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editor
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RIESGO O ABSTINENCIA
En febrero de 2017, Editores Argentinos cumple cinco años de actividad.
Los más de veinte títulos publicados y los que publicará durante este año
son los mejores ejemplos de la orientación que dan a su trabajo
El trabajo de Editores Argentinos empezó en 2012, con
muchísima incertidumbre y como guía, solamente, el deseo de
publicar obras singulares que pusieran en juego una relación
con el lenguaje y con la voz que tuviera una resonancia significativa
en el mapa de la literatura. ¿Significativa para quién?
En primer lugar, para nosotros, con Andrés Monteagudo
–amigo, compinche literario desde hace mucho y ahora socios
en esta travesía– sabíamos que si no lográbamos que esos
títulos nos sedujeran en primer lugar a nosotros, no íbamos a
conseguir nada. Aunque luego de esa primera instancia recién
se empiece, porque funciona solamente si del otro lado existe
un público o si ese público se puede, de algún modo, crear. A
partir de nuestros gustos, afinidades, obsesiones y pasiones,
empezamos a armar un recorrido de lecturas y autores que es
el que ahora empieza a tomar forma luego de cinco años de
trabajo. Complementamos ese armado con el rastreo de títulos
POR Esteban Bertola
que no estaban disponibles o autores que todavía no tenían el
lugar que, creíamos, merecían.
El énfasis estuvo puesto desde el principio en la literatura y
específicamente en la literatura argentina, porque nos interesaba
y nos siguen interesando las escrituras que son capaces de
hacerle un trauma a la realidad, que le hacen algo a la lengua
en la que están escritas, que dejan una marca indeleble. En
esa tradición están, para nosotros, escritores como Macedonio
Fernández, Néstor Sánchez, Leónidas y Osvaldo
Lamborghini, Ricardo Zelarayán, Alberto Laiseca,
entre otros autores que nos parecían fundamentales y cuyas
obras han tenido una incidencia muy profunda para la literatura
argentina. La pasión y los gustos estaban bastante claros,
pero había que empezar a poder hacer todo esto viable y ahí
las dificultades se complejizaron. Cualquier editor sabe que,
acaso, lo que menos vende es la literatura, y convengamos que
este tipo de literatura, como la poesía, posiblemente se venda
aún menos, aunque nada esté dicho de antemano. A partir de
eso, nuestra expectativa era poder mantenernos de pie y seguir
publicando “sin bajar la vara”, como decimos siempre entre
nosotros, al mismo tiempo que ampliar nuestro catálogo hasta
donde pudiéramos y hacia lo que en ese momento nos pareció
que podía significar un salto importante: incorporar autores
internacionales y traducciones.
El catálogo de una editorial, ya se ha dicho, compone una
trama que compone un texto mayor. En ese sentido, el lugar
de los editores es decisivo, porque si el sello se consolida,
ese texto mayor empieza a tener una dimensión y un valor
diferentes, ¿quién no ha seguido como lector los libros que
publica determinada editorial porque sabe que ahí va a encontrar
lo que le gusta? Por eso nuestro catálogo empezó con
la reedición de El riseñor de Leónidas Lamborghini, porque
además de ser un libro cuya primera edición se había perdido
sin llegar a los lectores, sigue siendo un libro del presente (así
como hay libros que nacen viejos, hay libros que no envejecen)
y nos parecía la mejor manera de iniciar esa trama, o
ese diálogo, no hay que olvidar que allí está la reescritura del
Himno Nacional, que nos pinta de cuerpo entero como sociedad.
A la par, también editamos un libro y video documental,
Encuentros con Leónidas Lamborghini. El solicitante descolocado,
cuyo video filmamos en 2004 y publicamos recién en
2013 (la primera parte se puede ver completa en YouTube).
Este último fue un trabajo orientado a poner en primer plano
su voz. En la filmación dice: “lo que recorre la obra de un
poeta es la búsqueda de una voz”, podemos decir que el trabajo
de un editor también está recorrido por esa búsqueda.
Y como Troilo que siempre está llegando, nosotros estamos
empezando siempre, porque con cada lanzamiento volvemos
a poner en juego esa trama mayor, cada lanzamiento vibra en
toda la red. Así lanzamos a fin del último año La mañana sol
de limón, de Hugo Savino y Violer d’amores, de Américo
Cristófalo, libros que nos enorgullece haber publicado,
cada uno solísimo y arriesgado, fuera de lo esperable, que de
algún modo hacen resonar la serie que los precede.
Es importante destacar, respecto de los libros de literatura
argentina, que las tapas llevan trabajos de importantísimos
artistas plásticos argentinos, algo que nos honra y, creo, nos
distingue. Esto también fue una decisión importante porque
sugiere el contrapunto con la plástica. Hay tapas con trabajos
de Norberto Gómez, Blas Castagna, Eduardo Stupía,
Jorge Pirozzi, Alfredo Prior, Carlos Gorriarena,
Javier Maiza, Mauro Koliva y Lara Massone.
Dos momentos marcaron el inicio de la colección de no
ficción. En primer lugar, la ausencia de una traducción de los
diarios de Jack Kerouac que nos desvelaba, cómo podía ser
que ninguna editorial se hubiera interesado en tan valioso
material y que tenía un atractivo comercial interesante
porque a cada línea él mismo derrumba los mitos en torno a
su figura (el más americano de los escritores estadounidense,
por ejemplo, tiene una herencia literaria francesa decisiva
para su obra; el inventor de la escritura automática era un
obsesivo de la corrección y el trabajo, etc.), el resultado fue
Diarios 1947-1954. Mundo soplado por el viento, ese libro
obtuvo el premio al Libro Mejor Editado de 2015 en la
categoría No ficción otorgado por la Cámara Argentina de
Publicaciones a partir del veredicto de un jurado notable.
Luego, encontrarnos con el inmenso escritor cubano, Juan
Abreu, de quien publicamos A la sombra del mar. Jornadas
cubanas con Reinaldo Arenas y Debajo de la mesa. Memorias,
dos libros entrañables y descarnados de sus años en Cuba, y
de una escritura potentísima. A partir de ahí la colección se
orientó y encontró un espacio muy rico en materiales biográficos,
seguirán Henri Meschonnic, Samuel Beckett
y la correspondencia de Sam Shepard y Johnny Dark.
Para la segunda mitad de 2017, además, empezaremos a
publicar la obra que no está disponible de Reinaldo
Arenas: Inferno. Poesía completa (con prólogo de Juan
Abreu); Viaje a la Habana; Arturo, la estrella más brillante;
Necesidad de libertad. Ensayos completos; La loma del ángel
y Persecución (teatro).
Nos enorgullece el catálogo que estamos pudiendo construir
gracias a la confianza de nuestros autores o de sus herederos
así como al trabajo en colaboración con muchas personas.
Sentimos que recién estamos empezando un trabajo que
probablemente nos acompañe por el resto de nuestras vidas y
de seguro nunca dejaremos de arriesgarnos para construir ese
catálogo de singularidades. Como decía el mismo Arenas:
“La vida es riesgo o abstinencia”. Ser editor también
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