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Compendio Revista Osteo 360-DEFINITIVA (Abr'20)

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Colección <strong>Osteo</strong><strong>360</strong> <strong>20</strong><strong>20</strong> / 1, 2 y 3<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

Novedades<br />

en patología<br />

osteomioarticular<br />

R e v i s t a<br />

R e v i s t a<br />

R e v i s t a


OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

Novedades en patología osteomioarticular<br />

CARTA DEL EDITOR<br />

Para este año <strong>20</strong><strong>20</strong>, se desarrolló el proyecto editorial “OSTEO <strong>360</strong>”, como una iniciativa<br />

que intenta reducir la brecha entre la evidencia científica y la práctica médica en el manejo<br />

de pacientes con patologías osteomioarticulares en Latinoamérica.<br />

En cada edición se exponen resúmenes y análisis de artículos científicos publicados en las<br />

revistas de mayor impacto del acervo de la Reumatología mundial. En aras de brindar una<br />

mirada lo más actualizada posible respecto a revisiones, estudios clínicos y metanálisis de<br />

esta especialidad, se creó esta colección en la que se compendia el material publicado en<br />

cada una de las tres revistas del año.<br />

Desde el interesante hallazgo de la protección cardiovascular que está demostrando tener<br />

Glucosamina-condroitin, publicado en British Medical Journal (BMJ) de mayo <strong>20</strong>19, hasta<br />

la identificación de fenotipos de la <strong>Osteo</strong>artritis (OA), pasando por la posibilidad de que la<br />

osteoartritis sea un desorden evolutivo del ser humano, en las tres revistas se presentan<br />

análisis útiles para la actualización médica y que pueden servir como herramientas para la<br />

toma de decisiones en la práctica clínica diaria.<br />

El comité de OSTEO<strong>360</strong> se siente comprometido con los reumatólogos latinoamericanos,<br />

espera que esta iniciativa sea de utilidad y que repercuta directamente en la atención del<br />

paciente.<br />

Dra. Verónica Liendo-Ocando<br />

Especialista en Medicina Interna y Reumatología<br />

Editora de OSTEO<strong>360</strong>


Glucosamina<br />

en prevención<br />

del riesgo<br />

cardiovascular<br />

ARTICULO DESTACADO<br />

Asociación del uso habitual de la Glucosamina con el riesgo de enfermedad<br />

cardiovascular: Estudio prospectivo en UK Biobank<br />

Ma H, Li Xiang, Sun Dianjianyi, Zhou Tao, Ley Sylvia H, Gustat Jeanette et al. Association of habitual<br />

glucosamine use with risk of cardiovascular disease: prospective study in UK Biobank. BMJ <strong>20</strong>19;365:l1628<br />

http://dx.doi.org/10.1136/bmj.l1628<br />

RESUMEN<br />

En vista de evidencias recientes que han<br />

reportado una asociación entre el uso habitual de<br />

Glucosamina y la prevención del riesgo<br />

cardiovascular, Ma y colaboradores realizaron un<br />

estudio prospectivo sobre este tema. Incluyeron<br />

a 466.039 participantes sin Enfermedad<br />

Cardiovascular (ECV) al inicio, extraídos de la base<br />

de datos UK Biobank, quienes completaron un<br />

cuestionario sobre uso de suplementos que<br />

incluía Glucosamina y fueron seguidos por 7 años<br />

(<strong>20</strong>10-<strong>20</strong>16). El punto final primario fue la<br />

incidencia de ECV, Enfermedad Cardiaca<br />

Coronaria (ECC) y Accidentes Cerebro<br />

Vasculares (ACV).<br />

Durante el seguimiento, hubo 10.<strong>20</strong>4 eventos<br />

cardiovasculares, 3.060 muertes por ECV, 5.745<br />

eventos de ECC y 3.263 ACV. Luego del ajuste<br />

por edad, sexo índice de masa corporal, raza,<br />

factores de estilo de vida, hábitos de<br />

alimentación, uso de drogas y uso de otros<br />

suplementos; el uso de Glucosamina fue<br />

asociado con un significativo bajo riesgo de<br />

eventos cardiovasculares totales (cociente de<br />

riesgo o hazard ratio 0,85, 95 % intervalo de<br />

confianza 0,80 a 0,90), muerte por ECV (0,78,<br />

0,70 a 0,87), enfermedad cardiaca coronaria<br />

(0,82, 0,76 a 0,88) y ACV (0,91, 0,83 a 1,00).<br />

Los autores concluyeron que el uso de<br />

suplementos de Glucosamina para el alivio del<br />

dolor por <strong>Osteo</strong>artritis también se relacionó con<br />

disminución de riesgo de eventos ECV.<br />

INTRODUCCIÓN<br />

La Glucosamina es ampliamente utilizada a nivel<br />

mundial para el tratamiento de la <strong>Osteo</strong>artritis y el dolor<br />

articular. En la mayoría de los países de Europa se<br />

vende con prescripción, pero en Estados Unidos y<br />

Australia es un suplemento de libre venta;<br />

aproximadamente un <strong>20</strong> % de los adultos lo consume<br />

1,2<br />

a diario.<br />

Estudios emergentes han expuesto nuevos<br />

conocimientos que relacionan el uso habitual de<br />

Glucosamina con efectos sobre la ECV y reducción<br />

3 , 4<br />

de mortalidad. Estudios en animales han<br />

relacionado la Glucosamina con un efecto benéfico<br />

asociado al aumento de la expectativa de vida, similar<br />

al obtenido con la dieta baja en carbohidratos. Otras<br />

investigaciones han reportado que las propiedades<br />

antinflamatorias de la Glucosamina pudiesen tener un<br />

5-9<br />

rol preventivo en el desarrollo de la aterosclerosis.<br />

RESULTADOS<br />

En este estudio prospectivo de cohorte, Ma y<br />

colaboradores evaluaron la asociación entre el uso<br />

habitual de suplementos de Glucosamina y el riesgo<br />

de eventos por ECV (muerte por ECV, Enfermedad<br />

Cardiaca Coronaria (ECC) y Accidente Cerebro<br />

Vascular ACV) en 466.039 adultos, entre 40 y 69 años<br />

de edad, de la base de datos UK Biobank. También<br />

analizaron el potencial efecto modificador de otros<br />

factores conocidos de riesgo para ECV.<br />

Aplicaron un cuestionario sobre el uso de<br />

Novedades en patología osteomioarticular


OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

06<br />

suplementos que incluía la Glucosamina, que también<br />

permitía investigar potenciales variables de confusión<br />

como: edad, sexo, raza, tareas domésticas,<br />

tabaquismo y consumo de alcohol; autoreporte de<br />

diabetes y niveles elevados de colesterol;<br />

tratamientos para niveles elevados de colesterol,<br />

h i p e r t e n s i ó n a r t e r i a l , d i a b e t e s ; a s p i r i n a ,<br />

Antiinflamatorios No Esteroideos (AINES), y dieta<br />

(consumo de carnes rojas, vegetales, frutas, pescado<br />

y cereales). Los autores asignaron a los pacientes una<br />

puntuación de dieta saludable, midieron los niveles de<br />

sodio en orina y clasificaron a los participantes en dos<br />

grupos de acuerdo a el nivel de actividad física (150 min/sem). También calcularon la puntuación<br />

de riesgo genético para ECV (3,06 a 6,54) y para ACV<br />

(0,52 a 3,43), donde puntuaciones elevadas<br />

indicaron alta predisposición genética.<br />

Los desenlaces primarios de este estudio fueron<br />

eventos asociados a ECV (muerte, ECC y ACV) y los<br />

secundarios fueron eventos individuales de ECC<br />

(fatales o no) y ACV (fatales o no, isquémicos y<br />

hemorrágicos).<br />

El estudio reportó que un 19,3 % de la población<br />

recibía tratamiento con Glucosamina en la línea basal.<br />

Al compararla con quienes no utilizaban Glucosamina<br />

al inicio, se observó mayor expectativa de vida, una<br />

dieta más sana, menor consumo de alcohol y menor<br />

prevalencia de diabetes, aunque hubo mayor<br />

prevalencia de hipertensión arterial, artritis y colesterol<br />

elevado. También se determinó que más mujeres<br />

tenían prescripción de este medicamento.<br />

E n e l a n á l i s i s a j u s t a d o p o r e d a d , M a y<br />

colaboradores determinaron una asociación<br />

significativa e inversa entre el uso Glucosamina y<br />

el riesgo de eventos totales por ECV, muerte por<br />

ECV, ECC y ACV (todos con P < 0,001). Al analizar<br />

la relación entre el uso de Glucosamina y los<br />

subtipos de ECC y ACV: los usuarios de<br />

Glucosamina fueron asociados a un riesgo<br />

significativamente menor de ECC no fatal<br />

( c o c i e n t e d e<br />

riesgo 0,84, 95<br />

% inter valo de<br />

confianza 0,77 a<br />

0,91; P < 0,001)<br />

y E C C f a t a l<br />

( 0 , 7 0 , 0 , 5 9 a<br />

0,85; P < 0,001).<br />

Este grupo de<br />

p a c i e n t e s<br />

Tabla 1. Asociación entre del uso de suplementos de Glucosamina con el riesgo de eventos y muerte por ECV*<br />

