54<strong>Revista</strong> <strong>virtual</strong> <strong>de</strong> <strong>Escuela</strong> <strong>de</strong> <strong>Gobierno</strong> y Formación <strong>de</strong> Lí<strong>de</strong>res >>En nuestro país, los profundos cambios introducidos durante la década <strong>de</strong> los 90 en elaparato estatal, mediante la Ley 23.696 <strong>de</strong> Reforma <strong>de</strong>l Estado, se basaron en dospilares:1) El renunciamiento <strong>de</strong> roles por parte <strong>de</strong>l Estado cuya ejecución fue transferida aterceros (a través <strong>de</strong> privatizaciones, <strong>de</strong>sregulaciones, <strong>de</strong>scentralización <strong>de</strong> saludy educación a las provincias, y la terciarización <strong>de</strong> servicios <strong>de</strong> la administración),2) El achicamiento <strong>de</strong> los organigramas estatales, y la reducción <strong>de</strong> personal(mediante disponibilida<strong>de</strong>s, jubilaciones anticipadas y retiros voluntarios).Curiosamente, la concepción antiestatista imperante confiaba -podríamos <strong>de</strong>cir en unaactitud casi infantil- que el achicamiento <strong>de</strong>l Sector Público “crearía espontáneamentesu fortalecimiento” (Iazzetta, 1996 p.57), suponiendo resultados que en la prácticajamás se lograron: el fortalecimiento <strong>de</strong> las capacida<strong>de</strong>s estatales <strong>de</strong> gestión, lareducción <strong>de</strong>l gasto público como paliativo al déficit fiscal y, la eliminación <strong>de</strong>lclientelismo y corrupción en los organismos estatales.De hecho, las numerosas reestructuraciones <strong>de</strong> organismos públicos encaradas, sibien <strong>de</strong>bía suponer una optimización <strong>de</strong>l sector público, no mejoró la capacidad <strong>de</strong>gestión interna <strong>de</strong>l Estado. Las reestructuraciones más ambiciosas 60 culminaron en lamera reducción <strong>de</strong> unida<strong>de</strong>s organizativas y eliminación <strong>de</strong> empleados públicos, sintener en cuenta metas y resultados <strong>de</strong>seables 61 .A su vez, la necesidad <strong>de</strong> ingreso <strong>de</strong> divisas frescas al país, <strong>de</strong> aten<strong>de</strong>r los nuevosroles asumidos por el Estado y financiar los costos <strong>de</strong> la reestructuración pública,multiplicaron las operaciones <strong>de</strong> proyectos con financiamiento internacional (BID,BIRF, BM) que no generan beneficios económicos que sirvan como medio <strong>de</strong> repago,contribuyendo a engrosar así la <strong>de</strong>uda externa (INAP, 1993).Contrario a lo que indicaba la experiencia internacional que las reformas exitosasorientadas al mercado requerían un fortalecimiento <strong>de</strong> los po<strong>de</strong>res públicos, po<strong>de</strong>mos60Decretos Nº 435/90, 479/90, 2476/90, 1757/90, 1691/91, 660/96.61En esta etapa, las consultoras externas percibieron astronómicos honorarios, para <strong>de</strong>cirle al Estado como hacercosas que nunca se cumplieron (Lara, 2001).
55<strong>Revista</strong> <strong>virtual</strong> <strong>de</strong> <strong>Escuela</strong> <strong>de</strong> <strong>Gobierno</strong> y Formación <strong>de</strong> Lí<strong>de</strong>res >>hoy coincidir que en Argentina la experiencia privatizadora resultó en el <strong>de</strong>bilitamiento<strong>de</strong>l Estado en todas sus dimensiones.A partir <strong>de</strong>l año 2000, como forma <strong>de</strong> captar el interés <strong>de</strong> la clientela electoral, lapalabra Mo<strong>de</strong>rnización reemplazó al término reforma en el discurso político 62 . Pero elambicioso plan presentando por el oficialismo, fue consi<strong>de</strong>rado por muchos comosimples i<strong>de</strong>as sueltas en el intento <strong>de</strong> mejorar la gestión <strong>de</strong>l Estado 63 .El problema <strong>de</strong> las estructuras organizacionalesEl diseño <strong>de</strong> la estructura estatal correspon<strong>de</strong> a un acto racional, mediante el cual se<strong>de</strong>termina <strong>de</strong> acuerdo a los objetivos institucionales, la centralización o<strong>de</strong>scentralización <strong>de</strong> funciones estatales y la asignación <strong>de</strong> competencias a cadaorganismo, <strong>de</strong>terminando claramente las unida<strong>de</strong>s organizativas sustantivas y <strong>de</strong>apoyo que los componen, la cantidad <strong>de</strong> niveles <strong>de</strong> conducción –políticos y técnicos- yla estructura <strong>de</strong> cargos correspondiente 64 .Sin embargo, en la práctica se observa una alta discrecionalidad política en eltratamiento <strong>de</strong> las estructuras, trasladando al diseño institucional, la solución <strong>de</strong>compromisos políticos 65 mediante la creación o transferencia <strong>de</strong> unida<strong>de</strong>sorganizativas, logrando aumentar así la irracionalidad <strong>de</strong> la administración pública.Durante los 90, la obsesión por achicar el tamaño <strong>de</strong>l aparato estatal, llevó a aplicardos profundas reestructuraciones mediante los Decretos Nº 435/90 y 660/96,disponiendo importantes reducciones en el número <strong>de</strong> organismos. Sin embargodurante el proceso, sucesivas correcciones produjeron una verda<strong>de</strong>ra metamorfosis,originada por la constante transferencia, fusión, <strong>de</strong>saparición o creación <strong>de</strong> unida<strong>de</strong>sorganizativas, algunas <strong>de</strong> las cuales duraban solo meses 66 .La observación <strong>de</strong> su evolución histórica a través <strong>de</strong>l tiempo, <strong>de</strong>jan al <strong>de</strong>scubiertoespasmódicas variaciones en el número <strong>de</strong> secretarías y subsecretarías, situación que62La i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>rnización <strong>de</strong> la administración pública podría disminuir el alcance real <strong>de</strong>l problema, presuponiendoque lo central es su vetustez Roulet, 1988.63La Razón, 25/07/00.64Estos organismos y quienes los conducen, tienen a su cargo las funciones gubernamentales <strong>de</strong> administración,<strong>de</strong>fensa, seguridad, salud, educación, seguridad social, transporte, energía, minería, turismo, etc. y la responsabilidadsobre la recaudación y administración <strong>de</strong> parte <strong>de</strong>l presupuesto nacional según la distribución que <strong>de</strong> él se haga.65Muy a menudo las estructuras son creadas en función <strong>de</strong> las personas. La necesidad <strong>de</strong> ubicar a alguien en unaposición <strong>de</strong> alta responsabilidad en la estructura gubernamental se manifiesta en una <strong>de</strong>signación mediante la cual,simultánea y a veces, implícitamente, se crea la institución o unidad, se establece el puesto cabeza y se <strong>de</strong>signa alfuncionario que lo ocupará”. (OSZLAK, 1999 p.11)66Entre 1990 y 1998 el Decreto 479/90 (I Reforma) tuvo 269 modificaciones, y el Decreto 660/96 (II Reforma) tuvo 62modificaciones entre 1996 y 1999.