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noviembre - LiahonaSud

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Durante siglos, París ha sido un faro para los queanduvieran en busca de la luz de la educación y lacultura. Para los jóvenes Santos de los Últimos Díasque viven en ella actualmente, como Peter Caplain,Francine Pételo y Loic Gomes, París es también ellugar donde han hallado la luz de la verdad delEvangelio. En el fondo: El Arco de Triunfo, conocidomonumento parisién que se encuentra en el extremooccidental de los famosos Campos Elíseos.SE AGREGA OTRO SIGNIFICADOLos jóvenes Santos de los Últimos Días que viven enParís agregan otro significado a ese apelativo. Alaprender la verdad y vivir de acuerdo con ella, establecensu propio faro en la Ciudad Luz, un ejemploluminoso que el de corazón íntegro ha de ver y seguir.Esa luz es el tema principal que trata un pequeño grupode jóvenes varones, una jovencita y algunos líderesadultos de la Estaca París, Francia, al reunirse junto alArco de Triunfo una ventosa mañana para ir caminandohasta la Torre Eiffel. Están hablando delSacerdocio Aarónico, de las bendiciones que lasmujeres jóvenes reciben del Evangelio, y de la funciónque le corresponde a la juventud francesa de ayudar aotras personas a encontrar el camino, la verdad y la luz."El poseer el Sacerdocio Aarónico es una granresponsabilidad", dice Peter Caplain, de dieciochoaños. "Significa que uno ya ha prometido obedecertodos los mandamientos. Ha estado de acuerdo ensentar un buen ejemplo y en actuar en el nombre deDios, ya se trate de un presbítero que efectúe unbautismo o de un diácono que reparta el pan y el aguade la Santa Cena."UNA META COMÚNParís es una metrópolis con millones de habitantes,"Pero incluso en una inmensa ciudad como ésta",explica Peter, "podemos tener influencia, porque poseemosel Sacerdocio Aarónico. Y como hermanos,todos tenemos la meta común de progresar espiritualmentey de alcanzar nuestra salvación eterna."Mas eso no es todo. "Tenemos la responsabilidad deservir a los demás", afirma Guillaume Gaba, de quinceaños. "Debemos hacer por ellos lo que Jesucristo haría.Cuando hago algo bueno por otra persona, me sientocontento; y cada vez siento el deseo de volver a hacerlo,de experimentar una y otra vez esa misma sensación. Elsentir felicidad interior es algo maravilloso."

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