11.12.2019 Views

Oro afinado en fuego - Robert J. Wieland

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

nosotros. Hay un vínculo que une entre sí a los hermanos, más íntimo incluso

que el que une a hijos y padres. La Escritura nos presenta a nuestro Sumo

Sacerdote como siendo nuestro Hermano (Hebreos 2:11 y Mateo 28:10).

Se debe notar que todo lo anterior es de la forma más real lo que Cristo

es hoy para nosotros. De nuestra parte, todo cuanto necesitamos a fin de

apreciar esas ventajas incalculables, es fe.

2. ¿Cómo ilustra la verdad del santuario el significado de la justificación

por la fe en Cristo? Bastará un sencillo ejemplo para hacer patente la

efectividad de esa "fe en su sangre".

Cuando el pecador traía su víctima inocente para ser ofrecida en el

santuario terrenal, se requería que él mismo tomara el cuchillo y la degollara

con sus manos. Mientras acompañaba a la víctima por el largo camino hasta

el santuario, el pecador no podía dejar de sentir el dolor del remordimiento.

La visión de la sangre caliente saliendo de aquella criatura mansa que no se

resistía y que estaba muriendo por su pecado, traía de forma vívida a su

mente el pensamiento de que había Otro que debía morir por él. Los

israelitas reflexivos sabían bien que "la sangre de los toros y de los machos

cabríos no puede quitar los pecados" (Hebreos 10:4); no obstante, permanece

el hecho de que "sin derramamiento de sangre no hay remisión" (Hebreos

9:22). Eso significa que el pecado jamás puede ser "remitido"--quitado de

nuestros corazones culpables-- excepto si reconocemos contritos que fueron

nuestras manos las que degollaron a la Víctima divina.

Tan ciertamente como todos hemos recibido por naturaleza "los

designios de la carne [que] son enemistad contra Dios" (Romanos 8:7), esos

designios o inclinaciones han florecido en aquel gran asesinato, el más cruel

de toda la historia, ya que "todo aquel que odia a su hermano es homicida" (1

Juan 3:15). El asesinato del inocente Hijo de Dios muestra la plena

dimensión de nuestro pecado. Y mediante "la fe en su sangre" tenemos

89

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!