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<strong>MEDICINA</strong> <strong>LEGAL</strong><br />
Esto suele ser olvidado con frecuencia por los estudiantes, cuya imaginación al cursar sus<br />
estudios está llena de la idea del ejercicio profesional en su forma clínica corriente.<br />
Suponen que no tendrán ocasión de aplicar los conocimientos de medicina legal; pero en<br />
ello se equivocan, como lo evidencia la enorme y contínua serie de consultas personales o<br />
epistolares que dirigen muchos ex discípulos. El azar de la profesión los ha colocado en<br />
algún caso que ellos suelen creer complicado, o están desempeñando en un pueblo de<br />
campaña el cargo de médico de policía.<br />
Algunos han dicho que basta ser un médico bien informado para ser un buen médico<br />
legista. Craso y peligroso error, que sólo se explica para justificar la audacia y la<br />
improvisación. La medicina legal requiere conocimientos especiales, tiene asuntos<br />
exclusivamente suyos (asfixias traumáticas, infanticidio, identidad, jurisprudencia médica,<br />
etc).; requiere muchos conocimientos legales y jurídicos que la mayoría de los médicos<br />
ignora o comprende mal; exige hábitos mentales propios y cierto criterio especial, ajeno a la<br />
medicina corriente, que sólo puede darlo el estudio, la reflexión y la observación de los<br />
problemas inherentes a esta materia.<br />
A este respecto es oportuno recordar las palabras de Vibert: "Es un error creer que la<br />
medicina legal no haya necesidad de estudiarla, que ella no es sino la fácil aplicación a los<br />
casos particulares de los conocimientos que constituyen las diversas ramas de la ciencia<br />
médica". Y después de aludir a los errores de los médicos no especializados en esta<br />
ciencia, agrega,: "El médico familiarizado con el estudio de la medicina legal evita estas<br />
faltas y además llega a adquirir un hábiito mental que es una de las cualidades principales<br />
del perito: saber distinguir en una cuestión, lo que está netalmente demostrado de lo que es<br />
probable, incierto o dudoso, explicar en una fórmula clara y precisa conclusiones que<br />
corresponden exactamente a la opinión que se desprende del examen razonado de los<br />
hechos. El no emitirá, como lo hacen algunos médicos encargados accidentalmente de una<br />
misión judicial, aserciones tan llenas de restricciones y de reticencias que ellas no significan<br />
ya nada, siendo imposible al juez saber en que sentido va a dictaminar".<br />
La base de la información científica ha de ser, desde luego, médica, pero completada con<br />
conocimientos jurídicos y sociológicos. Si lo primero da a la medicina legal su terreno más<br />
firme, lo segundo le abre las más atrayentes perspectivas intelectuales. Pero un buen<br />
médico legista debe saber conciliar ambos aspectos de su disciplina, el carácetr concreto y<br />
biológico de la medicina con el carácter abstracto y doctrinario o filosófico de las ciencias<br />
jurídicas y sociales.<br />
Dentro de la medicina, él tiene necesidad de saber de todas las materias, sin obligación de<br />
ser especialista en cada una de ellas, enciclopedismo médico ya ahora imposible. Y<br />
también innecesario, pues en medicina legal los problemas son resueltos con un criterio<br />
objetivo, haciendo a menudo abstracción de doctrinas médicas y hasta en contra de ellas,<br />
como en los problemas de la concausa en accidentes de trabajo. Pués, con frecuencia, el<br />
punto de vista judicial, y por ende médico legal, es contrario al de la patología externa y la<br />
obstetricia, sobre todo al de la primera.<br />
http://unslgderechomedlegal.americas.tripod.com/intro.html (2 de 6)03/05/2004 03:58:02