Psicología mantengo abrigado, ¿esto podría ser un buen regalo?” “Si me mantienes abrigado, ¡será el mejor regalo que jamás me aya dado aluien, dio esús. Entonces, me puse en el pesebre esús me miró y me dijo que podía quedarme a vivir con Él para siempre, concluyó Misha, con lágrimas en sus ojitos. esús y isa intercambiaron, aquella noche, regalos invisibles invaluables: ABRIGO Y COMPAÑÍA. Por eso, en esta hermosa oportunidad del año es bueno retomar lo que se ha dejado, lo que se ha olvidado: 1 2 3 Haz una lista de las cosas que hacías en Navidad en tu niñez. Escribe cartas a cada miembro de tu familia, en vez de una tarjeta. Prepara una actividad divertida, en la que participen la mayoría de los miembros de tu familia. 4 5 6 Recrea la receta preferida que comías de niño. Arregla especialmente una mesa para la cena de Navidad. Trata de hacer con tus manos pequeños obsequios sinificativos para tus familiares y amigos, y observa la reacción de ellos al recibirlo. Si lo haces con amor, te aseguro que los sorprenderás gratamente. 7 Escribe tu propio recuerdo y léelo a tu familia en el día de la reunión familiar, y, entonces, ¡esta Navidad será inolvidable! odata Mi madre sabía cómo mantenernos unidos y alegres en Navidad. Los obsequios eran personalizados, ella misma los hacía. Un vestido nuevo para cada una de sus hijas y siempre acertaba… ¡claro!, ella era una madre y cada diseño era diferente. Cómo olvidar su sonrisa dulce y el misterio que le ponía para guardar el secreto de lo que estaba fabricando en las largas noches. Fuimos once hijas, once vestidos hermosos y anhelados. a prueba final era lo preciso que quedaba todo, porque se refleaba en los saltos de alegría por toda la casa. En mi memoria, veo una fiesta cuando me ponía el vestido ella me miraba con sus pequeños ojos cafés y sonreía, diciéndome: “¿Te gusta? ¡Uff! ¡Fue el que más trabajo me costó!”. Luego, descubrí en una reunión familiar que a todas nos decía lo mismo. Era su amor hacia cada una de nosotras por Navidad. Y es que las madres aman desde el corazón, y la mía diseñaba desde esa fuerza que llevan por dentro por sus hijos. Jamás necesité nada más, ni muñecas o cocinitas o cualquier otro juguete propio de mi edad. Oírla muchas horas pedalear su vieja máquina de coser era suficiente. o envidi ninún realo de los demás niños, ¿para qué más? Sin duda hoy, en la era de la tecnología, lo moderno y muchas veces extravagante, si tuviera que escoger, elegiría de nuevo su pequeño vestido hecho por sus amorosas manos; escogería aquel viejo recinto lleno de historias, canciones, risas y olor a comida. ES NECESARIO CREAR NUE- VOS RECUERDOS LLENOS DE BUENOS MOMENTOS. ¡ES NE- CESARIO VOLVER A AMAR! F 30 Revista Mariela www.marielatv.com
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