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Tecnociencia_Deportes_Sociedad

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TECNOCIENCIA,<br />

DEPORTE Y SOCIEDAD<br />

¿VICTORIAS DE LABORATORIO?<br />

VOLUMEN 1<br />

SOCIEDAD


Corporación Colombia Digital<br />

Alberto Pradilla, Director Ejecutivo<br />

Comité editorial<br />

Luis Germán Rodríguez, Coordinador<br />

Ignacio Ávalos<br />

Iván De La Vega<br />

Coordinación general<br />

Laura Ayala, Directora de Contenidos<br />

María Paula Matiz, Asesora en gestión<br />

de alianzas y proyectos<br />

Autores<br />

Iván De La Vega<br />

Edgardo Broner<br />

José Antonio López<br />

Corrección editorial<br />

Adriana Molano<br />

Diseño gráfico<br />

Jorge Luis Velandia<br />

<strong>Tecnociencia</strong>, Deporte y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias<br />

de laboratorio? - Volumen 1<br />

ISBN 978-958-58088-6-7<br />

Se autoriza la libre consulta, descarga y distribución<br />

total o parcial de este documento con fines<br />

no comerciales y obras no derivadas.<br />

Bogotá D.C. - Colombia<br />

Diciembre de 2014


CONTENIDO<br />

Página<br />

04<br />

Página<br />

06<br />

Prólogo del Director Ejecutivo<br />

de Colombia Digital<br />

Página<br />

05<br />

Acerca del<br />

Volumen No. 1<br />

Página<br />

07<br />

Carta del Comité<br />

Editorial<br />

Perfil de<br />

los autores<br />

Página 10<br />

Capítulo 1<br />

De Uruguay 1930 a Brasil 2014: la evolución de las<br />

TIC para el aficionado en los Mundiales de fútbol<br />

Página 26<br />

Capítulo 2<br />

La convergencia tecnológica NBIC<br />

y su impacto en el deporte actual<br />

y futuro: el caso de la Fórmula 1<br />

Página 46<br />

Capítulo 3<br />

Riesgo de altura


PRÓLOGO<br />

‘<strong>Tecnociencia</strong>, Deporte y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio?’<br />

es el producto de la investigación académica,<br />

del conocimiento técnico y del goce deportivo de varios<br />

autores hispanoamericanos invitados por la Corporación<br />

Colombia Digital (CCD) para acercarse a los avances tecnológicos<br />

que han enriquecido el alcance y la vivencia del<br />

deporte de alta competencia.<br />

En sus artículos, personalidades de diferentes nacionalidades<br />

evidencian cómo las Tecnologías de la Información<br />

y las Comunicaciones (TIC) permean diversos ámbitos de<br />

la existencia humana, desde lo académico y lo mediático,<br />

hasta el momento más íntimo en el que en su soledad deportiva,<br />

el ser humano conoce sus límites.<br />

El deseo de Colombia Digital es comprender el escenario<br />

deportivo como un espacio de experimento TIC, en el cual<br />

los lectores identifiquemos cómo la ciencia y la innovación<br />

han tocado aspectos del fuero personal como la capacidad<br />

física, la pasión o la afición.<br />

Esta publicación se suma a las diversas aproximaciones de<br />

la Corporación a las transformaciones e impacto de las TIC<br />

en diferentes esferas del quehacer humano, como la gerencia,<br />

el comercio, el derecho, la administración de justicia<br />

y la educación, entre otros.<br />

El primer volumen de ‘<strong>Tecnociencia</strong>, Deporte y <strong>Sociedad</strong>:<br />

¿victorias de laboratorio?’ espera ser el inicio de una serie<br />

de entregas en las que – desde diferentes perspectivas,<br />

profesiones y rincones geográficos – se construya un espacio<br />

de reflexión en torno a la humanidad en la ciencia y la<br />

tecnología, como también, a los aspectos tecnocientíficos<br />

de nuestras expresiones sociales.<br />

La CCD extiende sus más sinceros agradecimientos a Luis<br />

Germán Rodríguez, Coordinador Editorial de esta publicación,<br />

a Iván De La Vega e Ignacio Ávalos, miembros del<br />

Comité Editorial, y a Rafael Orduz, anterior Director Ejecutivo<br />

de esta Corporación, por su interés en la relación<br />

entre ciencia, tecnología, innovación y deporte, y por<br />

haber abierto esta puerta de exploración sobre cómo las<br />

TIC apoyan nuestro deseo innato de conquistar, descubrir<br />

y superar nuestros límites.<br />

Dirección Ejecutiva<br />

Corporación Colombia Digital


CARTA DEL<br />

COMITÉ EDITORIAL<br />

El deporte, como actividad humana, aumenta cada día su<br />

legión de seguidores; sin embargo, a pesar de su enorme<br />

importancia como fenómeno colectivo, está lejos de haber<br />

captado la merecida atención desde el sector académico y<br />

en particular, se echan de menos reflexiones sobre el efecto<br />

que la tecnociencia tiene en la sustentación y evolución de<br />

las múltiples disciplinas.<br />

El proyecto ‘<strong>Tecnociencia</strong>, Deporte y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias<br />

de laboratorio?’ convoca a autores que son primeramente<br />

apasionados de diversas prácticas atléticas, bien sea desde<br />

las canchas, las gradas (reales o virtuales) o desde ambas, que<br />

buscan profundizar su apreciación y disfrute incorporando<br />

perspectivas que enriquezcan su visión de esa actividad que<br />

tanto entusiasmo genera. Cada uno de ellos aborda los tópicos<br />

con las herramientas metodológicas que su campo de<br />

desempeño profesional le aporta, y a partir de las motivaciones<br />

y vivencias asociadas tanto a la práctica deportiva como<br />

a su condición de aficionado-conocedor.<br />

El ángulo en común es el rol que las innovaciones tecnocientíficas<br />

desempeñan en aspectos tales como las mejoras<br />

en los implementos, el perfeccionamiento de tácticas<br />

y estrategias, el desarrollo del espectáculo a través de los<br />

medios de comunicación o, para citar un último aspecto, la<br />

elevación del rendimiento del cuerpo humano.<br />

Adicionalmente, dos rasgos relevantes caracterizan a este<br />

proyecto: el primero es que se aborda el tema con un enfoque<br />

multidisciplinario, el pertinente en los tiempos actuales;<br />

el segundo, no menos importante, es que se hace<br />

el aporte desde una perspectiva iberoamericana, originada<br />

en medio de nuestras culturas.


TECNOCIENCIA,<br />

DEPORTE Y<br />

SOCIEDAD:<br />

¿VICTORIAS DE<br />

LABORATORIO?<br />

ACERCA DEL VOL.1<br />

Esta es la primera de una serie de publicaciones dedicadas<br />

a brindar una visión novedosa del deporte, donde se le<br />

destaca como consumidor de innovaciones.<br />

Edgardo Broner, informático y periodista argentino, nos<br />

conduce por un recorrido técnico y emotivo a través de las<br />

Copas Mundiales de fútbol, desde la perspectiva del aficionado<br />

que ha seguido estos eventos gracias a la evolución<br />

de los medios de comunicación.<br />

Iván De La Vega, investigador venezolano en el campo<br />

de los estudios sociales de la ciencia, analiza cómo la<br />

convergencia entre los sistemas tecnológicos de la nanotecnología,<br />

la biotecnología, las tecnologías de información<br />

y comunicación y las ciencias cognitivas (NBIC),<br />

están impulsando cambios que retan a la imaginación.<br />

Para ilustrar sus argumentos proyecta esas reflexiones<br />

en el acontecer de la Fórmula 1.<br />

Los avances tecnológicos han hecho viable que una mayor<br />

cantidad de personas logren coronar cumbres más allá de<br />

los 8.000 metros. Los riesgos siguen estando allí solo que<br />

hay unos reajustes donde la seguridad para algunos aumenta<br />

mientras que se transfiere a otros la vulnerabilidad.<br />

En el himalayismo el sector que se perjudica notablemente<br />

resulta ser el de los sherpas. Tal es el planteamiento que<br />

desarrolla José Antonio López Cerezo.


PERFIL DE<br />

LOS AUTORES<br />

Creador, coordinador académico y profesor de los programas<br />

de Periodismo Deportivo en la Universidad Simón<br />

Bolívar. Ha sido instructor de Comunicaciones de la FIFA<br />

(2006-2012) con seminarios dictados en El Salvador, Honduras,<br />

Panamá y Costa Rica.<br />

edgardo<br />

broner<br />

Nació en Buenos Aires, Argentina, y vivió durante 30 años<br />

en Caracas, Venezuela, donde ha sido profesor del Departamento<br />

de Computación y Tecnología de la Información<br />

(previamente de Matemáticas y Ciencia de la Computación)<br />

de la Universidad Simón Bolívar (USB), entre 1981 y 2005.<br />

Es Computador Científico de la Universidad de Buenos<br />

Aires y Magister en Ciencias de la Computación de la USB.<br />

Fue Presidente del Centro Latinoamericano de Estudios<br />

en Informática, CLEI, (1992-1996) y miembro del Comité<br />

Directivo de la institución desde 1988 a 2000. Presidente<br />

del Comité Organizador de CLEI ‘91, Conferencia Latinoamericana<br />

de Informática, realizada por la USB en Caracas.<br />

Vicepresidente fundador de Avinta, Asociación Venezolana<br />

de Inteligencia Artificial, 1990-1993.<br />

Fue comentarista de los últimos siete Mundiales de<br />

fútbol, Eliminatorias Sudamericanas, Copas América,<br />

Juegos Olímpicos, Preolímpicos y las principales competencias<br />

de Sudamérica desde 1990 para Radio Caracas<br />

Radio y Fútbol de Primera, cadena de 120 emisoras en<br />

español en Estados Unidos, Centroamérica y Australia.<br />

Condujo el programa Todo Fútbol en RCR (1991-2006).<br />

Así mismo, ha realizado coberturas en prensa escrita de<br />

los Mundiales de fútbol para los diarios Últimas Noticias<br />

de Caracas y Panorama de Maracaibo.<br />

Editor de ‘<strong>Deportes</strong> en línea’ (Vendeportes), primer servicio<br />

de información deportiva de Venezuela en Internet, 1996-<br />

97. Colaborador de periódicos y radios en Latinoamérica,<br />

como el diario Hoy de Ecuador, el Diario Deportivo de Colombia,<br />

La Prensa de Minnesota, la revista El Gráfico, Diario<br />

Olé, Radio Continental de Argentina y RCN de Colombia,<br />

además de portales deportivos.<br />

Ha publicado los libros ‘Gol de Venezuela: un grito esporádico<br />

pero inolvidable’ (1995); ‘La Copa del Mundo<br />

Nuevo’ (1998); ‘Fútbol Pensado’ (2009); y cuatro ‘Guías de<br />

los Mundiales de Fútbol’ (con Daniel Chapela). A partir<br />

del libro ‘Fútbol Pensado’ ha desarrollado proyectos en<br />

educación a través del fútbol para la enseñanza de Matemáticas<br />

y Pensamiento Lógico.


iván de<br />

la vega<br />

Nació en Caracas, Venezuela y tiene además la nacionalidad<br />

española. Se graduó de Sociólogo en la Universidad<br />

Central de Venezuela (UCV) en el año 1991. En el año 1995<br />

realizó el Programa de Postgrado Formulación de Políticas<br />

y Estrategias en Ciencia, Tecnología e Innovación, en el Instituto<br />

de Estudios Superiores de Administración (IESA).<br />

Entre los años 1997 y 2001 realizó una Maestría en Política<br />

y Gestión de la Innovación Tecnológica en el Centro<br />

de Estudios del Desarrollo (CENDES) de la UCV. Entre<br />

los años 2001 y 2004 realizó el Doctorado en Estudios<br />

Sociales de la Ciencia en el Instituto Venezolano de Investigaciones<br />

Científicas (IVIC) y su tesis de grado, denominada<br />

“Mundos en movimiento: el caso de la movilidad<br />

y migración de los científicos y tecnólogos venezolanos”,<br />

obtuvo mención publicación.<br />

En el ámbito laboral, comenzó su carrera profesional en el<br />

año 1992 en el Programa de Nuevas Tecnologías en el Consejo<br />

Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas<br />

(CONICIT). En el año 1995 pasó a la Gerencia General de<br />

Políticas, en la que culminó su labor profesional en el año<br />

2000 como Jefe de División de Evaluación de la Gerencia de<br />

Diseño y Evaluación de Políticas. Entre los años 1998 y 2000<br />

fue el coordinador por Venezuela en la Red Iberoamericana<br />

de Indicadores de Ciencia y Tecnología (RICyT). Desde el<br />

2007 hasta el 2011 trabajó como investigador en el proyecto<br />

de Gestión del Conocimiento en la UCV. Fue Jefe de la<br />

Sección de Tecnología, Innovación y Emprendimiento del<br />

Departamento y en la actualidad es el Coordinador de la<br />

Unidad de Gestión de Ciencia, Tecnología e Innovación de<br />

la Fundación de Investigación y Desarrollo (FUNINDES) de<br />

la USB, universidad en la que también es Profesor de Postgrado<br />

tanto en Especialización como en Maestría. Asimismo,<br />

es profesor-investigador Asociado del Departamento<br />

de Ciencias Económicas y Administrativas (DCEA) de la Universidad<br />

Simón Bolívar (USB).<br />

Su trabajo de investigación se centra en estudios sobre la<br />

gerencia de la tecnología y la innovación; la gestión de la<br />

innovación; la Gestión del Conocimiento y el capital intelectual;<br />

la relación entre ciencia, tecnología y la sociedad; la<br />

planificación estratégica; y la relación entre la tecnociencia,<br />

el deporte y la sociedad.<br />

Otro foco de atención es el diseño y evaluación de políticas<br />

públicas en ciencia, tecnología e innovación. También, la<br />

cienciametría, haciendo énfasis en el capital intelectual en<br />

ciencia, tecnología e innovación, su movilidad, la diáspora<br />

intelectual y desempeño. En la actualidad trabaja el tema<br />

de la convergencia tecnológica NBIC: nanotecnología, biotecnología,<br />

tecnologías de la información y la comunicación<br />

y las ciencias cognitivas.


José Antonio López Cerezo es catedrático de Lógica y Filosofía<br />

de la Ciencia en la Universidad de Oviedo y Director<br />

del Grupo de Investigación de Estudios Sociales de la Ciencia,<br />

acreditado por la Asociación Nacional de Evaluación de<br />

la Calidad y Acreditación (ANECA) en esta Universidad.<br />

Se formó como investigador en las universidades de Valencia<br />

y Helsinki, con posteriores estancias en universidades<br />

norteamericanas como Pennsylvania State University y Virginia<br />

State University.<br />

Desde hace 20 años ha participado activamente en proyectos<br />

de investigación del Plan Nacional de I+D, el Plan Regional<br />

o la Unión Europea. Desde hace 10 años ha sido investigador<br />

principal de varios proyectos del Plan Nacional.<br />

josé antonio<br />

lópez cerezo<br />

Actualmente es Investigador Principal del proyecto ‘Políticas<br />

de la cultura científica’ del Ministerio de Economía y<br />

Competitividad, que reúne un grupo de investigación interuniversitario<br />

e interinstitucional de unas 20 personas.<br />

Ha sido también director de diversos contratos de investigación<br />

desde principios de los años 90, con organismos<br />

públicos como la Fundación Española para la Ciencia y la<br />

Tecnología, la Organización de Estados Iberoamericanos, la<br />

Secretaría de Educación Pública de México y el Centro de<br />

Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas<br />

(CIEMAT).<br />

Ha publicado en las principales revistas internacionales de<br />

su campo de trabajo, como ‘Technology in Society’; ‘Public<br />

Understanding of Science’; ‘Social Epistemology’, o ‘Science,<br />

Technology and Human Values’.<br />

Es autor o editor de 26 libros y monografías en español o<br />

inglés, en editoriales como Alianza, FCE, Tecnos, Eudeba,<br />

Ariel o Cambridge University Press. Entre sus publicaciones<br />

destacan ‘Ciencia y política del riesgo’ (con J.L. Luján) en<br />

Alianza Editorial; ‘Políticas del bosque’ (con M. González)<br />

en Cambridge University Press, y ‘El triunfo de la antisepsia:<br />

un ensayo en filosofía naturalista de la ciencia’ en Fondo de<br />

Cultura Económica.<br />

Su tema principal de investigación son los estudios sociales<br />

de la ciencia y, dentro de éstos, los estudios sobre comprensión<br />

pública de la ciencia.


Capítulo<br />

01<br />

De Uruguay 1930 a Brasil 2014:<br />

la evolución de las TIC para el<br />

aficionado en los Mundiales de fútbol<br />

Autor: Edgardo Broner


12 | Capítulo 1<br />

RESUMEN<br />

El presente artículo recorre la evolución producida en estos<br />

84 años con la tecnología que en los distintos Mundiales<br />

de fútbol proveía información al aficionado. Cada cuatro<br />

años, millones de personas en todo el planeta fueron notando<br />

los cambios en los medios de comunicación. En el<br />

pasado se construían las imágenes en las mentes a través<br />

de la información parcial transmitida por las radios o los<br />

periódicos. La tecnología fue reduciendo el margen de<br />

sorpresas, en parte gracias a que entre dos campeonatos<br />

ahora pueden observarse decenas de partidos de cada jugador.<br />

El telégrafo, la radio, la máquina de escribir, el télex<br />

y el fax fueron algunos pasos de evolución muy lenta. Las<br />

vivencias del público y los periodistas permiten reconstruir<br />

la historia que continuó con la aparición de computadores<br />

personales en la década de 1980 para despegar con los teléfonos<br />

celulares y la masificación de Internet a partir de<br />

los 90. Así cambió radicalmente la calidad y el alcance de<br />

los servicios de noticias, que habían dado un salto gracias<br />

a las velocidades de procesamiento y búsqueda de datos.<br />

Sudamérica vive los Mundiales con el orgullo de exhibir<br />

nueve títulos y de contar con las grandes figuras de este<br />

deporte. Cuando rueda el balón, la pasión incomparable<br />

de su gente pone sus banderas por encima de las potencias<br />

en los otros rubros, aunque en materia tecnológica las<br />

novedades lleguen más tarde y a un porcentaje bajo de su<br />

población. Nuestra región tuvo sus propios tiempos y a lo<br />

largo de casi un siglo se mantuvo vigente la posibilidad de<br />

compartir en grupos este evento único alrededor de la tecnología<br />

de cada etapa.


<strong>Tecnociencia</strong>, Deporte y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 13<br />

INTRODUCCIÓN<br />

Las Copas del Mundo son un referente en los recuerdos de<br />

la vida de muchísima gente. Las imágenes de la infancia,<br />

las relaciones familiares, los lugares o los hogares, las alegrías<br />

y las tristezas relacionados con algún partido, un gol<br />

o una vuelta olímpica.<br />

Los períodos de cuatro años, con la excepción del paréntesis<br />

entre 1938 y 1950 por la Segunda Guerra Mundial,<br />

también fueron marcando diferencias en el acceso a la información<br />

que manejaban los hinchas. Los cambios menores<br />

sorprendían en los primeros tiempos y los drásticos en<br />

las últimas dos décadas no dejan de asombrar, más todavía<br />

cuando se mira hacia atrás.<br />

Los 84 años de historia del campeonato que atrae las miradas<br />

de todo el mapa comprenden también la evolución<br />

tecnológica que se observa en los extremos del recorrido.<br />

Desde los argentinos que se concentraron frente a las oficinas<br />

del Diario La Prensa para recibir noticias de la final<br />

de Uruguay 1930, hasta los equipos móviles e interacción<br />

por las redes sociales en Brasil 2014, hubo hitos de las Tecnologías<br />

de Información y Comunicación (TIC) que fueron<br />

cambiando la forma de ver el fútbol y la vida. El impacto en<br />

Latinoamérica tuvo características propias.<br />

Las fotos de cada época muestran en las manos de los hinchas<br />

un medio de comunicación que las representa, como<br />

los periódicos, las revistas, las radios, una laptop o un móvil,<br />

con sus distintos modelos y variantes.<br />

El tatarabuelo conservaba algún periódico, se sentaba<br />

alrededor de la enorme radio a escuchar los partidos<br />

con el bisabuelo, entre familiares y amigos. El abuelo<br />

ya tenía una radio más pequeña y se juntaba con los<br />

demás para mirar el Mundial en un viejo televisor blanco<br />

y negro, donde comenzó a disfrutar de los partidos el<br />

padre, antes de deslumbrarse con las pantallas a color y<br />

la posibilidad de grabarlos. Seguía escuchando radio y<br />

leyendo los diarios. Comentó con el hijo la información<br />

novedosa que encontraba en las redes. El hijo veía todo<br />

en su dispositivo móvil mientras compartía sus opiniones<br />

con su grupo en esa misma pantallita.


14 | Capítulo 1<br />

ENTRE RADIOS Y TELÉGRAFOS<br />

La radio había cobrado fuerza en la primera década<br />

del siglo XX en Sudamérica con los primeros antecedentes<br />

en el fútbol ligados a la Copa América, el<br />

torneo de selecciones más antiguo del planeta. En<br />

1920 desde los balcones del edificio del Diario La<br />

Unión de Valparaíso, en Chile, se transmitían las novedades<br />

al público. Dos años después, en Brasil, en<br />

‘A Gazeta’ de Sao Paulo se ubicaron altoparlantes y<br />

en ese mismo torneo se produjo la primera transmisión<br />

para Uruguay. El relator Claudio Sapelli desde la<br />

terraza de la redacción de El Plata, en la tradicional<br />

Plaza Independencia de Montevideo, con un aparato<br />

de 20 watts de potencia transmitía las noticias a los<br />

75 receptores de radio existentes en ese entonces y al<br />

público que estaba frente a la redacción.<br />

En 1924, Argentina recibió a Uruguay en la cancha de<br />

Sportivo Barracas. Ganó 2 a 1, incluyendo una anotación<br />

de Cesáreo Onzari con un lanzamiento de un tiro de esquina.<br />

La reciente medalla de oro de la visita fue la razón para<br />

bautizar esa jugada como ‘gol olímpico’. Esa fue la primera<br />

transmisión desde Buenos Aires por Radio Argentina, que<br />

había iniciado sus actividades en 1920, y quedó marcado<br />

para siempre el nombre de esa jugada. Una sola vez se usó<br />

el término en los Mundiales, gracias al accionar del jugador<br />

colombiano Marcos Coll en 1962.<br />

Uruguay había sido campeón olímpico de fútbol en París<br />

1924 y Ámsterdam 1928, lo que convirtió la curiosidad<br />

que habían despertado esos jugadores desconocidos<br />

en la candidatura para organizar la primera Copa del<br />

Mundo. En el Congreso de Barcelona en 1929, la propuesta<br />

sudamericana prevaleció sobre las de Holanda,<br />

Suecia, Hungría, Italia y España.<br />

El campeonato tuvo grandes espacios en los periódicos<br />

locales La Mañana, El País, El Plata, El Día y El Diario, vespertino<br />

que había sido fundado por Héctor Rivadavia<br />

Gómez, primer presidente de la Confederación Sudamericana<br />

de Fútbol. El lenguaje utilizaba los anglicismos de<br />

entonces para referirse al juego, desde ‘foot-ball’ hasta<br />

‘forward’ o ‘goal-keeper’. Los enviados argentinos mandaban<br />

crónicas y fotografías en los barcos que cruzaban<br />

el Río de la Plata, y la revista El Gráfico planteaba los<br />

temas con un enfoque original.<br />

Y el estilo de transmisión a la distancia, adecuado a la tecnología,<br />

se había evidenciado en la Copa América de 1929<br />

en Buenos Aires, cuando Paraguay logró un gran triunfo<br />

3-0 ante los campeones olímpicos. El Teatro Municipal de<br />

Asunción se llenó para escuchar al relator Juan Ramón Domínguez,<br />

conocido como ‘Pacú’, que estaba ubicado detrás<br />

del telón con su micrófono y recibía las noticias por telegramas<br />

e inventaba el resto de las acciones con una audiencia<br />

que estallaba de alegría.<br />

La recepción de la información era colectiva. Los pocos<br />

aparatos de radio atraían a todos los interesados cercanos.<br />

Mucha más gente se reunía en lugares públicos esperando<br />

las novedades.<br />

Cuando los uruguayos se consagraron en 1930<br />

frente a Argentina, los parlantes en la Avenida<br />

de Mayo de Buenos Aires, donde se encontraba<br />

el edificio del Diario La Prensa, concentraron<br />

multitudes. Hubo incidentes al terminar el partido<br />

con la derrota 4-2. La indignación fue consecuencia<br />

del escenario complementado con la imaginación a<br />

la que quedaba abierta la información limitada.<br />

De esa misma manera se vivía cada encuentro fuera del<br />

estadio en Montevideo, alrededor de las redacciones de<br />

los periódicos, reproduciendo la transmisión de la flamante<br />

emisora Sodre.<br />

Las selecciones europeas navegaron durante dos semanas<br />

en el barco Conte Verte, donde también viajó el presidente<br />

de la FIFA, Jules Rimet, con el trofeo. La delegación de<br />

Yugoslavia demoró 21 días. Para la final zarparon 5 mil<br />

hinchas argentinos, pero unos 3 mil no pudieron llegar a<br />

tiempo por la niebla que complicó al vapor Duilio.<br />

No había espectáculos artísticos que rodearan a los partidos,<br />

aunque nada menos que Carlos Gardel cantó en la<br />

víspera de las dos concentraciones. El entonces jugador argentino<br />

Francisco Varallo recordaba que el artista le cantó


<strong>Tecnociencia</strong>, Deporte y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 15<br />

a cada uno de los futbolistas y que jugaban a la lotería con<br />

él. La fama de ‘El Morocho del Abasto’ era enorme en un<br />

mundo de comunicaciones lentas, entre discos, radio y la<br />

repercusión de sus conciertos y películas.<br />

Las únicas personas que vieron las acciones de esa final<br />

fueron los 68.346 espectadores presentes en el Centenario.<br />

Si bien es la cifra oficial, el mismo ente rector del<br />

fútbol estima que pudo haber habido 90 mil. A lo largo<br />

del campeonato hubo 434.500 asistentes. Ese rubro ha<br />

crecido apenas 9 veces por las limitaciones físicas de las<br />

tribunas, donde hoy cada espectador representa a otros<br />

50 mil que siguen el juego al mismo tiempo en sus pantallas.<br />

Casi un estadio detrás de cada butaca. En los torneos<br />

del siglo XXI, la mitad de la población del planeta<br />

observa cada final por televisión.<br />

Los siguientes dos campeonatos, Italia ´34 y Francia ´38,<br />

fueron los últimos antes del receso que ocasionó la Segunda<br />

Guerra Mundial. Uruguay no participó en aquellos<br />

como represalia a que los europeos se habían negado a<br />

viajar a Montevideo. Los barcos navegaron en el sentido<br />

contrario. Argentina y Brasil representaron a Sudamérica<br />

y regresaron tras un partido, porque el sistema era de<br />

eliminación directa.<br />

Los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936 dieron fuertes<br />

indicios de la guerra que se avecinaba. El gran fútbol<br />

peruano de entonces remontó la ventaja austríaca de 2<br />

goles y el empate llevó a tiempo suplementario, en el<br />

que se impusieron 4-2. Luego los europeos reclamaron<br />

porque había habido una invasión de los suplentes en<br />

las celebraciones. Se decidió que se repitiera el partido.<br />

A Lima llegaban las noticias a la sede del Diario El<br />

Comercio y se produjeron manifestaciones. Perú retiró<br />

su delegación y Sudamérica se solidarizó, esto alteró la<br />

participación en Francia 1938, que solo contó con Brasil,<br />

que ha estado presente en los 20 Mundiales. Los telegramas<br />

eran la forma de comunicación de estas decisiones.<br />

En Berlín el oro también había sido para Italia.<br />

En 1938 los jugadores italianos recibieron un<br />

mensaje telegráfico de Benito Mussolini: “Vencer<br />

o morir”. El conflicto mundial era inminente y el<br />

público francés hizo fuerza contra Italia. Sorprende<br />

el recuerdo de la presencia de Cuba, que superó los<br />

octavos de final.<br />

FÚTBOL EN PAZ<br />

El regreso a la competición en 1950 fue en Brasil, único candidato.<br />

La radio tenía un papel fundamental en la vida de<br />

las familias. La tradición de narradores uruguayos, ligada a<br />

los logros de los primeros certámenes, tuvo su cumbre en<br />

el ‘Maracanazo’. El registro de la voz ronca de Carlos Solé se<br />

convirtió en una referencia. Así describió el gol del triunfo,<br />

marcado por Alcides Ghiggia: “Pérez avanza, le cruza la<br />

pelota a Ghiggia. Ghiggia se le escapa a Bigode. Avanza<br />

el veloz puntero derecho uruguayo. Va a tirar. Tira. Goool,<br />

goool, goooool, goooooool uruguayo... A los 34 minutos,<br />

El técnico italiano Vittorio Pozzo, bicampeón mundial,<br />

marcó un precedente que iban a seguir muchas décadas<br />

después sus colegas: dirigirse al público en un medio de<br />

comunicación. Escribió para el Diario La Stampa tras la primera<br />

consagración y lo repitió en la segunda.