Eventos o<br />

muerte x ECV<br />

Eventos ECV†<br />

Muerte x ECV<br />

ECC:<br />

ACV:<br />

No fatal<br />

Fatal<br />

No fatal<br />

Fatal<br />

Isquémico<br />

Hemorrágico<br />

No Usuarios<br />

8436 (2.2)<br />

2580 (0.7)<br />

48<strong>20</strong> (1.3)<br />

3823 (1.0)<br />

997 (0.3)<br />

2623 (0.7)<br />

2271 (0.6)<br />

352 (0.1)<br />

1833 (0.5)<br />

696 (0.2)<br />

Glucosamina<br />

Usuarios<br />

1768 (2.0)<br />

480 (0.5)<br />

925 (1.0)<br />

776 (0.9)<br />

149 (0.2)<br />

640 (0.7)<br />

555 (0.6)<br />

85 (0.1)<br />

441 (0.5)<br />

175 (0.2)<br />

Cociente de riesgos<br />

ajuntado por edad<br />

(IC 95%)<br />

0.71 (0.68 a 0.75)<br />

0.61 (0.55 a 0.67)<br />

0.66 (0.62 a 0.71)<br />

0.71 (0.66 a 0.77)<br />

0.50 (0.42 a 0.59)<br />

0.82 (0.75 a 0.90)<br />

0.83 (0.75 a 0.91)<br />

0.79 (0.62 a 1.00)<br />

0.79 (0.71 a 0.88)<br />

0.89 (0.75 a 1.05)<br />

Valor P<br />


estudio australiano que incluyó 266.844 individuos y<br />

el estudio VITAL que demostró que el uso de<br />

Glucosamina se asociaba significativamente con la<br />

3,10<br />

reducción de un 18 % del riesgo de mortalidad total.<br />

El uso habitual de Glucosamina en este estudio puede<br />

ser un marcador de un estilo de vida saludable.<br />

Plausibilidad biológica<br />

Efecto antinflamatorio de la Glucosamina<br />

Hicieron referencia al estudio de Kantor et al, que en<br />

<strong>20</strong>12 reportó una asociación entre el uso regular de<br />

Glucosamina y la disminución significativa de la<br />

concentración de la Proteína C Reactiva (PCR),<br />

11<br />

conocido marcador de inflamación sistémica.<br />

Efecto similar a la dieta baja en carbohidratos<br />

de la Glucosamina<br />

Observaron que en estudios epidemiológicos, las<br />

dietas bajas en carbohidratos se han relacionado con<br />

de dietas tiene un efecto protector contra el desarrollo<br />

12-<strong>20</strong><br />

de ECV.<br />

Glucosamina y hábito tabáquico<br />

En este estudio prospectivo se observó una<br />

interacción consistente<br />

e n t r e e l u s o d e<br />

Glucosamina y el hábito<br />

tabáquico. Los fumadores<br />

activos presentaron una<br />

asociación inversa más<br />

Existe una asociación<br />

inversa y significativa entre<br />

el uso de Glucosamina y la<br />

reducción del riesgo de<br />

ECV en fumadores<br />

fuerte entre el uso de<br />

G l u c o s a m i n a y l o s<br />

desenlaces ECV (37 % de<br />

reducción del riesgo de<br />

ECC), en comparación con<br />

quienes habían fumado en el pasado (12%) o no lo<br />

habían hecho nunca (18%); sin embargo, los<br />

fumadores tienen mayores niveles de inflamación y<br />

21<br />

mayor riesgo de ECV que los no fumadores. Se ha<br />

planteado la hipótesis de que los agentes<br />

antinflamatorios pueden ser más efectivos en<br />

participantes con mayores niveles de estrés<br />

inflamatorio; esta explicación, hace de la interacción<br />

entre el uso de Glucosamina y el hábito tabáquico<br />

21,22<br />

biológicamente posible.<br />

Fortalezas y limitaciones<br />

El gran tamaño de la muestra y la abundante<br />

información sobre estilo de vida, dieta y otras<br />

covariables, constituyen fortalezas que permitieron<br />

conducir los análisis de sensibilidad y de subgrupos.<br />

l a r e d u c c i ó n d e l r i e s g o c a r d i o v a s c u l a r e<br />

investigaciones recientes han reportado que este tipo<br />

Entre las limitaciones está que la base de datos UK<br />

Biobank no recoge información detallada sobre el uso<br />

de Glucosamina en cuanto a tipo, dosis y duración del<br />

uso, ni de los efectos adversos asociados a este<br />

medicamento, por lo cual fue difícil apreciar la<br />

asociación con varios tipos de Glucosamina y riesgo<br />

de ECV; sin embargo, la mayoría de los productos<br />

disponibles en el mercado contienen Glucosamina<br />

sulfato. Por último, es difícil separar los efectos de un<br />

estilo de vida saludable del uso habitual de<br />

suplementos en un estudio observacional.<br />

CONCLUSIÓN<br />

El uso regular de suplementos de Glucosamina para aliviar el dolor por <strong>Osteo</strong>artritis puede estar<br />

relacionado también con la disminución del riesgo de eventos por ECV. Es necesaria la realización de<br />

ensayos clínicos a futuro.<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

Novedades en patología osteomioarticular<br />

07


REFERENCIAS<br />

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Protection After Acute Endoluminal Arterial Injury. Arterioscler Thromb Vasc Biol <strong>20</strong>18;38:1309-<strong>20</strong>.<br />

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concentrations. Am J Epidemiol <strong>20</strong>12;176:1002-13.<br />

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<strong>20</strong>. Stern L, Iqbal N, Seshadri P, et al. The effects of low-carbohydrate versus conventional weight loss diets in severely obese adults: oneyear follow-up of a<br />

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22. Inflammation, aspirin, and the risk of cardiovascular disease in apparently healthy men. N Engl J Med 1997;336:973-9.<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

08<br />

Novedades en patología osteomioarticular


Condroitin<br />

Sulfato<br />

una alternativa eficaz y segura para<br />

<strong>Osteo</strong>artritis de rodilla<br />

Reginster J-Y, Dudler J, Blicharski T,et al. Pharmaceutical-grade Chondroitin sulfate is as effective as celecoxib<br />

and superior to placebo in symptomatic knee osteoarthritis: the Chondroitin versus Celecoxib versus Placebo<br />

