Opinión 14 Martes <strong>22</strong> <strong>de</strong> <strong>enero</strong> <strong>de</strong> <strong>2019</strong> Diario Co Latino OCURRENCIAS RECARGADAS <strong>2019</strong> Las colas <strong>de</strong>l DUI Ética y Política El mundo <strong>de</strong> los ancianos Ahora son muchas las opiniones con respecto a lo que significa ir a votar y no hay ninguna duda que una buena medición es precisamente la disposición <strong>de</strong> regalar el Documento Único <strong>de</strong> I<strong>de</strong>ntidad (DUI) porque se logra ver, en las colas <strong>de</strong> los duicentros, que son millares <strong>de</strong> salvadoreños empadronados con el ánimo <strong>de</strong> emitir su voto a como dé lugar, aprovechando por supuesto el DUI que no costará un céntimo a partir <strong>de</strong> que el dinero saldrá <strong>de</strong> las arcas <strong>de</strong>l Estado, lo cual no se pue<strong>de</strong> ver mal, sino por el contrario es <strong>de</strong> gran beneficio para aquellos con salario mínimo y en el peor <strong>de</strong> los casos los <strong>de</strong>sempleados o con trabajos informales, que les significa sobrevivencia en este estrato social en el que nos encontramos, no menos <strong>de</strong>l setenta por ciento <strong>de</strong> los salvadoreños: ¡los empobrecidos! Por eso, animados por los candidatos y la propaganda política ya con DUI sacado o por sacar para ejercer el sufragio, van a ir a votar a como dé lugar. Sin embargo, el voto tiene su propio valor, como escribe Luis Torres, quien nos opina sobre: El valor <strong>de</strong>l Voto El <strong>de</strong>recho político <strong>de</strong> votar libremente tiene un valor especial para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>mocrático <strong>de</strong> nuestro país; tenemos que saber que cuando ejercemos ese <strong>de</strong>recho estamos avalando la administración <strong>de</strong> todo el territorio nacional a la fórmula presi<strong>de</strong>ncial que elijamos, no po<strong>de</strong>mos darnos el lujo <strong>de</strong> votar solamente por la emoción <strong>de</strong>l momento <strong>de</strong> la campaña política, la cual está llena <strong>de</strong> luces que tien<strong>de</strong>n a confundirnos. No tenemos que cometer el error <strong>de</strong> tomar por oro y diamantes lo que solo es vidrio y cobre, como <strong>de</strong>cía René Descartes, usemos por favor la razón, la capacidad analítica y la herencia política. Acordémonos que nos costó mucho dolor y sangre sacudirnos la dictadura militar que por tanto tiempo negó los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong>mocráticos básicos, hoy tomamos la puerta <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia real abierta y eso implica mucha responsabilidad. Las personas que elijamos tienen que ser honrados, honestos y con valores morales y espirituales y bien responsables, son treinta mil millones <strong>de</strong> dólares los que tienen que administrar en cinco años, es una cantidad bien significativa, pueblo salvadoreño, y es por esta gran responsabilidad que yo les sugiero que la fórmula con mayor capacidad es la <strong>de</strong>l FMLN, o sea, Hugo y Karina. Ellos tienen la experiencia política a<strong>de</strong>cuada para sacar a<strong>de</strong>lante a nuestro país. Publicación <strong>de</strong> la Cooperativa <strong>de</strong> Empleados <strong>de</strong> Diario Co Latino <strong>de</strong> R. L. 23 Avenida Sur No. <strong>22</strong>5 San Salvador www.diariocolatino.com facebook.com/diariocolatino<strong>de</strong>rl @DiarioColatino Director: Jefe <strong>de</strong> Prensa: Coordinadora <strong>de</strong> Redacción: Nelson López ocurrencias@diariocolatino.com Francisco Elías Valencia Nelson López Patricia Meza Teléfonos: <strong>22</strong><strong>22</strong>-1009, <strong>22</strong>71-0671, <strong>22</strong>71,0971 Fax: <strong>22</strong>71-08<strong>22</strong> 128 AÑOS INFORMÁNDOTE CON CREDIBILIDAD José M. Tojeira El mundo <strong>de</strong> los ancianos casi no ha sido tocado en el <strong>de</strong>bate político pre-electoral. Solamente el FMLN ha dicho algunas cosas sobre elevar la pensión mínima y tratar <strong>de</strong> generalizar una pensión compensatoria. Sin embargo, el tema es crucial para el futuro <strong>de</strong> El Salvador. