoy,por los <strong>de</strong>safíos que presenta la política<strong>de</strong>mocrática hoy en día (sistemáticamente<strong>de</strong>spojada <strong>de</strong> expectativas <strong>de</strong>mejoramiento a mediano y largo plazo yobligada a obtener resultados inmediatos),pero sí ha <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r incluir complejidadpositiva en la relación <strong>de</strong> las y losjóvenes organizados con el po<strong>de</strong>r públicoy las políticas sectoriales, la sociedadcivil y los medios <strong>de</strong> comunicación.41Rossana Reguillo (1997): «Culturasjuveniles. Producir i<strong>de</strong>ntidad: unmapa <strong>de</strong> interacciones». RevistaJOVENes Nº5. México: Instituto Mexicano<strong>de</strong> la Juventud.42Ibid.<strong>Informe</strong> <strong>Nacional</strong> <strong>de</strong> <strong>Chile</strong>47