Trial (CONCEPT). Ann Rheum Dis <strong>20</strong>17;76:1537– 1543<br />

Resumen y análisis del estudio CONCEPT<br />

RESUMEN<br />

Los autores realizaron un estudio prospectivo, al<br />

azar, doble ciego, doble simulación, controlado<br />

contra placebo y celecoxib, para determinar si<br />

Condroitin Sulfato (CS) de grado-farmacéutico<br />

800 mg/día es consistente con los lineamientos<br />

de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA)<br />

para el manejo de la <strong>Osteo</strong>artritis (OA).<br />

placebo (-3,7) (p=0,023 para CS y p=0,015<br />

para celecoxib), sin diferencias observadas<br />

entre los grupos CS y celecoxib. En cuanto a los<br />

puntos secundarios (MMCI y ESAP) a los 182<br />

días, hubo una mejoría significativa en ambos<br />

grupos. Todos los tratamientos mostraron un<br />

excelente perfil de seguridad.<br />

Puntos finales primarios: cambios en dolor<br />

por Escala Visual Análoga (EVA) y en el índice de<br />

Lequesne (IL)<br />

Puntos finales secundarios: Mínima Mejoría<br />

Clínicamente Importante (MMCI) y Estado de los<br />

Síntomas Aceptable para el Paciente (ESAP).<br />

Incluyeron 604 pacientes con OA de rodilla de<br />

acuerdo los criterios del Colegio Americano de<br />

Reumatología (ACR –siglas en inglés-), seguidos<br />

por 182 días.<br />

RESULTADOS<br />

Tanto CS como celecoxib mostraron mayor<br />

reducción del dolor y en el IL que placebo. En la<br />

población por Intención de Tratar (ITT) las<br />

reducciones de EVA a los 182 días de los<br />

grupos en CS (-42,6 mm) y en celecoxib (-39,5<br />

mm) fueron significativamente mayores que en<br />

el grupo placebo (-33,3 mm) (p=0,001 para CS<br />

y p=0,009 para celecoxib), mientras que no<br />

hubo diferencia entre CS y celecoxib. Una<br />

tendencia similar fue observada para IL, con una<br />

reducción de esta medida de 4,7 en el grupo de<br />

CS y de 4,6 en el grupo en celecoxib, ambos<br />

significativamente mayores que en el grupo<br />

CONCLUSIÓN<br />

Una dosis de 800 mg/día de CS de grado<br />

farmacéutico es superior a placebo y similar a<br />

celecoxib en reducir el dolor y mejorar la<br />

función por más de 6 meses en pacientes<br />

con OA sintomática de rodilla.<br />

Basados en que el tratamiento médico de la OA de<br />

rodilla incluye modalidades farmacológicas y no<br />

farmacológicas y en que numerosas sociedades<br />

científicas han producido recomendaciones para el<br />

manejo no quirúrgico de la OA de rodilla, Reginster y<br />

colaboradores diseñaron el estudio CONCEPT, con el<br />

objetivo de demostrar que CS de grado-farmacéutico<br />

es efectivo y seguro en el manejo de la OA<br />

sintomática de rodilla, según los lineamientos de la<br />

EMA.<br />

Al revisar las guías basadas en evidencias de los<br />

diferentes comités internacionales, los autores<br />

observaron que aunque hay heterogeneidad en los<br />

planteamientos de los paneles de expertos y<br />

diferencias geográficas en la disponibilidad de<br />

diferentes fármacos, existe consenso general de que<br />

los analgésicos, incluyendo paracetamol y<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

Novedades en patología osteomioarticular<br />

09


Antiinflamatorios No Esteroideos (AINES), han<br />

demostrado un perfil riesgo/beneficio positivo<br />

cuando se usan para tratar los síntomas de la OA de<br />

rodilla.<br />

Parámetros básicos recomendados por las<br />

Guías EMA para diseñar un estudio<br />

3<br />

estandarizado de eficacia de SySADOA.<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

