I m p a c t o m u n d i a lT h e g l o b a l i m p a c tReligión, política y <strong>pie</strong> diabético en Senegaly Maïmouna Ndour MbayeLa población de Senegal está compuesta por una ampliavariedad de grupos étnicos; alrededor de tres cuartos de lapoblación vive en zonas rurales. Mientras que se re<strong>con</strong>ocenvarias fes y culturas en Senegal, el Islam es la religiónpredominante: más del 90% de la población senegalesa esmusulmana. Las comunidades islámicas aquí suelen estarorganizadas en torno a una o varias hermandades, dirigidaspor un califa. De hecho, los sistemas no estatales tienen unapoderosa influencia sobre la vida y la política senegalesas.Venerable Karamogo, de 67 años de edad, es el líder espiritualy de la comunidad de un pueblo del sur de Senegal. Alrededorde nueve años después de que se le diagnosticase diabetesa Karamogo, desarrolló una infección crónica en la <strong>pie</strong>rnaizquierda. Los cirujanos recomendaron amputar; pero estaidea fue radicalmente rechazada por Karamogo y su familia.Aparte del temor normal y comprensible a perder una<strong>pie</strong>rna, Karamogo y su familia expresaron su preocupaciónpor dos temas principales: uno político y el otro religioso.Hay un verso en el Corán que afirma que no debe realizarse“ninguna modificación de la creación de Dios”. La fuerzade la fe de Karamogo era tal que prefería morir <strong>con</strong> sucuerpo intacto a seguir viviendo sin una de sus <strong>pie</strong>rnas.El segundo problema era de origen cultural y tenía el potencialde provocar <strong>con</strong>secuencias políticas. Tradicionalmente, enSenegal se entiende que un líder no puede gobernar si ha sidoherido durante un combate, o si tiene alguna discapacidad.Aunque Senegal tiene una cultura política democrática,su historia está plena de reinados, hermandades y luchascoloniales. Una lesión como la pérdida de una extremidadsigue viéndose como una debilidad y ha sido la motivaciónque se ha manifestado tras levantamientos en Senegal incluso<strong>con</strong>tra la realeza. Se entiende entonces, aunque no dejade ser recriminable, que Karamogo es<strong>con</strong>diese su heridadurante semanas antes de acudir a la primera <strong>con</strong>sulta.Dentro de este <strong>con</strong>texto, también resulta más fácilcomprender la postura de la familia de Karamogo. Eltemor por el bienestar de un padre o un abuelo se veían<strong>con</strong>trarrestados por la preocupación por el enorme impactosobre su comunidad de una intervención quirúrgica.Se sucedieron una serie de discusiones entre los profesionalessanitarios y Karamogo y su familia. Como resultado, la operaciónpara amputar la <strong>pie</strong>rna infectada se tuvo que posponer y se llamóa un enfermero para que cuidase las heridas. Las úlceras de la<strong>pie</strong>rna de Karamogo fueron desbridadas adecuadamente y secambiaron sus vendajes a diario. Este tratamiento duró variosmeses y tuvo un resultado espectacular: la <strong>pie</strong>rna se curó.Este “final feliz” es, de momento, el final de la historia deVenerable Karamogo y sus complicaciones diabéticas del <strong>pie</strong>.Es una historia que utilizamos en la Universidad de Dakarpara ilustrar el impacto sobre nuestra práctica diaria de losfactores sociales, culturales y religiosos de este país. Comotodas las <strong>buen</strong>as historias, ésta lleva a los oyentes a prestaratención a la vida de una persona y les ayuda a comprenderlas elecciones que dicha persona realiza. Espero que, cuandoleas esta historia, estés donde estés, te sirva para recordarque, como profesionales sanitarios que somos, es imperativoque tengamos en cuenta la sensibilidad de origen cultural dela gente, por extraña que nos pueda parecer en un principio.Para los que somos médicos y trabajamos <strong>con</strong> personas <strong>con</strong>diabetes, hay otro importante mensaje: un enfermero que salvauna <strong>pie</strong>rna es más valioso para una persona <strong>con</strong> complicacionesdiabéticas del <strong>pie</strong> que un cirujano que amputa diez.y Maïmouna Ndour MbayeMaïmouna Ndour Mbaye es especialista en medicina interna y saludpública. Es profesora auxiliar de la Universidad de Cheikh Anta Diop,del Centro Nacional de Lucha <strong>con</strong>tra la Diabetes, en Dakar (Senegal).Noviembre 2005 Volumen 50Número especial14
