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De Pascuas a Ramos
El retrovisor
El Real Madrid jura las
reglas de la Candelaria
El 16 de febrero de 1964, la hermandad
de la Candelaria recibió como hermano al
Real Madrid CF. Sí, al club de fútbol. Luis
Pedregal Sanmartino, periodista que se
ocupaba del
mundo cofradiero
en El Correo de
Andalucía entonces,
recogía una
pequeña crónica
delactoensusección
titulada Ecos.
“Sevilla, las
cofradías, son así
–arrancaba el
texto de
Pedregal–. Su
cariño es comunicativo,
efusivo y
contagioso”. Y se
explica: “Hace
tiempo que, a través
del fervoroso
hermano de la
Candelaria Perito
Chicote, gran
madridista, entre
la cofradía y la
Sociedad del Real Madrid existían lazos
de afecto y simpatía que se han cristalizado
el domingo”.
“A las 10.30 fue en San Nicolás (párroco
bético y madridista) la función principal
con motivo de la terminación del quinario
a Nuestro Padre Jesús de la Salud.
En ella, don Pedro Lusarreta, vicepresidente
del Real Madrid, a quien acompañaba
el doctor Calderón, gerente de la
entidad y magnífico sevillano, fue recibido
como hermano en nombre de la sociedad”,
detalla la información.
“Acabada la función, en la sala capitular
de la hermandad, hubo un acto cordial”
con entrega de pergamino y sendos
discursos. “A la bella y sevillana esposa
del señor Calderón (Amalia Vílches) se
ofreció un ramo de claveles rosas que ella
colocó ante la imagen de la Candelaria”. Y
para terminar, como mandan las buenas
costumbres: “Hubo unas copas de vino,
sin las que no hay grato acontecimiento
en Sevilla (ni en sus cofradías), y no hubo
más”, concluye la curiosa crónica.
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PÁGINA
SEGUNDA DE
EL CORREO
DEL 18 DE
FEBRERO DE
1964.
¡
Vicente
Rodríguez
García
Besamanos
por lo civil
Sostengo la convicción
de cómo evoluciona
hacia la desmesura casi
todo lo relativo a la
semanasanta. Llegará un
momento en el que este
tinglado esperpéntico y,
a veces, irreverente,
caerá. Y volveremos a la
sencillez clásica del
barroco sevillano y a la
auténtica devoción cofradiera.
No sabría decir
cuándo pero, mientras
tanto, veo venir en este
proceso inmoderado el
besamano por lo civil;
consistirá en situar un
florido sillón en el presbiterio
de algún templo,
sentar en él al hermano
mayor y pasar a besar su
mano al tiempo que
monaguillos con capisayos
de los colores de la
hermandad vayan limpiando
los besos con
colonia de Loewe o de
Brummel, según estrato
social correspondiente.
Lo veo venir y lo prevengo
para detenerlo antes
que llegue.
Parece mentira
Como titular, una copia
La Virgen del Amparo que acompaña
en su camino al Cristo de la
Misión la tarde del Viernes de
Dolores –y sueña con llegar pronto
a la Catedral– es en realidad una
copia. Sí, una copia de sí misma.
Cuando llegó la hora de restaurar
la primitiva dolorosa –de Miguel
Laínez Capote (1967), cedida por
Gabriel Solís Carvajal a la hermandad
en 1983 y custodiada hasta
entonces en el convento de Santa
Rosalía–, el restaurador, José
Qué fue de...
Los acompañantes del
Cristo del Buen Fin
A lo largo del siglo XX, el paso del Cristo
del Buen Fin fue evolucionando desde la
profusión de imágenes, incluida la Virgen,
hasta la actual “soledad majestuosa del crucificado”,
según
subraya la hermandad.
Entre
1910 y 1911,
San Juan y la
Virgen conformaban
el pasaje
en el que Cristo
grita “Tengo
sed”. Al año
siguiente y
durante una
década, se
incorporó la
Magdalena, con
la que el Cristo
procesionó a
solas en 1923 y luego de 1938 a 1971. Entre
1924 y 1929, completaban el misterio los
varones y los soldados romanos. Tan cargado
iba el paso que era conocido como el
tranvía. En los años 1930, 1931 y de 1934 a
1937, el crucificado salía arropado por las
tres marías. En 1972, se suman a la
Magdalena los santos varones y un soldado
romano, de Álvarez Duarte, que permanecieron
en el paso hasta 1997. La hermandad
conserva aún la mayoría de las figuras
secundarias en San Antonio de Padua.
Manuel Bonilla Cornejo, pintó un
panorama tan negro que los hermanos
optaron, en cabildo general,
por hacer una copia exacta, también
de candelero, para el paso.
Pronto esta nueva imagen reemplazó
a la original en todos los
ámbitos y ahora es la titular de la
corporación de Heliópolis. La talla
original –cabeza, busto y manos–
se conserva en la casa hermandad,
junto a la parroquia de San
Antonio María Claret.
M
T
M
e
L
f
H
s
c
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