10<br />

Encontraron que las guías clínicas recientes<br />

recomiendan una terapia de mantenimiento con<br />

medicamentos de acción lenta que alivian los síntomas<br />

de la OA, conocidos por sus siglas en inglés como<br />

SySADOA, los cuales ofrecen un alto grado de<br />

seguridad y tolerabilidad. La más alta calidad de<br />

evidencia proviene de las formulaciones patentadas de<br />

Condroitin Sulfato (CS) y Glucosamina Sulfato (GS).<br />

Observaron que ensayos clínicos bien conducidos<br />

reportan que CS de grado-farmacéutico ha mostrado<br />

mejoría del dolor y función, y/o retardo de la<br />

progresión del daño estructural en OA de rodilla, lo<br />

cual no se ha confirmado en formulaciones de venta<br />

l i b r e . E l o r i g e n d e<br />

inconsistencias respecto a los<br />

SySADOA en OA de rodilla<br />

está en el diseño de los<br />

estudios, de allí que la EMA<br />

produjera Guías para la<br />

Investigación Clínica de<br />

productos medicinales usados<br />

para el tratamiento de la OA.<br />

El grupo Cochrane en una<br />

reciente revisión sistemática<br />

concluye que CS, solo o en<br />

combinación con GS, es mejor<br />

que placebo en aliviar el dolor<br />

e n p a c i e n t e s c o n O A<br />

participantes en estudios de<br />

corto tiempo, y que reporta<br />

menos riesgo de eventos<br />

a d v e r s o s s e r i o s e n<br />

comparación con los grupos<br />

2<br />

control.<br />

Ll (Media ajustada ± SE)<br />

El estudio CONCEPT fue realizado con pacientes<br />

ambulatorios, mayores de 50 años con OA primaria<br />

de rodilla de compartimiento femorotibial medial o<br />

lateral, diagnosticada según los criterios clínicos y<br />

radiológicos del ACR. El blanco terapéutico fue la<br />

articulación más sintomática (con una puntuación de<br />

al menos 50 mm en una EVA de 0 a 100 mm), durante<br />

al menos 3 meses antes de iniciar el estudio. Los dos<br />

puntos finales primarios fueron predefinidos según las<br />

guías EMA: apreciación de dolor e Índice Lequesne<br />

(IL).<br />

12<br />

11<br />

10<br />

9<br />

8<br />

7<br />

6<br />

Duración mínima de 6 meses<br />

Incluir 3 ramas: SySADOA, placebo y un<br />

comparador activo (ej. AINES oral)<br />

Evaluar como puntos finales primarios:<br />

dolor y función<br />

En CONCEPT, 199 pacientes recibieron CS, 199<br />

pacientes recibieron celecoxib y <strong>20</strong>5 recibieron<br />

placebo. Los abandonos fueron similares en los tres<br />

grupos. En este estudio se utilizó celecoxib como<br />

comparador activo, un AINES que ha mostrado un<br />

mayor efecto clínico que el acetaminofén en el alivio<br />

4<br />

de los síntomas de OA de rodilla.<br />

El análisis por ITT reveló una mejoría significativa en los<br />

tres grupos comparando la línea basal, a los 30, 91 y<br />

182 días (todos con una p < 0,001). Los grupos CS y<br />

celecoxib mostraron una reducción del dolor<br />

estadísticamente mayor que el grupo placebo,<br />

después de los 6 meses, sin diferencia significativa<br />

entre los grupos activos. En la puntuación IL en ITT<br />

también hubo una mejoría en los tres grupos en<br />

comparación con la línea basal, sin embargo, a los 91<br />

y 182 días los grupos activos indujeron una reducción<br />

significativamente mayor que placebo, mientras que<br />

no hubo diferencia entre CS y celecoxib (Figura 1). Los<br />

CS<br />

Celecoxib<br />

Placebo<br />

0 1 2 3 4 5 6<br />

Meses<br />

Comparación CS vs Placebo: valor p de modelo mixto<br />

Comparación de celecoxib vs placebo: valor p del modelo mixto<br />

Modelo mixto p-valor


grupos activos obtuvieron mayor número de<br />

respondedores en comparación con placebo, sin<br />

diferencia entre ellos.<br />

Al final del estudio (182 días) más pacientes y médicos<br />

apreciaron la respuesta como excelente o buena en<br />

los grupos activos en comparación con placebo. El<br />

cumplimiento terapéutico fue del 95 %, lo que<br />

demuestra una excelente adherencia y ausencia de<br />

diferencias entre grupos. En cuanto a los efectos<br />

adversos no hubo diferencias entre los tres grupos. El<br />

dolor abdominal/dispepsia fue el efecto adverso<br />

reportado más frecuente (2,5% en CS, 4,5% en<br />

celecoxib y 2,9 % en el grupo placebo).<br />

CONCEPT es el primer estudio que evidencia el<br />

efecto terapéutico beneficioso y duradero de<br />

un SYSADOA, en un ensayo clínico de OA de<br />

rodilla, alineado completamente con las guías<br />

actuales de EMA.<br />

Se observó que CS es superior a placebo y similar a<br />

celecoxib. Todos los grupos reportaron una mejoría<br />

estadísticamente significativa en dolor y función desde<br />

los 30 días y este efecto se mantuvo a lo largo de todo el<br />

estudio. Sin embargo, los grupos activos con CS y celecoxib<br />

mostraron una reducción significativamente<br />

mayor en dolor y una mejoría mayor en función (IL) que el<br />

grupo placebo luego de 6 y 3 meses respectivamente<br />

(Figura 1).<br />

Un grupo de académicos científicos y reguladores<br />

recientemente publicaron un consenso en el cual<br />

sugieren que:<br />

Al menos 5 mm de diferencia en una EVA de 100<br />

mm entre los grupos placebo y activo<br />

c o n s t i t u y e e l u m b r a l p a r a u n e f e c t o<br />

3<br />

clínicamente relevante de un SYSADOA.<br />

En este estudio, la diferencia en reducción del dolor<br />

entre CS y placebo fue de 8,2 mm después de los 6<br />

meses.<br />

El Tamaño del Efecto (TE) menor o igual a 0,2 es<br />

considerado como pequeño; entre 0,2 y 0,5 es<br />

3<br />

definido como medio.<br />

La mejoría del dolor y función observada en el grupo CS<br />

corresponde a un TE de 0,35 para dolor y 0,27 para IL,<br />

mientras que TE en celecoxib fue 0,27 para dolor y 0,30<br />

para IL.<br />

En la discusión, Regirster y colaboradores indicaron que<br />

un TE de 0,35 con CS para dolor es consistente con<br />

valores previamente reportados para GS y CS de<br />

grado-farmacéutico, lo cual es comparable con el<br />

reportado para los AINES y 2 veces mayor que el<br />

observado para acetaminofén (0,14) en OA de rodilla.<br />

En adición al robusto perfil de eficacia de CS,<br />

comparable con AINES, también exhibió un perfil de<br />

seguridad similar a placebo, tanto en este como en<br />

otros estudios. Esta combinación justifica la<br />

incorporación de los SySADOA, como CS de gradofarmacéutico<br />

en primera línea de tratamiento en OA de<br />

rodilla.<br />

REFERENCIAS<br />

1. Reginster J-Y, Dudler J, Blicharski T,et al.Pharmaceutical-grade Chondroitin sulfate is as effective as celecoxib and superior to placebo in symptomatic knee<br />

osteoarthritis: the ChONdroitin versus CElecoxib versus Placebo Trial (CONCEPT). Ann Rheum Dis <strong>20</strong>17;76:1537–1543.<br />

2. Singh JA, Noorbaloochi S, MacDonald R, et al. Chondroitin for osteoarthritis. CochraneDatabase Syst Rev <strong>20</strong>15;1:CD005614.<br />

3. Reginster JY, Reiter-Niesert S, Bruyère O, et al. Recommendations for an update of the <strong>20</strong>10 European regulatory guideline on clinical investigation of medicinal<br />

products used in the treatment of osteoarthritis and reflections about related clinically relevant outcomes: expert consensus statement. <strong>Osteo</strong>arthritis<br />

Cartilage<strong>20</strong>15;23:<strong>20</strong>86–93.<br />

4. Herrero-Beaumont G, Ivorra JA, Del Carmen Trabado M, et al. Glucosamine sulfate in the treatment of knee osteoarthritis symptoms: a randomized, double-blind,<br />

placebo-controlled study using acetaminophen as a side comparator. Arthritis Rheum <strong>20</strong>07;56:555–67.<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

Novedades en patología osteomioarticular<br />

11


El Ácido<br />

Hialurónico<br />

Intra-articular<br />

retarda la cirugía de Reemplazo Total de Rodilla<br />

Dasa V, Lim S, Heeckt P. Real-World Evidence for Safety and Effectiveness of Repeated Courses of Hyaluronic<br />

Acid Injections on the Time to Knee Replacement Surgery. Am J Orthop. <strong>20</strong>18; 47(7).<br />

Resumen y análisis<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

12<br />

RESUMEN<br />

El Reemplazo Total de Rodilla (RTR) es un<br />

tratamiento efectivo y definitivo para la OA de<br />

rodilla, sin embargo, es un procedimiento invasivo<br />

y con riesgo potencial de serias complicaciones, e<br />

implica elevados costos.<br />

Se han evaluado terapias alternativas de bajo<br />

riesgo para retardar u omitir el RTR, especialmente<br />

en pacientes de alto riesgo para cirugía o aquellos<br />

que desean evitar el procedimiento, entre las<br />

cuales está el Ácido Hialurónico (AH) Intra-Articular<br />

(IA), que ha demostrado ser seguro y efectivo para<br />

aliviar el dolor y mejorar la función en estudios<br />

clínicos controlados doble ciego, aleatorizados,<br />

así como en un meta-análisis del año <strong>20</strong>15 que<br />

comparó varias intervenciones farmacológicas<br />

1,2<br />

para OA de rodilla.<br />

Los tratamientos IA han reportado mayor<br />

efectividad que los orales en el manejo del dolor<br />

por OA de rodilla. Las inyecciones de AH IA han<br />

demostrado la mayor disminución del dolor, lo<br />

que puede deberse al procedimiento con la aguja<br />

y a la aspiración. Estudios sugieren que el AH IA<br />

puede proveer protección al cartílago, reducir la<br />

inflamación y mejorar la viscosidad del líquido<br />

sinovial, además puede ejercer su efecto<br />

terapéutico por inhibición de la formación de<br />

3,4,5<br />

hueso en pacientes con OA.<br />

El AH IA tiene el potencial de retardar o evitar el<br />

RTR. Una revisión de series de casos de<br />

pacientes de ortopedistas, realizada por Waddell y<br />

Bricker (<strong>20</strong>07), reportó que el uso de AH IA en<br />

p a c i e n t e s c o n O A g r a d o I V r e t a r d a<br />

6<br />

sustancialmente la necesidad de RTR.<br />

Dasa y colaboradores analizaron cómo múltiples<br />

cursos de AH IA retardan la necesidad de RTR en<br />

pacientes con OA del mundo real de Estados Unidos,<br />

pero con un enfoque distinto, ya que iniciaron con una<br />

muestra de pacientes con OA de rodilla que recibieron<br />

AH IA y luego evaluaron el efecto de los cursos<br />

repetidos de tratamiento AH en el retraso de RTR, sin<br />

que la indicación de RTR fuera criterio para su<br />

inclusión en el estudio. Incluyeron todos los pacientes<br />

con OA de rodilla dentro del intervalo de tiempo,<br />

independientemente de la necesidad de RTR en<br />

comparación con estudios previos que solo<br />

consideraron pacientes que finalmente recibieron<br />

RTR.<br />

Es un estudio obser vacional, de cohorte,<br />

retrospectivo a partir de la base de datos del IMS<br />

Health`s PharMetrics Plus Health Plan Claims.<br />

Identificaron los<br />

pacientes con OA<br />

d e r o d i l l a c o n<br />

indicación para<br />

i n i c i a r A H I A<br />

durante un periodo<br />

de 3 años. Los<br />

i n v e s t i g a d o r e s<br />

incluyeron todos<br />

l o s p r o d u c t o s<br />

Es un estudio observacional,<br />

de cohorte, retrospectivo a<br />

partir de la base de datos<br />

del IMS<br />

comercializados de AH en Estados Unidos, realizaron<br />

un seguimiento de 36 meses desde la inyección inicial<br />

de AH IA; definieron 5 cohortes de pacientes de<br />

acuerdo al número de cursos de AH IA.<br />

De los 50.386 pacientes que recibieron AH para el<br />

tratamiento de OA de rodilla, 36.260 (70 %) recibieron<br />

Novedades en patología osteomioarticular


un solo curso de tratamiento, 8.709 (17,3 %) 2<br />

cursos, 3.179 (6,3 %) 3 cursos, 1.354 (2,7 %) 4<br />

cursos y 887 (1,8 %) recibieron 5 o más de cursos de<br />

tratamiento.<br />

RTR a los 3 años luego de iniciado el tratamiento, lo<br />

cual se evidencia en la curva de sobrevida de Kaplan-<br />

Meier del tiempo a RTR de las diferentes cohortes.<br />

(Figura 1)<br />

El análisis de las cohortes mostró que a mayor número<br />

de cursos de tratamiento menor proporción de<br />

pacientes recibía un RTR después de los 3 años del<br />

inicio del tratamiento. Con el aumento del número de<br />

Pacientes sin RTR (%)<br />

100%<br />

90%<br />

80%<br />

70%<br />

Cohortes<br />

HA 1 Curso<br />

HA 2 Cursos<br />

HA 3 Cursos<br />

HA 4 Cursos<br />

HA ³5 Cursos<br />

0 90 180 270 <strong>360</strong> 450 540 630 7<strong>20</strong> 810 900 990 1080<br />