16 | Capítulo 1<br />

anotando el segundo tanto... Uruguay 2 Brasil 1” (Maracanazo,<br />

YouTube, 2010). Se conserva un registro fílmico que<br />

eriza la piel, aún con sus imágenes difusas entrecortadas.<br />

Cuando terminó el partido, Solé proclamó que Uruguay<br />

era campeón del mundo por cuarta vez, ya que los dos títulos<br />

olímpicos se suman en las cuentas celestes. Inmediatamente<br />

la gente salió de sus casas, sin apagar las radios,<br />

para llenar de emoción las calles montevideanas.<br />

Ghiggia contó que recién ese día conocieron el Maracaná y<br />

que no sabían nada de sus rivales a lo largo del torneo. La<br />

tecnología iba a acercar imágenes muchos años después.<br />

En el ínterin había informantes y los técnicos solían viajar a<br />

espiar a sus adversarios cuando se trataba de una final o un<br />

partido muy importante.<br />

Los vuelos transatlánticos ya facilitaban los traslados de los europeos,<br />

aunque en esta ocasión Italia prefirió hacerlo en barco<br />

por el reciente accidente de Superga, en el que habían fallecido<br />

los integrantes del Torino en 1949.<br />

Fue el debut de Inglaterra en las Copas del Mundo. El equipo<br />

que representaba a los inventores del fútbol compitió por<br />

primera vez y perdió 1 a 0 frente a Estados Unidos. La sorpresa<br />

fue tal, que la noticia recibida en Londres tuvo como<br />

respuesta telegráfica un “Repeat, please”. Y un periódico británico<br />

supuso que se trataba de un error e informó que el<br />

resultado había sido Inglaterra 10 - Estados Unidos 1.<br />

PRIMERAS PANTALLAS<br />

Suiza 1954 marcó la llegada de la televisión. El 16 de junio,<br />

las imágenes del partido entre Francia y Yugoslavia, desde<br />

el estadio La Pontoise de Lausana, indicaron el comienzo<br />

de una era. Dicen que la transmisión llegó a 4 millones de<br />

espectadores, a través de los enormes televisores a válvula,<br />

con armazón de madera y pantallas de 14 pulgadas, en<br />

ocho países europeos (Francia, Inglaterra, Bélgica, Italia, Dinamarca,<br />

Holanda, Suiza y Alemania) que se asociaron para<br />

ofrecer en directo tres sucesos de 1954: una entrevista con<br />

el Papa Pío XII, la salida de la carrera ‘Las 24 horas de Le<br />

Mans’ y 9 encuentros de la Copa del Mundo. De esta sociedad<br />

surgió Eurovisión. Una aparatosa cámara cúbica al pie<br />

del campo y otra en la tribuna registraban las acciones.<br />

El gol de Milos Milutinovic a los 15´ con un disparo cruzado fue<br />

el primero en verse en directo en los hogares. El balón levantó<br />

un rastro de cal al pasar por encima de la línea. Yugoslavia<br />

superó a Francia 1-0. En el marcador del estadio, las enormes<br />

agujas de un reloj Omega mostraban el tiempo.<br />

El gran favorito era Hungría, porque se sabía de sus antecedentes<br />

asombrosos, como un brillante 6-3 a Inglaterra en<br />

Wembley, y un posterior 7-1 en Budapest. Todos los pronósticos<br />

indicaban que en la final iban a volver a ganarle<br />

a Alemania, como había sucedido con el 8-3 de la primera<br />

fase, más todavía cuando se pusieron en ventaja 2-0.<br />

El relato del alemán Herbert Zimmermann describió el ‘Milagro<br />

de Berna’, cuando el juego estaba 2-2: “Quedan todavía<br />

seis minutos en el estadio Wankdorf de Berna. Ninguno<br />

tambalea. La lluvia cae con fuerza incesantemente, es difícil<br />

ver… Alemania avanza por el costado izquierdo con Schäfer.<br />

El pase de Schäfer a Morlock es despejado por los húngaros.<br />

Y Bozsik, de nuevo Bozsik, se hace con el balón. Pero<br />

esta vez lo pierde, ante Schäfer. Schäfer centra, despejan de


<strong>Tecnociencia</strong>, Deporte y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 17<br />

cabeza, Rahn debería disparar desde atrás, ¡Rahn dispara!<br />

¡Gooool! ¡Gooool! ¡Gooool! ¡Goool! Alemania 3, Hungría 2…<br />

Cuatro minutos y medio de dedos cruzados necesitamos en<br />

Wankdorf... ¡Terminó! ¡Terminó! ¡Terminó! ¡El partido terminó!<br />

Alemania es campeón. Le ganó a Hungría 3 a 2 en la<br />

final en Berna” (Final 1954, YouTube, 2013).<br />

En los años ´50 los primeros televisores en<br />

Latinoamérica reunían a los vecinos. Inicialmente<br />

se podía ver un solo canal y cuando apareció una<br />

segunda señal surgió una novedosa discusión<br />

entre los que querían ver un programa y quienes<br />

preferían el otro.<br />

Según la FIFA, en Suecia 1958 por primera vez la competición<br />

recibió cobertura televisiva internacional y el<br />

mundo entero pudo presenciar la maestría de las estrellas<br />

del fútbol moderno. La transmisión llegó a 63 países. La<br />

inversión de Telefunken para la difusión fue de 300 mil<br />

dólares. Además de los 150 periodistas acreditados y 300<br />

técnicos, hubo 100 camarógrafos de cine que grabaron<br />

alrededor de 100 km de películas. Los profesionales acreditados<br />

iban a llegar a 19.500 en 2014.<br />

La aparición de Pelé, con 17 años, asombró al mundo. Lo conocían<br />

en su país y ya había enfrentado a Argentina. Garrincha<br />

fue otra gran figura que hacía su presentación. Eran magos<br />

del balón desconocidos para los espectadores europeos.<br />

Chile salió adelante del devastador terremoto de 1960 y organizó<br />

la Copa dos años después. Fue el punto de partida para<br />

la masificación de la televisión en el país. En no más de 20.000<br />

aparatos, 300 mil personas siguieron el partido por el tercer<br />

puesto en el que la selección local derrotó a Yugoslavia. Los<br />

hogares se convirtieron en pequeños estadios. El Canal 13<br />

contaba con un móvil y dos cámaras dedicadas al evento.<br />

Las radios portátiles marcaron otra manera de vivir los<br />

juegos en esa década. La gente seguía las acciones desde<br />

donde estuviera, caminando o en los vehículos mientras<br />

se trasladaban. Se empezaron a llevar a los estadios, momento<br />

en que los relatores sintieron la presión de ser<br />

más fieles a la realidad.<br />

En Inglaterra 1966 las transmisiones alcanzaron a 400 millones<br />

de personas en todo el mundo. Comenzaba la televisión<br />

satelital, aunque la mayoría de la población en Latinoamérica<br />

seguía los partidos por radio y veía los videos<br />

dos o tres días después, ya que se enviaban por avión. La<br />

indignación de los argentinos y uruguayos, eliminados en<br />

cuartos de final por arbitrajes sospechosos, debió esperar<br />

para ver las imágenes que confirmaron lo adelantado por<br />

los relatores.<br />

SATÉLITES Y COLORES AL UNÍSONO<br />

México 1970 marcó un cambio trascendental para nuestro<br />

continente, que pudo ver los juegos en directo. El aburrido<br />

0-0 inaugural entre México y la Unión Soviética generó la<br />

apasionante coincidencia de mirarlo al unísono en todo<br />

el globo. La exhibición brasileña en el 4-1 final sobre Italia<br />

dejó un tema de conversación que unió al mundo. Fue<br />

además la primera Copa con transmisiones a color para<br />

algunos países.<br />

Argentina de Televisión a Color (ATC) fue creada para el<br />

Mundial de 1978, con sede en el mismo país, aunque irónicamente<br />

en este la transmisión fue en blanco y negro.<br />

En Sudamérica se estaban definiendo los sistemas a utilizar,<br />

entre las variantes del PAL alemán o el NTSC de Estados<br />

Unidos. En Venezuela no se había tomado la decisión,<br />

pero había miles de aparatos adquiridos. El Gobierno no<br />

había autorizado las transmisiones a color por lo que se<br />

filtró la señal recibida. De inmediato surgió la venta de<br />

‘antifiltros’, dispositivos que se conectaban en las casas<br />

para recuperar el color, lo que generaba una imagen de<br />

baja calidad pero colorida.<br />

La dictadura de entonces en Argentina buscó en el Mundial<br />

un elemento para ocultar sus atrocidades. A 500 metros<br />

del estadio de River Plate, donde se jugó la final, estaba la<br />

Escuela de Mecánica de la Armada, donde se torturaba y<br />

asesinaba. La información solo circulaba en voz baja.<br />

La tradición local de saludar la entrada de su equipo lanzando<br />

papelitos había sido prohibida, pero la gente ocultaba<br />

periódicos debajo de la ropa y cada aparición de la<br />

selección albiceleste fue recibida por una nube de recortes.<br />

Era el antiguo sistema de comunicación de la rebeldía.


18 | Capítulo 1<br />

El fenómeno de reuniones familiares extendidas alrededor<br />

de un altavoz, una radio o un televisor se generó también<br />

con los aparatos a color, que todavía no eran masivos. Para<br />

España ´82 ya se vieron en los hogares latinoamericanos<br />

los colores del campo de juego y los partidos se grababan<br />

en videocasetes. También habían surgido las pantallas gigantes<br />

con su poder de convocatoria.<br />

El recuerdo del segundo gol de Diego Maradona ante Inglaterra<br />

en México ´86 vive en el video visto millones de veces, pero<br />

su música es la del relato radial de Víctor Hugo Morales. La radio<br />

seguía sobreviviendo. Morales lo contó así:<br />

“Arranca por la derecha el genio del fútbol mundial, deja<br />

el tendal y va a tocar para Burruchaga. Siempre Maradona<br />

¡Genio!, ¡Genio!, ¡Genio! ¡Tá-tá-tá-tá-tá-tá!! ¡¡¡Goooooollllll!!!…¡Quiero<br />

llorar!, ¡Dios Santo!, ¡Viva el fútbol!, ¡Golazo!,<br />

¡Diego!, ¡Maradona...Maradona!, en una corrida memorable,<br />

en una jugada de todos los tiempos, Barrilete cósmico, ¿de<br />

qué planeta viniste? Por eso se cayó tanto inglés. Para que<br />

el país sea un puño apretado gritando Argentina. Argentina<br />

2, Inglaterra 0. ¡Diegol! ¡Diegol! ¡Diego Armando Maradona!<br />

Gracias Dios por el fútbol, por Maradona, por estas<br />

lágrimas… Por este Argentina 2, Inglaterra 0…” (Argentina<br />

– Inglatera en México ‘86, YouTube, 2012).<br />

El fax marcó un hito. Se podía enviar hojas escritas<br />

y se recibían como si fueran fotocopias. Eso aceleró<br />

los tiempos para imprimir diarios y revistas, que<br />

obtenían más rápido el material.<br />

La tecnología llevó a las casas juegos en los que los jóvenes<br />

simulan los partidos con menos necesidad de imaginación<br />

y tienen licencia de la FIFA. A Pelé se lo vio jugar por televisión<br />

en muchos países en sus últimos años de carrera.<br />

Maradona aparecía todos los meses, muchas veces dependiendo<br />

del partido que se televisara desde Italia. Hoy,<br />

las apariciones de Messi y otros ídolos se ven en todo el<br />

mundo, pero además sus imágenes están presentes cada<br />

día en los videojuegos.<br />

REDES MÁS ALLÁ DE LOS ARCOS<br />

Los años 90 marcaron un cambio en la sociedad con la incorporación<br />

de las TIC a los distintos ámbitos de la vida.<br />

Estados Unidos ´94 significó un salto tecnológico. Cuando<br />

se anunciaban las novedades del Mundial se hablaba de la<br />

última tecnología señalando redes de computadoras, multimedia<br />

y comunicaciones de fibra óptica de alta velocidad.<br />

Los computadores personales fueron la revolución de los<br />

80 y en los hogares se comenzaba a editar textos, usando<br />

también herramientas para cálculos y programas de aplicaciones<br />

caseras.<br />

El venezolano Juan José Vidal fue el Vicepresidente de Tecnología<br />

de la Copa y advirtió el desafío que encontraron: “Nadie<br />

estaba preparado para la dimensión de la tarea de generar un<br />

entorno de trabajo para un evento del tamaño del Mundial”.<br />

En cada Mundial se multiplicaban los balones en las calles.<br />

El acercamiento a los Mundiales provenía de publicaciones<br />

especiales y de la visión lúdica. Los metegoles o futbolines<br />

fueron quedando relegados por los juegos de video. México<br />

1986 coincidió con la fiebre de los videojuegos Atari, Nintendo<br />

y Sega. Las antiguas barajitas (laminitas o ‘monas’) se<br />

masificaron a través de Panini, que tiene exclusividad con<br />

la FIFA y ya ha producido 15.000 millones de figuritas de<br />

fútbol. Las camisetas de los equipos se fueron convirtiendo<br />

en la indumentaria más común en las calles. En Venezuela<br />

los espacios libres recibían miles de jugadores ocasionales<br />

de un deporte que normalmente practicaba una minoría.


<strong>Tecnociencia</strong>, Deporte y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 19<br />

Se desarrolló un servicio de noticias de la Copa del Mundo<br />

(World Cup News Service) dirigido a los 7.500 periodistas<br />

acreditados, pero también al alcance de los poseedores<br />

de las 3.600.000 entradas. Se ofrecía una interfaz amigable<br />

con acceso a la información de los partidos, las estadísticas<br />

y datos de los futbolistas. La base de datos contenía<br />

la historia de los Mundiales previos y todos los jugadores<br />

que habían participado. Había fotos y videos, además de<br />

ofrecer un sistema de correo electrónico entre los representantes<br />

de los medios y la familia del fútbol presente.<br />

La tecnología de bases de datos fue abriendo posibilidades<br />

que pocos años antes eran impensadas y comenzó<br />

una etapa en que cada vez más información era accesible<br />

a mayor velocidad. El servicio aportaba las estadísticas actualizadas<br />

durante los partidos a través de un circuito cerrado<br />

de televisión para quienes transmitían. Y se ofrecía al<br />

público en general el acceso mediante la red CompuServe.<br />

La visibilidad que ofrecía la Copa del Mundo a sus empresas<br />

asociadas generó convenios con Sun Microsystems,<br />

que facilitó los computadores para la red, Sprint International,<br />

proveedor de las comunicaciones con fibra óptica, y<br />

EDS, integradores y diseñadores del software.<br />

La palabra Internet no se mencionaba en ninguna<br />

de las comunicaciones, si bien el concepto estaba<br />

latente. El anuncio que presentó a FIFA.com se<br />

produjo el 16 de noviembre de 1995.<br />

El comunicado anunciaba: “Las últimas informaciones de la<br />

Copa del Mundo y otras competiciones de la FIFA, el ranking<br />

mundial actualizado, notas de prensa y las reglas del<br />

juego están ahora disponibles para los fanáticos del fútbol<br />

que naveguen en Internet… FIFA On-Line puede accederse<br />

ahora en http://www.fifa.com en la red”.<br />

El anuncio expandía al público el flujo de información que<br />

había comenzado a llegar a los medios. Inicialmente se<br />

ofreció en inglés, con prontas versiones en español y francés.<br />

Ya se adelantaba que contendría los archivos de los<br />

torneos y foros. Se abrió también un canal para responder<br />

cientos de consultas. Fue una continuación de la experiencia<br />

del equipo de tecnología de 1994, ahora en la compañía<br />

en - línea.<br />

Los teléfonos celulares de gran tamaño abrieron nuevas<br />

posibilidades de comunicación en la extensa geografía de<br />

los Estados Unidos. Ya estaban disponibles para pocos en<br />

Italia ´90 y para el ´94 se amplió su cobertura. Las llamadas<br />

en conferencia se llevaron a las transmisiones de radio, con<br />

periodistas desde distintas ciudades.<br />

Al mismo tiempo, se visualizaron las necesidades tan variadas<br />

de los usuarios de distintos países, una realidad que<br />

se fue manteniendo con vaivenes en la evolución tecnológica.<br />

Unos llevaron los primeros computadores portátiles,<br />

otros hacían cola frente a los equipos para compartir y<br />

había quienes necesitaban hacer una llamada por cobrar<br />

para pasar un fax. Eran las realidades de las diferentes naciones<br />

participantes.<br />

El ranking de la FIFA se utiliza desde 1993 con el desafío<br />

de cuantificar un deporte que no hace fácil su relación con<br />

los números. Se basa en los resultados de las selecciones<br />

en los últimos cuatro años, dándole un mayor peso a los<br />

puntos logrados frente a equipos de continentes más competitivos,<br />

siempre con el cuidado diplomático de evitar<br />

grandes diferencias. Su valor relativo es apuntalado por el<br />

ente rector ya que lo ha utilizado para determinar las cabezas<br />

de serie de los Mundiales y en 2014 fue el único factor<br />

considerado con este propósito.<br />

El número de tiros de esquina era la referencia más fácil<br />

de contabilizar para indicar el supuesto dominio de un<br />

equipo, pese a que sobran ejemplos de resultados que le<br />

quitan valor. La tecnología facilitó los cálculos de otros<br />

parámetros, como el porcentaje de posesión de balón o<br />

los aciertos en los pases de cada jugador. En esta línea,<br />

la sabermetría ha enriquecido la información sobre cada<br />

pelotero y equipo en el beisbol y se ha intentado llevarla<br />

al fútbol, con las dificultades de la dependencia que<br />

tienen del entorno las acciones de los jugadores. Sus kilómetros<br />

recorridos, los porcentajes de pases acertados<br />

y la dirección de los mismos o los balones recuperados<br />

son algunos factores que pueden ayudar a evaluar su


20 | Capítulo 1<br />

rendimiento. Los mapas térmicos permiten conocer las<br />

zonas y recorridos de los futbolistas en el campo, mientras<br />

tecnologías como la víbora permiten saber el ritmo<br />

cardíaco, el tipo de pisada de los jugadores o el calor<br />

corporal, entre otros factores. Francia 1998 ofreció novedades<br />

al instante con la masificación de Internet de banda<br />

ancha. La información en papel seguía siendo necesaria<br />

pero comenzaba la curva descendente de su uso.<br />

La impresión de periódicos con tecnología digital fue mejorando<br />

la actualidad de la información. Las ediciones para<br />

ciudades lejanas a las imprentas se cerraban muy temprano,<br />

para transportarlas a tiempo a los kioscos, y los lectores<br />

leían resultados antiguos, lo que fue perdiendo sentido. La<br />

impresión distribuida fue una solución para quienes tenían<br />

esos equipos. El diario argentino Olé instaló su redacción<br />

en París durante la Copa e incluso imprimió una edición<br />

para quienes estaban en territorio francés.<br />

La primera participación de Japón encandiló con flashes en<br />

las tribunas. Esas cámaras se reemplazaron por celulares y actualmente<br />

cada espectador es una fuente de videos propios.<br />

Los festivales de fanáticos tuvieron su explosión en 1998.<br />

Las pantallas gigantes agrupaban a miles, incluso en<br />

las mismas ciudades en las que se jugaban los partidos.<br />

Coincidió con el colapso de las entradas ya que las agencias<br />

de viajes habían comprometido un número grande<br />

para la final, pero se agotaron porque la jugaron Francia<br />

y Brasil, superando la mayor demanda imaginada. Hubo<br />

cientos de denuncias.<br />

Desde entonces la FIFA se hizo cargo de la distribución de<br />

entradas, que se otorgan por sorteos entre las solicitudes<br />

por Internet, en promedio 10 veces mayor que lo disponible.<br />

Los tickets se personalizaron con la idea de que fueran<br />

intransferibles para evitar la reventa, pero jamás se controló<br />

la identificación de quienes ingresaban a los estadios.<br />

CIBERMUNDIALES<br />

En Corea-Japón 2002 se contaba con Internet inalámbrico,<br />

cuando el uso de la red ya era habitual en casas de muchos<br />

países. Yahoo! adquirió los derechos exclusivos para el<br />

streaming en directo de los partidos. La información seguía<br />

encontrando caminos directos hacia el público. Desde<br />

hacía un tiempo figuras como el brasileño Ronaldo se comunicaban<br />

con los fanáticos por su propio sitio web.<br />

En Alemania 2006 el sistema televisivo para pantallas de formato<br />

rectangular permitió ganar un 33 por ciento más de<br />

imagen. La tecnología 2G era sinónimo de velocidad para la<br />

telefonía móvil. Se ofrecieron servicios informativos de mensajes<br />

de texto a escala mundial. Se contó con YouTube para ver<br />

la repetición de jugadas, goles, entrevistas y videos históricos.<br />

El trabajo del profesional de la imagen era manual,<br />

no había fotómetros y requería muchos conocimientos.<br />

Se debía medir la luz porque un error mínimo derivaba<br />

en una imagen muy clara o muy oscura.<br />

En Sudáfrica 2010 se transmitieron todos los encuentros en<br />

alta definición (HD). Veinte de ellos fueron emitidos en 3D<br />

y se proyectaron también en salas de cine. Sony tenía su<br />

propia exhibición en Johannesburgo. En el partido entre<br />

Alemania y Uruguay, jugado bajo la lluvia, los televidentes<br />

en tres dimensiones casi sentían las gotas. Los anteojos necesarios<br />

para la visualización dificultaron su masificación.<br />

El de 2010 fue el Mundial de las redes sociales. En las<br />

tribunas los espectadores escribían y mandaban fotos<br />

por sus celulares a través de Facebook y Twitter, con la<br />

posibilidad de seguir además las cuentas de varias de las<br />

figuras. La tentación de compartir el momento distraía<br />

las miradas del campo de juego. La radio seguía vigente,<br />

ahora con la posibilidad de oírla por Internet.<br />

Brasil 2014 se vivió con tecnología 4G, lo que aumentó la<br />

posibilidad de compartir mensajes, fotos y videos. También<br />

se podían ver los partidos en los teléfonos inteligentes.<br />

Había 32 cámaras en cada encuentro.<br />

Otra novedad fue la tecnología 4K HD, ultra alta definición<br />

con una resolución de 3840 × 2160 pixeles. Las transmisiones<br />

se presentaron en salas de teatro. El streaming en vivo<br />

permitió a más espectadores ver con mayor calidad los partidos,<br />

teniendo en cuenta que en Latinoamérica se estima<br />

que hay unos 100 millones de teléfonos inteligentes.


