7 - EIKASIA - Revista de Filosofía
7 - EIKASIA - Revista de Filosofía
7 - EIKASIA - Revista de Filosofía
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
246<br />
MAY O<br />
2012<br />
Crítica <strong>de</strong> libros |<br />
(reduccionismo sapiencialista, sociologista, cientifista y artístico). Se trata <strong>de</strong> <strong>de</strong>scomponer en factores los distintos<br />
niveles que se dan en las historias <strong>de</strong> la filosofía para proce<strong>de</strong>r posteriormente a recomponerlos críticamente en aras<br />
<strong>de</strong> una re<strong>de</strong>finición <strong>de</strong> los paradigmas fundamentales <strong>de</strong> la materia. El lector podrá comprobar en este caso hasta<br />
qué punto usa Carlos Iglesias los instrumentos matriciales <strong>de</strong>l materialismo filosófico, tal como fueron ejercitados a<br />
su vez por el propio Gustavo Bueno en sus obras <strong>de</strong> carácter histórico, comenzando por la Metafísica Presocrática<br />
(1974) y terminando por el prólogo a la fenomenología <strong>de</strong> la verdad <strong>de</strong> Ricardo Sánchez (1984). Nada diré aquí <strong>de</strong><br />
las oposiciones entre el enfoque cosmovisional <strong>de</strong> Dilthey frente al particularismo <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rar la filosofía un<br />
invento griego, ni <strong>de</strong> las antítesis entre académico/mundano, criticismo/neutralismo o Historia <strong>de</strong> los sistemas<br />
versus Historia <strong>de</strong> los problemas, ni <strong>de</strong> los reduccionismos asociados como no sea subrayar que el quiasmo entre<br />
filosofía <strong>de</strong> las ciencias lingüísticas y filología <strong>de</strong> los textos filosóficos no es el único que atraviesa la oposición<br />
entre filosofía y filología, porque sólo se modula en el seno <strong>de</strong> la historia y <strong>de</strong> las ciencias humanas al lado <strong>de</strong> otras<br />
muchas complejas inversiones diseñadas en función <strong>de</strong> las tradiciones <strong>de</strong> referencia y <strong>de</strong> ciertas actitu<strong>de</strong>s básicas<br />
típicas: «La actitud filológica propugna una historia fenomenológica, una reconstrucción <strong>de</strong>l pasado, fiel en la<br />
medida en que no lo ilumino retrospectivamente por la filosofía en que estoy instalado. Para hacer historia <strong>de</strong> la<br />
filosofía, el filósofo <strong>de</strong>berá transmutarse en filólogo. La actitud “filosófica” cree obligada la consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong>l<br />
pasado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una perspectiva sistemática, siempre que el sistema sea a<strong>de</strong>cuado. En el primer caso, se consi<strong>de</strong>rará la<br />
historia <strong>de</strong> modo lineal. En el segundo, la historia es un complejo <strong>de</strong> acciones y retroacciones: puedo hablar <strong>de</strong>l<br />
pasado porque el pasado forma parte <strong>de</strong> mi presente. El filólogo reprochará al “filósofo” su parcialidad..., la<br />
imposibilidad <strong>de</strong>... una historia objetiva. Le acusará <strong>de</strong> adulterar los textos... El filósofo reprochará al “filólogo” su<br />
reducción <strong>de</strong> la filosofía mera i<strong>de</strong>ología..., su inconsecuencia... por adoptar un sistema no confesado... su intento <strong>de</strong><br />
nivelarla con otras formas culturales...» (p. 580), etc. Quizá Ricardo Sánchez haya visto flaquear la fe filosófica <strong>de</strong><br />
Carlos Iglesias en esta segunda parte, porque en ciertos momentos no saca como Gustavo Bueno la espada<br />
flamígera contra los filólogos para aniquilar sus aportaciones, sino que busca la mediación cultural <strong>de</strong> otras<br />
tradiciones filosóficas. Hace guiños a la solución <strong>de</strong> la dicotomía que Adorno insinuó en su Terminología<br />
Filosófica, cita elogiosamente a Manuel Gentile en italiano e incluso alaba el posicionamiento <strong>de</strong> Hei<strong>de</strong>gger al<br />
respecto en alemán, pero el argumento <strong>de</strong>finitivo contra el filologísmo no es polémico, sino sólo dialéctico, en la<br />
línea <strong>de</strong> los argumentación metacrítica <strong>de</strong>l propio Adorno contra Husserl cuando trata <strong>de</strong> preservar la tensión<br />
dinámica contra el <strong>de</strong>smayo entre el cientifismo y la metafísica: «<strong>Filosofía</strong> y filología se exigen y se excluyen. El<br />
momento filológico es el dominio <strong>de</strong> la erudición. El momento filosófico es el <strong>de</strong>l rigor <strong>de</strong> la filosofía, cuyas<br />
coor<strong>de</strong>nadas va mucho más allá <strong>de</strong> los límites que exige la filología en su mismo proce<strong>de</strong>r interno» (p. 594). El<br />
nacimiento <strong>de</strong> las ciencias filológicas es un libro que mantiene esa misma tensión sin resolverla a lo largo <strong>de</strong> sus<br />
dos partes, pero eso no es escepticismo ni en la primera ni en la segunda parte.<br />
Quizá sea cierto que para Carlos Iglesias la filosofía siga siendo «ese saber <strong>de</strong>trás <strong>de</strong>l que se va» y<br />
justamente por ello el último capítulo arrostra la <strong>de</strong>sequilibrante tarea <strong>de</strong> construir una «<strong>Filosofía</strong> <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong> la<br />
filosofía» (pp. 619-703) sobre la base <strong>de</strong> cinco criterios <strong>de</strong> estructura dióscura o dialéctica, pues «cada extremo