Tiempo al RTR (Días)<br />

Al analizar otras covariables Dasa y colaboradores<br />

encontraron que ser anciano, haber recibido<br />

esteroides antes de ser seleccionado, ser tratado por<br />

un cirujano ortopedista o por un médico (médico de<br />

atención primaria, reumatólogo o<br />

fisiatra), tener hipertensión arterial o<br />

hiperlipidemia y un alto índice de<br />

costos por salud, se asocian con<br />

incremento del riesgo de RTR<br />

(todos con p < 0,0001); la<br />

enfermedad vascular y el Índice de<br />

Comorbilidad de Charlson fueron<br />

asociados a una disminución del<br />

riesgo de RTR (p < 0,0001).<br />

En este estudio se demostró que<br />

múltiples cursos de AH IA en<br />

pacientes con OA de rodilla<br />

reducen el riesgo de necesitar<br />

RTR, así como de reemplazo<br />

parcial de rodilla en los siguientes 3<br />

a ñ o s , l o c u a l e s d o s i s<br />

dependiente.<br />

Curva de Sobrevida Kaplan-Meier del tiempo a un RTR para diferentes cohortes de<br />

pacientes que recibieron AH IA. Porcentajes de pacientes quienes no han experimentado<br />

cirugía de RTR durante 3 años de seguimiento.<br />

Figura 1<br />

los cursos de tratamiento la proporción de pacientes<br />

con RTR consistentemente disminuyó de 28,4 %<br />

(para 1 curso de AH) a 0,8 % (para 5 o más cursos AH);<br />

todas las diferencias fueron estadísticamente<br />

significativas (p < 0,0001).<br />

En el grupo de pacientes que requiró RTR dentro de<br />

los 3 años de seguimiento, el aumento del número de<br />

cursos recibidos se correlacionó con un incremento<br />

del tiempo para llegar al RTR; quienes recibieron un<br />

curso de AH tuvieron una media de 375,6 días y los<br />

pacientes con cinco o más cursos llegaron a 971,5<br />

días para requerir el RTR, lo cual es una diferencia<br />

estadísticamente significativa con una p < 0,0001. El<br />

evento adverso más comúnmente registrado en este<br />

estudio fue artralgia/dolor articular.<br />

Los autores observaron que los cursos sucesivos de<br />

AH resultaron en una alta proporción de pacientes sin<br />

Novedades en patología osteomioarticular<br />

Estos hallazgos contrarrestan el<br />

aserto de que todo paciente con<br />

OA de rodilla eventualmente progresará<br />

a un grado de discapacidad<br />

que hará inevitable el RTR.<br />

También se ha demostrado que<br />

pacientes con estados radiológicos severos de OA de<br />

6<br />

rodilla mejoran los síntomas con AH IA.<br />

La obesidad y la edad son los factores de<br />

riesgo más comunes para progresión de OA<br />

y requerir un RTR<br />

Es más probable que los ortopedistas<br />

recomienden cirugía<br />

El uso de corticoesteroides y los costos de<br />

salud pueden asociarse a mayor severidad<br />

de los síntomas de OA de rodilla<br />

Pacientes con enfermedad vascular y severas<br />

comorbilidades son candidatos de alto riesgo<br />

para cirugías electivas como la RTR<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

13


CONCLUSIÓN<br />

Dasa y colaboradores concluyeron que cursos repetidos de AH son seguros y asociados con el<br />

retardo de RTR por más de 3 años en pacientes con OA de rodilla, tomados de una base de datos<br />

del mundo real.<br />

REFERENCIAS<br />

1. Strand V, McIntyre LF, Beach WR, Miller LE, Block JE. Safety and efficacy of US-approved viscosupplements for knee osteoarthritis: a systematic review and metaanalysis<br />

of randomized, saline controlled trials. J Pain Res. <strong>20</strong>15;8:217-228.<br />

2. Bannuru RR, Schmid CH, Kent DM, Vaysbrott EE, Wong JB, McAlindon TE. Comparative effectiveness of pharmacologic interventions for knee osteoarthritis: a<br />

systematic review and network meta-analysis. Ann Intern Med. <strong>20</strong>15;162(1):46-54.<br />

3. Kusayama Y, Akamatsu Y, Kumagai K, Kobayashi H, Aratake M, Saito T. Changes in synovial fluid biomarkers and clinical efficacy of intra-articular injections of<br />

hyaluronic acid for patients with knee osteoarthritis. J Exp Orthop. <strong>20</strong>14;1(1):16<br />

4. Kaneko K, Higuchi C, Kunugiza Y, et al. Hyaluronan inhibits BMP-induced osteoblast differentiation. FEBS Lett. <strong>20</strong>15;589(4):447-454.<br />

5. Altman RD, Manjoo A, Fierlinger A, Niazi F, Nicholls M. The mechanism of action for hyaluronic acid treatment in the osteoarthritic knee: a systematic review. BMC<br />

Musculoskelet Disord. <strong>20</strong>15;16:321.<br />

6. Waddell DD, Bricker DC. Total knee replacement delayed with hylan G-F <strong>20</strong> use in patients with grade IV osteoarthritis. J Manag Care Pharm. <strong>20</strong>07;13(2):113-121.<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

14<br />

Novedades en patología osteomioarticular


Brecha entre la evidencia y<br />

la práctica en el manejo de<br />

pacientes con osteoartritis<br />

“Movilizándonos de lo que sabemos a lo que hacemos”<br />

Infografía: Dra. Verónica Liendo<br />

Dziedzic KS and Allen KD. Challenges and controversies of complex<br />

interventions in osteoarthritis management: recognizing inappropriate<br />

and discordant care. Rheumatology <strong>20</strong>18;57:iv88-iv98.<br />

Sistema<br />

Pacientes<br />

Enfermedad<br />

Registrar diagnóstico en la historia<br />

Diagnóstico clínico más que radiológico<br />

Foco en el diagnóstico y tratamiento<br />

monoarticular<br />

Comorbilidades<br />

Impacto del lenguaje<br />

Información<br />

Respuesta a las necesidades<br />

del paciente<br />

Buen acceso al seguimiento<br />

Plataformas digitales<br />

Guías de tratamiento<br />

Proveen:<br />

Orientación sobre qué terapia<br />

indicar<br />

Hacer y<br />

dar el<br />

diagnóstico<br />

Automanejo<br />

Algoritmo OA<br />

Ausencia de:<br />

- Comorbilidades<br />

No proveen:<br />

- Cuándo usar un tratamiento<br />

específico<br />

- Cómo y cuándo combinarlos<br />

- Momento óptimo para usarlo<br />

Ejercicio y<br />

actividad<br />

física<br />

Tratamiento<br />

- Aproximación por pasos<br />

- Reglas generales de<br />

decisión<br />

Mayor obstáculo<br />

la adherencia<br />

AINES<br />

Opioides<br />

Cirugía<br />

Médico<br />

1era línea<br />

analgésica<br />

Eficacia en<br />

dolor leve<br />

Rol de paracetamol<br />

AINES tópicos y paracetamol<br />

Efectos<br />

adversos<br />

Suspender<br />

si no<br />

hay eficacia<br />

Opioides<br />

Opioides potentes: mayor preocupación<br />

ABUSO ADICCIÓN<br />

Quirúrgico<br />

Beneficio<br />

mínimo en<br />

calidad de vida,<br />

dolor y función<br />

Beneficio<br />

marginal<br />

corto plazo vs<br />

impacto de Qx<br />

Artroscopia<br />

Falla en<br />

beneficios a<br />

largo plazo<br />

Anticipa<br />

Reemplazo<br />

Total de<br />

Articular (RTA)<br />

1 de cada<br />

3 pacientes<br />

con RTA<br />

lo juzga<br />

como<br />

inapropiado<br />

Reemplazo Total Articular (RTA)<br />

Criterios potenciales para RTA<br />

Evidencia<br />

de artritis<br />

en esa<br />

articulación<br />

Tener<br />

expectativas<br />

reales<br />

sobre Qx<br />

Impacto<br />

negativo en la<br />

calidad de vida<br />

por los síntomas<br />

Acuerdo pre Qx<br />

sobre riesgos y<br />

beneficios<br />

potenciales<br />

Haber recibido<br />

tratamiento no<br />

Qx adecuado<br />

Implante autólogo<br />

de condrocitos<br />

Cambios mínimos<br />

(defecto menor<br />

de 2 cm)<br />

No Qx previa<br />

¿Cómo estrechar<br />

la brecha?<br />

Reumatólogos:<br />

Sesiones de educación periódicas en Atención Primaria<br />

Llevar las terapias basadas en evidencia a situaciones clínicas desafiantes<br />

