EAAF: un historialde rigor científicoCuando Argentina recuperó su democraciatras una dictadura militarque tuvo como sello la desapariciónforzada, comenzó la localización detumbas clandestinas y la exhumación decadáveres.Clyde Snow, un antropólogo forensede Estados Unidos, fue invitado por lasAbuelas de la Plaza de Mayo a participar enla búsqueda y comenzó a formar a jóvenesexpertos en la materia, con quienes fundóen 1986 el Equipo Argentino de AntropologíaForense (EAAF).El equipo fue pionero en el desarrollode técnicas científicas para investigar crímenesde lesa humanidad. Según Snow, sucreación “produjo una verdadera revoluciónen el modo en que se investigan las violacionesa los derechos humanos. La ideade usar la ciencia en el área de derechoshumanos comenzó aquí en la Argentina yahora se usa en todo el mundo”.Desde entonces –según la página deinternet del EAAF– ha trabajado en 30 paísesde Latinoamérica, así como en Bosnia,Angola, Timor Oriental, la Polinesia francesa,Croacia, el Kurdistán iraquí, Kosovoy Sudáfrica. Uno de sus mayores logrosfue haber identificado el cuerpo del CheGuevara en Bolivia.Sus integrantes visitaron México en2005 para proporcionar asistencia forense a75 familias que buscaban a hijas desaparecidasen Ciudad Juárez, a petición expresade la Comisión Mexicana para la Defensay Promoción de los Derechos Humanos yJusticia para Nuestras Hijas.En 2008, por invitación de la FiscalíaEspecial para Movimientos Sociales yPolíticos del Pasado (Femospp), iniciaronexcavaciones junto con personal de la PGRen el lugar donde se presumía habían sidoenterrados los cuerpos de desaparecidosdurante la guerra sucia, especialmenteRosendo Radilla, un dirigente campesinode Guerrero desaparecido en 1974.Cavaron en dos hectáreas del antiguocuartel del Ejército en Atoyac de Álvarez,aunque no se ubicó ahí el paradero deninguno de los 600 desaparecidos.Su labor en MéxicoEn 2008 el equipo fundó el Proyecto Frontera,cuyo propósito es generar mecanismosque recaben toda la información forense delas familias que viven en los países expulsoresde migrantes para contrastarla con losrestos encontrados en México y EstadosUnidos. Es así como se crearon los bancosde información forense en Centroamérica,manejados por familiares y los gobiernosde la región; hasta 2013, el de México serehusó a participar.En 2009, las familias de ModestoPatolzin y Víctor Pineda, dos maestrosdesaparecidos, y organizaciones de derechoshumanos solicitaron al EAAF revisarlos reportes oficiales del caso y examinarlos restos que, se creía, pertenecían a losmentores. Tras varios viajes a Oaxaca losforenses dictaminaron que los expedientesestaban incompletos y que los restos noeran de Patolzin y Pineda.A finales de 2010, a petición del Centrode Derechos Humanos Fray Bartoloméde Las Casas, analizaron osamentas quesegún el Ministerio Público de Chiapascorrespondían al Caso Viejo Velasco, unenfrentamiento entre indígenas ocurridoen 2006 en el que cuatro personas fueronasesinadas y otras cuatro desaparecieron.Tras sus revisiones, el equipo concluyóque los restos no correspondían a lasvíctimas. En su informe dejó asentado queexistieron graves deficiencias en el levantamientode las osamentas y negligencia delMinisterio Público, y pidió que los análisisgenéticos se realizaran en laboratoriosexperimentados.En 2012 el EAAF recibió la peticiónde exhumar e identificar los restos de 96personas que se encontraban en fosas comunesdel cementerio Jardín, en la ciudadfronteriza de Tapachula. Los perfiles de losrestos fueron comparados con los de losbancos de datos forenses de familiares deGuatemala, El Salvador, Honduras y Chiapas.Lograron identificar 15 cadáveres, enMurillo Karam. Su “verdad histórica”, despedazadaBenjamín Floreshasta que decidieron actuar por su cuenta.Otra duda que salta es ¿cómo sabía laPGR que iba a encontrar balas en esa inspeccióny que era innecesario invitarnos?En esa diligencia no sólo levantaron balas;también muestras de tierra que correspondenal área de criminalística”, planteó.El único error que la PGR reconoce, yeso a medias, es el de la mala transcripciónde 20 de 134 perfiles genéticos tomados alos familiares y enviados al laboratorio dela Universidad de Innsbruck, al que calificacomo “error administrativo”, aunque, adecir de los argentinos, puso en riesgo laidentificación de 16 de los 43 estudiantes.Soberbia preocupanteLos señalamientos de la PGR preocupan aAriel Dulitzky, presidente relator del Grupode Trabajo sobre las Desapariciones Forzadaso Involuntarias (GTDFI) de la ONU: diceque en sus 20 años de trabajo en derechoshumanos nunca escuchó cuestionamientosde gobiernos “hacia la integridad cien-8 <strong>1998</strong> / 15 DE FEBRERO DE 2015
