Alcide d'Orbigny y Esteban Echeverría - Estudios – Revista de ...

ojos, constituyen uno de los temas centrales de la "Parte histórica". Porque la misiónno sólo exigía sacrificios, también la alimentaba el deseo de ver y descubriruna "naturaleza virgen". D'Orbigny recupera, por ejemplo, la emoción de ver desdela nave las costas de Río de Janeiro en el esbozo de un paisaje que se ofrece "antesus ojos" con todas sus promesas, como si la naturaleza estuviera esperando a eseespectador que, al admirarla, la ordena y organiza desde su perspectiva:Disfrutaba de una felicidad perfecta. A medida que los objetos se dibujabanmás nítidamente ante mi vista, prorrumpía en exclamaciones ante la belleza delpaisaje. No había un punto carente de verdura; las mismas rocas ornaban susgrietas con una bella vegetación; por doquiera los cocoteros y las palmeras devariadas especies se unían agradablemente a multitud de otros árboles de aspectocompletamente nuevo. Las mariposas, apacibles habitantes de estas ricascomarcas, ya venían a visitarnos y los brillantes colores de sus alasmatizadas me anunciaban las maravillas que la naturaleza prometía a mi imaginación,en este suelo privilegiado (1998: 30)17.El placer de ver no borra los límites entre el espectador y el espectáculo de lanaturaleza. Desde un punto de vista apartado del objeto, el nanador capta el conjuntodel paisaje como un panorama. La descripción de la costa todavía leiana desde elbarco, la descripción del paisaje desde lo alto de una montaña, no faltan en ningúnrelato de viajes de la época. Típica es también la precisión en los detalles: la distanciano impide distinguir la variedad de plantas y hasta el matiz de las alas de las mariposasse menciona.El efecto de objetividad se logra justamente por la combinación de dos estrategiasdiscursivas aparentemente opuestas entre sí: por un lado, se subraya la distancia delobservador respecto de lo observado, por el otro, la exactitud de las descripciones.Ambas estrategias responden a una retórica compartida por el discurso científico y lanovela realistal8.t7t8"Je jouissais d'un bonheur parfait. A mesure que les objets se dessinaient plus nettement i ma vue, jeme récriais sur la beauté du pays. Pas un seul point dépourvu de verdure; les rochers, méme dans leurscrevasses, s'ornaient d'une belle végétation; partout les cocotiers, les palmiers d'espdces variées semariaient agréablement d une multitude d'autres arbres d'un aspect ¡out á fait nouveau. Les papillons,habitans paisibles de ces riches contrées. venaient déjir nous visiter, et les brillantes couleurs de leursailes diaprées m'annongaient les merveilles que la nature promettait d mon admiration sur ce solprivilégié" (1 835: I, l9).Sobre el efecto discursivo de objetividad que se obfiene combinando distancia y exactitud, dosactitudes que marcan el modelo de conducta del sujeto político moderno, ver (Mitchell, 1988:l8 ss). El lugar de enunciación del viajero observador es comparable al del narrador de lasnoveias de Balzac. Edward Said (1993) ha vinculado la novela europea desde el realismo con lafbrmación de actiludes, referencias y experiencias imperiales, analizando, entre otros aspectos,las relaciones entre la retórica del narrador y la del viajero.47