Consultas electrónicas (acceso a áreas rurales)<br />

Desarrollo de algoritmos y modelos de cuidados


Consenso<br />

PANLAR<br />

para el manejo<br />

de osteoartritis<br />

(OA) de rodilla<br />

PANLAR Consensus Recommendations for the Management in <strong>Osteo</strong>arthritis of Hand, Hip, and Knee. J Clin<br />

Rheumatol <strong>20</strong>16;22: 345–354.<br />

Este consenso deriva de una investigación realizada<br />

por el Grupo de Estudio sobre <strong>Osteo</strong>artritis (OA) de<br />

PANLAR, sobre las características demográficas y<br />

clínicas de 3.040 pacientes, que reportó diferencias<br />

significativas en el manejo y las necesidades de los<br />

1<br />

pacientes con OA en Latinoamérica . El consenso<br />

contó con la participación de especialistas en OA y<br />

pacientes de 18 países de esta región, y sus<br />

recomendaciones para el manejo de pacientes con<br />

OA de mano, rodilla y cadera están basadas en la<br />

mejor evidencia disponible sobre beneficio,<br />

seguridad y tolerabilidad de tratamientos no<br />

farmacológicos, farmacológicos y quirúrgicos. En<br />

esta oportunidad se exponen las recomendaciones<br />

asociadas con el manejo de pacientes con OA de<br />

rodilla.<br />

1. Reginato AM, Riera H, Vera M, Torres AR, Espinosa R, Esquivel JA, et al. <strong>Osteo</strong>arthritis in Latin America: study of demographic and clinical characteristics in 3040 patients. J Clin Rheumatol. <strong>20</strong>15;21:391–397.<br />

Recomendaciones y nivel de evidencia del tratamiento de OA de rodilla<br />

Nivel de<br />

Evidencia<br />

Tratamiento no farmacológico<br />

Información y educación en relación a las metas del tratamiento y de la importancia de los cambios<br />

de estilo de vida.<br />

IA<br />

Hidroterapia cuando el dolor es leve y no hay hinchazón o rigidez, en especial en ancianos.<br />

Termoterapia (calor y frío).<br />

Calor reduce dolor y rigidez antes de iniciar los ejercicios de flexión en pacientes con dolor moderado<br />

y persistente.<br />

IIaA<br />

IIaA<br />

IB<br />

Mecanoterapia, incluyendo un programa de ejercicios para flexibilidad, movilización y fortalecimiento,<br />

puede reducir dolor y mejorar rango de movimiento.<br />

Programa de ejercicios de flexibilidad, estiramiento y fortalecimiento.<br />

Caminatas diarias.<br />

Ejercicios aeróbicos se deben implementar gradual y progresivamente de acuerdo al nivel de<br />

entrenamiento de cada paciente a una frecuencia de tres o más veces por semana, un mínimo de <strong>20</strong> a<br />

30 minutos por sesión.<br />

Ejercicios de contracciones concéntricas de los músculos de la rodilla.<br />

IIbA<br />

IA<br />

IA<br />

IA<br />

IA<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

Dispositivos de soporte: Plantillas y rodilleras.<br />

Dispositivos de asistencia de la marcha: Bastón, andadera o muletas. El bastón debe utilizarse en<br />

la mano contralateral y la altura debe adaptarse al nivel del trocánter mayor con el codo descansando en<br />

un Ángulo de 25 a 30 grados.<br />

Vendaje adhesivos.<br />

IIaA<br />

IIaB<br />

IIaB<br />

16<br />

Novedades en patología osteomioarticular


Recomendaciones y nivel de evidencia del tratamiento de OA de rodilla (Continuación)<br />

Nivel de<br />

Evidencia<br />

Tratamiento farmacológico<br />

Acetaminofen/paracetamol se recomienda a dosis menores de 3 g/día para tratamiento del dolor<br />

leve. Puede ocurrir efecto gastrolesivo moderado y debe monitorizarse posible complicación hepática.<br />

Anti inflamatorios No Esteroideos (AINES) tales como diclofenac, ibuprofeno y naproxeno, y AINES selectivos<br />

que incluyen celecoxib y etoricoxib están indicados en dolor moderado, protección gástrica con inhibidores de<br />

bomba de protones cuando se requiera. Naproxeno es recomendado en pacientes con riesgo cardiovascular.<br />

AINES tópico se indica en pacientes con riesgo gastrointestinal, aunque la respuesta analgésica decrece<br />

después de un año de uso.<br />

Tramadol se indica en caso de dolor severo en sus diferentes formas de presentación.<br />

Capsaicina gel es efectiva para el dolor leve a moderado.<br />

Corticoesteroide intraarticular (guiado por ultrasónico) puede proveer rápido alivio del dolor.<br />

Corticoesteroide intraarticular en casos con inflamación.<br />

Corticosteroides a bajas dosis por vía oral por un máximo de 12 semanas puede ser considerado<br />

en pacientes mayores de 65 a<br />

IB<br />

IA<br />

IA<br />

IA<br />

IIB<br />

IIaB<br />

IIbB<br />

IIbC<br />

Condroitina Sulfato (CS) ha demostrado efecto benéfico sobre los síntomas y un perfil de seguridad alto.<br />

Se ha probado que su efecto persiste hasta 3 meses después de haber sido suspendida su administración.<br />

Recientes estudios proveen evidencia de que su uso retarda la progresión de la enfermedad.<br />

Combinación de CS y Glucosamina Sulfato (GS) está indicado en pacientes con dolor moderado a severo.<br />

Glucosamina Sulfato puede ser beneficioso para alivio del dolor y mejoría de la función.<br />

Ácido Hialurónico intraarticular de diferentes pesos moleculares.<br />

Ácido Hialurónico vía oral puede tener efecto benéfico, posiblemente mayor en pacientes jóvenes.<br />

Renalato de Estroncio podría ser beneficioso.<br />

Duloxetina podría ser útil.<br />

Plasma Rico en Plaquetas por inyección intraarticular podría ayudar a aliviar el dolor.<br />

IA<br />

IIaB<br />

IIbB<br />

IIbC<br />

IIbC<br />

IIbC<br />

Tratamiento quirúrgico<br />

Suplementos que contengan ácidos grasos omega-3 y omega-6, zinc y vitamina E pueden<br />

considerarse para disminuir dolor, rigidez y mejorar función y la necesidad de analgésicos.<br />

Aguacate y soya insaponificable podría ayudar a enlentecer progresión de daño.<br />

No hay beneficio asociado al uso de la Artroscopia en el tratamiento de OA de rodilla.<br />

En pacientes con ruptura parcial de meniscos, la meniscectomía parcial por medio de artroscopia<br />

puede ser beneficioso seguido por un programa de terapia física.<br />

IIbB<br />

IIbA<br />

IIIA<br />

IIaB<br />

Artroplastia total de rodilla puede indicarse debido a su notable efecto en dolor y rigidez y la mejoría<br />

obtenida en actividad física 6 meses después de la intervención. Una apropiada planificación preoperatoria<br />

es esencial para que puedan ser corregidas adecuadamente deformidades e inestabilidades a largo plazo.<br />

IIaB<br />

Nivel de evidencia: A: información de varios estudios clínicos aleatorizados o meta-análisis; B: información de un estudio<br />

clínico aleatorizado o estudios clínicos no aleatorizados; C: opinión de expertos, estudio de casos o cuidados estándares.<br />

Fuerza de la recomendación: I: Hay evidencia o acuerdo general de que el procedimiento o tratamiento es beneficioso,<br />

útil o efectivo: II: Evidencia conflictiva y/o opiniones diferentes acerca de la eficacia del procedimiento o tratamiento; IIa:<br />

Evidencia y/o acuerdo favorable sobre uso y eficacia; IIb: Uso y eficacia no ha sido establecida por evidencia u opinión; III:<br />