CASO AYOTZINAPAAustin, Texas. Los argentinos con su maestro (al centro)su mayoría de centroamericanos.Cuando Jesús Murillo Karam llegó a laPGR, a instancias de la Subprocuraduríade Derechos Humanos, donde estaban RicardoGarcía Cervantes y Eliana García, seaceptó la creación de una comisión forensepara identificar los restos de las masacresde San Fernando y de Cadereyta.En octubre de 2014, al ver los resultadosobtenidos –12 cuerpos que la PGR o laprocuraduría de Tamaulipas habían enviadoa fosas comunes y ya fueron entregadosa sus familias–, Murillo Karam prometióampliar el convenio más tiempo y a otrosestados de la peligrosa ruta del migrante.En 2013, la participación de los forensesargentinos fue decisiva para el esclarecimientode la desaparición de los 13jóvenes tepiteños sacados del bar Heavende la Zona Rosa, cuyos cuerpos fueronencontrados en una fosa clandestina enTlalmanalco, Estado de México.Tras atender la solicitud de las familias,el equipo hizo un peritaje del caso yconcluyó que la PGR no tenía elementossuficientes para determinar que los cuerposfueron enterrados en un solo momento oque los mataron en el lugar donde estabanenterrados.Luego de realizar pruebas genéticas yrevisar dictámenes del hallazgo efectuadopor las procuradurías capitalina y federal, elEAAF entregó un dictamen a cada familiadonde dejaba al descubierto las deficienciascometidas por las autoridades en elproceso de identificación.Descubrió por ejemplo que la PGRpretendía entregar a una de las familiasun cuerpo con dos fémures izquierdos;también casos individuales, como el de lasmadres con hijos desaparecidos que a iniciosdel sexenio emprendieron una huelgade hambre afuera de la PGR.Ese mismo 2013 comenzó a trabajarla Comisión Forense para recuperar restosno identificados de las masacres de SanFernando y Cadereyta. Las fuentes definanciamiento para sus viajes y gastoslocales varían según cada misión: puedenser financiados parcial o enteramente por elpropio EAAF, por la organización local quepide la asistencia o por una organizacióninternacional o fundación.En su página institucional, el grupo deforenses argentinos señala que reciben donativosinstitucionales, gubernamentales ypersonales. En México no son financiadospor el gobierno mexicano (MT/ Con informaciónde la Fundación para la Justiciay el Estado Democrático de Derecho ydocumentación de Thalía Güido.) tífica y profesional” del EAAF. “Por lo menosno tengo conocimiento de un solo caso.“Si (el gobierno mexicano) invita a ungrupo externo de expertos, lo mínimo quedebería de hacer es escuchar observacionesy tomarlas seriamente, y parece que noestá haciéndolo. Es un signo preocupanteesta misma actitud si la pretendiera tenercon el grupo interdisciplinario de la ComisiónInteramericana”, dice sobre el grupode expertos enviados por la CIDH que enmarzo comenzará a investigar el caso.En entrevista telefónica, Dulitzky cuestionala verdadera voluntad del gobiernomexicano de transparentar su trabajo:“Por un lado se abren a la supervisión y ala asistencia internacional; por otro se cierranlas puertas justo antes de que se empiecea efectivizar parte de esta cooperación”.Parte de su preocupación es que loscomunicados sacan a relucir que a los argentinosno se les dieron todas las facilidadesni se les notificaron todas las accionesque se llevarían a cabo; como si eso no tuviera“suficiente importancia”.A este abogado, también argentino yacadémico e investigador en la Universidadde Texas, en Austin, le llaman la atenciónlos tiempos en los que Murillo Karampresentó su “verdad histórica” con laque concluía las investigaciones. “Lo haceen un momento que para mí es llamativo:justo unos días antes de que México teníasu examen ante el Comité contra la DesapariciónForzada de la ONU, y justo unassemanas antes de que el grupo interdisciplinariode expertos de Comisión Interamericanallegue a México. Esto muestraciertas ambivalencias y contradiccionesdel gobierno federal”.De la PGR “nada nos sorprende”La historia del EAAF en México no se circunscribea Ayotzinapa. Desde 2001 el equipointegrado en Argentina tras la dictaduramilitar para ubicar los restos de los miles dedesaparecidos, y que ganó tanto prestigioque desde entonces ha trabajado en más de30 países, fue consultor invitado de la Ofi-<strong>1998</strong> / 15 DE FEBRERO DE 2015 9