T h e g l o b a l i m p a c tI m p a c t o m u n d i a lLesiones del <strong>pie</strong>en países en desarrollo:¡urge educación!y Zulfiqarali Abbas y Stephan MorbachLas cifras publicadas por la Federación Internacional deDiabetes sugieren que en el mundo, en 2003, había cercade 200 millones de personas <strong>con</strong> diabetes, una prevalenciamundial del 5,1%. El informe predecía que a lo largo de lasiguiente década el máximo aumento del número de personas<strong>con</strong> la afección tendrá lugar en África y Asia, provocandoun enorme incremento de los índices de mortalidad ydiscapacidad. Las complicaciones diabéticas del <strong>pie</strong> <strong>con</strong>stituyenun importante problema de salud pública, especialmente paralas personas <strong>con</strong> diabetes en países en vías de desarrollo. Eneste artículo, Zulfiqarali Abbas y Stephan Morbach nos hablande los factores específicos de las regiones en desarrollo, quepotencian las lesiones causadas por el <strong>pie</strong> diabético.>>La pérdida de la sensibilidad al dolordebido a la neuropatía periférica suelegenerar úlceras del <strong>pie</strong> que puedenprogresar hasta tener <strong>con</strong>secuenciasterribles: infección, necrosis, gangrena,pérdida de una extremidad o muerte. Laspersonas <strong>con</strong> neuropatía periférica, al nosentir el dolor que debería producir unalesión del <strong>pie</strong>, corren un mayor riesgo dedesarrollar lesiones graves sin tan siquieradarse cuenta. Vivir en un entorno deingresos bajos aumenta dicho riesgo. Sedocumentó que el 25% de las personas<strong>con</strong> diabetes que acude a una granclínica de Tanzania mostraba en distintogrado síntomas o señales de neuropatíaperiférica. 1,2 Otros estudios africanos handocumentado distintos índices de apariciónde neuropatía periférica, desde el 4% deZimbabwe hasta el 84% de Argelia. 1La pobreza se une a la bajaprioridadLa neuropatía periférica es el principalfactor de riesgo tras las úlceras del <strong>pie</strong>en personas <strong>con</strong> diabetes (ver artículode Vilma Urbancic-Rovan en este mismonúmero). En un estudio se observó queel 100% de las personas <strong>con</strong> úlceras del<strong>pie</strong> que acudieron a una clínica de Dares Salaam (Tanzania) tenía neuropatíaperiférica. 3 Un estudio más reciente delos resultados clínicos de personas <strong>con</strong>úlceras del <strong>pie</strong> en dicha ciudad reveló queel 15% de las personas <strong>con</strong> la afecciónque ingresaron en el Hospital Nacional deMuhimbili tenía úlceras del <strong>pie</strong>; en el 80% delos casos era la primera vez que las tenían. 3Resulta descorazonador que los datos deeste estudio mostrasen que la amputaciónes un resultado frecuente (33%) enpersonas <strong>con</strong> úlceras diabéticas del <strong>pie</strong>. 3 Elmayor índice de mortalidad en el hospital(50%) se observó entre las personas <strong>con</strong>úlceras graves del <strong>pie</strong> cuyo tratamientodurante su estancia hospitalaria noincluyó cirugía <strong>con</strong> amputación. Se hanregistrado hallazgos similares en otraspartes de África, como Burkina Faso(38%), Etiopía (53%) y Kenia (55%). 1,315Noviembre 2005 Volumen 50Número especial