Condiciones para las cuales hay evidencia, acuerdo general o ambos, sobre que el proceder con ese tratamiento no es útil o<br />

efectivo y en algunos casos puede ser dañino.<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

Novedades en patología osteomioarticular<br />

17


Actividad física<br />

como intervención<br />

en osteoartritis<br />

de rodilla<br />

indicada por médicos en atención<br />

primaria y reumatología<br />

Revisión narrativa, descriptiva y cualitativa<br />

Waugh E, King L, Gakhal N, Hawker G, Webster F, White D. Physical activity intervention in primary care and<br />

rheumatology for the management of knee osteoarthritis: a review. Arthritis Care Res (Hoboken).<br />

<strong>20</strong>19;71(2):189-197. Doi: 10.1002/acr.23622.<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

18<br />

RESUMEN<br />

Según las recomendaciones de primera línea de<br />

las organizaciones internacionales, la Actividad<br />

Física (AF) es un componente esencial en el<br />

tratamiento de la <strong>Osteo</strong>artritis (OA) de rodilla. Los<br />

médicos de Atención Primaria (AP) y los<br />

Reumatólogos juegan un papel clave en la<br />

práctica y promoción de esta, ya que los<br />

pacientes los consideran como una fuente<br />

creíble y autorizada de información para la salud,<br />

sin embargo su alcance no está claro. Se define<br />

intervención en AF como el consejo, asesoría,<br />

recomendación o prescripción de AF.<br />

La OA de rodilla es una de las principales causas<br />

de limitación funcional en adultos mayores y está<br />

asociada con eventos cardiovasculares serios y<br />

mortalidad temprana. La AF reduce el dolor, la<br />

limitación funcional y tiene pocas contraindicaciones<br />

para este tipo de pacientes. Si la<br />

práctica de AF se adopta en fases tempranas de<br />

la enfermedad, protege contra futura limitación<br />

funcional y desenlaces de salud adversos<br />

debidos a la inactividad, tales como: obesidad,<br />

diabetes y enfermedad cardiovascular.<br />

Motivados por una evidente brecha entre las<br />

recomendaciones de Actividad Física (AF) y su puesta<br />

en práctica por parte de los médicos de atención<br />

primaria y reumatólogos, en pacientes con OA de<br />

rodillas, Waugh y colaboradores realizaron una<br />

revisión narrativa, descriptiva y cualitativa sobre el<br />

tema y las barreras para su implementación como<br />

una intervención médica. Luego de un proceso de<br />

revisión y selección, por su relevancia incluyeron 22<br />

estudios: 11 describen la práctica común de los<br />

médicos de atención primaria y reumatólogos, y 12<br />

analizan las barreras para la indicación médica de AF<br />

(un estudio describe ambas).<br />

La proporción de pacientes que reporta haber<br />

recibido recomendaciones de AF por parte de<br />

médicos de atención primaria estuvo entre 49 y 83 %;<br />

la variación respecto a los médicos que afirmaron<br />

haber dado este tipo de recomendaciones a<br />

pacientes con OA de rodilla oscila de 9 % a 87 %. La<br />

mayoría de los estudios reporta que menos del 50 %<br />

de los pacientes recibió recomendaciones sobre AF y<br />

también menos del 50 % de los médicos de atención<br />

primaria la proveyeron. El porcentaje de indicación<br />

entre los reumatólogos estuvo entre 47 % y 58 %, no<br />

se encontró ningún artículo sobre las barreras para<br />

que estos especialistas no intervengan en AF.<br />

La barrera más comúnmente reportada en este<br />

artículo de revisión fue falta de tiempo (en 9/12<br />

estudios), seguida de ausencia de conocimiento y<br />

entrenamiento (6/12 estudios), así como de recursos<br />

Novedades en patología osteomioarticular


ejercicio a pacientes con dolor por OA de rodilla. Los<br />

factores más fuertemente asociados con incluir o<br />

excluir la AF en el manejo de paciente con OA de<br />

rodilla observados en ese estudio fueron: las<br />

creencias acerca del rol de iniciar ejercicios, la<br />

eficacia del ejercicio en OA de rodilla, la norma moral<br />

sobre si debe iniciarse ejercicio en todo paciente con<br />

OA de rodilla y sobre sus capacidades. Los factores<br />

que menos influyeron en la recomendación de AF<br />

fueron: la falta de tiempo, las preferencias del<br />

paciente y los factores relacionados con la<br />

enfermedad (síntomas y severidad de la imagen de<br />

1<br />

rayos X).<br />

Según las guías americanas para la Actividad<br />

Física, actualizadas en <strong>20</strong>18, la AF se define<br />

2<br />

como:<br />

Cualquier movimiento corporal producido por la<br />

contracción del músculo esquelético que<br />

incrementa el consumo de energía por encima del<br />

nivel basal. El ejercicio es una subcategoría de la<br />

Actividad Física, que se define por ser planificada,<br />

estructurada y repetitiva.<br />

Los autores de esta revisión concluyeron que la<br />

intervención en AF es subóptima en la mayoría de los<br />

estudios revisados, ya que menos del 50 % de los<br />

médicos de atención primaria y reumatólogos dan<br />

recomendaciones sobre AF a sus pacientes con OA<br />

de rodilla, con lo cual se pierde una oportunidad única<br />

financieros (4/12 estudios); también<br />

se evidenció falta de motivación o<br />

c o m p l i a n c e d e l p a c i e n t e y<br />

necesidad de recursos como<br />

protocolos, guías específicas de AF<br />

y m a t e r i a l e d u c a c i o n a l p a r a<br />

pacientes.<br />

Creencias del<br />

médico sobre<br />

eficacia AF en<br />

OA<br />

Prescripción de<br />

AF no percibida<br />

como parte del rol<br />

del médico<br />

Ausencia de<br />

motivación,<br />

compliance y/o<br />

interés por el<br />

paciente<br />

Barreras<br />

para la<br />

intervención<br />

en Actividad<br />

Física<br />

Ausencia de<br />

recursos:<br />

protocolos de AF,<br />

material<br />

educacional<br />

Ausencia de<br />

conocimiento,<br />

experiencia o<br />

entrenamiento<br />

Waugh y colaboradores hicieron<br />

referencia especial a los resultados<br />

de una encuesta llevada a cabo por<br />

Cottrell et al sobre qué influye en los<br />

médicos generales para indicar<br />

Estado de salud<br />

del paciente<br />

Ausencia de<br />

recursos<br />

financieros<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

Novedades en patología osteomioarticular<br />

19


para mejorar el cuidado y la calidad de vida de los<br />

pacientes con esta enfermedad.<br />

Plantearon que las investigaciones a futuro deben<br />

focalizarse en desarrollar métodos para superar las<br />

barreras y facilitar las intervenciones en AF en<br />

pacientes con OA. Entre las estrategias propuestas<br />

que se analizaron está la priorización de la AF como un<br />

servicio esencial, apoyado en:<br />

términos de eficacia y costo. Se entrega en una<br />

consulta breve (5 minutos), cara a cara, para indicar<br />

beneficios de la AF, con una meta de 10.000<br />

pasos/día, instrucciones para su uso y un plan para<br />

4,5<br />

colocar y seguir las metas de pasos diarias.<br />

También recomendaron la prescripción por escrito y<br />

breve de un programa de caminatas, accesible en el<br />

sistema de historias electrónicas. Caminar ha<br />

● El uso de la historia médica electrónica para asistir al<br />

médico en integrar la AF en la consulta<br />

● Incluir la prescripción de ejercicio como<br />

componente esencial en el currículo de la escuela<br />

de medicina y en la educación continua<br />

Se han considerado estrategias específicas como:<br />

● Ejercicio es Medicina (EEM) iniciativa del Colegio<br />

Americano de Medicina Deportiva y la Asociación<br />

Médica Americana que recomienda que la<br />

apreciación de la actividad física sea considerada<br />

como Signo Vital, y se convierta en una parte<br />

3<br />

estándar de la consulta médica.<br />

● Incorporación de una herramienta de apreciación<br />

de AF en las historias clínicas de grandes<br />

proveedores de salud de Estados Unidos, como<br />

Kaiser Permanente. Incluye la realización de dos<br />

preguntas sobre el nivel actual de AF del paciente, y<br />

esta acción por sí sola aumenta la recomendación<br />

de ejercicio por parte del médico.<br />

Hicieron referencia al uso del podómetro IMB (siglas<br />

en inglés de intervención muy breve), pues se perfila<br />

como la intervención en AF más prometedora en<br />

demostrado ser efectivo para disminuir el dolor y<br />

mejorar la calidad de vida de pacientes con OA, es<br />

idóneo para la mayoría de los pacientes, incluyendo,<br />

aquellos con condiciones comorbidas comunes tales<br />

6<br />

como: enfermedad cardiovascular y diabetes.<br />

Los autores de esta revisión concluyen que dada la<br />

evidencia, pequeños cambios como la evaluación<br />

b r e v e , i m p l e m e n t a c i ó n d e l p o d ó m e t r o e<br />

implementación de protocolos de AF en historias<br />

electrónicas, pueden incrementar la intervención en<br />

AF en beneficio de los pacientes con OA de rodilla.<br />

REFERENCIAS<br />

1. Cottrell E, Roddy E, Rathod T, Porcheret M, Foster N. What influences general practitioners' use of exercise for patients with chronic knee pain? Results from a<br />