<strong>Tecnociencia</strong>, Deporte y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 21<br />

En el centro internacional de radio y televisión (IBC) hubo<br />

impactantes demostraciones con transmisiones de 8K<br />

(7680 × 4320 pixeles), un adelanto de la tecnología probablemente<br />

disponible para 2022.<br />

EVOLUCIÓN FOTOGRÁFICA<br />

Ricardo Alfieri (padre) viajó a Chile 1962 con 40 placas<br />

para los fogonazos de su vieja cámara, como la que<br />

usaban los fotógrafos en las plazas para los recuerdos<br />

familiares de mediados del siglo pasado. Eso significaba<br />

que iba a sacar 40 fotos en toda la Copa del Mundo, un<br />

número similar al que hoy se toma solamente cuando<br />

salen los equipos a la cancha para un partido.<br />

“El trabajo que realizaba era el de un cirujano preciso,<br />

para decidir el momento justo en el que iba a tomar la<br />

gráfica. Era la labor de un artista, hoy es la de un operador”,<br />

explica su hijo Ricardo, quien cubrió los Mundiales<br />

a partir de Alemania ´74. En un partido de esa Copa en<br />

Stuttgart debió abandonar su posición, algo prohibido<br />

en la actualidad, para pasarle un rollo con las primeras<br />

tomas al periodista de su equipo. Era parte de un operativo<br />

para que el material llegara a tiempo al aeropuerto<br />

y poder entregárselo a un pasajero de un vuelo que salía<br />

para Buenos Aires, con la idea de que la recibieran en la<br />

redacción de la revista El Gráfico.<br />

Así se enviaba también el material escrito. Diego Lucero, el<br />

periodista que cubrió todos los Mundiales hasta 1994, escribía<br />

sus crónicas diariamente y las iba acumulando hasta<br />

que apareciera un viajero dispuesto a colaborar. La calidad<br />

de su trabajo, desde las teclas de su máquina de escribir<br />

mecánica, despertaba interés todavía varios días después.<br />

En ese entonces no había tecnología disponible para transmitir<br />

las fotos. Los reporteros gráficos instalaban un laboratorio<br />

para revelar en los baños de sus hoteles, donde tapaban<br />

las ventanas para que no entrara luz. Mientras los periodistas<br />

solían compartir sus habitaciones con un colega, los fotógrafos<br />

generalmente estaban solos por ese motivo. Enviaban<br />

diapositivas o negativos a color. Viajaban con una maleta de<br />

20 kilos con líquidos reveladores, fijadores y tambores.<br />

Las primeras transmisiones de fotos se realizaron con equipos<br />

costosos que solamente tenían las agencias internacionales<br />

de prensa, a las que algunos medios les alquilaban.<br />

Parecían un escáner con un rodillo y un haz de luz recorría<br />

la foto, 15 minutos que podían extenderse a una hora<br />

por cada una. Si se cortaba la conexión telefónica, había<br />

que empezar de nuevo porque salían manchas blancas.<br />

“Una vez demoramos 30 horas para pasar 15 fotos desde<br />

México”, recuerda Alfieri (h).<br />

Fue una mejora por la inmediatez, pero no en calidad. Si<br />

se enviaban los originales en avión el resultado era mucho


22 | Capítulo 1<br />

mejor. Para la Copa de 1994 aparecieron las primeras<br />

cámaras digitales, lentas y costosas, a unos 27 mil dólares<br />

de entonces. Solo las grandes agencias las tenían.<br />

Entonces comenzó a eliminarse el revelado y el copiado,<br />

con sus respectivos costos. Fueron mejorando año tras<br />

año, en aspectos como la calidad del color y agilidad<br />

para el foco, como se percibió en Francia ´98.<br />

Los modelos, que tenían vigencia de cinco años, comenzaron<br />

a variar cada seis meses. La alta resolución que se consigue<br />

actualmente acabó con el trabajo de mejorar la calidad,<br />

ya que los resultados<br />

exceden los requerimientos<br />

del papel de fotografía.<br />

El público percibe la inmediatez<br />

de los computadores<br />

tras dos décadas de<br />

transmisiones. Los reporteros<br />

gráficos, que debían<br />

movilizarse hasta el centro<br />

de prensa para transmitir,<br />

a partir de 2006 tienen<br />

conexión desde la cancha.<br />

Como contrapartida, el<br />

envío se dirige a la agencia,<br />

donde se hace la edición,<br />

por lo que el autor pierde<br />

el control de su foto.<br />

La digitalización de las<br />

fotos cambió la fuerza de<br />

la imagen como testimonio,<br />

además del arte de<br />

perpetuar el momento<br />

exacto. En la clasificatoria para Italia ´90, Brasil y Chile<br />

jugaron el partido decisivo de su grupo en el Maracaná.<br />

Los visitantes debían ganar para lograr el pase y con la<br />

derrota parcial armaron un acto para intentar obtener<br />

los puntos fuera de la cancha. El arquero Roberto Rojas<br />

quedó tendido en el área cuando cayó una bengala proveniente<br />

de la tribuna. Se lo vio sangrar y el equipo se<br />

retiró del campo ya que el juez no quería suspender el<br />

cotejo. Una fotografía de Ricardo Alfieri (h) publicada en<br />

El Gráfico demostró que la explosión no se había producido<br />

en el sitio en el que estaba el arquero, sino unos<br />

metros más atrás.<br />

La FIFA la usó como documento para confirmar la victoria<br />

brasileña y suspender de por vida al portero. El arte de la<br />

foto ‘El abrazo del alma’, de Alfieri (p), tenía la precisión del<br />

momento en el que un muchacho sin brazos se acercaba<br />

al abrazo de festejo entre Ubaldo Fillol y Alberto Tarantini<br />

al consagrarse en Argentina ´78. Las herramientas de edición<br />

pueden alterar cualquier testimonio, por lo que las<br />

fotos dejaron de serlo.<br />

LA VISIBILIDAD<br />

DEL ARBITRAJE<br />

En Inglaterra ´66 los locales<br />

se midieron con Argentina<br />

en cuartos de final. El<br />

árbitro alemán Rudolph<br />

Kreintlein fue el único que<br />

supo el motivo por el que<br />

expulsó al capitán de los<br />

sudamericanos Antonio<br />

Rattín. 40 años después,<br />

en la final de Alemania<br />

2006, el juez argentino<br />

Horacio Elizondo no vio<br />

el cabezazo de Zidane al<br />

pecho de Materazzi, que<br />

fue clarísimo para 2.000<br />

millones de televidentes.<br />

El cuarto árbitro, el español<br />

Luis Medina Cantalejo,<br />

le avisó de la gravedad y<br />

entonces el francés recibió<br />

la tarjeta roja. El único que no sabía qué había sucedido<br />

era el administrador de justicia.<br />

En el mismo mundial inglés, la final debió ir a la prórroga tras<br />

la igualdad 2-2 entre los anfitriones y Alemania. El tercer gol,<br />

determinante para el único título de Inglaterra, se produjo<br />

con un tiro de Geoffrey Hurst que pegó en el travesaño y picó<br />

muy cerca de la línea de meta. El árbitro suizo Gottfried Dienst<br />

validó el tanto.


<strong>Tecnociencia</strong>, Deporte y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 23<br />

En Sudáfrica 2010, se encontraron los mismos rivales en octavos<br />

de final. Un disparo de Steven Gerrard tuvo una trayectoria<br />

similar y el uruguayo Jorge Larrionda consideró que el<br />

balón no había ingresado al arco. Las repeticiones por televisión<br />

le mostraron a millones que sí había sido gol.<br />

Las lentas deliberaciones de la IFAB (International Football<br />

Association Board) recién aprobaron la tecnología de la línea<br />

de gol para Brasil 2014, cuando la historia ya acumulaba<br />

varias situaciones en las que el ojo humano había apreciado<br />

de manera incorrecta la acción. Los procedimientos alrededor<br />

del arbitraje llevan a la justicia en el campo de juego a<br />

una velocidad que aumenta cada vez más la brecha tecnológica<br />

con su entorno.<br />

El sistema de tecnología de la línea de gol está equipado<br />

con 14 cámaras. En menos de un segundo, una unidad central<br />

de control envía al reloj del árbitro una señal de radio<br />

codificada que indica visualmente y mediante vibración<br />

que el balón ha ingresado completamente en el arco.<br />

El árbitro e instructor inglés Ken Aston se inspiró en un<br />

semáforo tras las confusiones sobre las amonestaciones<br />

en 1966. Notó que ese sistema de colores podría<br />

clarificar a los jugadores y al público. Así se usaron las<br />

tarjetas amarillas y rojas a partir de México ´70.<br />

En 1974 comenzaron a usarse los carteles para indicar los<br />

números de los jugadores en las sustituciones, luego reemplazados<br />

por los electrónicos. Para señalar los minutos de<br />

reposición, en Estados Unidos ´94, los jueces levantaban<br />

un brazo mostrando con los dedos esa cantidad. En los siguientes<br />

torneos se usaron también los carteles digitales.<br />

La comunicación entre el juez y sus asistentes tuvo como<br />

primer paso un botón en el banderín que se traducía en un<br />

sonido para que el árbitro prestara atención. Los intercomunicadores<br />

mejoraron el trabajo de equipo a partir de 2002.<br />

CONCLUSIONES CON FACTOR COMÚN<br />

El anuncio de la televisión de ultra alta definición en 8K para<br />

el Mundial 2022 marca el camino de la industria en la búsqueda<br />

de la mejor resolución, compitiendo con las tabletas<br />

y móviles que permiten mirar en directo los juegos con calidad<br />

cada vez mayor. El esfuerzo para que los televisores<br />

mantengan la delantera en la carrera por las mejores imágenes<br />

toma como ejemplo la caída de la industria discográfica,<br />

absorbida por los equipos multimedia. Los partidos en las<br />

pantallas se percibirán tal como si se estuviera en la mejor<br />

ubicación de las tribunas, con la posibilidad de mirar el<br />

sector del campo que uno prefiera y las ventajas de moverse<br />

virtualmente a distintas ubicaciones. La facilidad creciente<br />

para ver los partidos grabados, a cualquier hora y desde<br />

cualquier lugar, pierde atractivo por el fenómeno colectivo<br />

que genera mirar los eventos en vivo.


24 | Capítulo 1<br />

Las tendencias se alteran por las disputas en las que el<br />

mercado adopta unos productos y desecha otros, variando<br />

los pronósticos. La idea de que el futuro es el<br />

presente, pero muy pocos lo están viviendo, ayuda a<br />

observar los dispositivos de punta, aunque solamente<br />

algunos se convertirán en masivos. Las próximas Copas<br />

tendrán más televidentes, todos con mejores imágenes,<br />

por más que las novedades para unos serán los modelos<br />

que otros dejaron de usar.<br />

Todavía en tiempos de la llamada tercera plataforma,<br />

basada en la digitalización, se anuncia la entrada en la<br />

cuarta, con los robots para servicios, vehículos sin conductores<br />

humanos y teléfonos más inteligentes para pedidos<br />

o pagos, que confluirán en los estadios. Las colas<br />

para comprar alimentos en Brasil 2014 ocasionaban que<br />

la mitad de las butacas estuvieran vacías en los primeros<br />

minutos de los segundos tiempos. En próximas versiones<br />

los productos se entregarán en cada ubicación y, dentro<br />

de no mucho, sin necesidad de que los lleve una persona.<br />

Los nuevos estadios ya fueron presentados como inteligentes,<br />

con características como red de video, Internet,<br />

señalización digital o controles de acceso con tarjetas.<br />

En la última Copa tuvieron la debilidad de la señal inalámbrica<br />

colapsada. Las mejores conexiones pondrán al<br />

espectador en contacto con cada rincón del escenario.<br />

La propuesta de Catar 2022 incluye el antiguo anhelo<br />

humano de alterar el clima. Para atenuar las altas temperaturas<br />

se ha ideado una nube artificial a control remoto, con<br />

una estructura de fibra de carbono, rellena con gas de helio<br />

que le permite flotar, y sostenida por propulsores con energía<br />

solar. El alivio en temperaturas para los espectadores y<br />

protagonistas se traducirá en un mejor espectáculo.<br />

Pese a la resistencia a cambios en el arbitraje, comienza a considerarse<br />

el uso de la repetición instantánea de apoyo al juez,<br />

en caso de consulta, como en otros deportes. Es posible que<br />

en las próximas Copas pueda utilizarse el video para aquellas<br />

faltas en el límite del área, donde al ojo se le dificulta determinar<br />

si el tiro libre directo sancionado deberá ser penal o no.<br />

Copa del Mundo. Los enormes cambios tecnológicos mantuvieron<br />

en común la capacidad de aglutinar a los hinchas.<br />

Los que esperaban impacientes que llegara a un kiosco la<br />

edición de un periódico o los que se reunían a la espera<br />

de novedades que se transmitían por parlantes compartían<br />

la actividad, con sus ilusiones, alegrías y tristezas. Los<br />

costos de cada cambio también convocaban alrededor<br />

de los nuevos dispositivos, como las grandes radios, los<br />

primeros televisores o las pantallas gigantes a color. Cada<br />

medio traía aparejada la emoción de que en ese momento<br />

había millones de personas en casi 200 países siguiendo el<br />

mismo juego.<br />

Las tabletas o teléfonos inteligentes que hoy<br />

concentran en una mano todo lo que sucede en un<br />

torneo también dejan de ser individuales porque<br />

se comparte a través de las redes con amigos en<br />

cualquier sitio.<br />

Los nuevos hitos permitirán sentirse cada vez más adentro<br />

de los estadios, incluso superando en calidad de<br />

visión e información a los privilegiados espectadores. Sin<br />

embargo, el espíritu solidario del juego, junto al interés<br />

común de la gran mayoría de la población del planeta,<br />

asegura que será una actividad compartida. El sonido de<br />

las transmisiones radiales seguirá sobreviviendo como<br />

una música afín al juego, mientras el análisis escrito reposado<br />

mantendrá su refugio de comunicación, así sea con<br />

frases cortas para encontrar eco reflexivo entre el aluvión<br />

de mensajes. Las transformaciones en los modos de expresión<br />

y los nuevos lenguajes mantendrán el valor del<br />

balón como elemento aglutinante. El producto será de<br />

mayor calidad y la pelota seguirá rodando para despertar<br />

las mismas sonrisas en todo el mapa.<br />

La fuerza del balón para unir a gente de diferentes orígenes,<br />

ideas o culturas tiene su máxima expresión en cada


<strong>Tecnociencia</strong>, Deporte y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 25<br />

REFERENCIAS<br />

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B Colombia.<br />

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de Fútbol Estados Unidos ’94. Fondo Editorial Cárdenas<br />

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Fondo Editorial Cárdenas Lares.<br />

• Broner, Edgardo y Chapela, Daniel (2002). Guía del Mundial<br />

de Fútbol Corea-Japón 2002. Fondo Editorial Cárdenas<br />

Lares.<br />

• Cantaro, Eduardo (2010). Historias Mundiales 1930-2010.<br />

• Conmebol (2013). Historia de la Copa América, 3ª edición,<br />

Desde Argentina 1916 hacia Chile 2015. Confederación<br />

Sudamericana de Fútbol.<br />

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• Fayer Wayer (2010), Sudáfrica 2010: La tecnología de transmisión<br />

de los Mundiales de fútbol a través de la historia,<br />

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Crujía.<br />

• Los Angeles Times (1994) THE CUTTING EDGE / Case<br />

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[Consultado<br />

agosto 25, 2014].<br />

CRÉDITOS FOTOGRÁFICOS<br />

• Fotografía página 21: Ververidis<br />

Vasilis / Shutterstock.com


Capítulo<br />

02<br />

La convergencia tecnológica NBIC y su impacto<br />

en el deporte actual y futuro: el caso de la Fórmula 1<br />

NBIC: Nanotecnología, Biotecnología, Tecnologías de la Información y la<br />

Comunicación y Ciencias Cognitivas<br />

Autor: Iván De La Vega


28 | Capítulo 2<br />

RESUMEN<br />

Usted navegará a lo largo de este estudio sobre dos olas que<br />

se interconectarán a través de un hilo conductor como lo es<br />

el deporte. La primera ola abordará el tema de la convergencia<br />

tecnológica NBIC, los cambios que está generando en la<br />

actualidad y el impacto que se vislumbra traerá aparejados<br />

este tipo de integración tecnológica en los próximos años<br />

y décadas. Especialistas en la materia señalan que las NBIC<br />

están impulsando un nuevo cambio de patrón tecnocientífico<br />

de dimensiones colosales que apunta a mejorar cualitativamente<br />

la vida del ser humano. La segunda ola desplaza<br />

el centro de gravedad hacia el impacto que esas tecnologías<br />

están causando en el deporte actual y proyecta las profundas<br />

modificaciones que acarreará en las distintas especialidades<br />

en el futuro cercano. El foco explicativo del estudio<br />

centra la atención en la Fórmula 1, por ser una disciplina deportiva<br />

que genera innovaciones de todo tipo y por esa vía<br />

se avizoran cambios superlativos con la llegada de las NBIC.<br />

INTRODUCCIÓN<br />

La Convergencia Tecnológica se refiere a la sinergia entre<br />

sistemas tecnológicos que previamente funcionaban de<br />

forma separada y al interactuar entre sí crean nuevas posibilidades<br />

en términos de productos y servicios. Pero este<br />

tipo de integración tecnológica no es nueva y la historia<br />

está llena de ejemplos. Las cinco grandes revoluciones<br />

tecnológicas que ha vivido la humanidad explican con claridad<br />

qué países y regiones se beneficiaron con la introducción<br />

de innovaciones que causaron disrupciones y efectos<br />

de dominación de distinta naturaleza por décadas (Pérez,<br />

2004). Más concretamente, invenciones como las del teléfono,<br />

el automóvil, el avión, la computadora, el transistor o<br />

Internet, son algunas de esas que han cambiado el mundo,<br />

desmontando las competencias predominantes en cada<br />

uno de esos momentos.<br />

Algunos especialistas calculan que el conocimiento se está<br />

duplicando aproximadamente cada 4 años y por eso señalan<br />

que estamos en presencia solo de la punta del iceberg<br />

de lo que pronostican que se generará. En esa línea, los<br />

productos y servicios impactarán cada vez con mayor rapidez<br />

al ser humano.<br />

Un cambio tecnológico paradigmático que ha modificado<br />

sustancialmente la vida de las personas en las últimas<br />

décadas se refiere a la tecnología digital (Tecnologías de la<br />

Información y Comunicación - TIC -). Ese proceso se conoce,<br />

entre otras definiciones, como la Era de la Información o la<br />

<strong>Sociedad</strong> del Conocimiento, y forma parte de una gran reflexión<br />

teórico-conceptual actual, pero también se estima<br />

que en poco tiempo estas expresiones quedarán superadas<br />

por otras definiciones que conformarán neo-sociedades,<br />

siendo la clave del asunto, la variable tecnológica<br />

(Allende, 2001).<br />

Cuando nos referimos a la convergencia tecnológica NBIC lo<br />

hacemos para explicar la integración de disciplinas como las<br />

TIC, la nanotecnología, la biotecnología y las ciencias cognitivas<br />

(NBIC, 2005). Es, sin duda, un nuevo orden que traerá<br />

aparejadas nuevas formas de comprensión del mundo. Los<br />

cambios que se avizoran en el mediano plazo, según estimaciones<br />

de los especialistas, son los de mayor relevancia para la<br />

humanidad en toda su historia (Correia, 2004).<br />

El término NBIC se refiere al estudio interdisciplinario de<br />

las interacciones entre sistemas vivos y sistemas artificiales<br />

para el diseño de nuevos dispositivos que permitan<br />

expandir o mejorar las capacidades cognitivas y comunicativas,<br />

la salud y las capacidades físicas de las personas<br />

y en general producir mayor bienestar social (NBIC, 2005).<br />

Su carácter distintivo radica en la contribución sinérgica<br />

de la nanotecnología a las otras tres disciplinas y la fuerte<br />

complementariedad de las cuatro. En la siguiente figura se<br />

aprecian las múltiples interacciones posibles.


<strong>Tecnociencia</strong>, Deporte y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 29<br />

Convergencia tecnológica NBIC<br />

NANOTECNOLOGÍA<br />

BIOTECNOLOGÍA<br />

COGNOTECNOLOGÍA<br />

INFOTECNOLOGÍA<br />

Fuente: De la Vega et al, 2008.<br />

El telón de fondo de estos procesos es una fusión que está<br />

impulsando cambios profundos con impactos que apuntan<br />

a ser cualitativos. Esto es factible por los avances constantes<br />

que permiten empujar la frontera del conocimiento<br />

de forma cada vez más rápida. Los horizontes temporales<br />

al 2020, 2035 y 2050, se vislumbran como tsunamis tecnocientíficos<br />

continuos.<br />

La macro-inversión sostenida que se está realizando en los<br />

países de mayor desarrollo en materia la Investigación y<br />

Desarrollo, más la innovación (I+D+i) en pro de esa gran<br />

convergencia tecnológica NBIC, promete resultados espectaculares<br />

en términos de mejora de las habilidades huma-<br />

nas, funcionamiento de la sociedad global y todo lo que se<br />

refiere a la calidad de vida de las personas. Pero este tipo<br />

de procesos también traen aparejados riesgos que se mencionarán<br />

más adelante.<br />

Las NBIC están impulsando cambios que son estructurales y<br />

que impactan los procesos educativos en los países más avanzados.<br />

El cambio continuo y cada vez más acelerado obliga<br />

a las personas a desaprender para aprender y adaptarse más<br />

rápido a lo nuevo. Ese fenómeno diluye las estructuras de<br />

pensamiento y las organizaciones en su conjunto, afectando,<br />

entre otros, a los sistemas educativos que quedarán obsoletos<br />

si no se adaptan de forma adecuada y rápida.


30 | Capítulo 2<br />

Un escenario factible para la humanidad en las<br />

próximas tres o cuatro décadas es el referido a<br />

los problemas de sustentabilidad que tendrá en<br />

cuanto a demandas de alimentación, trabajo,<br />

vestido, salud y educación con una población que<br />

crecerá sostenidamente.<br />

Esa visión propositiva y casi neutra de las posibilidades<br />

que ofrecen las NBIC colisiona con la realidad y los dilemas<br />

que se están viviendo en el mundo globalizado de<br />

principios del siglo XXI. Las promesas se estrellan con las<br />

disyuntivas que generan la contaminación; el consumo<br />

exagerado y descontrolado de recursos naturales renovables<br />

y no renovables; el desgaste de la capa de ozono;<br />

la hambruna y enfermedades esparcidas por el mundo;<br />

el control por el poder regional y planetario; los conflictos<br />

políticos y religiosos locales, regionales y mundiales,<br />

más el crecimiento sostenido de la población, solo por<br />

mencionar algunos de los problemas más graves.<br />

ESTADO Y DINÁMICAS DE LAS NBIC<br />

Comprender desde una perspectiva cronológica la complejidad<br />

de la convergencia tecnológica NBIC pasa por revisar<br />

la estructuración de los esfuerzos pioneros realizados<br />

por algunos países y regiones en esta materia. Los principales<br />

estudios mundiales que definen a esta nueva forma<br />

de articular capacidades son los siguientes:<br />

• El Informe de la Fundación Nacional para la Ciencia<br />

de los Estados Unidos de América del año 2002<br />

marcó la pauta a escala global en este tipo de estudios.<br />

Dentro de las conclusiones básicas que se desprenden<br />

de este trabajo está la premisa que parte<br />

de la aseveración que indica la emergencia de un<br />

nuevo paradigma que engloba a la nanotecnología,<br />

la biotecnología, las Tecnologías de la Información<br />

y nuevas tecnologías basadas en las ciencias cognitivas.<br />

Esta nueva forma de cooperar en materia de<br />

I+D+i ofrece un amplio abanico de posibilidades<br />

para conseguir avances orientados a mejorar las<br />

capacidades humanas, la productividad nacional,<br />

las industrias, los productos y la calidad de vida en<br />

general (Roco, M. C. & W. S. Bainbridge, 2002).<br />

• El Informe de Canadá del año 2003 tuvo como propósito<br />

indagar cuáles serían los desarrollos emergentes<br />

en ciencia y tecnología para ese país en el largo plazo.<br />

En él se utiliza el término ‘Bio-Systemics’ para describir<br />

la combinación de las siguientes tecnologías: Biotecnología,<br />

Nanotecnología, Tecnologías de la Información,<br />

Ciencias Cognitivas y la Ciencia de los Sistemas.<br />

Este último incluye los “conocimientos y métodos que<br />

pueden ser usados para integrar la información de la<br />

conducta a bajo nivel de comprensión de la conducta<br />

de sistemas complejos” (Drachma-Denarius, 2003).<br />

• El Informe Europeo del año 2004 se distingue enunciativamente<br />

del estadounidense al usar como acrónimo<br />

CTEKs (‘Converging Technologies for the European<br />

Knowledge Society’, equivalente en español a ‘Tecnologías<br />

Convergentes para la <strong>Sociedad</strong> Europea del Conocimiento’)<br />

para referirse a los retos y oportunidades en<br />

materia de investigación y la gestión de la integración<br />

tecnológica en Europa. Se diferencia taxonómicamente<br />

de la concepción sobre la convergencia que en el documento<br />

europeo es más general y no se limita exclusivamente<br />

a las áreas NBIC sino que se extiende a otras<br />

áreas de conocimiento (sociológico, antropológico y<br />

filosófico, entre otras). Así mismo, destaca que las áreas<br />

prioritarias de I+D no son disociables de las características<br />

culturales y sociales de Europa, por lo que es fundamental<br />

el conocimiento de los riesgos y los problemas<br />

éticos que puedan derivarse del desarrollo de estas<br />

áreas (Converging Technologies - Shaping the Future of<br />

European Societies, 2004).<br />

Desde la publicación de cada uno de esos macroestudios<br />

se han venido desarrollando una serie<br />

de iniciativas en los países y regiones que han<br />

impactado de distinta forma y a ritmos diferentes.<br />

Esto se aprecia, por una parte, en el diseño de<br />

políticas públicas, planes, programas e instrumentos<br />

aplicados y, por la otra, en el propio dinamismo de<br />

generación de nuevos conocimientos.<br />

Otros estudios macro de referencia son: ‘Nanotechnology<br />

Research Directions for Societal Needs in 2020’ de la NSF de<br />

los Estados Unidos de América (EE.UU.) y el ‘Converging Te-


<strong>Tecnociencia</strong>, Deporte y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 31<br />

