22 VICE
1995 por Maximiliano Barrientos que es un montón de partes juntas, se encuentra cubierto por una lona. Lo destapo, allí está. Paso dos dedos por el capó, hay una fina capa de polvo. Dejo líneas donde la pintura está intacta. El mecánico no retira la mirada de mi rostro, siente pena, me provoca risa: la aguanto. Por la postura, por el movimiento continuo de sus dedos, asumo que está incómodo. Recojo fragmentos de vidrio, los aprieto, los acerco a mis ojos. Quiero que lo lleven a casa, digo. Se saca la gorra y menea la cabeza. ¿Qué?, dice como si no me hubiera oído la primera vez. Eso, que lo lleven a casa. *** Falta poco para que amanezca. Me inclino sobre el volante. Hay fragmentos diminutos de vidrio repartidos aquí y allá. Toco, huelo el cuero, la humedad. El velocímetro se mantiene en cero. No querés entrar y hacerme compañía, le digo al muerto que está apoyado en la puerta del garaje, al lado de una cortadora de césped que nunca usé. No responde. Vacila. No te va a pasar nada, digo. Digo esto más: Es un Ford Mustang Fastback del sesenta y ocho, una auténtica reliquia. Mi padre siempre deseó manejar uno de estos, pero nunca tuvo el dinero pa comprarse uno. Digo: Siempre manejó un pequeño Daihatsu hasta que el motor se pudrió. Literalmente eso fue lo que pasó. La pierna, dice. ¿Sigue doliendo? Ya no, respondo. Me queda una cojera, nunca va a irse, pero por lo demás estoy bien. A veces te veo cuando tenías quince años, dice. Veo cómo te daban unas palizas brutales a la salida del colegio. Me aferro al volante, lo muevo a izquierda, a derecha. Cambio la caja. Acelero, pero no me muevo, no salgo del garaje. El auto está estropeado, es chatarra. Desde ahora siempre será chatarra. Sucedió hasta segundo medio, digo. Luego ya no. Te defendiste, dice. Al líder de ese grupito, al revoltoso cuyos padres se estaban divorciando, le arrancaste un pedazo de orejea de un mordisco. Sonríe. Tiene el cráneo destrozado, le falta un ojo, pero sus dientes siguen intactos. Pudimos haber sido amigos. Si nos hubiéramos conocidos en otras circunstancias, él y yo hubiéramos ido a algún bar, hubiéramos vaciado cervezas, hubiéramos contado historias, hubiéramos hablado de la naturaleza de nuestros trabajos, de los lugares donde vivimos, de los lugares a donde pensábamos volver cuando gozáramos de tiempo. Mierda, dice. Qué lío hiciste esa mañana, qué manera de haber sangre. Se lo merecían, digo. ¿Te acordás de cómo te miró tu madre cuando te dio encuentro en la oficina del director? ¿Te acordás de cómo se le fue el color del rostro cuando te vio con la polera llena de sangre y cuando supo que ninguna gota era tuya? Se lo merecían, digo. Debí hacerlo antes. Te expulsaron, dice. Es probable que hasta ahora sigan hablando de vos, del pelao que le arrancó de un mordisco la oreja al matón del colegio. Cambio la caja, aprieto el acelerador. Giro a izquierda, acelero. El muerto sigue allí, mirándome. Cierro los ojos, reconstruyo el accidente, la curva en que los autos chocaron. Eliana, digo. ¿A veces la ves? Claro, dice. La veo con quince y también con trece. La veo siendo una niña de once. Veo cómo va dejando de ser niña y se va convirtiendo en una belleza de dieciséis. Hay deseo en su voz. Me enoja, no quiero que sepa que tengo celos. Acelero, no me muevo. Corro a toda velocidad pero no consigo salir del garaje. En mi mente cruzo la ruta donde nos encontramos, donde nos hicimos mierda. Describímela, digo. ¿La estás viendo ahora? Sí, dice. Sólo puedo ver lo que está en tu cerebro, lo que alguna vez viste. ¿Acaso ya no la recordás? ¿Qué lleva