YO A ESO NO JUEGO
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Bullying y ciberbullying en la infancia<br />
to”, sino incidir en la idea de que contar lo que ocurre tiene que<br />
ver con la defensa de los derechos.<br />
• Los mecanismos de denuncia al alcance de los menores de edad,<br />
al margen de los policiales, son poco claros y no accesibles. Muchas<br />
veces no saben a quién recurrir o tienen miedo. La confidencialidad<br />
es fundamental en este sentido.<br />
• No existe una persona de referencia clara en los centros a la que<br />
los escolares puedan acudir en caso de ser víctimas o testigos de<br />
una situación de acoso o ciberacoso.<br />
• En el caso del ciberacoso la principal dificultad se encuentra,<br />
como ya hemos señalado, en que el abuso se produce en el espacio<br />
virtual, en las redes sociales a las que los adultos no tienen<br />
fácil acceso ya que pertenecen al entorno privado de los niños y<br />
niñas (a pesar de que estos entornos privados sean, en realidad,<br />
muy públicos).<br />
El reto que se plantea aquí es que es difícil detectar a las víctimas de violencia<br />
entre iguales sin el conocimiento ni la formación adecuados entre los<br />
alumnos, los profesores, los equipos directivos y las familias. Los expertos<br />
reconocen –y la experiencia empírica de Save the Children lo corrobora–<br />
que los profesores no siempre detectan estos casos de acoso y ciberacoso<br />
entre sus alumnos, y es la familia la que tiene mayor capacidad de detección.<br />
Aunque también otros agentes que forman parte de la vida del menor de<br />
edad pueden detectar indicios, como por ejemplo el pediatra. Escuchar a<br />
los niños y las niñas, y no poner en duda el relato que puedan hacer de una<br />
posible situación de acoso, son fundamentales para que niños y niñas no<br />
pierdan la confianza en el adulto al que piden ayuda y se pueda detectar<br />
tempranamente esta forma de violencia. Es especialmente importante que<br />
estos niños y niñas sean escuchados por sus familias de una forma activa,<br />
que sepan que no van a ser juzgados ni culpados por la situación, y que<br />
reciban el apoyo, seguridad y refuerzo de la autoestima que necesitan de<br />
su entorno familiar para poder enfrentarse y superar la situación de acoso<br />
y ciberacoso.<br />
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