ser humano, la sociedad y, a mayor escala, la humanidad.<br />

El gobierno estadounidense plantea que dominar el<br />

ámbito nanométrico es a fin de cuentas tanto como dominar<br />

la naturaleza (ETC Group, 2004).<br />

chnologies’ del STT, coordinado desde Holanda para Europa.<br />

En realidad forman parte de un esfuerzo sostenido enfocado<br />

a profundizar el conocimiento ya existente, en el que se<br />

busca precisar el avance, las brechas entre la realidad y lo<br />

planificado y, con base en esa información, tomar aquellas<br />

decisiones que sean requeridas para seguir progresando.<br />

Si bien estos estudios forman parte de las referencias obligadas<br />

en materia de las NBIC y sus homólogos, ya se han<br />

actualizado algunos de ellos y ha habido un crecimiento<br />

sostenido tanto de la literatura específica de cada disciplina,<br />

como de trabajos interdisciplinarios, hasta llegar al<br />

análisis que se viene realizando por parte de otras ciencias<br />

como las sociales y las humanas para intentar comprender<br />

el fenómeno de esta nueva convergencia tecnológica.<br />

La generación de conocimiento en materia NBIC de las<br />

últimas dos décadas ha sido exponencial y se refleja en<br />

las nuevas formas de gestionar la I+D+i. La confluencia<br />

de varias disciplinas en un interés común por los fenómenos<br />

en la escala nanométrica se ha venido gestando por<br />

el hecho de mejorar productos y procesos que impacten<br />

positivamente en el mercado global. Ese término hace referencia<br />

a la combinación sinérgica de Dúos, Tríos o Cuartetos<br />

de estas tecnologías (Nano-Bio-Info-Cogno) que representa<br />

distintos campos de la ciencia (Correia et al., 2004).<br />

Los investigadores y los diseñadores de políticas de los<br />

países centrales reconocen el potencial de las NBIC en la<br />

transformación de todos los sectores de la economía y<br />

en el impacto que esta nueva revolución tecnocientífica<br />

está causando en la comprensión de lo que significa el<br />

Las iniciativas sobre el poderoso desarrollo de las NBIC<br />

están impactando en todos los órdenes de la vida de las<br />

personas y la industria deportiva es un ámbito que no<br />

escapa a ese progreso. Al contrario, es uno de los espacios<br />

en el que las aplicaciones tienen gran utilidad y se invierten<br />

millones de dólares en generar nuevo conocimiento, fundamentalmente<br />

aplicado, que es probado en las múltiples<br />

disciplinas. Eventos de la magnitud de las Olimpiadas y los<br />

Mundiales de fútbol que se realizan cada 4 años marcan la<br />

pauta de los últimos desarrollos en variados ámbitos, incluso,<br />

más allá de lo deportivo. Los países y ciudades donde<br />

se escenifican estos macro-eventos se benefician de las<br />

grandes inversiones que se realizan y en ese proceso los<br />

avances tecnocientíficos tienen mucho que ver en ese ‘aggiornamento’.<br />

El potencial de las NBIC llega a niveles tales que los especialistas<br />

plantean que pueden ayudar a solucionar los<br />

enormes problemas que confronta el planeta Tierra en la<br />

actualidad. Uno de ellos es el crecimiento sostenido de la<br />

población que amenaza con saturar las capacidades que<br />

ofrece el globo terráqueo. Las tendencias de crecimiento<br />

establecen que en el año 2050 habrá unos 12 mil millones<br />

de personas y como factor asociado, el avance tecnocientífico<br />

sigue ayudando a aumentar la esperanza de vida del<br />

ser humano, hecho que agravaría aún más la situación.<br />

Otro efecto relacionado, es el elevado e incremental nivel<br />

de consumo de recursos renovables y no renovables. Esos<br />

elementos se vinculan con otro factor dañino como lo es<br />

la contaminación que, de mantenerse al ritmo actual, sería<br />

insostenible para sostener a la raza humana sin conflictos<br />

de proporciones incalculables. El calentamiento global


32 | Capítulo 2<br />

asociado al cambio climático es una derivación de la tala<br />

indiscriminada, sobrepesca, daño de la capa de ozono,<br />

abuso de pesticidas, entre otros aspectos. Ese contexto<br />

trae como consecuencia una creciente tensión entre los<br />

recursos limitados del planeta y el incremento poblacional,<br />

hecho que debe irse corrigiendo de forma global con decisiones<br />

acertadas e integrales. Esos escenarios negativos<br />

se pudieran mejorar con el conocimiento tecnocientífico<br />

mundial que se está generando y en el que las NBIC juegan<br />

un papel central.<br />

Desde el punto de vista de los múltiples cambios que están<br />

en progreso producto de las NBIC se seleccionó al deporte<br />

como tema a analizar para comprender la aplicación de ese<br />

tipo de conocimiento. A partir del poder de transformación<br />

de esta convergencia con base biológica se produce un<br />

humano mejorado (longevo, más fuerte, con mejores capacidades<br />

intelectuales, físicas y emocionales). Esto impacta<br />

en el desempeño de esos nuevos humanos que incluso<br />

incorporan tecnologías a su cuerpo, las cuales mejoran el<br />

rendimiento general o específico según el caso, y todo ello<br />

trae implicaciones en el deporte.<br />

Los expertos señalan que el nuevo paradigma NBIC plantea<br />

que la evolución de la especie humana ya no depende<br />

más del lento proceso biológico basado en la selección natural<br />

sino más bien de un proceso acelerado y dirigido por<br />

lo tecnológico. Esa fertilización cruzada del conocimiento<br />

implica la posibilidad de generar cambios radicales en algunas<br />

especialidades deportivas. Los nuevos materiales<br />

afectarán (mejorarán) tanto la infraestructura y la vestimenta,<br />

como los artefactos y dispositivos para la práctica<br />

de las disciplinas. Personas denominadas hoy como transhumanas<br />

serán cada vez más normales (aceptadas) en la<br />

práctica del deporte y los propios medios de comunicación<br />

se encargarán de resolver la venta del (nuevo) espectáculo,<br />

utilizando, también, nuevas estrategias de mercadeo. Otro<br />

avance significativo es el denominado ‘Big Data’ que está<br />

permitiendo mapear múltiples acciones de los atletas entregando<br />

información a los cuerpos técnicos de los distintos<br />

equipos, así como a otros actores vinculados al tema.<br />

LAS NBIC EN EL DEPORTE<br />

En la segunda ola de esta navegación el centro de gravedad<br />

se desplaza hacia las NBIC y su impacto en el<br />

deporte, estudiando a mayor profundidad los avances<br />

tecnocientíficos que de forma constante impactan particularmente<br />

la Fórmula 1 (F1).<br />

El hecho de poder diseñar y operar máquinas que llegan<br />

hasta otros planetas, o manipular el cerebro para saber<br />

los gustos de las personas a través del denominado<br />

neuromarketing o, incluso, manejar nanoscópicamente<br />

a los átomos y modificar sus estructuras, es parte de<br />

la evolución constante que se vive. En el caso del deporte,<br />

la tecnociencia juega un papel clave en todas<br />

sus dimensiones. La I+D+i genera<br />

nuevos productos o mejoran los<br />

existentes de forma constante y<br />

cada vez con mayor rapidez (De la<br />

Vega, 2007).<br />

Al examinar la evolución de los grandes<br />

eventos deportivos mundiales<br />

se aprecia con claridad los cambios<br />

que se generan a través del avance<br />

tecnocientífico. Tanto las Olimpiadas<br />

como las Copas Mundiales de<br />

fútbol se realizan cada 4 años y en<br />

ese período de tiempo se aprecian<br />

de forma tangible las mejoras y las<br />

innovaciones en todos los órdenes.


<strong>Tecnociencia</strong>, Deporte y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 33<br />

Los países y las ciudades compiten por organizar los grandes<br />

eventos deportivos por varias razones, entre ellas, tal<br />

vez la más importante, es realizar mejoras a gran escala<br />

tanto en el país como en las sedes seleccionadas, con el<br />

argumento de ser el foco del mundo por el tiempo que<br />

dure el evento, además de otras ventajas asociadas. En<br />

este punto, el uso de la tecnociencia pasa a ser un elemento<br />

estratégico en todos los órdenes. La competencia<br />

por ganar el derecho a ser la sede se transforma en un<br />

proceso en el que el diseño de las propuestas es en sí<br />

mismo un tema vinculado a la innovación, la creatividad<br />

y la generación de proyectos atractivos (apuestas<br />

de futuro para el país que participa). Cada propuesta<br />

apunta a convencer a los jueces, que cuentan con un<br />

protocolo para evaluar cada iniciativa. Desde aeropuertos,<br />

vialidad, transporte, edificaciones, centros de salud,<br />

centros educativos, seguridad y todo tipo de servicios<br />

son impactados por la tecnociencia. El conocimiento<br />

de última generación entra en acción y en los eventos<br />

deportivos del siglo XXI cada vez se incorporan más elementos<br />

provenientes de las NBIC.<br />

El deporte global es manejado por complejos industriales<br />

que compiten, en términos de inversión, con oligopolios<br />

de la importancia similar a aquellos que controlan el petróleo,<br />

la industria farmacéutica o las empresas militares.<br />

Las disciplinas deportivas son utilizadas como productos<br />

diferenciados para públicos específicos. El objetivo no es<br />

otro que vender cada vez más mercancía a escala global.<br />

Las multinacionales más importantes del mundo cuentan<br />

con laboratorios altamente especializados que realizan<br />

continuamente innovaciones. Un ejemplo de ello,<br />

es el Nike Sport Research Lab (NSRL) situado en Oregon,<br />

EE.UU. Esa unidad del complejo deportivo-industrial<br />

de Nike es la plataforma tecnocientífica que impulsa la<br />

mayoría de las innovaciones que salen al mercado con<br />

el sello de esa marca. En ese lugar trabajan investigadores<br />

especializados en fisiología, biomecánica, física,<br />

química, nanotecnología, mecatrónica, entre otros, que,<br />

junto a profesionales del marketing y, en colaboración<br />

con algunos de los mejores atletas del mundo, diseñan y<br />

posteriormente colocan nuevos productos en el mercado<br />

global constantemente.<br />

Las NBIC tienen en las TIC una de las áreas de convergencia<br />

tecnológica de mayor desarrollo y, además, éstas tienen su<br />

propia dinámica. En esa línea, las TIC son el principal vehículo<br />

de divulgación del deporte y forman parte de un<br />

macro proceso que ha revolucionado cualitativamente<br />

este mundo tecno-globalizado. Para citar solo un ejemplo<br />

de ello, los ‘mass media’ posicionan los eventos deportivos<br />

a escala mundial con estrategias cada vez más sofisticadas.<br />

Una de las disrupciones de última generación es el llamado<br />

‘Big Data’ que se está posicionando velozmente<br />

utilizando a las TIC en ese proceso. Esta nueva revolución<br />

en materia de análisis de datos modifica el deporte<br />

profesional y aficionado al permitir mejorar de forma<br />

significativa la toma de decisiones en aspectos como la<br />

gestión de los fichajes, la táctica durante un partido o<br />

competencia, la estrategia de ‘ticketing’ para el ingreso<br />

de los seguidores de un equipo o permitir la consulta<br />

todo tipo de datos en tiempo real de los atletas, equipos<br />

y eventos, entre otros.<br />

Una de las disciplinas deportivas en las que es más fácil<br />

entender esta disrupción es la F1. Los comentaristas<br />

hablan en las retransmisiones de la telemetría para analizar<br />

algún detalle relacionado con los pilotos, los motores<br />

o, incluso, con las condiciones climatológicas. En<br />

realidad, están interpretando datos que procesan computadoras.<br />

Es información que, en el caso de los medios,<br />

aporta una visión avanzada del deporte, pero en el terreno<br />

de las escuderías supone una ventaja competitiva<br />

que te sube al podio o te echa en una curva. Hablamos<br />

de millones de dólares en beneficios o en pérdidas (Metadeporte,<br />

2014).<br />

Para los especialistas el concepto de ‘Big Data’<br />

se asocia habitualmente al ámbito científico,<br />

empresarial o comercial por el hecho de manejar<br />

grandes volúmenes de datos que, convenientemente<br />

procesados e interpretados, facilitan la toma<br />

de decisiones o la resolución de problemas<br />

(Metadeporte, 2014).


34 | Capítulo 2<br />

BREVE CRONOLOGÍA DE LA FÓRMULA 1<br />

Las carreras de vehículos se iniciaron en Francia en el año<br />

de 1894 con los denominados Gran Prix. La evolución<br />

tecnológica permitió que los vehículos aumentaran la velocidad<br />

rápidamente y ese hecho causó una serie de accidentes<br />

en los que hubo un alto número de fallecidos, entre<br />

otras razones, por utilizarse rutas inadecuadas para alcanzar<br />

altas velocidades sin contar con un dominio total de la<br />

tecnología en la relación potencia - frenada - estabilidad.<br />

Ese esfuerzo por organizar carreras en Francia se replicó rápidamente<br />

en Europa y posteriormente en los EE.UU.<br />

La primera vez que se corrió en un circuito fue en Le Mans,<br />

Francia, en 1906. En esa carrera participaron 32 corredores<br />

y 12 escuderías (fabricantes) marcando un hito histórico<br />

en el devenir de este tipo de competencias. En esa época<br />

no existían reglas homologadas internacionalmente por lo<br />

cual cada evento tenía sus propias regulaciones. Desde el<br />

punto de vista tecnológico, las exigencias estaban centradas<br />

en el peso del vehículo, los caballos de fuerza, la cilindrada<br />

e, incluso, el mecánico viajaba en el habitáculo junto<br />

al piloto. Esas dos personas eran las únicas habilitadas para<br />

reparar el vehículo en caso de avería. En esa primera carrera<br />

se dio un hecho tecnológico que puede calificarse<br />

como una innovación radical. Renault utilizó por primera<br />

vez ruedas intercambiables diseñadas por Michelin y con<br />

esa estrategia obtuvo el triunfo.<br />

En la década de los veinte del siglo pasado proliferaron los<br />

Gran Prix en Italia, Bélgica y España, multiplicándose a otros<br />

países de forma progresiva pero aún sin contar con reglas homologadas<br />

internacionalmente. Un primer avance en esa materia<br />

se dio en 1924, cuando varios equipos se unieron para<br />

formar la Asociación Internacional de Clubes de Automóviles<br />

Reconocidos (Association Internationale des Automobile<br />

Clubs Reconnus -AIACR-) pero con logros limitados. Uno de<br />

los hitos históricos referidos a las carreras de automóviles en<br />

el formato de los Gran Prix se dio en 1934, año en el que se<br />

marcó el récord de carreras con 18 competiciones, siendo el<br />

mayor número antes de la Segunda Guerra Mundial.<br />

Una vez culminada la guerra en el año 1945, la AIACR se<br />

reorganizó pasando a denominarse Federación Internacional<br />

de Automovilismo (FIA) y la sede se fijó en Paris,<br />

Francia. Esa organización anunció que para el año 1950<br />

se unirían varios Grand Prix, creando así la Fórmula 1 y<br />

su Campeonato Mundial para pilotos, contando con 7<br />

carreras y un sistema de puntuación.<br />

La primera válida del Campeonato Mundial se llevó a cabo<br />

el 13 de mayo de ese año en el Circuito de Silverstone,<br />

en Inglaterra, utilizando reglas homologadas internacionalmente.<br />

Esas regulaciones exigían el uso de motores<br />

atmosféricos de 4.5 litros o supercargados de 1.5 litros,<br />

un piloto, circuitos y la duración de la carrera estaba reglamentada<br />

por el número de vueltas. El conocimiento<br />

acumulado en esos primero 54 años permitió mejorar<br />

varios aspectos del producto que significaba un evento<br />

ya reconocido mundialmente. La propia selección de los<br />

circuitos, con pilotos mejor entrenados, el monoplaza<br />

con avances tecnológicos que brindaban mayor seguridad,<br />

con equipos técnicos más especializados y ya con<br />

ciertas características diferenciales para mejorar la eficiencia<br />

en carrera, eran una norma establecida.<br />

La primera carrera de F1 fue ganada por Giuseppe Farina y<br />

al final de esa temporada también se coronó como el primer<br />

Campeón Mundial de Pilotos con su Alfetta 158 de 1.5<br />

litros supercargado de Alfa Romeo. No obstante, la primera<br />

década de la F1 estuvo marcada por la continua evolución<br />

tecnológica y tuvo un protagonista extraordinario en Juan<br />

Manuel Fangio, quien obtuvo 5 campeonatos mundiales,<br />

récord que tardó décadas en superarse. Ese piloto abrió el<br />

primer gran debate en ese deporte respecto a qué es más<br />

importante, si el hombre o la máquina.<br />

En la transición hacia la década de los años sesenta ya existía<br />

cierta estabilidad en las escuderías y entre las más reconocidas<br />

se encontraban Ferrari, Alfa Romeo, Maserati, Mercedes<br />

Benz, Lotus y Ford, pero emergieron otras que marcaron diferencias<br />

como Porche y Brabham. Esos equipos de trabajo<br />

evolucionaron rápidamente buscando el triunfo e invirtiendo<br />

cada vez más recursos financieros para destacar.<br />

En el año 1961 Phil Hill ganó el campeonato con un Ferrari<br />

desarrollado con una nueva tecnología para la época, incluyendo<br />

un motor V6 a 120° que hizo la diferencia con respecto<br />

a los 1.5 supercargados. La denominada ‘Era Lotus’


<strong>Tecnociencia</strong>, Deporte y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 35<br />

entró en acción ganando en 1963 y 1965, teniendo a Jim<br />

Clark como piloto. Por su parte, Ferrari innovando obtuvo<br />

el triunfo en 1964 con John Surtess al volante. La aparición<br />

de Jack Brabham ganando los campeonatos de 1966 (como<br />

piloto y escudería) y 1967 (como escudería), además de<br />

que su compañero de escudería, Denny Hulme, obtuviese<br />

las coronas de piloto en 1967 (conduciendo Brabham) y en<br />

1968 (al frente de un McLaren) marcó un cambio de envergadura<br />

considerado como una disrupción tecnológica.<br />

En la década de los años 70 del siglo pasado se generaron<br />

nuevos cambios en la F1 impulsados por las inversiones provenientes<br />

del mercadeo y del apoyo de la televisión que en<br />

esa época pasó del blanco y negro al color. Con los recursos<br />

provenientes de empresas tabacaleras y marcas que vendían<br />

bebidas alcohólicas se lograron avances significativos<br />

en las escuderías al invertir más en la I+D. En esa línea, se<br />

avanzó en otras esferas como el marketing al utilizar estrategias<br />

novedosas para proyectar a la generación de nuevos<br />

ídolos como Fittipaldi o Lauda. En esos años emergieron<br />

nuevas escuderías que entraron en escena como McLaren,<br />

o asociaciones estratégicas como las de Ford, la empresa<br />

aeronáutica Matra y su relación con los motores Cosworth.<br />

Esas nuevas sociedades formaban parte de la generación<br />

cruzada de conocimiento aplicado, en el que la multidisciplinariedad<br />

era parte de las nuevas interacciones.<br />

Didier Pironi. La paradoja tecnológica se encuentra en que<br />

no hubo un avance similar en el desarrollo de los frenos<br />

que permitiera disminuir la velocidad convenientemente.<br />

En esa década dominaron los McLaren y Williams pero fue<br />

una era de grandes pilotos como Patrese, Piquet, Mansell,<br />

Prost y Senna. Ese período estuvo signado por grandes regulaciones<br />

para controlar la velocidad de las máquinas al<br />

cambiar los motores turbocargados por los atmosféricos y<br />

se limitó tanto la presión del soplado como la capacidad<br />

del combustible.<br />

La transición entre las décadas de los ochenta y noventa se<br />

caracterizó por el dominio de los McLaren. Con esta escudería<br />

Prost ganó en los años 1985, 1986 y 1989, y Senna se<br />

llevó los campeonatos de 1988, 1990 y 1991. La rivalidad<br />

entre ambos pilotos llegó al extremo de generar choques<br />

deliberados en años consecutivos que opacaron la competencia.<br />

En esos años hubo una nueva disrupción tecnológica<br />

que pudiera catalogarse como una innovación radical<br />

referida a la modificación del chasis que pasó del acero a<br />

monocascos de fibra de carbono.<br />

En la década de los años 80 prosiguieron los avances y mejoras<br />

en los vehículos de F1 y luego de una serie de graves<br />

accidentes el acento se colocó en proteger la vida de los pilotos.<br />

Ese cambio se debió a innovaciones que permitieron<br />

mayores aceleraciones y obtención de velocidades que se<br />

reflejaron en una alta tasa de accidentes fatales como los<br />

de Patrick Depaille y Gilles Villeneuve, o de alta gravedad<br />

en los que resultaron pilotos lisiados, como fue el caso de


36 | Capítulo 2<br />

Esto generó mayor resistencia, vehículos más livianos y<br />

mayor seguridad para los pilotos. Otra innovación fue la<br />

incorporación de micro cámaras para ser utilizadas en los<br />

habitáculos y seguir desde nuevos ángulos las transmisiones<br />

por televisión. Desde el punto de vista del marketing<br />

esta modificación atrajo más patrocinio y mayor audiencia.<br />

Entre 1992 y 1997 emergió con grandes resultados la escudería<br />

Benetton ganando como constructores y pilotos<br />

en 1995, y en 1997 con Schumacher. En esa última década<br />

del siglo pasado surgieron nuevas modificaciones en la<br />

reglamentación que introdujo cambios cualitativos a la<br />

competencia. La variable en la ecuación que causó innovaciones<br />

organizacionales fue la incorporación de la recarga<br />

en el combustible en los pits. Esto significó cambios<br />

en la estrategia de carrera y logró que cada una de ellas<br />

se convirtiera en un duelo de pilotos y de equipos técnicos.<br />

Bajar los tiempos en los boxes, diseñar el número de<br />

ingresos por carrera, seleccionar los neumáticos en cada<br />

ingreso pasó a formar parte de ese ajedrez.<br />

A mediados de los noventa ocurrieron nuevamente accidentes<br />

graves y mortales que culminaron con dos pilotos<br />

fallecidos. En la carrera de Imola de 1994 Barrichello, Ratzenberger<br />

y Senna sufrieron sendos accidentes causando<br />

otro duro golpe para este deporte. Estos hechos trajeron<br />

consigo una serie de medidas que incidieron en una multiplicidad<br />

de cambios que apuntaban a la seguridad, restringiendo<br />

las velocidades máximas de los vehículos. La<br />

FIA fue enérgica al exigir varios cambios en el chasis, en la<br />

toma de aire, en la mezcla de la gasolina y en la distancia<br />

del centro de gravedad del piso del habitáculo.<br />

El surgimiento de Michael Schumacher marcó un hito en<br />

la transición hacia el siglo XXI, ganando sus primeros campeonatos<br />

en 1994 y 1995 con la escudería Benetton. Otros<br />

pilotos como Damon Hill, Jean Alesi, Jacques Villeneuve y<br />

Mika Häkkinen aparecieron en escena para darle emoción<br />

a los campeonatos de los años finales del siglo XX.<br />

Ferrari marcó la pauta a comienzos del nuevo siglo con la<br />

estrategia establecida años antes de fichar a Schumacher<br />

para desarrollar los vehículos de esa marca. En ese contexto<br />

habían desaparecido varias escuderías, emergieron<br />

otras y durante el proceso hubo fusiones entre empresas<br />

para formar nuevos equipos. El dominio del ‘Cavallino<br />

Rampante’ en los primeros años de esa década fue abrumador,<br />

ganando tanto el campeonato de pilotos como el<br />

de constructores.<br />

Fue en el 2005 cuando Renault se impuso con un nuevo<br />

candidato al título. El español Fernando Alonso con McLaren<br />

logró imponerse por delante de Räikkönen con el Ferrari.<br />

A pesar de los cambios de pilotos y nuevas escuderías en<br />

el año 2006 nuevamente fue el español el que se convirtió<br />

en campeón mundial de la F1. La recomposición de pilotos<br />

en 2007 fue nuevamente la nota más relevante, ganando al<br />

final Kimi Räikkönen con Ferrari. En el año 2008 ganó Lewis<br />

Hamilton, un piloto relativamente novato. En el año 2009<br />

venció Button con una primera vuelta espectacular en la<br />

que ganó 6 de las primeras 7 carreras.<br />

El año 2010 marcó el inicio de lo que se denomina una nueva<br />

era en la F1, debido a la gran diferencia que establecieron<br />

los vehículos Red Bull. No obstante, esa temporada estuvo<br />

convulsionada por los cambios de grandes pilotos entre las<br />

escuderías más ganadoras de la historia. Vettel fue el ganador<br />

en una emocionante carrera final, cuando parecía que<br />

Alonso tenía todo para ser el vencedor. Este piloto no solo ha<br />

sido el más joven en ganar un campeonato del mundo, sino<br />

que consiguió el tetracampeonato consecutivo entre 2010-<br />

2013, además de múltiples records.<br />

El campeonato de 2014 está en proceso y únicamente<br />

faltan 3 grandes premios para finalizar el campeonato.<br />

Los resultados y el desempeño de las escuderías hasta el<br />

momento muestran un cambio radical en el desempeño<br />

de los equipos en la F1, en el que Mercedes ha desplazado<br />

con suficiencia del primer lugar a Red Bull. Si se mantiene<br />

ese dominio hasta el final de temporada, se podría<br />

señalar que ha habido un cambio de ciclo tecnológico<br />

en el que la escudería Toro Rosso ya no es la que lidera<br />

la F1 de forma clara.<br />

Se pudiera pensar que después de 118 años de desarrollo<br />

ya existiría en la F1 un dominio tecnológico con una curva<br />

de madurez aplanada, pero resulta que el avance tecnocientífico<br />

continuo genera constantes innovaciones. Con la


<strong>Tecnociencia</strong>, Deporte y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 37<br />