puesto?, digo. Una faldita de jean y una polera blanca. Dice: Qué pedazo de piernas tiene esa hembrita. Una pelusita rubia se hace visible cuando le da el sol. ¿Qué está haciendo? Oh, no querés saber qué está haciendo, no querés saber con quién está hablando. Contame. ¿Por qué? ¿Qué importancia tiene? Sucedió hace mucho. ¿Por qué te hacés daño? ¿Podés olerla?, ¿podés decirme a qué huele? ¿Por qué nunca le hablaste? ¿Por qué nunca te atreviste a buscarla?, dice. Te hubiera dado lo que le dio a otros. Toco las cicatrices, presiono sin importar si jodo los puntos, sin importar el dolor. Sigo esos patrones que se extienden hasta la rodilla, no significan nada. Decoración, ornamento. ¿Con quién está? ¿Con Juan? ¿O con el hijo de puta de Alfredo?, digo. ¿Conversan en la cancha de fútbol? ¿Apoyados en el kiosco? Digo: ¿Me mira? ¿Sabe que estoy ahí? Ríe. El único ojo del muerto deja de escrutarme, mira algo que está encima de los despojos del auto. Dice: Si pudieras ver el cielo, si pudieras ver el puto cielo del noventa y cinco como lo viste esa tarde. VICE 23
- Page 1 and 2: Ficción Volumen 9, número 5 GRATI
- Page 3: LA DIVERSIÓN LA LLEVAS DENTRO
- Page 7 and 8: 64 LAS COSAS INCOMPLETAS POR FÁTIM
- Page 10 and 11: Tan grande la palabra: Latinoaméri
- Page 12 and 13: 12 VICE
- Page 14 and 15: VOLVER A COMER DEL ÁRBOL DE LA CIE
- Page 16 and 17: VOLVER A COMER DEL ÁRBOL DE LA CIE
- Page 18 and 19: 18 VICE
- Page 20 and 21: 1995 por Maximiliano Barrientos Apa
- Page 24 and 25: 24 VICE
- Page 26 and 27: ORO por Romina Reyes Pero no eres m
- Page 28: ORO por Romina Reyes *** Felipe est
- Page 31 and 32: “Voy a hacerte lo que a nadie le
- Page 33 and 34: —Negra, no dejes que los oídos s
- Page 35 and 36: MONÓLOGO DE UNA FOTOCOPIADORA XERO
- Page 37 and 38: se apoderó de sus extremidades, su
- Page 39 and 40: VICE 39
- Page 41 and 42: ióloga, de la familia, los paseos
- Page 43 and 44: QUÉ HACER por Bruno Lloret baño m
- Page 45 and 46: Todo empieza con el recorte del per
- Page 48 and 49: EL CAPITALISMO POR VERÓNICA GERBER
- Page 50 and 51: 50 VICE
- Page 52 and 53: SI ES ARGENTINO Y TODAVÍA (INICIÉ
- Page 54 and 55: SI ES ARGENTINO Y TODAVÍA por Milt
- Page 56 and 57: 56 VICE
- Page 58 and 59: mansos y cansados, manos agrietadas
- Page 60 and 61: ODISEA DE LOS NIÑOS PERDIDOS por V
- Page 62 and 63: trataron de idiota, lo trataron de
- Page 64 and 65: LAS COSAS INCOMPLETAS POR FÁTIMA V
- Page 66 and 67: de madera, las manos untadas de san
- Page 68 and 69: 68 VICE
- Page 70 and 71: LIBRETA DE BOLETAS por Domingo Mich
- Page 72 and 73:
72 VICE LIBRETA DE BOLETAS por Domi
- Page 74 and 75:
LUCHITOOOOO POR SILVIA STORNAIOLO I
- Page 76:
LUCHITOOOOO por Silvia Stornaiolo F
- Page 79 and 80:
VICE 79
- Page 81 and 82:
hay: el irrefrenable asentamiento d
- Page 83 and 84:
protector de Yorgos. Trenes al alba
- Page 85 and 86:
casa de las más refinadas y descom
- Page 87 and 88:
RACISTA FRAGMENTOS DE LA NOVELA IN
- Page 89 and 90:
el agua cercando el Monte, la abad
- Page 91 and 92:
LO QUE IMPORTA ES QUE LO ARREGLEN P
- Page 93 and 94:
penumbras: se han apagado los semá
- Page 95 and 96:
CATÁLOGO RAZONADO POR LEONARDO SAB
- Page 97 and 98:
imágenes Dimitrescu. Después, Las
- Page 99 and 100:
MIEMBROS FANTASMA POR FERNANDA TRÍ
- Page 101 and 102:
Para entonces hacía cuatro meses q
- Page 103 and 104:
Empezó a visitarlo una vez por sem
- Page 105 and 106:
cambio, aceptó una copa de vino.
- Page 108 and 109:
108 VICE
- Page 110 and 111:
PHELA LE por Humberto Bas encontré
- Page 112 and 113:
112 VICE
- Page 114:
PHELA LE por Humberto Bas se resist