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL, ha editado recientemente un libro estudiando la problemática <strong>de</strong> la tercera edad en nuestro sub-continente. Los datos, cálculos y proyecciones en este aspecto para El Salvador son impresionantes y, ciertamente, parecen ignorados por los políticos. Ya sabíamos todos, por otros estudios <strong>de</strong> la misma fuente, que en El Salvador solamente el 20 % <strong>de</strong> los mayores <strong>de</strong> sesenta años tienen pensión. Y que a<strong>de</strong>más es inequitativa en lo que respecta al trabajo <strong>de</strong> las mujeres. Pues, en efecto, “la pensión promedio <strong>de</strong> los hombres es un 39 % mayor que la <strong>de</strong> las mujeres”. Y por si esto fuera poco, “entre las personas mayores <strong>de</strong> 65 años, el 19.7 % <strong>de</strong> los hombres reciben pensión, mientras que solo el 13.8 % <strong>de</strong> las mujeres <strong>de</strong> la misma edad reciben ese beneficio”. Pero ahora, el nuevo estudio <strong>de</strong> CEPAL nos ofrece unos datos que son indispensables para cualquier proyección <strong>de</strong> futuro. En el año 2015 teníamos en El Salvador 703,000 personas mayores <strong>de</strong> sesenta años. La proyección para el año 2060, es <strong>de</strong>cir, para <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> 40 años, es que tendremos en esa época la cantidad <strong>de</strong> 1,921,000 personas mayores <strong>de</strong> 60 años. Es <strong>de</strong>cir, casi dos millones, y casi triplicando la cantidad actual. Hoy po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir que somos cinco millones y medio <strong>de</strong> habitantes manteniendo, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> a los jóvenes, a 700,000 ancianos. Pero <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> cuarenta años habrá en El Salvador una población aproximada <strong>de</strong> 8 millones <strong>de</strong> habitantes, manteniendo a casi dos millones <strong>de</strong> ancianos. ¿Es esto posible con el sistema actual <strong>de</strong> pensiones? ¿Lograremos cubrir a toda la población <strong>de</strong> esa edad con el ridículo y fracasado sistema <strong>de</strong> pensiones que funciona hoy en El Salvador? Como faltan 40 años, ¿po<strong>de</strong>mos darnos el lujo <strong>de</strong> no hablar <strong>de</strong>l tema y <strong>de</strong>jar la discusión para <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> unos cuantos años? Es cierto que muchos no estaremos en ese momento. Pero los problemas graves o se visualizan, analizan y respon<strong>de</strong>n pronto, o cada vez serán más graves. Si nuestro sistema actual <strong>de</strong> pensiones hoy es injusto, diseñado para minorías y, en ese sentido, un verda<strong>de</strong>ro fracaso social, ¿podremos enfrentar el problema que se nos viene?. Una pregunta sencilla que nos po<strong>de</strong>mos hacer, entre otras muchas, es la siguiente: Un alto porcentaje <strong>de</strong> los ancianos actuales (mínimo un 30 %) no tienen agua potable ni para saneamiento <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la casa. El chorro o el manantial no está cerca. Y para un anciano, tanto caminar como cargar con agua supone un esfuerzo, a veces difícil. Si ni siquiera garantizamos el agua a<strong>de</strong>cuada para nuestros ancianos, ¿garantizaremos la pensión? Los problemas sociales tienen siempre solución si se saben enfrentar con inteligencia. Pero con tasas <strong>de</strong> crecimiento <strong>de</strong>l 2 % anual y con un reparto <strong>de</strong>l crecimiento que beneficia mucho más a las minorías pudientes que a los pobres, no hay manera <strong>de</strong> arreglar el problema <strong>de</strong> las pensiones. Como tampoco llegaremos a tener un sistema <strong>de</strong> salud pública único, <strong>de</strong> igual trato para todos y <strong>de</strong> calidad. Y mucho menos un sistema <strong>de</strong> educación que nos permita salir <strong>de</strong>l sub<strong>de</strong>sarrollo. La <strong>de</strong>spreocupación por los cambios poblacionales que va a experimentar El Salvador en los próximos años es escandalosa. El hecho <strong>de</strong> que no entren en los cálculos políticos ni en los discursos electorales, es una señal más <strong>de</strong> la irresponsabilidad política imperante. Pasar en cincuenta años, aproximadamente, <strong>de</strong> contar con un diez por ciento <strong>de</strong> personas en tercera edad, a tener un 25 % <strong>de</strong> la población en dicho grupo etario, es un cambio muy radical y que exige reflexión, estudio y preparación con nuevas normativas y con transformaciones políticas. Eso si no queremos que los problemas actuales pervivan y se multipliquen en el futuro. El Estado salvadoreño ratificó el 18 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong>l año recién pasado, 2018, en la se<strong>de</strong> <strong>de</strong> la OEA, en Washington, la Convención Interamericana sobre la Protección <strong>de</strong> los Derechos Humanos <strong>de</strong> las Personas Mayores. En ella se obliga El Salvador a garantizar medicinas a los ancianos y a asegurar un ingreso que posibilite una vida digna (artículos 16 y 17 <strong>de</strong> la convención). Bien por el Estado salvadoreño. Pero ahora es necesario poner los medios para cumplir el compromiso. Y hablar <strong>de</strong>l tema.
Martes <strong>22</strong> <strong>de</strong> <strong>enero</strong> <strong>de</strong> 2018 Diario Co Latino 17