disrupción de las NBIC están en proceso cambios profundos<br />

provenientes, en gran medida, de la nanoescala.<br />

En la eterna discusión sobre la importancia relativa entre<br />

el piloto de F1 y el monoplaza se puede plantear que en la<br />

trayectoria de esta especialidad es necesaria la tecnología<br />

de punta en su máximo rendimiento y el talento del piloto<br />

para optar al título. Desde el punto de vista de los avances<br />

para adiestrar a los pilotos se menciona cómo intervienen<br />

las ciencias aplicadas al deporte de alta competencia para<br />

mejorar su rendimiento integral. La nutrición como factor<br />

clave, la preparación física, la tecnología para medir la frecuencia<br />

cardíaca y otras evaluaciones monitoreadas en<br />

tiempo real, así como el trabajo para mejorar los reflejos<br />

utilizando el Batak, ayudan a la puesta a punto.<br />

INNOVACIÓN CONSTANTE EN LA FÓRMULA 1<br />

Desde que Schumpeter introdujo la noción de ‘destrucción<br />

creativa’ para describir el proceso de transformación que<br />

acompaña a las innovaciones, el concepto de innovación<br />

ha evolucionado constantemente. Todavía en el siglo XXI no<br />

existe un consenso general a su alrededor a pesar de la existencia<br />

de una prolífica bibliografía e, incluso, de manuales homologados<br />

internacionalmente (Oslo). Es un concepto vivo<br />

que muta constantemente, debido a que la dinámica tecnológica<br />

está asociada a complejos ejercicios creativos que<br />

potencian el cambio continúo. A los fines de este trabajo, innovar<br />

es hacer algo nuevo, es crear o alterar el modo de hacer<br />

las cosas para lograr beneficios adicionales a los que antes se<br />

obtenían. Partiendo de esta premisa, el producto de la F1 es,<br />

sin lugar a dudas, un campo prolífico para la innovación.<br />

Los oligopolios fueron los primeros en aprovechar la nueva<br />

era de la F1. Sus equipos de inteligencia competitiva lo han<br />

estudiado y saben que tiene alcance global, por esa razón<br />

elaboran estrategias para posicionar nuevos productos<br />

de forma constante, entendiendo que este deporte, por sí<br />

solo, atrae a millones de fanáticos y, por esa razón, se invierten<br />

enormes cantidades de dólares cada temporada.<br />

La disciplina deportiva que genera más innovaciones en el<br />

mundo es la Fórmula 1 y lo hace en una amplia gama de<br />

aspectos. A nivel macro: el diseño de los circuitos es modificado<br />

de forma constante para mejorarlos en múltiples<br />

facetas técnicas y de apariencia por exigencia de la FIA e, incluso,<br />

cada temporada se discute sobre la incorporación de<br />

nuevos circuitos y cierre de otros por obsolescencia (incumplimiento<br />

de las nuevas normativas). A nivel meso: en cada<br />

Gran Prix se toman una serie de decisiones técnicas en los<br />

boxes en las que el conocimiento tecnocientífico es la base<br />

de todo, pero que al final terminan siendo innovaciones (el<br />

personal encargado de atender en el menor tiempo posible<br />

al monoplaza forma parte de la innovación organizacional).<br />

A nivel micro: en cada monoplaza se originan una serie<br />

de innovaciones, vinculadas a los cambios del vehículo,<br />

asociados a su vez a las condiciones de la pista monitoreada<br />

milimétricamente en cada momento de la carrera.<br />

Cada Gran Prix se convierte en una feroz competencia<br />

en las que el conocimiento tecnocientífico aplicado es la<br />

variable clave de la ecuación. La búsqueda por el triunfo<br />

siempre ha estado marcada por las constantes regulaciones<br />

introducidas por la FIA buscando la máxima seguridad,<br />

mejorando el espectáculo, e intentando equilibrar a las escuderías<br />

para mantener la competitividad.<br />

En la F1 se aprecian innovaciones de tipo incremental y radical.<br />

Dentro de esas opciones se encuentran algunas de<br />

orden organizacional, de procesos, de productos y de marketing.<br />

Todo ese marco está vinculado con un intrincando<br />

entramado de alta complejidad en la que se invierten más<br />

de U$2.179.44 millones por temporada sumando a todas<br />

las escuderías (considerando datos de la temporada 2012).<br />

En retrospectiva, es posible establecer la evolución tecnológica<br />

asociada a innovaciones en distintos aspectos de este macro<br />

producto conocido como la F1. Así mismo, las NBIC impulsarán<br />

cambios radicales en la medida que entren en juego el uso<br />

de nanotubos de carbón, puntos cuánticos, nanocompuestos,<br />

fullerenos, nanoalambres, dendrímeros, nanofibras, nanoporos,<br />

materiales nanoestructurados o nanocápsulas. Esta tipología<br />

de nuevos materiales al interactuar con las aplicaciones de<br />

la biotecnología, las ciencias cognitivas y las TIC generan modificaciones<br />

radicales impensables hasta hace poco tiempo.<br />

Se explican con más detalle algunos de estos elementos:<br />

El avance continuo de los lugares elegidos por la FIA para<br />

realizar las carreras está asociado a las innovaciones radi-


38 | Capítulo 2<br />

La exposición mediática de la F1 es clave para explicar el éxito<br />

de este deporte. Inicialmente la prensa fue la encargada de<br />

informar masivamente al público; la radio se incorporó y se<br />

mantiene como una vía de masificación. La televisión es, sin<br />

dudas, la que marca el salto cualitativo incorporando grandes<br />

avances tecnológicos que han sido aplicados constantemente<br />

y, en algunos casos, este deporte fue el pionero en su uso<br />

(las tomas aéreas de seguimiento; la micro-cámara incorporada<br />

al habitáculo y el juego de cámaras a lo largo de circuitos<br />

de 5 km de distancia son algunos ejemplos).<br />

cales para cumplir con las altas exigencias. Las primeras<br />

carreras de este deporte se efectuaron en rutas abiertas. En<br />

un segundo momento se avanzó hacia circuitos callejeros.<br />

Al establecerse los Gran Prix se evolucionó nuevamente<br />

hacia circuitos especializados que mejoraron significativamente<br />

el desempeño de los monoplazas y el espectáculo<br />

en sí mismo.<br />

Hoy en día existen los circuitos de última generación tecnológica<br />

en los que incluso se realizan carreras nocturnas. Los<br />

protocolos exigidos para poder obtener la licencia de un Gran<br />

Prix tienen que ver con otros aspectos que van más allá del<br />

propio circuito. La calidad de los aeropuertos y la cercanía con<br />

la pista. Los servicios de hotelería, vialidad, entre otros factores,<br />

entran en la agenda de evaluación.<br />

Al hablar del impacto de las NBIC en las<br />

modificaciones actuales en los circuitos se pueden<br />

señalar a los nuevos materiales provenientes de las<br />

modificaciones a nivel nanotecnológico que ofrecen<br />

mayor resistencia y son más livianos.<br />

El impacto de las TIC es otro aspecto que destaca en el<br />

tablero de juego del marketing en el siglo XXI. Las redes<br />

están marcando un nuevo espacio para conocer aspectos<br />

que anteriormente no se tomaban en cuenta en esta disciplina.<br />

Por ejemplo, los asistentes pueden seguir las conversaciones,<br />

en carrera, entre los pilotos y sus equipos en los<br />

pits. Además existen apps para dar seguimiento a las carreras<br />

en tiempo real desde dispositivos móviles en cualquier<br />

parte del planeta. Si a esto se le suma la ‘Big Data’ como<br />

nuevas opciones, se aprecia la apertura constante hacia el<br />

uso de nuevas tecnologías.<br />

La aerodinámica y el uso del túnel de viento forman<br />

parte del desarrollo constante de la F1. Lograr el máximo<br />

rendimiento del monoplaza está asociado precisamente<br />

al diseño final del vehículo. Por ejemplo, el esqueleto<br />

(chasis) y el ajuste exacto de la suspensión y los alerones<br />

forman parte de ese proceso, entendiendo que estos<br />

últimos pueden modificarse en momentos distintos de<br />

una carrera. Algunas escuderías han realizado grandes<br />

inversiones para adquirir túneles de viento de última generación<br />

con el propósito de experimentar, con la mayor<br />

certeza posible, situaciones reales de carrera. Ese esfuerzo<br />

está orientado a la puesta a punto del monoplaza en<br />

cada competencia, buscando mejorar, en algunos casos,<br />

décimas de segundo que le pudieran otorgar el triunfo en<br />

un momento dado. El cambio cualitativo que traerán los<br />

nuevos materiales provenientes de las NBIC se observará<br />

en las características novedosas en cuanto a resistencia y<br />

peso que harán más livianos a los monoplazas e, incluso,<br />

ofrecerá mayor flexibilidad si es requerida. Pero precisamente<br />

esas modificaciones demandarán de nuevas pruebas<br />

para buscar la estabilidad que se solicitará.


<strong>Tecnociencia</strong>, Deporte y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 39<br />

Un monoplaza sin motor no existe, por ello la evolución<br />

del propulsor ha sido constante. Los primeros vehículos<br />

tenían el motor en la parte delantera como los autos convencionales.<br />

Así, una innovación radical fue la colocación<br />

del motor detrás del piloto, decisión que se ha mantenido<br />

en el tiempo debido a la obtención de un rendimiento superior<br />

del monoplaza. Al contar con el conocimiento de las<br />

NBIC los motores tendrán nuevas mejoras que cambiarán<br />

cualitativamente su rendimiento (piezas de menor peso,<br />

más resistentes y confiables y más potencia). Nos referimos<br />

a que cada componente específico se verá influenciado<br />

por la nanotecnología y ese es un factor determinante que<br />

se apreciará en los próximos años. En esa línea, la FIA realiza<br />

ajustes en la reglamentación al finalizar cada temporada<br />

y esas modificaciones repercuten en la regulación de las<br />

altas velocidades impactando de distintas formas en las<br />

escuderías. Esto significa que los equipos que logren adaptarse<br />

más rápido a las nuevas regulaciones establecidas en<br />

una temporada y aprovechen el máximo rendimiento de<br />

su monoplaza serán, al final de cuentas, los que logren obtener<br />

el campeonato en un año dado.<br />

Al examinar otras innovaciones que se introducen de forma<br />

constante en los monoplazas de la F1, también se podría<br />

hablar del progreso de los chasis. Un esqueleto cercano a la<br />

perfección y adaptado a las regulaciones del momento es<br />

el sueño de cada año de toda escudería. Por esa razón los<br />

diseñadores hiper-especializados son tan cotizados y su<br />

trabajo puede marcar la diferencia en una temporada. Un<br />

chasis para la F1 debe estar diseñado para rendir en todas<br />

las carreras de un campeonato y precisamente ese es el<br />

quid del asunto. Al contar con los nuevos materiales NBIC<br />

se vislumbran modificaciones que marcarán un antes y un<br />

después en este tipo de estructuras (chasis más resistentes<br />

pero maleables o flexibles y más livianos).<br />

Cada circuito presenta características que limitan el funcionamiento<br />

de los monoplazas: el agarre en la parte<br />

delantera o en la trasera, o las restricciones en la tracción,<br />

entre otros aspectos, son tomados en cuenta en<br />

el diseño. Esos condicionantes que afectan el desempeño<br />

son variables fundamentales a la hora de valorar<br />

una temporada. Una vez que se fabrica el esqueleto se<br />

realizan las pruebas de pista y se ajustan las variables.<br />

Finalmente, se toma la decisión de cuál será el chasis<br />

aprobado para la siguiente temporada.<br />

La evolución de las cajas de cambios a lo largo de los años<br />

ha sido otro aspecto fundamental en la F1. En la actualidad<br />

las NBIC ya están impactando en los avances de de este tipo<br />

de herramienta tecnológica y un ejemplo de ellos se refiere<br />

al sistema de recuperación de la energía cinética conocido<br />

como el KERS (Kinetic Energy Recovery System) que se comenzó<br />

a utilizar en 2009. Varios de los componentes de esos<br />

dispositivos están vinculados a la nanotecnología. Esa técnica<br />

se refiere al aprovechamiento de la energía desperdiciada<br />

en forma de calor al frenar, y la misma se almacena para que<br />

en el momento que el piloto lo decida, pueda ganar caballos<br />

de vapor (CV) adicionales en un momento determinado de<br />

la carrera. El KERS es regulado en cada circuito y solo puede<br />

ser utilizado en algunos tramos preestablecidos de la carrera<br />

y a una distancia de un segundo de los otros monoplazas.


40 | Capítulo 2<br />

En el año 2011 se introdujo otra innovación en la F1 vinculada<br />

a elementos nanotecnológicos referidos al peso<br />

y a la resistencia que amerita el manipular los alerones<br />

a altas velocidades (la fuerza de sustentación, la resistencia<br />

aerodinámica y la fuerza lateral). El alerón trasero<br />

móvil (DRS) consiste en un ajuste en el alerón trasero<br />

que cambia su forma facilitando los adelantamientos y<br />

se utiliza pulsando un botón en el volante para activarlo.<br />

La correlación entre potencia y frenos es un factor determinante<br />

en la F1. La evolución tecnológica en este rubro ha<br />

sido constante y determinante para la obtención del triunfo.<br />

El freno de tambor y luego el freno de disco han formado<br />

parte del proceso de mejora continua (aprendizajes y lecciones<br />

aprendidas) para reducir con mayor grado de eficiencia<br />

las altas velocidades. Hasta la temporada 2013 el sistema de<br />

frenos de los monoplazas era hidráulico, es decir, cuando un<br />

piloto pisaba el pedal del freno se activaba una bomba que<br />

movía un líquido a través de un circuito interno, que llegaba<br />

hasta las pinzas y la presión de ese líquido de frenos hacía<br />

que la pinza se cerrara mordiendo el disco del freno.<br />

Una innovación introducida en la temporada 2014 se<br />

encuentra en los nuevos frenos de la Fórmula 1, conocidos<br />

como el sistema ‘brake-by-wire’ (frenado por<br />

cable), que provienen de una tecnología desarrollada<br />

en aviones militares. Todas las escuderías la están utilizando<br />

con distintos grados de éxito y eso se debe, en<br />

gran medida, a lo novedoso de la tecnología. El sistema<br />

‘brake by wire’ está controlado electrónicamente,<br />

utilizando un dispositivo que calcula la fuerza de la<br />

presión del pedal regulando la potencia de frenado.<br />

Por reglamento, este dispositivo va instalado solo en<br />

el eje trasero y se ha mantenido el delantero hidráulico<br />

para prevenir que, ante una posible avería eléctrica,<br />

el monoplaza se quede sin frenos.<br />

El avance tecnológico en la F1 es indetenible y otra de las<br />

piezas clave del monoplaza son los neumáticos. Esta tecnología<br />

está diseñada para distancias de aproximadamente<br />

200 Km y son fabricados con materiales livianos y super<br />

resistentes (mezcla de nylon y poliéster). Deben soportar<br />

cargas de más de una tonelada de fuerza descendente, de<br />

4G de fuerza lateral y de 5G de fuerza longitudinal.<br />

El neumático es el último punto de contacto entre el monoplaza<br />

y asfalto y esa transferencia pudiera ser la causante<br />

de ganar o perder una carrera si no se seleccionan adecuadamente<br />

en cada momento de la competencia. Los neumáticos<br />

son los encargados de transmitir y generar todas las<br />

fuerzas que provocan cambios en la dinámica del vehículo<br />

y, por esa razón, conforman otro de los elementos que se<br />

deben articular con máxima eficiencia.<br />

Las NBIC están cambiando factores críticos en la producción<br />

de neumáticos y eso incidirá de forma determinante<br />

en el futuro inmediato. Nos referimos a que se están utilizando<br />

componentes nuevos que, en parte, provienen<br />

de la combinatoria NBIC. Eso permite degradar aquellos<br />

ángulos de la superficie del neumático en los cuales se<br />

establezca qué mejora el rendimiento según el número<br />

de curvas a la derecha o a la izquierda de cada circuito,<br />

sin que se afecte la calidad del nuevo neumático por la<br />

resistencia de los últimos materiales.<br />

La complejidad tecnológica actual requerida para que un<br />

F1 logre funcionar desde el punto de vista de su electrónica<br />

pasa por la conversión de sus sistemas para que permitan<br />

recuperar la energía de sus motores-generadores. Por<br />

ello, las baterías de última generación tienen que cumplir<br />

con las regulaciones, el peso y la refrigeración para gestionar<br />

de forma óptima la energía eléctrica que transita por<br />

los motores-generadores. En esta categoría la fiabilidad es<br />

clave y por ello el diseño de estos sistemas es crítico para<br />

garantizar el rendimiento máximo del monoplaza en todo<br />

momento. En ese sentido, la nanotecnología ha permitido<br />

que este desarrollo se aplique con éxito y se considera que<br />

no se ha llegado todavía al máximo rendimiento de esa<br />

tecnología por no tener todas las herramientas necesarias<br />

para trabajar a nanoescala.<br />

En la F1 las innovaciones forman parte de un proceso<br />

instaurado en la compleja maquinaria de un producto<br />

global que genera recursos millonarios y en el cual se<br />

invierte un alto porcentaje en I+D+i. En este sentido,<br />

se pudieran citar otro tipo de innovaciones como los<br />

leds traseros de los monoplazas, las adaptaciones a las<br />

regulaciones técnicas, la aplicación de los sistemas de<br />

máxima seguridad en los circuitos, el diseño de la es-


<strong>Tecnociencia</strong>, Deporte y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 41<br />

trategia de cada carrera en cuanto a las entradas del<br />

monoplaza a boxes y el tipo de neumáticos a utilizar<br />

(además de bajar los tiempos en cada ingreso), entre<br />

una serie de cambios constantes en los que se busca<br />

el máximo rendimiento en los múltiples aspectos de<br />

este deporte. Aquí es donde la inteligencia competitiva<br />

aprovecha la información y genera nuevo conocimiento<br />

de forma constante.<br />

Las NBIC prometen cambios que modificarán de<br />

forma cualitativa el deporte y la F1 será una de<br />

las especialidades con mayores beneficios por<br />

las características tecnológicas asociadas a todo<br />

el aparataje que se requiere para lograr que un<br />

monoplaza desarrolle todo su potencial.<br />

EL FUTURO DE LA FÓRMULA 1 Y LAS NBIC<br />

Las NBIC están generando un tsunami tecnocientífico que<br />

está impactando en todos los órdenes de la vida. Se pudiera<br />

establecer que la nanotecnología es la que origina el cambio,<br />

debido a que trabajar a nanoescala es sinónimo de modificaciones<br />

profundas en los materiales tratados. Ese efecto en<br />

la materia significa nuevas formas de concebir el mundo en<br />

el corto y mediano plazo, hecho que marcará una diferencia<br />

cualitativa en el deporte y la F1 será una de las disciplinas<br />

más afectadas (beneficiadas).<br />

Ya se comentó que la FIA realiza ajustes en las reglas de<br />

competición de la F1 al finalizar cada temporada. En esa<br />

línea, las escuderías tienen instaurada la cultura del cambio<br />

continuo que está asociada, además, al vertiginoso progreso<br />

tecnocientífico que tiene su punto de partida en la gran<br />

inversión que se realiza en I+D+i. Los pilotos y sus equipos<br />

entienden que cada año es un proceso nuevo de aprendizaje<br />

y adaptación a las nuevas condiciones reglamentarias<br />

y a los avances tecnológicos. Imaginen el costo en cada<br />

escudería para incorporar y formar a especialistas en NBIC:<br />

mecatrónicos, nanotecnólogos, biotecnólogos, expertos<br />

en TIC y ciencias cognitivas que conozcan de esta fertilización<br />

cruzada de conocimiento.<br />

Cada escudería cuenta con, al menos, un centro de<br />

operaciones tecnocientíficas. De los 11 equipos que<br />

existen en la actualidad en la F1, ocho de ellos implantaron<br />

su base en el denominado Motorsport Valley<br />

(Valle del Automovilismo) en Inglaterra. En estos futurísticos<br />

laboratorios de alta tecnología extraen todo<br />

tipo de información de los monoplazas para analizar y<br />

mejorar la toma de decisiones tanto en carrera como<br />

con el diseño de las tácticas de boxes. La investigación<br />

que se produce está vinculada, cada vez más, con innovaciones<br />

para los vehículos comerciales e, incluso,<br />

con aplicaciones para otro tipo de productos que se<br />

benefician de este nuevo conocimiento que se genera


42 | Capítulo 2<br />

a raíz de las pruebas que se realizan en estas cápsulas<br />

de pensamiento.<br />

La F1 es el deporte que genera más innovaciones por<br />

su condición tecnológica. Existen otras especialidades<br />

como el motociclismo y el rally vinculadas a este tipo<br />

de competencias de velocidad, que también invierten<br />

en I+D+i para desarrollar tecnología de punta, pero<br />

en menores cantidades de dinero. Esa circunstancia,<br />

en la que el cambio continuo es la línea a seguir, hace<br />

que se requiera de un financiamiento constante. Para<br />

comprender mejor esa dinámica se presenta una tabla<br />

en la que se aprecian los montos que cada escudería<br />

invierte cada año.<br />

PRESUPUESTOS DE LOS EQUIPOS DE F1 (2012)<br />

Equipos<br />

Ferrari<br />

Red Bull<br />

McLaren<br />

Mercedes<br />

Lotus<br />

Force India<br />

Sauber<br />

Presupuesto<br />

(m. €)<br />

294.5<br />

277.4<br />

188.5<br />

188.5<br />

153.2<br />

117.8<br />

106,00<br />

Ingresos<br />

306.3<br />

282.7<br />

212,00<br />

176.7<br />

141.4<br />

88.4<br />

88.4<br />

Ganancia<br />

11.8<br />

5.3<br />

23.6<br />

-11.8<br />

-11.8<br />

-29.5<br />

-17.7<br />

En la Tabla se aprecia que en la temporada 2012 las 11 escuderías<br />

invirtieron un total de 1.651,1 millones de Euros,<br />

cifra que multiplicada por 1.32, daría un total de 2.179.44<br />

millones de dólares. El orden de magnitud de la inversión<br />

por temporada habla por sí solo del poderío que tiene este<br />

imperio deportivo.<br />

El andamiaje de un F1 es una tarea compleja en la que se<br />

juega con un producto de alta sofisticación que es sometido<br />

a exigencias extremas en cada momento de la competición.<br />

Un equipo de una escudería pudiera llegar a contar<br />

con unas 900 personas y todas cumplen un papel vital.<br />

El organigrama de las escuderías cambia de manera importante<br />

según la estructura de costos de cada una. Ferrari<br />

cuenta con unas 900 personas en nómina (Renault 700 y<br />

Toyota 550) distribuidas así: un jefe de equipo (dueño) que<br />

es el mandamás; luego viene en orden jerárquico el director<br />

de equipo (desde el punto de vista técnico, es el que<br />

maneja los complejos hilos de una red socio-institucional<br />

y es la persona de mayor relevancia); 4 pilotos, 2 oficiales<br />

y 2 sustitutos, que también realizan pruebas; equipo de<br />

ingenieros que acompañan a los pilotos y maneja todo lo<br />

relacionado con la tecnología del monoplaza; personal de<br />

fábrica que opera desde el centro de operaciones de I+D+i<br />

y no se desplaza a los circuitos; equipo de mecánicos que<br />

está en el orden de 25 personas para cada piloto; luego<br />

existe un grupo de individuos en segunda línea como médicos,<br />

fisioterapeutas, cocineros, mesoneros, responsables<br />

de medios, el equipo de transporte, por tierra, aire o marítimo<br />

según el caso. Es decir, una estructura compleja en<br />

la que un tercio aproximadamente se mueve por todo el<br />

mundo en temporada.<br />

Williams<br />

Toro Rosso<br />

Caterham<br />

Marussia<br />

106,00<br />

82.5<br />

76.6<br />

60.1<br />

Fuente: http://www.formulaf1.es/43629/presupuesto-ingresosganancias-numeros-equipos-formula-1-2012/<br />

106,00<br />

82.5<br />

76.6<br />

60.1<br />

0,00<br />

0,00<br />

0,00<br />

0,00<br />

Si se parte de la premisa que la F1 es la disciplina deportiva<br />

que desarrolla mayor número de innovaciones cada año<br />

por el hecho de trabajar con tecnología de punta, se puede<br />

alegar sin temor a equivocarse que esta especialidad es<br />

una de las mayores beneficiarias del nuevo patrón tecnológico<br />

que está imponiendo el desarrollo de la convergencia<br />

tecnológica NBIC. Esto se sustenta en la fuerte inversión<br />

en I+D+i, en los centros tecnocientíficos de última generación<br />

con los que cuentan los equipos que dan vida a esta<br />

disciplina y en la constante búsqueda de conocimiento de


<strong>Tecnociencia</strong>, Deporte y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 43<br />

punta para seguir a la vanguardia de los deportes a motor.<br />

En esa línea, otra estrategia utilizada por estos centros es<br />

vincularse con universidades e institutos de investigación<br />

para realizar algunas pruebas y, además, utilizar la vigilancia<br />

tecnológica para estar al tanto del último conocimiento<br />

que se genera a través de patentes y artículos científicos.<br />

La nanotecnología está impactando radicalmente al<br />

mundo tecnocientífico al modificar la estructura de los<br />

materiales y ese cambio transforma a todos los componentes<br />

de un monoplaza de la F1. Ahora bien, la combinación<br />

sinérgica de dúos, tríos o cuartetos de estas tecnologías<br />

(Nano-Bio-Info-Cogno) profundizan y mejoran<br />

esos productos, así como también los procesos de toda<br />

la cadena de conocimiento que se genera para que un<br />

bólido de estos mejore sus prestaciones en las pistas.<br />

Eso significa que los equipos de la F1 tienen necesariamente<br />

que incorporar este tipo de nuevo conocimiento<br />

para seguir siendo competitivos en el futuro.<br />

AL CIERRE… LAS NBIC: ¿NUEVOS MODOS Y NUEVOS<br />

DEPORTES?<br />

La humanidad vive un proceso transicional empujado,<br />

en gran medida, por la convergencia tecnológica Nano-Bio-Info-Cogno<br />

(NBIC). La nanotecnología es, de las<br />

cuatro disciplinas, la que, desde el punto de vista de su<br />

transversalidad, impulsa la fusión y las combinaciones<br />

con las otras tres tecnologías. La magnitud del cambio<br />

que está en proceso se puede resumir en la aseveración<br />

que hizo el gobierno de los Estados Unidos cuando planteó<br />

que dominar el mundo nanométrico es tanto como<br />

dominar la naturaleza.<br />

Lo cierto es que la tecnociencia avanza continuamente<br />

e impacta al mercado global con nuevos productos y<br />

servicios. Un cambio cualitativo que está en proceso es<br />

el uso de las nuevas técnicas que permiten manipular la<br />

materia a nivel nanométrico. Esto permite modificar de<br />

forma drástica los materiales, cambiando radicalmente<br />

todos los logros que se han obtenido hasta el presente.<br />

Lo que es importante destacar, es que no existen fechas precisas<br />

para que la mayoría de esos adelantos sean una realidad<br />

en la vida cotidiana de millones de personas. Este punto está<br />

vinculado con el incipiente desarrollo de las nanoherramientas<br />

necesarias para generar los productos. Pero lo que no po-


44 | Capítulo 2<br />

demos desestimar es que el ser humano tiene a la imaginación<br />

y la creatividad como motores para seguir empujando la<br />

frontera del conocimiento de forma sostenida.<br />

El principal reto será incorporar a las NBIC como un nuevo<br />

campo multidisciplinario vinculado estrechamente a la sociedad,<br />

tanto por sus aplicaciones como por su potencialidad<br />

para resolver los problemas más urgentes, como el acceso a<br />

recursos energéticos, agua o alimentos.<br />

La convergencia tecnológica NBIC está cambiando al mundo<br />

y una forma de apreciar los vertiginosos avances que se<br />

están obteniendo es a través del deporte como industria. Al<br />

apreciar los montos que se invierten en el deporte globalizado<br />

de hoy en día y conocer a los oligopolios que están por<br />

detrás, queda claro que es una industria tan poderosa como<br />

la farmacéutica, la militar o la petrolera. Mueve a las masas y<br />

de cierta forma se podría hablar de que ejerce un alto control<br />

social. Es sin duda un espacio privilegiado para que las<br />

NBIC entren en acción y modifiquen, como de hecho ya lo<br />

están haciendo, toda la gama de posibilidades que tienen<br />

que ver con cada especialidad deportiva.<br />

La F1 es un deporte que permite apreciar de forma<br />

clara el uso derivado de la generación de nuevo<br />

conocimiento aplicado. La dinámica tecnológica<br />

para los próximos años estará influenciada por las<br />

NBIC y hay que estar atentos a esas modificaciones<br />

para comprenderlas.<br />

La categoría reina del automovilismo es la F1 y esta disciplina<br />

ha sido utilizada permanentemente como banco de<br />

pruebas por la industria automotriz global. Esto se debe al<br />

uso de tecnología de punta aplicada en los monoplazas en<br />

cada temporada y esa transferencia de tecnología y de conocimiento<br />

hacia los vehículos comerciales tarda normalmente<br />

algunos años en implantarse.<br />

Al final de cuentas, el monoplaza de la F1 es una tecnología<br />

hiper-compleja que depende de un equipo de alto nivel<br />

multidisciplinario que debe integrar de forma nanométrica<br />

una serie de elementos que tienen que interactuar sincronizadamente<br />

(electrónica, frenos, chasis, motor, alerones<br />

y neumáticos, entre otros), tomando en cuenta que cada<br />

uno de esos elementos evoluciona por separado constantemente,<br />

lo que significa una nueva adaptación y, por ende,<br />

un nuevo aprendizaje en el rompecabezas tecnológico<br />

de cada temporada, eso sin tomar en cuenta los ajustes y<br />

adaptaciones en cada carrera. Por ello, la vigilancia tecnológica<br />

es otro factor de suma importancia en la estrategia<br />

global de cada escudería.<br />

El debate que tiene décadas en la F1 sobre la importancia<br />

relativa del piloto sobre la máquina sigue. La tecnología<br />

avanza y los pilotos se entrenan cada vez más para estar<br />

en condiciones de cumplir con las altas exigencias de este<br />

deporte. Incluso, utilizan tecnologías alternativas para entrenarse<br />

como los simuladores de última generación que<br />

les permiten conocer virtualmente los circuitos.<br />

La convergencia tecnológica NBIC cambiará radicalmente<br />

el deporte global al introducir cambios más allá de lo que<br />

se piensa, particularmente por las implicaciones que tiene<br />

esta integración, las cuales se convierten en una gran disrupción<br />

tecnocientífica.


