YO A ESO NO JUEGO
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<strong>YO</strong> A <strong>ESO</strong> <strong>NO</strong> <strong>JUEGO</strong><br />
Los protocolos previstos en las comunidades autónomas (no existentes<br />
en todas) suelen derivar la decisión al equipo directivo, a la<br />
aplicación del Reglamento de Régimen Interno del propio centro o<br />
del Decreto que regule el plan de convivencia en la Comunidad. En<br />
general estamos hablando de medidas punitivas, enfocadas en castigar<br />
al agresor, incluso cuando este castigo implique que se perjudiquen<br />
otros de sus derechos, como puede ser el propio derecho a la<br />
educación, y vayan en contra del interés superior del menor.<br />
Por otro lado, en los Decretos que hemos ido mencionando no hay<br />
referencia alguna a la víctima o a cómo tratarla. Si bien en algunos<br />
protocolos encontramos menciones acerca de medidas de protección,<br />
se echa en falta una mención más clara de tratamientos de<br />
carácter psicológico y de reintegración en la normalidad, con la intervención,<br />
si fuera necesario, de los servicios sociales. Es esencial que<br />
las víctimas reciban una protección y seguimiento especializados, y<br />
debemos insistir en que cualesquiera medidas de intervención que se<br />
tomen nunca revictimicen a la víctima.<br />
Asimismo, en ningún lugar se hace mención al resto de compañeros,<br />
los que actúan como testigos y observadores del fenómeno, y que,<br />
aunque sea de forma indirecta, se ven también afectados por la violencia.<br />
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