REVISTA OCTUBRE 2018
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Pero más allá de estos datos y de la significativa<br />
menor dependencia de Estados Unidos del<br />
crudo saudí, la región continúa siendo un activo<br />
estratégico. Por las razones expuestas más<br />
arriba, la zona para Occidente dista de ser una<br />
“plaza anti-geopolítica”, es decir, un área donde<br />
no están en liza intereses (recursos estratégicos)<br />
ni hay socios estratégicos cerca que puedan<br />
ser amenazados (como Israel en la región<br />
aludida).<br />
En segundo lugar, el dinero que implica Arabia<br />
Saudita para Occidente es enorme. No solo por<br />
la venta de armas de Occidente al reino (solo<br />
considérese que Arabia Saudita es el cuarto<br />
mayor comprador de armas y equipos del globo),<br />
sino por las “ganancias latentes”, esto es,<br />
las que se obtendrán en la participación del<br />
cambio de la estructura productiva que realizará<br />
Arabia Saudita en los próximos lustros, si<br />
aspira a mantener e incrementar su estatus de<br />
potencia preeminente media. A ello apunta el<br />
ambicioso plan denominado “Visión 2030”<br />
anunciado en 2016.<br />
Como Rusia en relación con la impostergable<br />
modernización de su economía, también Arabia<br />
Saudita deberá cambiar para dejar de ser una<br />
“potencia fósil”, como denominan en Occidente<br />
a Rusia, pues el precio de no hacerlo será el<br />
descenso estratégico regional y global.<br />
Finalmente, Siria.<br />
Occidente no aceptará que se produzcan más<br />
ganancias de poder por parte de Siria (o sea,<br />
su régimen), Irán, Hezbollah y Rusia en la región.<br />
Y ello podría ocurrir como consecuencia<br />
del aislamiento que sufra Arabia Saudita si finalmente<br />
se prueba que Riad está detrás del<br />
crimen y desaparición de Khashoggi.<br />
Para Occidente, Arabia Saudita es un actor clave<br />
en relación con balancear el poder principalmente<br />
de Irán. Por caso, en Yemen (“una Siria<br />
con poca visibilidad” internacional) el sostenimiento<br />
del régimen apoyado por Riad y otras<br />
petromonarquías es vital en relación con dicho<br />
propósito. Si finalmente este país cayera en poder<br />
de la insurgencia, las ganancias de poder<br />
en la región serían mayores para Teherán.<br />
En breve, en la región se concentran demasiados<br />
intereses como para que el asesinato de<br />
un periodista crítico del régimen saudita y de su<br />
estrella en ascenso, Mohamed ben Salman<br />
(“MBS”), “sensibilice” la política entre Estados y<br />
provoque en la península desajustes geopolíticos<br />
y económicos que acaben siendo funcionales<br />
para otros.<br />
Alberto Hutschenreuter<br />
Doctor en Relaciones Internacionales. Posgrado en Control<br />
y Gestión de Políticas Públicas. Fue profesor en la<br />
UBA. Es profesor titular de Geopolítica en la Escuela Superior<br />
de Guerra Aérea.