<strong>Tecnociencia</strong>, Deporte y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 45<br />

REFERENCIAS<br />

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ciencias sobre la sociedad en las primeras décadas del<br />

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Societies (2004). Nano-Bio-Info-Cogno-Socio-Anthro-Philo.<br />

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2.- El establecimiento del mapa de infraestructuras para<br />

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nanospain_Informe.htm Consultado septiembre 14,<br />

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en nanotecnología en Venezuela. El caso de los<br />

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• De la Vega, Iván (2007). <strong>Tecnociencia</strong>: la Copa América<br />

2007 en Venezuela. Bitácora-e Revista Electrónica Latinoamericana<br />

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July/August, 2004. http://www.etcgroup.org/article.asp?newsid=547<br />

[Consultado junio 8, 2006].<br />

• Martínez, Eduardo (2012). Una nueva convergencia tecnológica<br />

cambiará a la sociedad en 2020.<br />

• Metadeporte (2014). http://metadeporte.com/2014/01/<br />

[Consultado mayo 11, 2014].<br />

• NBIC (2005). Tecnologías Convergentes NBIC: Situación<br />

y Perspectiva. Barcelona: Proyecto Intramural del CSIC<br />

200450F025 (ver: http://www.nbic.org.es).<br />

• Pérez, Carlota (2004) Revoluciones tecnológicas y capital<br />

financiero. La dinámica de las grandes burbujas<br />

financieras y las épocas de bonanza. Siglo XXI Editores,<br />

México, 2004, 270 pp.<br />

• Roco, Mihail C. et al. (2011). Nanotechnology Research<br />

Directions for Societal Needs in 2020. Retrospective and<br />

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• Roco, M. C. & W. S. Bainbridge: (2002). Overview. Converging<br />

Technologies for Improving Human Performance:<br />

Nanotechnology. Biotecnología, Information Technology,<br />

and Cognitive Science (NBIC). In Roco, M C. & W.<br />

S Bainbridge (eds.): Converging Technologies for Improving<br />

Human Performance. A NSF/DOC sponsored<br />

report. Arlington, Virginia, June.<br />

CRÉDITOS FOTOGRÁFICOS<br />

• Fotografía página 32: Rachael<br />

Russell /


Capítulo<br />

03<br />

Riesgo de altura<br />

Autor: José Antonio López Cerezo


48 | Capítulo 3<br />

Resumen<br />

Asociadas al lucrativo negocio de la ascensión a las grandes<br />

cumbres, las nuevas tecnologías han hecho posible<br />

que muchas más personas alcancen su sueño de subir un<br />

ochomil y que, porcentualmente, haya muchos menos<br />

muertos en el intento. Los espectaculares avances en la<br />

predicción meteorológica, las mejoras en el oxígeno embotellado<br />

o el uso profiláctico de la dexametasona, han<br />

cambiado drásticamente las condiciones de la escalada<br />

en las últimas décadas, al menos para los clientes de las<br />

expediciones comerciales. La situación cambia si prestamos<br />

atención a los trabajadores locales enrolados en esas<br />

expediciones. como muestra el reciente accidente junto al<br />

campo base del Everest de abril de 2014, con 16 sherpas<br />

muertos por una avalancha, el riesgo tiene características<br />

que pueden contribuir a profundizar la desigualdad social<br />

y perjudicar a los menos afortunados. Los riesgos no se<br />

cancelan o minimizan simplemente gracias los avances<br />

científico-tecnológicos en alpinismo, sino que tiene lugar<br />

un reajuste del comportamiento de los actores que da<br />

lugar a un intercambio de riesgos: aumentar la seguridad<br />

en una parte del sistema implica normalmente disminuir la<br />

seguridad en otra parte del sistema, sustituyendo el riesgo<br />

original por uno nuevo o transfiriendo el riesgo a una población<br />

diferente. La masificación comercial del Everest está<br />

precisamente dando lugar a ambos tipos de intercambio,<br />

y los trabajadores locales son los más afectados. El pueblo<br />

sherpa es el gran sacrificado por los sueños occidentales de<br />

ascender con razonable seguridad un pico como el Everest.


<strong>Tecnociencia</strong>, Deporte y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 49<br />

TOCANDO EL CIELO<br />

El 29 de mayo de 1953, el montañero neozelandés Edmund<br />

Hillary y el sherpa Tenzing Norgay fueron los primeros en<br />

hollar la cumbre del Everest y regresar con vida de ella. Era<br />

la culminación de la edad de oro del alpinismo y de la era de<br />

los grandes descubrimientos geográficos. El monte Everest,<br />

situado en la frontera entre Nepal y China, es la montaña<br />

más alta del planeta, con una altura sobre el nivel del mar<br />

de 8.848 metros 1 . En su cumbre solo hay una tercera parte<br />

del oxígeno de la atmósfera a nivel del mar y una temperatura<br />

promedio de entre -20ºC y -40ºC dependiendo del mes,<br />

pudiendo alcanzar picos de -60ºC. La sensación térmica es<br />

incluso menor debido al fuerte viento 2 . Un escalador que<br />

intente hacer cumbre, durante el último kilómetro ingresa<br />

en la conocida ‘zona de la muerte’: el gasto de energía se<br />

dispara, los sistemas corporales dejan de funcionar correctamente<br />

y el escalador comienza a morir lentamente. Se trata<br />

entonces de coronar la cumbre lo más rápido posible y descender<br />

antes de que sea demasiado tarde.<br />

Casi 30 años antes de Hillay y Tenzing, en junio de 1924,<br />

la célebre expedición británica de Andrew Irvine y George<br />

Mallory superó con certeza los 8 mil metros pero persisten<br />

las dudas sobre si consiguieron llegar a la cumbre.<br />

Ataviados con chaquetas ‘tweed’, pantalones bombachos,<br />

jerseys de lana, sombreros de fieltro y material de montaña<br />

de la época, con un inconfundible estilo ‘British’, lo que<br />

sí es seguro es que no regresaron de la montaña tras esa<br />

tercera expedición. Un año antes, en un viaje a Nueva York<br />

en marzo de 1923, al ser preguntado por un periodista por<br />

qué tenían que asumir el riesgo de escalar la montaña,<br />

George Mallory respondió simplemente “porque está allí”<br />

(because it’s there) 3 . En su segunda expedición al Everest,<br />

en 1922, Mallory y otros dos miembros del equipo británico<br />

organizaron un temerario tercer ataque a la cumbre<br />

antes de la llegada del monzón. Durante la aproximación a<br />

la cumbre por la pendiente tibetana, una avalancha barrió<br />

el grupo y causó la muerte de siete sherpas de Darjeeling<br />

(India), cuyos nombres no han pasado a la historia. Son las<br />

dos caras del Everest y los grandes ochomiles: la vida y la<br />

muerte, gloria y olvido, occidente y oriente.<br />

Hoy día, 70 años después de la hazaña de Hillary y Tenzing,<br />

y casi un siglo después de Irvine y Mallory, la montaña<br />

sigue estando allí 4 . Algunas cosas siguen igual y otras han<br />

cambiado tremendamente.<br />

El Everest tiene dos rutas principales de escalada: la ruta<br />

del Collado Sur (cara sudoeste) desde Nepal, la utilizada<br />

por Hillary y Tenzing en 1953, y la ruta del Collado Norte<br />

(cara noreste) desde el Tíbet, utilizada por Irvine y Mallory<br />

en 1924. La ruta por la vertiente nepalí, la normal de la<br />

cara sur, no es una ruta técnicamente muy difícil aunque<br />

sí requiere experiencia de alta montaña (por ejemplo en<br />

el uso de piolets, crampones y cuerdas) y, desde luego, la<br />

exposición a riesgos variables pero inevitables asociados<br />

a los ‘seracs’ (torres de hielo), grietas, escalones, esfuerzo<br />

extremo y falta de oxígeno 5 . Su ascensión suele organizarse<br />

mediante grandes expediciones planificadas con estrategia<br />

militar y que movilizan numerosos escaladores, yaks<br />

y porteadores locales, sherpas de altura y un muy abundante<br />

equipo logístico. El campo base de la ruta nepalí está<br />

situado a 5.380 metros, cerca de la cascada de hielo del<br />

Khumbu. Entre el aclimatamiento, la colocación de cuerdas<br />

fijas, el ascenso escalonado a través de sucesivos campos<br />

de altura, los intentos de ataque a la cumbre, etc., el lapso<br />

en la montaña suele ser de unos dos meses.<br />

1<br />

Su nombre procede del geógrafo británico George Everest, responsable de las expediciones<br />

topográficas de la Gran Medición Trigonométrica de la India durante los años 30 y principios de los<br />

40 del siglo XIX. Es la montaña conocida en Nepal como Sagarmatha (‘Cabeza del cielo’) y en el Tíbet<br />

como Chomolungma (‘Madre del universo’). Véase Davis (2011: cap. 2).<br />

2<br />

La pluma de nieve que puede apreciarse con frecuencia en ella, de 10 o más km. de largo, se debe a<br />

los vientos de más de 150 km/hora que la azotan y barren la nieve en polvo. Se trata de una corriente<br />

de fuertes vientos que se mueve de este a oeste por las capas altas de la atmósfera, entre los 7,5 y<br />

los 14 kilómetros.<br />

3<br />

Su cuerpo no fue encontrado hasta 1999, 75 años después de su desaparición, a unos 500 metros de<br />

la cumbre (Anker y Roberts, 1999).<br />

4<br />

Es, sin embargo un poco más alta. Se calcula que el movimiento tectónico eleva la montaña unos<br />

4cm por temporada. No obstante, siempre ha habido controversia sobre la altura exacta del Everest<br />

(Merino, 2004: 150-155). En torno a la evolución del montañismo de altas cumbres en el Himalaya,<br />

véase en general Isserman y Weaver (2008).<br />

5<br />

Un nuevo riesgo, asociado al tumultuoso orden mundial del siglo XXI, es el terrorismo. En junio de<br />

2013, once alpinistas fueron asesinados por talibanes en el campo base de la vertiente del Diamir del<br />

Nanga Parbat, un ochomil del Karakórum pakistaní (http://desnivel.com/expediciones/11-alpinistasasesinados-en-el-campo-base-del-nanga-parbat<br />

- acceso: 29-08-14).


50 | Capítulo 3<br />

Desde el primer ascenso de 1953 y hasta mayo de 2013,<br />

5.644 personas han ascendido al Everest y 210 han<br />

muerto según la BBC 6 , y muchos cuerpos siguen en la<br />

montaña como un testimonio macabro de la dificultad<br />

de la empresa 7 . La más célebre tragedia se produjo en<br />

1996, cuando ocho personas murieron en 36 horas cerca<br />

de la cima, dando lugar a una de las más intensas controversias<br />

del alpinismo moderno 8 . Una de las claves de<br />

esta tragedia era el problema que suponían los clientes<br />

de expediciones comerciales: montañeros amateur<br />

poco cualificados para afrontar un ochomil, creando saturación<br />

en la montaña, retrasos en la zona de la muerte<br />

y demandando ayuda de guías profesionales y sherpas<br />

cerca ya de su límite de resistencia.<br />

Las expediciones comerciales pesadas, con tarifas entre los<br />

30 mil y los 100 mil dólares 9 , han convertido el Everest en una<br />

industria turística, un circo multicultural con centenares de<br />

personas hablando en muy diversas lenguas, apiñadas en<br />

las ciudades de nylon que cada temporada albergan decenas<br />

de grandes expediciones en los campos base de ambas<br />

vertientes. Puesto que las expediciones comerciales están<br />

sujetas a un rígido calendario de aclimatación y adaptación<br />

en los pocos meses de buen tiempo previos al monzón, están<br />

sometidas en su ascenso y ataque a la cumbre a las ventanas<br />

de bonanza que vayan presentándose y deben además<br />

seguir rutas concretas señalizadas para facilitar el avance; los<br />

escaladores amateur de esas expediciones provocan en la<br />

ascensión largas colas y algunos cuellos de botella en pasos<br />

clave, con esperas de horas en ocasiones, que crean retrasos<br />

mortales. De hecho, el número de intentos se ha multiplicado<br />

desde los escasos 100 diarios de las década de los 90 a los 500<br />

de promedio desde 2005. Un solo día de 2012 hizo coincidir<br />

haciendo cumbre en el Everest a 234 personas 10 .<br />

La asistencia comercial a los clientes de pago, con el consumo<br />

de gran cantidad de botellas de oxígeno, un amplio<br />

apoyo por sherpas y escaladores de élite, el uso intensivo<br />

de cuerdas fijas y escaleras, entre otros, ha permitido hacer<br />

cumbre a un niño de 13 años de California, un japonés de 80<br />

años, un atleta ciego e incluso una mujer sin piernas. Nada<br />

más alejado del tradicional estilo alpino de escalada de A.<br />

Mummery 11 . ¿Han hecho los avances técnicos del Everest<br />

una montaña saturada pero fácil de escalar?<br />

6<br />

http://www.bbc.com/news/magazine-22680192 (acceso: 19-08-14).<br />

7<br />

Por encima de los ocho mil metros se estima que hay todavía más de 40 cadáveres esperando para<br />

recibir sepultura. De hecho, en la zona de la muerte es usual utilizar los cuerpos congelados como<br />

mojones. Los dos más célebres son ‘botas verdes’ y ‘el saludador’.<br />

8<br />

Véanse las opiniones enfrentadas de dos protagonistas, la del montañero y novelista Jon Krakauer<br />

en ‘Mal de Altura’ (1997) frente a la del ya fallecido escalador profesional Anatoli Bukreev en ‘Everest<br />

1996’ (Bukreev y DeWalt, 1997). Véanse asimismo Breashears (1999: cap. 12) y Viesturs y Roberts<br />

(2013: cap. 2).<br />

9<br />

A modo de ejemplo, el precio del ascenso al Everest en Mountain Madness para la campaña 2015 es<br />

de 64 mil dólares, la compañía fundada por el norteamericano Scott Fischer, muerto en la tragedia<br />

del Everest de 1996 (http://www.mountainmadness.com/adventures/expeditions/asia/nepal/<br />

everest#dates-and-prices – acceso: 20-08-14). A ello hay que sumar el vuelo internacional con exceso<br />

de equipaje (entre mil y cinco mil dólares), el equipo de escalada (unos siete mil dólares), uso de<br />

ordenadores y teléfonos satelitales en el campo base (entre tres mil y diez mil dólares según su uso),<br />

el canon de basuras (unos doce mil dólares por expedición), pagos y propinas de sherpas, botellas<br />

de oxígeno no incluidas en el pack contratado, etc. Los precios son similares en otras empresas<br />

punteras, como la neozelandesa Adventure Consultants: 65 mil dólares en 2015 (http://www.<br />

adventureconsultants.com/adventure/Everest-DatesandPrices/#expedition – acceso: 20-05-14), la<br />

empresa fundada por Rob Hall, también muerto en 1996 en el Everest. En resumen, según el cálculo<br />

de Alfredo Merino para el diario El Mundo: dos meses y unos 100 mil dólares (http://www.elmundo.<br />

es/especiales/2013/deportes/everest/como-subir.html – acceso: 20-08-14).<br />

10<br />

http://www.bbc.com/news/magazine-22680192 (acceso: 19-08-14).<br />

11<br />

El considerado por muchos padre del alpinismo moderno y creador del estilo alpino de ascensión<br />

(donde se trata de ‘resolver problemas’ buscando nuevas rutas, realizando ascensiones rápidas y<br />

gimnásticas, sin oxígeno, y evitando en lo posible porteadores, campos de altura, cuerdas fijas y<br />

equipos pesados) fue el montañero inglés Albert Mummery. Un poco miope y un tanto desgarbado,<br />

Mummery abrió en el último cuarto del siglo XIX numerosas nuevas vías de ascenso en las grandes<br />

cumbres de los Alpes y el Cáucaso. Una frase suya refleja perfectamente su filosofía y fino sentido<br />

del humor: “Cuando todo indica que por un lugar no se puede pasar, es necesario pasar. Se trata<br />

precisamente de eso” (cit. en Martínez de Pisón y Álvaro, 2002: 152). Murió en 1895, acompañado de<br />

dos gurkas, en un audaz intento de ascensión alpina al Nanga Parbat. El más célebre heredero de su<br />

filosofía es el italiano surtirolés Reinhold Messner, primer hombre en culminar (sin oxígeno) los 14<br />

ochomiles, en competencia durante los años 80 con el que fue el segundo hombre en conseguirlo,<br />

también de un modo audaz y evitando ayudas externas, el polaco Jerzy Kukuczka – fallecido en 1989<br />

(Messner, 1987; Kukuczka, 1992) –. La polémica sobre el uso de pernos y otros elementos artificiales<br />

de ayuda a la escalada se encuentra en Ebert y Robertson (2007). Véanse asimismo Aven (2013) y<br />

Viesturs y Roberts (2013: cap. 4).


<strong>Tecnociencia</strong>, Deporte y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 51<br />

La primera ascensión de Hillary y Tenzing ya contó con<br />

avances técnicos que facilitaron alcanzar la cima, como las<br />

botas de alta montaña, botellas experimentales de oxígeno<br />

o ‘walkie talkies’ de goma. Hoy día, el 95% de los que<br />

intentan hacer cumbre usan botellas de oxígeno muchísimo<br />

más ligeras que las originales 12 , con sistemas diseñados para<br />

evitar el congelamiento de los tubos y la formación de humedad<br />

en el regulador. Se utilizan teléfonos satelitales con<br />

cobertura en toda la montaña, y desde 2010 con cobertura<br />

3G. La previsión meteorológica es hoy tremendamente<br />

precisa y accesible en tiempo real durante la ascensión.<br />

El equipo de escalada es muy ligero y mucho más fuerte,<br />

con, por ejemplo, piolets y utillaje de titanio o fibra de carbono,<br />

o cuerdas homologadas de poliamidas elásticas y kevlar.<br />

Los tejidos sintéticos hacen posible un excelente aislamiento<br />

del frío y el calor, al tiempo que permiten la transpiración,<br />

con sofisticados materiales como el polartec o el vibram. Los<br />

guantes y botas cuentan con sistemas eléctricos de calentamiento<br />

para reducir el riesgo de congelamiento.<br />

Así mismo, el conocimiento médico sobre las hormonas y su<br />

papel en el organismo permite combatir más eficazmente<br />

los efectos físicos de la hipoxia (falta de oxígeno). Nuevos<br />

medicamentos, como la dexametasona, desarrollados para<br />

reducir la inflamación y la retención de fluidos, se han hecho<br />

un hueco en las mochilas. El uso de cámaras hipobáricas 13<br />

permite conseguir la aclimatación antes de llegar a Nepal y,<br />

de ese modo, reducir el número de pasos por zonas peligrosas<br />

en la aclimatación en la montaña.<br />

menos del 2% en 2012 14 . ¿Ha hecho la ciencia una montaña<br />

segura del Everest?<br />

Sobre la base de un enfoque del riesgo basado en los<br />

estudios sociales de la ciencia o estudios sobre ciencia,<br />

tecnología y sociedad (CTS) (González García et. al., 1996;<br />

Hackett et al. 2007), en esta contribución defenderé que,<br />

con diversas matizaciones, la respuesta para la pregunta<br />

anterior es ‘no’. Siguen produciéndose muertes pero ahora<br />

los perjudicados tienden a ser otros: los guías expertos<br />

a los que el auxilio de un cliente no cualificado puede<br />

poner en peligro, los escaladores profesionales que se<br />

encuentran un embotellamiento a ocho mil metros y especialmente<br />

los sherpas de altura al servicio de los clientes<br />

de las empresas de aventura. La ciencia médica y las<br />

nuevas tecnologías han hecho posible que muchas más<br />

personas alcancen su sueño de subir un ochomil y que,<br />

porcentualmente, haya muchos menos muertos en el intento<br />

al cambiar drásticamente las condiciones desde el<br />

primer intento de 1921. Pero son cambios que favorecen<br />

especialmente a los clientes de las actuales expediciones<br />

comerciales; el panorama es diferente si prestamos atención<br />

a otros actores implicados.<br />

Y también debemos tener en cuenta los avances organizativos<br />

y logísticos, con grandes expediciones minuciosamente<br />

preparadas y atención personalizadas a los clientes,<br />

así como las innovaciones en las técnicas de escalada, por<br />

ejemplo haciendo uso de crampones para evitar tallar escalones<br />

en el hielo, o la instalación de escaleras de aluminio<br />

y cuerdas fijas para facilitar el ascenso y minimizar riesgos.<br />

De hecho, la tasa de muertes ha pasado del 37% en 1990 a<br />

12<br />

Mallory e Irvine ya contaron en los años 20 con prototipos de oxígeno embotellado, de unos 15<br />

kilos de peso y adaptados de equipos desarrollados para las fuerzas aéreas británicas. Reflejando<br />

la polémica temprana sobre su uso en la montaña, Mallory llamaba peyorativamente ‘aire inglés’ al<br />

oxígeno embotellado (West, 2003; Merino, 2004: 303).<br />

13<br />

Se trata de cámaras de baja presión que utilizan un habitáculo estanco del que ajustan la presión<br />

para recrear la existente a distintas altitudes, con avanzados sistemas de control y monitorización de<br />

las variables cerebrales, cardíacas, musculares y el consumo de oxígeno.<br />

14<br />

http://www.bbc.co.uk/science/0/22341876 (acceso: 19-08-14).


52 | Capítulo 3<br />

La situación es bien distinta para los trabajadores locales enrolados<br />

en esas expediciones. Como muestra el reciente accidente<br />

junto al campo base del Everest, con 16 sherpas muertos<br />

por una avalancha en la cascada de hielo del Khumbu, y la<br />

generalización de las protestas entre los trabajadores nepalíes<br />

implicados en las escaladas; el riesgo tiene características que<br />

pueden contribuir a profundizar la desigualdad social y perjudicar<br />

a los menos afortunados. Los riesgos no se cancelan o<br />

minimizan sin más gracias al avance científico-tecnológico y<br />

organizativo, sino que tiene lugar un reajuste en la conducta<br />

de los actores que da lugar a lo que se conoce como ‘intercambio<br />

de riesgos’: aumentar la seguridad en una parte del<br />

sistema para cierta población implica normalmente disminuir<br />

la seguridad en otra parte del sistema, sustituyendo el tipo de<br />

riesgo o transfiriendo el riesgo original a una nueva población.<br />

La masificación comercial del Everest está<br />

precisamente dando lugar a ambos tipos de<br />

intercambio, y la población trabajadora local es la<br />

particularmente afectada. En última instancia, el<br />

pueblo sherpa es el gran sacrificado por los lucrativos<br />

sueños occidentales de ascender con razonable<br />

seguridad un pico como el monte Everest.<br />

ACCIDENTE EN EL KHUMBU<br />

¿Qué es lo que ocurrió en la cascada del Khumbu?, ¿por<br />

qué se producen este tipo de accidentes?, ¿qué lecciones<br />

podemos aprender con respecto a la naturaleza y gestión<br />

del riesgo en el ascenso de un ochomil? Vayamos ahora por<br />

partes con estas preguntas.<br />

La cascada del Khumbu es un caótico torrente de hielo<br />

a unos 5.500 metros de altitud en el extremo del glaciar<br />

Khumbu, al pie del Cwm Occidental – un valle de origen<br />

glaciar que atraviesan los escaladores que siguen la ruta sureste<br />

al Everest –. Es un paso extremadamente peligroso de<br />

unos mil metros de largo en la pendiente nepalí del macizo<br />

del Everest, no lejos del campo base. Debido a su movimiento<br />

(1,22 m por día), el glaciar está plagado de ‘seracs’ y<br />

grandes bloques de hielo que se colapsan sin previo aviso,<br />

así como de fisuras y grandes grietas que se abren y cierran<br />

por sorpresa, con frecuencia escondidas bajo puentes de<br />

hielo que pueden caer con el paso de los escaladores 15 .<br />

El 18 de abril de 2014, poco antes de las 7 de la mañana<br />

hora local, 16 escaladores nepalíes murieron debido a una<br />

avalancha en la cascada de hielo del Khumbu, entre los<br />

campamentos I y II. Otros nueve sherpas de altura resultaron<br />

gravemente heridos 16 . Un bloque de hielo del tamaño<br />

de una mansión se desprendió fragmentándose pendiente<br />

abajo, en trozos del tamaño de camiones, arrastrándolo<br />

todo a lo largo de la cascada. Fue el peor desastre del Everest.<br />

Estaban preparando la vía de ascenso al Everest en la<br />

temporada premonzón de primavera, en la ruta de la cara<br />

sur. Según las autoridades nepalíes estaban colocando<br />

cuerdas fijas (kilómetros de cuerda de nylon unidos al hielo<br />

mediante tornillos y otros anclajes especiales, para uso de<br />

la larga fila de escaladores que intenta hacer cumbre en esa<br />

época del año), aunque, según las compañías comerciales,<br />

las cuerdas ya habían sido fijadas y los sherpas estaban<br />

acarreando cargas con tiendas, botellas de oxígeno y otros<br />

materiales a los campos de altura que usan los escaladores<br />

en su aproximación a la cumbre 17 .<br />

15<br />

En su relato del primer ascenso, Hillary utiliza los siguientes nombres para describir algunos de<br />

los pasos de la cascada: ‘horror de Mike’, ‘horror de Hillary’, ‘callejón del fuego del infierno’, ‘tramo de<br />

las bombas atómicas’, ‘grieta espantosa’ (1955: 124 ss.). El momento menos inseguro para cruzar la<br />

cascada es por la mañana, cuando el sol todavía no ha calentado el área y aumentado la fricción en<br />

las estructuras de hielo.<br />

16<br />

Aunque estaban empleados como ‘sherpas de altura’, una profesión respetada por los montañeros<br />

de todo el mundo, no todos los trabajadores nepalíes muertos en la avalancha pertenecían en un<br />

sentido estricto a la etnia sherpa, que incluye a menos del uno por ciento de la población nepalí.<br />

Tres de ellos pertenecían a otros grupos étnicos mayores. http://www.newyorker.com/news/<br />

news-desk/death-and-anger-on-everest?utm_source=tny&utm_campaign=generalsocial&utm_<br />

medium=facebook&mbid=social_facebook (acceso: 15-08-14). Véase asimismo Fischer (1990).<br />

17<br />

http://www.cbc.ca/news/world/mount-everest-avalanche-13th-body-pulled-fromsnow-1.2614711<br />

(acceso: 15-08-14).


<strong>Tecnociencia</strong>, Deporte y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 53<br />

El día posterior al desastre, según Associated Press 18 ,<br />

muchos sherpas de altura se lamentaban de las peligrosas<br />

condiciones a las que se ven expuestos los trabajadores<br />

locales, normalmente con muertos en cada temporada<br />

de escalada. Pero también es cierto que los sherpas, hasta<br />

hace poco tiempo uno de los pueblos más pobres y aislados<br />

del Nepal, hoy tienen escuelas, teléfonos celulares y<br />

una clase media como resultado de la ‘economía del monte<br />

Everest’ que aporta decenas de millones de dólares a Nepal<br />

cada año. Si no trabajaran como guías o porteadores, los<br />

sherpas simplemente seguirían inmersos en una economía<br />

de subsistencia (Stevens, 1993; Ives, 2004).<br />

Pero la cuestión no es si el pueblo sherpa estaría mejor o peor<br />

abandonado a sí mismo. El punto clave es cómo se distribuyen<br />

los ingresos y los riesgos de la explotación comercial de<br />

sus recursos. El ingreso anual promedio en Nepal es de unos<br />

700 dólares por persona y un sherpa de altura puede obtener<br />

unos cinco mil dólares por temporada (desde finales<br />

de marzo hasta principio de junio). Si muere en la montaña,<br />

su familia recibe un millón de rupias (unos 10.500 dólares)<br />

por el seguro que debe contratar su empleador. Hemos<br />

visto que el cliente de una expedición comercial gasta un<br />

promedio de 100 mil dólares por intento. Si multiplicamos<br />

por clientes y expediciones, cada temporada, obtendremos<br />

una cifra bastante elevada. Son cifras muy dispares y<br />

desde luego cortas en el caso de los trabajadores locales, a<br />

la vista de los riesgos que deben correr. Y con respecto a esos<br />

riesgos, los sherpas son los primeros en atacar la montaña,<br />

pisar la nieve blanda, colocar kilómetros de cuerdas fijas y<br />

llevar las cargas pesadas. Tienen que hacer frente sin ayuda a<br />

todos los peligros de la montaña: el frío extremo, la hipoxia,<br />

el riesgo de avalanchas, el colapso de los puentes de hielo,<br />

los rayos ultravioleta en toda la montaña, etc. (Pal, 1989: 58).<br />

Según Nima Tenzing, un guía sherpa de 30 años, los riesgos<br />

para ellos son el doble que para un escalador occidental 19 .<br />

18<br />

http://www.cbc.ca/news/world/mount-everest-avalanche-13th-body-pulled-fromsnow-1.2614711<br />

(acceso: 15-08-14).<br />

19<br />

http://www.cbc.ca/news/world/mount-everest-avalanche-13th-body-pulled-fromsnow-1.2614711<br />

(acceso: 15-08-14).<br />

20<br />

(http://www.outsideonline.com/outdoor-adventure/climbing/mountaineering/By-the-Numbers-<br />

Everest-Fatality-Rates.html (acceso: 15-08-14).<br />

21<br />

http://www.newyorker.com/news/news-desk/death-and-anger-on-everest?utm_<br />

source=tny&utm_campaign=generalsocial&utm_medium=facebook&mbid=social_facebook<br />

(acceso: 15-08-14).<br />

De acuerdo con Jonah Ogles, la mortalidad de los sherpas en<br />

el Everest era hasta 2004 doce veces mayor que la mortalidad<br />

del personal militar destinado a Iraq entre 2003 y 2007 20 .<br />

Según los cálculos de Jon Krakauer, en el boom del Everest<br />

desde la tragedia de 1996 ha muerto un escalador por cada<br />

60 ascensiones, pero esta última cifra se eleva a 88 sherpas<br />

por cada muerto occidental 21 . ¿Acaso no hay nada que pueda<br />

hacerse para evitar esta sangría, especialmente de trabajadores<br />

locales, en el mundo de las nuevas tecnologías?<br />

Desde luego, son muchas las medidas de seguridad, los recursos<br />

técnicos y las decisiones que pueden tomarse para<br />

intentar evitar este tipo de tragedias y otros accidentes<br />

propios de la escalada de grandes cumbres. No obstante,<br />

la complejidad e imprevisibilidad del funcionamiento del<br />

sistema sociotécnico, como es el caso de una expedición<br />

de escalada de un ochomil, hace inevitable la posibilidad<br />

de un algún error, de un fallo sistémico, que conduzca a<br />

una catástrofe.<br />

Para comprender mejor la naturaleza de estos accidentes y<br />

entender por qué el pueblo sherpa es particularmente vulnerable,<br />

necesitamos revisar antes una serie de nociones<br />

procedentes de diversas teorías y modelos sociológicos:<br />

la noción de error humano de J. Reason, la de accidente<br />

normal de C. Perrow, la noción de termostato del riesgo<br />

de J. Adams, y, finalmente, la noción de redistribución de<br />

riesgos de J. Graham y J. Wiener. Daremos comienzo a cada<br />

sección con una tesis que trataremos de respaldar mediante<br />

el desarrollo de la misma.<br />

LOS ACCIDENTES COMO FALLO SISTÉMICO<br />

Tesis: un accidente como el de la cascada del Khumbu es a la vez<br />

fruto de un error humano (valoración errónea de las condiciones<br />

de seguridad de la montaña) y consecuencia del incorrecto<br />

funcionamiento del sistema (competitividad entre empresas<br />

comerciales, clientes poco cualificados, masificación).<br />

Un reciente accidente aéreo nos permitirá comprender la<br />

naturaleza de los accidentes como fallos sistémicos donde<br />

está presente el error humano. El 20 de agosto de 2008<br />

tuvo lugar el accidente del MD-82 de la compañía aérea<br />

Spanair en el aeropuerto de Madrid-Barajas. Fallecieron<br />

154 personas. El avión despegó ‘sin flaps ni slats’ (alerones


54 | Capítulo 3<br />

que ayudan al avión a elevarse). Tampoco se activó el sistema<br />

de alarma de configuración errónea para el despegue<br />

(TOWS): un sistema sonoro de cabina que alerta a los pilotos<br />

en caso de que se olviden de activar algún elemento necesario<br />

para despegar. Después del accidente, se atribuyó la causa<br />

a la sonda RAT. La sonda RAT depende de un relé (interruptor<br />

controlado por electricidad), el relé R2-5, que se energiza<br />

cuando el avión está apoyado en el suelo y activa el sistema<br />

TOWS. En el aeropuerto, el sistema TOWS y la sonda RAT se<br />

comportaron como si estuvieran en modo vuelo. Según el<br />

auto judicial posterior al accidente, “cabe la posibilidad de<br />

que la avería en el sistema RAT del 20 de agosto fuera una<br />

consecuencia o manifestación de un fallo multifuncional que<br />

afectara también al TOWS, alimentado por el mismo relé 22 ” .<br />

Por ello, inicialmente se responsabilizó de que no sonara<br />

la alarma TOWS a dos mecánicos que revisaron ese día el<br />

avión y que quitaron un fusible para que no se calentase<br />

la sonda RAT. Pruebas posteriores mostraron que el relé en<br />

cuestión funcionó bien y que no fue el desencadenante del<br />

accidente 23 . Finalmente, el informe pericial elaborado por<br />

los expertos del órgano colegiado designado por el juez del<br />

caso, dictaminó un reparto de responsabilidad: el informe<br />

concluye que la tripulación no configuró adecuadamente el<br />

avión para el despegue, que el sistema de alerta de averías<br />

falló, que el personal de mantenimiento despachó el avión<br />

incorrectamente y que ni fabricante ni autoridades aeronáuticas<br />

tomaron las medidas correctoras adecuadas para<br />

evitarlo (pese a que este tipo de accidente ya había ocurrido<br />

antes) 24 . De hecho, un accidente similar se había producido<br />

en Detroit en 1987. Tras ese accidente, el fabricante incluyó<br />

en un manual la recomendación de revisar el sistema de<br />

configuración de despegue antes de cada vuelo y la autoridad<br />

aeronáutica de EE.UU. (FAA) ordenó una modificación<br />

para evitar las ‘nuisance warnings’ (continuas advertencias<br />

molestas), a las que el MD-82 es muy<br />

proclive, y así evitar la tentación de que la<br />

tripulación desactive el sistema 25 .<br />

¿Qué falló entonces en el MD-82 de Barajas?<br />

Se trata de un error humano, pero solo<br />

en el sentido de que hay personas implicadas.<br />

No es únicamente el caso de un error del piloto o los mecánicos<br />

del MD-82. Es un fallo sistémico: un error compartido<br />

también por los ingenieros que diseñaron el avión, la compañía<br />

responsable Boeing, la FAA y posiblemente la NTSB<br />

(la Comisión de Seguridad en el Transporte de los EE.UU.).<br />

Esta es la visión de James Reason, profesor jubilado del Departamento<br />

de Psicología de la Universidad de Manchester,<br />

y su modelo de causalidad del riesgo por error humano<br />

en forma de fallos latentes (ocasionados por ingenieros,<br />

fabricantes, autoridades reguladoras,...) y fallos activos (pilotos,<br />

mecánicos,...). Son distintos tipos de fallo que, en su<br />

modelo del ‘queso suizo’, se presentan como agujeros en<br />

lonchas de queso Gruyère.<br />

Las lonchas representan defensas que tratan de garantizar<br />

la seguridad en el proceso de diseño-fabricación-regulación-utilización-mantenimiento<br />

de un sistema técnico e<br />

incluyen normativa aeronáutica, cursos de adiestramiento<br />

de pilotos y mecánicos, manuales de utilización, sistemas<br />

de alarma, ordenadores de control, programas de mantenimiento,<br />

etc. Son, no obstante, defensas imperfectas donde<br />

está presente el error humano, bien por fallos activos o bien<br />

por las condiciones latentes. Siguiendo con el modelo, el<br />

accidente tiene lugar cuando los agujeros se encuentran alineados,<br />

cuando se genera una trayectoria de oportunidad<br />

que hace inútiles los sistemas de prevención de fallos latentes<br />

y activos. Por ejemplo, cuando se combinan de algún<br />

modo el diseño defectuoso de una pieza, un escenario de<br />

accidente no detectado por las autoridades aeronáuticas ni<br />

el fabricante del avión, un interruptor que deja de funcionar,<br />

un piloto distraído y, digamos, la luz de una alarma que no se<br />

enciende. Se genera entonces una trayectoria de error que<br />

culmina en un accidente.<br />

Modelo del ‘Queso suizo’ de J. Reason. Artista: © Edén Herrera.


<strong>Tecnociencia</strong>, Deporte y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 55<br />

De este modo, un accidente como el de la cascada del<br />

Khumbu puede a la vez ser visto como fruto de un error<br />

humano (valoración errónea de las condiciones de seguridad<br />

de la montaña) y como consecuencia del incorrecto<br />

funcionamiento del sistema, con fuerte competitividad<br />

entre empresas comerciales, masificación de la montaña,<br />

necesidad de colocar cuerdas fijas para clientes poco<br />

cualificados y una gran presión por culminar la tarea en<br />

breve tiempo, de modo que los clientes de cada expedición<br />

pesada puedan aprovechar al máximo la ventana<br />

de condiciones climáticas óptimas. Una combinación de<br />

circunstancias creó las condiciones para que, a pesar de<br />

las medidas de seguridad, un desprendimiento de hielo<br />

desembocara en una tragedia.<br />

ACCIDENTES NORMALES<br />

Tesis: el accidente no debería causar sorpresa, dada la complejidad<br />

de la expedición comercial a una gran cumbre y la<br />

interconexión entre sus elementos. A pesar de las medidas y<br />

dispositivos de seguridad, siempre hay algo que puede salir<br />

mal y, a través del efecto cascada, culminar en una tragedia.<br />

Necesitamos ahora profundizar en el carácter sistémico<br />

de los accidentes. Un clásico estudio sobre los accidentes<br />

desde la óptica de la organización lo encontramos en<br />

‘Normal Accidents’ (1984) de Charles Perrow. Este autor se<br />

centra en sistemas tecnológicos de alto riesgo: una central<br />

nuclear, un sistema de control de tráfico aéreo, una planta<br />

petroquímica o una misión espacial constituyen sistemas<br />

tecnológicos complejos en los que no puede existir nunca<br />

una seguridad absoluta; tienen unas características tales<br />

que en ellos los accidentes han de ser considerados como<br />

inevitables. Para Perrow se trata de ‘catástrofes normales’.<br />

De acuerdo con el planteamiento original de este autor<br />

(Perrow, 1984), las tecnologías contemporáneas son sistemas<br />

complejos con una gran cantidad de elementos técnicos<br />

interconectados. En estos sistemas no se desarrollan<br />

procesos lineales que, en principio, puedan ser descritos<br />

por completo y planificarse cuidadosamente. Debido a esa<br />

estructura compleja e interconexión de sus elementos, las<br />

garantías de que todo funcionará como se espera nunca<br />

son completas. Los diseños son tan complicados que no<br />

podemos anticipar todas las posibles interacciones de<br />

elementos y fallos posibles. Pueden presentarse una gran<br />

diversidad de acontecimientos imprevistos que obliguen a<br />

tomar decisiones urgentes en situaciones de incertidumbre.<br />

Un fallo en una parte del sistema puede producir, por<br />

vías diversas, un efecto cascada con consecuencias globales<br />

de carácter incierto. Los riesgos se presentan así como<br />

características constitutivas de los sistemas sociotécnicos,<br />

de modo que los posibles fallos pueden entenderse como<br />

condicionados por el sistema (Perrow, 1984, 2007).<br />

Se trata de un análisis que puede extenderse fácilmente a<br />

un sistema sociotécnico moderadamente complejo como<br />

una gran expedición de escalada a un ochomil, pues también<br />

aquí encontramos una gran cantidad de elementos<br />

heterogéneos (conocimiento, materiales, componentes<br />

técnicos o elementos sociales) con una estrecha interconexión<br />

entre los mismos: condiciones climáticas de la<br />

montaña, previsión meteorológica, sherpas de altura y<br />

porteadores, guías y clientes, organización y logística, financiación<br />

de la expedición, antiinflamatorios sintéticos,<br />

22<br />

El País, 22-3-08, p. 24.<br />

23<br />

El País, 22-3-11, p. 24.<br />

24<br />

Público, 18-5-11, p. 37.<br />

25<br />

Tras el accidente de Barajas, Boeing, el fabricante del avión, estudiaba implantar una alarma visual<br />

que avise a la tripulación si por cualquier circunstancia falla el sistema que debe avisar sobre una<br />

configuración errónea de despegue.


56 | Capítulo 3<br />

otros fármacos y tratamiento médicos para combatir los<br />

congelamientos o la deshidratación, conocimiento médico<br />

sobre la resistencia humana y el mal de altura, tiendas y<br />

equipos de protección, piolets y utillaje de escalada, escaleras<br />

y cuerdas fijas, radiotransmisores y telefonía satelital,<br />

oxígeno embotellado, helicópteros de rescate, embotellamiento<br />

de la ruta, y un continuo etcétera 26 .<br />

Combinando ahora los enfoques de Reason y Perror, podemos<br />

entender las trayectorias de error como trayectorias<br />

de accidente que se inician en una ventana de oportunidad<br />

(fallo latente o fallo activo). Los cortafuegos (defensas del<br />

sistema – lonchas del queso) son los habituales y heterogéneos<br />

mecanismos de seguridad: material homologado,<br />

organización minuciosa, previsión meteorológica, guías<br />

competentes y sherpas con experiencia, medicamentos de<br />

uso profiláctico, etc. La complejidad del sistema se expresa<br />

a través de la extensión de las lonchas: cuanto más complejo<br />

más extensas, y por tanto con más oportunidades de presentar<br />

agujeros-brechas de seguridad. Un mayor número<br />

de guías expertos aumenta el volumen del personal de<br />

apoyo pero también de individuos que pueden despeñarse<br />

por un traspié o quedar expuestos a un alud imprevisto.<br />

La interconexión de componentes se expresa mediante la<br />

adherencia de dos o más lonchas, que inesperadamente<br />

alinean sus agujeros, debido a características del sistema y<br />

bajo ciertas condiciones de funcionamiento (por ejemplo<br />

ante un terremoto o un sabotaje en un sistema tecnológico<br />

complejo, o ante un súbito e imprevisto cambio en las<br />

condiciones climáticas de la montaña – como de hecho<br />

ocurrió en la tragedia de 1996 –).<br />

En una expedición pesada de escalada podemos incrementar<br />

los mecanismos de seguridad aumentando el número<br />

de guías y sherpas, de botellas de oxígeno, etc., es decir, alejándonos<br />

del purista estilo alpino de escalada. Pero ello no<br />

consigue más que incrementar la complejidad del sistema<br />

y su imprevisibilidad, aumentando el número de lonchas<br />

que pueden contener agujeros y creando nuevos senderos<br />

para una posible trayectoria de accidente (por ejemplo más<br />

alpinistas que pueden sufrir un edema y requerir ayuda de<br />

los compañeros, más artefactos o subsistemas que pueden<br />

fallar, o más personas expuestas a una caída o más grupos<br />

amenazados por avalanchas potenciales).<br />

Podemos reducir la complejidad del sistema suprimiendo<br />

componentes, pasando de una gran expedición de escalada<br />

a una escalada en estilo alpino, pero eso no consigue<br />

reducir el riesgo, como saben muy bien los escaladores<br />

profesionales. El eventual accidente, por tanto, no debería<br />

causar sorpresa, dada la complejidad de la expedición<br />

comercial a una gran cumbre y la interconexión entre sus<br />

elementos. A pesar de las medidas y dispositivos de seguridad,<br />

siempre hay algo que puede salir mal y, a través del<br />

efecto cascada, culminar en una tragedia. Para profundizar<br />

en este punto, necesitamos revisar otras dos nociones,<br />

26<br />

Respecto al concepto de sistema sociotécnico, este procede del historiador Thomas P. Hughes (1983,<br />

2004), quien analiza las tecnologías como sistemas con componentes heterogéneos que pueden<br />

incluir artefactos físicos (máquinas, estructuras, etc.), organizaciones (empresas de manufactura,<br />

agencias del gobierno, etc.), componentes científico-técnicos (como programas de I+D), leyes y<br />

regulaciones, prácticas económicas, valores y expectativas sociales, e incluso recursos naturales<br />

(como una cordillera o una cuenca hidrográfica).


<strong>Tecnociencia</strong>, Deporte y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 57<br />

la de termostato del riesgo y la de intercambio de riesgos.<br />

Pero antes debemos detenernos a reconsiderar la noción<br />

misma de riesgo.<br />

NATURALEZA DEL RIESGO<br />

Tesis: pese a todo, la montaña puede expresar su peligrosidad<br />

de formas diversas y generar distintos tipos de daño<br />

que son asumidos como riesgos y, por tanto, susceptibles<br />

de imputación de responsabilidad. Si se dispone de conocimiento<br />

(aún incierto), capacidad de acción (aún limitada)<br />

y posibilidad de elección de un curso de acción u omisión<br />

de la acción, el peligro debe ser entendido como riesgo.<br />

La noción de riesgo tiene numerosas acepciones tanto<br />

en contextos científicos como en el lenguaje ordinario<br />

(Boholm y Corvellé, 2011; López Cerezo y Luján, 2013). Es un<br />

término que comienza a usarse en la Edad Media asociado<br />

al comercio marítimo y normalmente hace referencia a<br />

un acontecimiento posible que se entiende como daño<br />

o pérdida, ya sea físico, material, monetario, psicológico<br />

o de otro tipo (Taylor-Gooby y Zinn, 2006).<br />

El enfoque técnico tradicional, utilizado por ejemplo en el<br />

cálculo de riesgos farmacológicos o de accidentes industriales,<br />

que marca un lugar común en la empresa privada<br />

y la administración pública, define el ‘riesgo objetivo’ (de<br />

un acontecimiento) como el producto de la probabilidad<br />

del acontecimiento que produce el daño, por la magnitud<br />

de este de acuerdo con una medida cuantitativa (habitualmente<br />

unidades monetarias). En una simple fórmula:<br />

R = P x M. Sobre esta base, se pretende contar con una<br />

medida universalmente válida para el riesgo que permita<br />

comparaciones entre distintas clases de riesgo y ofrecer<br />

así un criterio racional de aceptabilidad de los distintos<br />

riesgos de acuerdo con su probabilidad y sus consecuencias<br />

(e.g. Lave, 1987).<br />

no se dispone de muestras evaluables o casos empíricos<br />

suficientes, la ambigüedad de la noción de daño y la arbitrariedad<br />

de convertir distintos tipos de daño en unidades<br />

económicas, la disonancia entre las estimaciones técnicas<br />

del riesgo y la percepción pública del mismo, o la dependencia<br />

del riesgo respecto a pautas colectivas de confrontación<br />

política y procesos sociales de comunicación (López<br />

Cerezo y Luján, 2000: cap. 4; Aven y Renn, 2010: cap. 3). Esa<br />

dependencia contextual del riesgo lleva a algunos autores<br />

como P. Slovic (1997) a hablar incluso de la ‘personalidad<br />

del peligro’: una cualidad subjetiva que está a la base del<br />

juicio popular sobre daños potenciales y su aceptabilidad,<br />

y depende de variables como el potencial catastrófico, la<br />

familiaridad, la capacidad de control, la equidad, la confianza<br />

en la administración o los gestores de la fuente del<br />

riesgo, la amenaza a generaciones futuras o la voluntariedad<br />

de la exposición.<br />

Los riesgos, en cualquier caso, son hoy una característica<br />

definitoria de la modernidad. Según el sociólogo alemán<br />

Ulrick Beck (1986) nos encaminamos hacia una nueva sociedad<br />

en la que el eje estructural no es ya tanto la distribución<br />

de bienes como la distribución de males, la distribución<br />

de riesgos. Pero no se trata solo de que hoy tengamos que<br />

hacer frente a más o mayores peligros que en el pasado. Las<br />

amenazas, en el mundo actual, tienen una naturaleza diferente.<br />

Muchos de los daños que en el pasado se atribuían<br />

a la naturaleza, al destino o a voluntades sobrenaturales, y<br />

Sin embargo, la literatura especializada en psicología y<br />

sociología del riesgo ha puesto de manifiesto las severas<br />

limitaciones del enfoque técnico tradicional (e.g. Douglas,<br />

1985; Krimsky y Golding, 1992; Slovic, 2000). Son numerosos<br />

y frágiles los supuestos sobre los que desgraciadamente<br />

descansa esa pretendida medida objetiva. Entre ellos,<br />

las serias limitaciones al calcular probabilidades cuando


58 | Capítulo 3<br />

eran vistos así como peligros inevitables, hoy son habitualmente<br />

imputados a acciones y decisiones humanas,<br />

y por tanto son concebidos como riesgos. Decir de algo<br />

que es un riesgo no sólo es hablar de daños potenciales<br />

para la salud o el entorno sino también imputar responsabilidad<br />

a algún agente social por acción o por omisión<br />

de la acción (Luhmann, 1991). A su vez, considerar que<br />

un riesgo es inaceptable no es simplemente estimar que<br />

su ocurrencia es demasiado probable (una dimensión<br />

principal del ‘riesgo objetivo’), sino también considerar<br />

que la exposición es involuntaria, que sus potenciales<br />

consecuencias son inasumibles, que está injustamente<br />

distribuido, que no es adecuadamente compensado,<br />

etc. ¿Cómo tiene lugar esa ‘politización’ del peligro?<br />

La mañana del 31 de octubre de 2002, mientras los niños<br />

de la escuela infantil de San Giuliano de Puglia (sur de<br />

Italia) celebraban el ‘Halloween’, tuvo lugar un terremoto<br />

que produjo el derrumbamiento del edificio y la muerte de<br />

28 personas, en su mayoría alumnos de primer grado 27 .<br />

Los expertos vincularon el terremoto de 5,4 grados en la<br />

escala Richter con la actividad del Etna en Sicilia durante los<br />

días anteriores. La maestra, Clementina Simone, profesora<br />

de geografía extraída con vida entre los escombros, dijo<br />

que precisamente estaban impartiendo una clase acerca de<br />

los sismos registrados esa misma semana en el Etna cuando<br />

el terremoto sacudió la escuela. Hace 100 o 200 años este<br />

episodio sería registrado como una tragedia más a incluir<br />

en los libros de historia. Sin embargo, en pleno siglo XXI, la<br />

población local y la opinión pública italiana se escandalizó y<br />

demandó con rapidez la asunción de responsabilidades políticas<br />

por el suceso. ¿Cómo puede una tragedia inevitable, un<br />

desastre natural, transformarse en un escándalo político que<br />

requiera dimisiones y posiblemente la acción de la justicia?<br />

Gracias a que la ciencia y la tecnología han transformado los<br />

peligros del pasado en los riesgos de nuestro tiempo. Gracias<br />

al conocimiento científico se sabía que la región era propensa<br />

a los terremotos y gracias a la tecnología disponemos de edificaciones<br />

antisismo que hubiesen prevenido la desgracia. La<br />

ciencia y la tecnología abren así una ventana a la política en<br />

esa transformación del peligro en riesgo.<br />

27<br />

http://www.repubblica.it/online/cronaca/terremodue/bilancio/bilancio.html (acceso: 29-08-14).<br />

Reconocer la dimensión política de las amenazas no es solo<br />

una cuestión de nombres. Percibir que la salud o el entorno<br />

deben ser protegidos ante posibles daños, no es únicamente<br />

porque un cálculo técnico haya señalado una probabilidad<br />

inaceptable de fatalidad frente a hipotéticos beneficios,<br />

sino especialmente porque se considera que determinados<br />

agentes sociales han sobrepasado sus límites de intervención<br />

en la búsqueda de un beneficio propio. De hecho, nuestra<br />

exposición a muchos de los riesgos del mundo actual es<br />

una exposición deliberadamente provocada, o que no ha<br />

sido debidamente prevenida, por algún agente social con<br />

el fin de obtener algún beneficio. Por eso precisamente son<br />

vividos como riesgos y no son concebidos como peligros<br />

inevitables (Luhmann, 1991; Rickard, 2013), y también por<br />

eso, por ser involuntarios, por la falta de una compensación<br />

adecuada o por su potencial catastrófico, los agentes sociales<br />

tienen derecho a rechazar esos riesgos y pedir responsabilidades,<br />

pese a que fumen, les guste comer en McDonald's<br />

o practiquen deportes de alto riesgo.<br />

La alta montaña puede expresar su peligrosidad de formas<br />

diversas (a través de daño físico, económico, psicológico,…) y<br />

generar distintos tipos de daño que son asumidos como riesgos<br />

y, por tanto, susceptibles de imputación de responsabilidad.<br />

Si se dispone de conocimiento (aunque sea incierto), capacidad<br />

de acción (aún limitada) y posibilidad de elección de<br />

un curso de acción u omisión de la acción, el peligro debe ser<br />

entendido como riesgo. La pregunta obvia es por el agente<br />

social que se está sobrepasando límites en busca de lucro o<br />

que no está haciendo bien su trabajo de prevención o regulación.<br />

En última instancia, no se trata tanto de alcanzar una<br />

utópica seguridad completa en la escalda a un ochomil como<br />

de distribuir riesgos y beneficios (y responsabilidades) de un<br />

modo más justo y racional (Leiss y Chociolko, 1994; Renn,<br />

2008; Aven y Renn, 2010).<br />

TERMOSTATO DEL RIESGO<br />

Tesis: el avance científico-tecnológico en alpinismo ha conseguido<br />

incrementar la seguridad personal de algunos escaladores<br />

y contribuido a aumentar la tasa de éxitos pero no ha<br />

disminuido el riesgo global de la montaña. El afán de lucro<br />

de una expedición comercial y las facilidades producidas por<br />

esos avances, han generado una conducta compensatoria<br />

que se expresa a través del ataque a la cumbre en condiciones


<strong>Tecnociencia</strong>, Deporte y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 59<br />

no óptimas o la admisión como clientes de montañeros poco<br />

cualificados.<br />

El modelo del llamado ‘termostato del riesgo’, además de<br />

apoyar el desarrollo argumental, ilustra la frustración de los<br />

intentos de medir objetivamente el riesgo. Es un modelo de<br />

John Adams (1995: 14 ss.) que se inspira en la aproximación<br />

de la antropología cultural y donde se integran los siguientes<br />

elementos: (i) todos los individuos tienen una cierta propensión<br />

a asumir riesgos, que varía de persona a persona;<br />

(ii) esa propensión depende de las recompensas potenciales<br />

asociadas a dichos riesgos; (iii) la percepción del riesgo<br />

depende de la experiencia (propia y ajena) de pérdidas por<br />

accidentes; (iv) las pérdidas por accidentes y las recompensas<br />

específicas son consecuencia de la asunción de riesgos;<br />

y (v) las decisiones individuales sobre asunción de riesgos<br />

constituyen una acción compensada en la que se ponderan<br />

percepciones de riesgo frente a propensión a asumir riesgos<br />

28 . Gráficamente, el modelo es como sigue:<br />

Propensión<br />

al riesgo<br />

Peligro<br />

percibido<br />

Conducta de compensación<br />

"Recompensas"<br />

"Accidentes"<br />

Termostato del riesgo. Fuente: J. Adams, Risk, Londres: University College London Press, 1995, pág. 43.<br />

Es un modelo conceptual, en el que las flechas sólo indican<br />

direcciones de influencia y la secuencia de las mismas, y<br />

es análogo al funcionamiento de un sistema controlado<br />

por un termostato, variando de un individuo a otro, de un<br />

grupo social a otro y de una cultura a otra (Adams, 1995:<br />

15). Resbalar y caer sobre el hielo es una actividad potencialmente<br />

fatal para un anciano, un riesgo que trata activamente<br />

de evitar, pero es un divertido juego buscado por<br />

los niños (Wachinger et al., 2013).<br />

No hay una métrica común para las recompensas y las pérdidas<br />

asociadas al riesgo, pues es imposible disponer unidimensionalmente<br />

cosas tales como dinero, daño físico, afán<br />

de aventura, amor propio o curiosidad. Es más, la conducta<br />

compensatoria de riesgo no es algo que tenga lugar en el<br />

vacío, pues como individuos nuestra conducta y sus determinantes<br />

forman una compleja red interactiva con las conductas<br />

de otros muchos individuos. Además, la comprensión<br />

de las recompensas asociadas a riesgos y la propensión<br />

a asumir riesgos, del mismo modo que la comprensión de<br />

lo que constituya un accidente o pérdida, y por tanto la percepción<br />

del riesgo en actividades, es algo que depende de<br />

factores psicológicos y sociales tales como la edad, el sexo, el<br />

temperamento, la clase social, etc., es decir, dependen de los<br />

filtros culturales que se apliquen en cada caso 29 .<br />

La conducta de compensación de riesgo, i.e. la conducta<br />

ajustada al riesgo percibido para la seguridad personal,<br />

produce en cualquier caso un reajuste en la naturaleza<br />

y distribución del peligro. Veamos algunos ejemplos de<br />

Adams (1995) sobre el modo en que se reajusta la conducta<br />

compensatoria. Utilizar el cinturón de seguridad y otros elementos<br />

que aumentan la seguridad de conductores, tiende<br />

a generar una conducción menos atenta o más rápida que<br />

(al menos) mantiene inalterada la siniestralidad global de la<br />

vía (al aumentar el riesgo para otros usuarios como ciclistas<br />

o peatones). El uso de medios más avanzados de detección<br />

de buques y sistemas de navegación marítima, que en principio<br />

debería tener como consecuencia un descenso en el<br />

número de accidentes, induce en capitanes y armadores<br />

una conducta de reajuste en la velocidad y las prácticas de<br />

navegación (con el fin de ahorrar tiempo y costes) que incrementa<br />

la peligrosidad hasta los niveles previos habituales.<br />

28<br />

Sobre riesgos voluntariamente asumidos, véase, en general, Lyng (2004) y McNamee (2007). Véase<br />

asimismo López Cerezo y Luján (2000).<br />

29<br />

Los óvalos de la ilustración reflejan esta idea. Por ejemplo, en antropología cultural se identifican<br />

cuatro tipos culturales básicos: el individualista, el igualitario, el jerárquico y el fatalista (e.g.<br />

Kouabenan, 1998; Grendstad y Selle, 2000).


60 | Capítulo 3<br />

El avance en conocimiento médico y meteorológico, así<br />

como las innovaciones tecnológicas en alpinismo, han<br />

conseguido incrementar la seguridad personal de muchos<br />

escaladores y contribuido a aumentar la tasa de éxitos<br />

pero no han disminuido el riesgo global que la montaña<br />

genera para todos los actores de una gran expedición. El<br />

afán de lucro de una expedición comercial y las facilidades<br />

producidas por los avances científicos y tecnológicos, han<br />

generado una conducta de compensación de riesgo que<br />

se expresa a través de la reducción de tiempo de expedición,<br />

el ataque a la cumbre en condiciones no óptimas (por<br />

la hora o el tiempo), el aumento de número de clientes o la<br />

admisión como clientes de montañeros poco cualificados.<br />

REDISTRIBUCIÓN DE RIESGOS<br />

Tesis: dicha conducta compensatoria, que resulta de la reducción<br />

de riesgos en una parte del sistema (daños físicos para<br />

clientes), contribuye a aumentarlos en otra parte (especialmente<br />

daños físicos para sherpas), produciendo una transferencia<br />

de los riesgos hacia otra población de modo que la<br />

peligrosidad de la montaña permanece constante.<br />

lugar cuando el riesgo contrapeso es del mismo tipo que el<br />

riesgo diana y afecta a la misma población; por ejemplo, si la<br />

reducción de las emisiones de un gas invernadero implica el<br />

aumento de emisiones de otro gas invernadero, se está produciendo<br />

un desplazamiento de riesgos. En segundo lugar,<br />

cuando el riesgo contrapeso es del mismo tipo pero afecta a<br />

una población distinta nos encontramos ante la ‘transferencia<br />

de riesgos’; un ejemplo es el traslado de residuos tóxicos<br />

de una zona geográfica a otra. En tercer lugar, la ‘sustitución<br />

de riesgos’ se produce cuando el riesgo contrapeso es de<br />

tipo diferente, aunque afecta a la misma población que el<br />

riesgo diana; la medicina ofrece conocidos ejemplos de este<br />

tipo de intercambio: la cirugía conlleva riesgos relacionados<br />

con la anestesia y los medicamentos tienen efectos secundarios.<br />

El último tipo de intercambio es la ‘transformación<br />

de riesgos’, donde cambia tanto el tipo de riesgos y como<br />

la población afectada; la prohibición del Dicloro Difenil Tricloroetano<br />

(DDT) ha tenido como consecuencia una mejor<br />

Desde un punto de vista más global en el ámbito de la gestión<br />

de riesgos, la compensación de riesgo se integra dentro<br />

de un fenómeno conocido como intercambio de riesgos<br />

(‘risk tradeoffs’). Con el riesgo suele ocurrir como con la energía,<br />

no desaparece (aunque sí se crea), solo se transforma.<br />

Como señalan John D. Graham y Jonathan B. Wiener (1995),<br />

minimizar o eliminar un riesgo (riesgo diana) involucra normalmente<br />

que otro aumente o aparezca (riesgo contrapeso).<br />

Por ejemplo prohibir el uso de drogas puede haber reducido<br />

el número de adictos, pero como consecuencia ha aumentado<br />

el número de delitos. La retirada del amianto en las antiguas<br />

construcciones permite reducir la exposición a este<br />

cancerígeno de los usuarios de dichas instalaciones, pero a<br />

cambio expone a los operarios que realizan la extracción a<br />

una exposición mucho mayor. Otros muchos ejemplos podemos<br />

encontrarlos diariamente en los medios de comunicación<br />

(López Cerezo y Luján, 2000: cap. 9).<br />

Los intercambios de riesgos se pueden clasificar en cuatro<br />

tipos, teniendo en cuenta dos dimensiones: la población<br />

afectada y el riesgo contrapeso (Graham y Wiener, 1995).<br />

El primer tipo es el ‘desplazamiento de riesgos’, que tiene


<strong>Tecnociencia</strong>, Deporte y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 61<br />

conservación del entorno, pero ha incrementado el uso de<br />

organofosfatos, menos persistentes pero más tóxicos para<br />

los agricultores (Graham y Wiener, 1995).<br />

En la evaluación de riesgos es importante tener en cuenta<br />

estos efectos, así como el contexto social donde se ajusta<br />

el termostato del riesgo, tal como muestra el estudio<br />

sobre seguridad vial de Hans Joksch et al. (1987). A principios<br />

de los años 80 en EE.UU., con los pequeños coches<br />

japoneses medrando en el mercado, tanto la administración<br />

pública como la empresa privada apoyaron públicamente<br />

los coches de mayor tamaño (‘the american car’)<br />

por su mayor seguridad. Se decía, en publicaciones como<br />

‘The Car Book’ (edición oficial de la ‘National Highway<br />

Traffic Safety Administration’), y se repetía en los anuncios<br />

de General Motors, que un coche de dos toneladas<br />

es dos veces más seguro que un coche de una tonelada.<br />

Sin embargo, aunque es cierto que un impacto coche-coche<br />

es más seguro para los ocupantes del vehículo más<br />

pesado, el incremento de seguridad que gana el coche<br />

más pesado lo pierde el más ligero. De modo que ese incremento<br />

personal de seguridad solo se obtiene a través<br />

de una transferencia del riesgo, donde los que pierden<br />

son los usuarios de automóviles más económicos (normalmente<br />

los más ligeros) y con menor poder adquisitivo.<br />

Un nuevo ejemplo de sustitución de riesgos nos permite<br />

volver a la montaña. Otra de las empresas destacadas<br />

que ofrecen el ascenso al Everest es Himalayan Experience<br />

(65.000 USD en 2015) 30 , propiedad del montañero neozelandés<br />

Russell Brice. En la primavera de 2012 sorprendió al<br />

millar de personas reunidas en el campo base ordenando<br />

la retirada de su expedición ante las peligrosas condiciones<br />

del hielo en el hombro oriental, con inestables torres<br />

de hielo pendiendo sobre la ruta, paso obligatorio desde<br />

la vertiente nepalí. Los clientes de Brice, sus guías occidentales<br />

y los sherpas tenían que pasar constantemente bajo<br />

enormes masas de hielo en equilibrio precario, en tanto se<br />

movían arriba y abajo en la montaña para aclimatarse y establecer<br />

los campos de altura. Era un peligroso tránsito de<br />

20 minutos para los profesionales pero de alrededor de una<br />

hora para los clientes. Sus propios sherpas le hicieron llegar<br />

su inquietud ante las condiciones de la montaña. Esa retirada<br />

le valió muchas críticas y un serio golpe a su reputación:<br />

se le acusó de sobreprotector de sus clientes, que habían<br />

perdido su dinero. El riesgo económico sustituyó de facto<br />

al riesgo físico. El colapso de uno de esos abultamientos del<br />

hielo, que generó una avalancha pendiente abajo por la cascada<br />

del Khumbu, causó precisamente la tragedia de 2014.<br />

Dos días después del accidente de la cascada del Khumbu,<br />

el 20 de abril, tras turbulentas y emotivas reuniones en<br />

el campo base del Everest, los sherpas de altura anunciaron<br />

una huelga a menos que el gobierno nepalí mejorara<br />

sus condiciones de trabajo. Entre otras cosas, rechazaban<br />

volver a preparar la ruta accidentada, a pesar de que<br />

muchas empresas seguían listas para la ascensión, y reclamaban<br />

una mejora económica en la compensación a las<br />

familias de los muertos en el accidente (el gobierno solo<br />

ofrecía unos 400 dólares para el funeral), el uso de parte de<br />

los ingresos de impuestos por ascensiones para crear un<br />

fondo para los sherpas heridos, cobrar el resto de los salarios<br />

de la detenida campaña 2014 y crear un monumento<br />

en Katmandú en memoria de los sherpas muertos en el<br />

accidente 31 . Estas son muestras de rabia y resentimiento<br />

que no tienen precedentes en una etnia estoica, adaptable<br />

y trabajadora (Stevens, 1993). ¿Por qué han de asumir los<br />

sherpas unas condiciones de trabajo tan extremas? ¿Por<br />

qué se ven expuestos a un riesgo mucho mayor que el de<br />

los escaladores occidentales?<br />

De acuerdo con Jon Krakauer en ‘Death and Anger on Everest’<br />

32 , las razones son diversas. En primer lugar, el oxígeno<br />

embotellado es caro y difícil de acarrear montaña arriba.<br />

A los sherpas se les supone mejor aclimatados y se les<br />

proporciona una cantidad mucho menor de oxígeno. En<br />

segundo lugar, no usan la dexametasona de un modo profiláctico,<br />

como los escaladores occidentales, pues en sus<br />

poblados no disponen de médicos que puedan prescribirles<br />

el medicamento. Y en tercer lugar, como hemos señalado,<br />

los sherpas deben llevar las cargas más pesadas en la<br />

30<br />

http://himalayanexperience.com/expeditions/everest-south-side#sthash.1xzC0xCA.dpbs (acceso:<br />

20-04-14).<br />

31<br />

http://www.bbc.com/news/world-asia-27158691 (acceso: 29-08-14). Sobre la fuerte influencia de la<br />

percepción de discriminación y vulnerabilidad en la percepción del riesgo, véanse Satterfield et. al.<br />

(2004) y Olofsson y Rashid (2011).<br />

32<br />

http://www.newyorker.com/news/news-desk/death-and-anger-on-everest?utm_<br />

source=tny&utm_campaign=generalsocial&utm_medium=facebook&mbid=social_facebook<br />

(acceso: 15-08-14).


62 | Capítulo 3<br />

expedición y afrontar las tareas más difíciles y expuestas.<br />

Gracias a que los sherpas llevan botellas de oxígeno para<br />

clientes, combustible para cocinar y calentar agua, y gran<br />

cantidad de material, los escaladores occidentales pueden<br />

llevar una mochila muy ligera con una botella de agua, una<br />

cámara, una chaqueta extra y poco más.<br />

¿Pero por qué está ocurriendo esto? Las mejoras de seguridad<br />

propiciadas por el conocimiento científico de<br />

la montaña y el cuerpo humano, y las nuevas tecnologías<br />

aplicadas al alpinismo han rebajado enormemente<br />

el riesgo físico de los escaladores occidentales, pero<br />

también han abierto el negocio del Everest. Para mantener<br />

un nivel de ganancias alto es necesario crear las<br />

condiciones de escalada que permitan el ascenso fácil y<br />

seguro de los clientes comerciales, con poca o ninguna<br />

experiencia de montaña y en grupos lo más numerosos<br />

posible. Son los clientes los que pagan con su dinero<br />

la creación de esas condiciones y los sherpas, especialmente,<br />

quienes lo hacen posible con sus vidas. Además<br />

de la carga que transportan, los sherpas deben colocar<br />

las cuerdas fijas, escaleras de aluminio y acondicionar la<br />

ruta para los clientes de pago, lo que les sitúa mucho más<br />

tiempo en las zonas y bajo las condiciones más peligrosas<br />

de la montaña, especialmente la cascada de hielo del<br />

Khumbu. Mientras un sherpa debe pasar zonas peligrosas<br />

como esta 2 o 3 docenas de veces por ascensión, un escalador<br />

occidental, que se haya permitido expediciones previas<br />

a cumbres más fáciles o que disponga de los recursos para<br />

haber hecho uso previo de una cámara hipobárica, puede<br />

hacer cumbre con un solo paso en cada sentido.<br />

La conducta compensatoria de riesgos en la explotación<br />

comercial del Everest, generada por el afán de lucro y<br />

las facilidades científico-tecnológicas, que resulta de la<br />

reducción de riesgos en una parte del sistema (daños<br />

físicos para clientes), contribuye a aumentarlos en otra<br />

parte (daños físicos para sherpas, daños económicos<br />

para clientes), produciendo una transferencia de los<br />

riesgos hacia otra población (incrementado demandas y<br />

riesgos físicos para sherpas) y una sustitución de riesgos<br />

para la misma población (incrementando costes y riesgos<br />

económicos para clientes). Si bien la peligrosidad<br />

de la montaña permanece constante, los perdedores,<br />

los verdaderos afectados desde el punto de vista de la<br />

distribución de los beneficios y de los perjuicios, son los<br />

trabajadores locales.<br />

CONCLUSIÓN<br />

Hemos revisado someramente la evolución de la escalada<br />

de ochomiles desde los años 20 hasta nuestros días,<br />

tomando el monte Everest como referencia principal y<br />

prestando particular atención al modo en que la innovación<br />

tecnológica y las mejoras organizativas han aumentado<br />

las expectativas de hacer cumbre y de supervivencia<br />

de los escaladores. A pesar de esas mejoras, hemos<br />

argumentado la imposibilidad de eliminar el riesgo a<br />

través de los avances científico-tecnológicos, ilustrándolo<br />

mediante el reciente accidente en el Everest que<br />

produjo la muerte de 16 sherpas.<br />

Sobre la base de este trágico suceso hemos tratado de<br />

comprender mejor la naturaleza de los accidentes y del<br />

riesgo, mostrando cómo la innovación y mejoras en deportes<br />

tan exigentes como el ‘himalayismo’ de grandes<br />

cumbres pueden contribuir a reproducir y profundizar<br />

las desigualdades características de la vida social. Para<br />

ello, sobre la base de un enfoque de Ciencia, Tecnología<br />

y <strong>Sociedad</strong> (CTS) general, hemos utilizado varias teorías<br />

y modelos sociológicos (sobre el error humano, por J.<br />

Reason, sobre los accidentes normales, por C. Perrow, y<br />

sobre la redistribución de riesgos, combinando los enfoques<br />

de J. Adams y J. Graham) que permiten conectar<br />

los sistemas sociotécnicos de las expediciones pesadas<br />

en la economía del Everest, los accidentes de escalada y<br />

la desigualdad social.<br />

Básicamente, se ha argumentado que la complejidad de<br />

un proyecto sociotécnico como el ascenso a un ochomil<br />

ofrece numerosas brechas de seguridad para los agentes<br />

implicados (clientes de expediciones comerciales, guías<br />

occidentales, trabajadores locales). Accidentes como el<br />

analizado son a la vez fruto del error humano al valorar<br />

las condiciones de seguridad de la montaña y consecuencia<br />

del incorrecto funcionamiento del sistema por<br />

la necesidad de colocar cuerdas fijas para los clientes comerciales,<br />

acarrear gran cantidad de material montaña<br />

arriba y la presión por culminar la tarea en breve tiempo.


<strong>Tecnociencia</strong>, Deporte y <strong>Sociedad</strong>: ¿victorias de laboratorio? | 63<br />

Las mejoras organizativas y científico-tecnológicas pueden<br />

reducir algunos de los riesgos generados, pero esta reducción,<br />

en cada caso, primero da lugar a un aumento de la<br />

complejidad del sistema haciéndolo más imprevisible (pese<br />

a las medidas y dispositivos de seguridad siempre hay algo<br />

que puede salir mal y generar una cadena de sucesos que<br />

culmine en una tragedia), y segundo, genera cambios en el<br />

comportamiento de los agentes (en un contexto de fuerte<br />

competitividad y afán de lucro) y las características del proyecto<br />

(e.g. reducción del tiempo de escalada, expediciones<br />

más numerosas, ascensos en condiciones climáticas menos<br />

adecuadas, etc.) por las que se mantiene eventualmente el<br />

nivel de riesgo global, bien porque se sustituyan los viejos<br />

riesgos por nuevos riesgos para los mismos agentes (e.g. mayores<br />

riesgos económicos para los clientes), o bien porque<br />

se transfieran los mismos tipos de riesgo intensificándose<br />

para ciertos agentes implicados (e.g. incremento de riesgos<br />

físicos para los trabajadores locales).<br />

Esto último, podemos concluir, es lo que precisamente<br />

está ocurriendo en las escaladas comerciales del Everest.<br />

Con el espectacular incremento de la seguridad producido<br />

por las innovaciones en alpinismo, y como un torpedo<br />

que pierde su blanco, el riesgo huérfano se ‘resetea’ y<br />

busca nuevos objetivos. El sistema vuelve a estabilizarse<br />

cuando el nuevo blanco es lo suficientemente débil. Con<br />

la transformación de la escalada en negocio, los sherpas<br />

se ven sometidos a un incremento sostenido de exigencias<br />

transportando oxígeno, colocando cuerdas fijas o socorriendo<br />

a clientes en apuros, que no se ve acompañado<br />

de un paralelo aumento de sus honorarios o mejora de<br />

sus condiciones laborales, manteniendo para ellos un alto<br />

nivel de riesgo de muerte o accidente que reproduce las<br />

injusticias de la sociedad en la que viven.<br />

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