national survey. BMC Family Practice (<strong>20</strong>16) 17:172 DOI 10.1186/s12875-016-0570-4<br />

2. Physical activity guidelines for Americans. In: Services DoHaH, editor. Washington, DC; <strong>20</strong>08.<br />

3. Lobelo F, Stoutenberg M, Hutber A. The Exercise is Medicine Global Health Initiative: a <strong>20</strong>14 update. British Journal of Sports Medicine. <strong>20</strong>14;48:1627-33.<br />

4. Singh V, Suhrcke M, Hardeman W, Sutton S, Wilson ECF. Cost-effectiveness and value of information analysis of brief interventions to promote physical activity in<br />

primary care. Value in Health. <strong>20</strong>18;21:18-26.<br />

5. Pears S, Bijker M, Morton K, Vasconcelos J, Parker R, Westgate K, et al. A randomised controlled trial of three very brief interventions for physical activity in<br />

primary care. BMC Public Health. <strong>20</strong>16;16:1033.<br />

6. de Rooij M, van der Leeden M, Avezaat E, Hakkinen A, Klaver R, Maas T, et al. Development of comorbidity-adapted exercise protocols for patients with knee<br />

osteoarthritis. Clin Interv Aging. <strong>20</strong>14;9:829-42.<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

<strong>20</strong><br />

Novedades en patología osteomioarticular


Programas para<br />

la implementación de<br />

estrategias en el manejo<br />

de pacientes con<br />

<strong>Osteo</strong>artritis de rodilla<br />

Programas de la Unión Europea y sitios web<br />

A continuación se presentan algunos programas y sitios web útiles para el manejo de pacientes con OA de Rodilla<br />

Better management of patients with OA—Sweden<br />

Thorstensson CA, Garellick G, Rystedt H, Dahlberg LE. Better management of patients with<br />

osteoarthritis: development and Nationwide implementation of an evidence based supported<br />

osteoarthritis self-management programme. Musculoskelet Care <strong>20</strong>15;13:6775.<br />

Joint Academy. www.jointacademy.com<br />

Enabling Self-management and Coping with Arthritic PainUsing Exercise—UK<br />

Enabling Self-management and Coping with Arthritic Pain using Exercise (ESCAPE). ESCAPE-pain.<br />

www.escapepain.org.<br />

Joint Implementation of <strong>Osteo</strong>arthritis Guidelines—UK<br />

Joint Implementation of Guidelines for oSteoArthritis in the West Midlands (JIGSAW).<br />

www.keele.ac.uk/pchs/implementingourresearch/makinganimpact/osteoarthritisandosteoporosis/jigsa<br />

w/ EIT Health. JIGSAW-E: Joint Implementation of Guidelines for oSteoArthritis in Western Europe.<br />

www.eithealth.eu/ jigsaw-<br />

Good Life with Arthritis in Denmark<br />

Skou ST, Roos EM. Good Life with osteoArthritis in Denmark (GLA:DTM): evidence-based education<br />

and supervised neuromuscular exercise delivered by certified physiotherapists nationwide. BMC<br />

Musculoskelet Disord <strong>20</strong>17;18:72.<br />

Ageberg E, Link A, Roos EM. Feasibility of neuromuscular training in patients with severe hip or knee<br />

OA: the individualized goal-based NEMEX-TJR training program. BMC Musculoskelet Disord<br />

<strong>20</strong>10;11:126. Good Life with osteoaArthritis in Denmark. https://www. glaid.dk/english.html.<br />

<strong>Osteo</strong>arthritis Chronic Care Programme—Australia<br />

Eyles JP, Lucas BR, Patterson JA et al. Does clinical presentation predict response to a nonsurgical<br />

chronic disease management program for endstage hip and knee osteoarthritis? J Rheumatol<br />

<strong>20</strong>14;41:2223-31.<br />

Eyles JP, Mills K, Lucas BR et al. 'Can we predict those with OA who worsen following a chronic<br />

disease management program?' Arthritis Care Res <strong>20</strong>16;68:1268-77.<br />

Novedades en patología osteomioarticular<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

21


Índice<br />

Algo-Funcional<br />

de Lequesne<br />

El Índice Algo-Funcional de Lequesne<br />

(1987) se compone de un cuestionario<br />

cuyos ítems se van sumando para obtener<br />

una puntuación<br />

Esta puntuación califica el grado de artrosis alcanzado.<br />

Esta aplicación permite apreciar la ralentización de la artrosis en la vida diaria de los pacientes.<br />

Estos tests son específicos para la cadera y la rodilla. Evalúan el dolor en reposo y durante la<br />

marcha, el perímetro de la marcha y la molestia funcional. Se utilizan conjuntamente con la EVA del<br />

dolor, para evaluar la repercusión de la gonartrosis y la evolución de la minusvalía en el tiempo, y<br />

además para apreciar los resultados terapéuticos y determinar el umbral a partir del cual se puede<br />

plantear la implantación de una prótesis (Índice 10-12). La puntuación varía de 0 a 24.<br />

Sitio para obtener la aplicación del Índice de Lequesne:<br />

https://pro.arthrolink.com/es/herramientas-practicas/aplicacion-el-indice-algofuncional-de-lequesne<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

22<br />

Novedades en patología osteomioarticular


La <strong>Osteo</strong>artritis<br />

como<br />

enfermedad<br />

por desajuste<br />

evolutivo<br />

ARTÍCULO DESTACADO<br />

Revisión narrativa sobre el impacto de los factores ambientales modernos<br />

Berenbaum F, Wallace IJ, Lieberman DE and FelsonDT. Modern- day environmental factors in the pathogenesis<br />

of osteoarthritis. Nat Rev Rheumatol. <strong>20</strong>18; 14(11): 674-681.<br />

En este artículo se revisa la evidencia sobre la<br />

<strong>Osteo</strong>artritis (OA) como una enfermedad<br />

producida por un desajuste en la evolución, por lo<br />

cual es más común ahora que en el pasado,<br />

debido a que los genes heredados de las<br />

generaciones previas están inadecuada o<br />

imperfectamente adaptados a las condiciones<br />

ambientales modernas. Los autores se enfocan<br />

en cuatro factores de riesgo ambientales de la<br />

patogénesis de OA: obesidad, síndrome<br />

metabólico, cambios en la dieta e inactividad<br />

física. Debido a que la cura de la OA no existe,<br />

estrategias preventivas cuyos blancos sean<br />

estos factores ambientales modificables son<br />

necesarias para restringir incrementos futuros de<br />

la prevalencia de OA.<br />

La OA es una enfermedad asociada a la edad, es<br />

por ello que el aumento en la expectativa de vida ha<br />

hecho que en la actualidad su prevalencia sea<br />

mayor que en el pasado, especialmente en los<br />

países desarrollados. Sin embargo, esta no<br />

pareciera ser la única explicación para suponer el<br />

incremento de su prevalencia en un futuro. Estudios<br />

realizados en esqueletos demostraron que las<br />

personas que murieron a mediados del siglo XX<br />

tuvieron el doble de probabilidad de tener OA que<br />

los que murieron en siglos previos, lo cual confirma<br />

la sospecha de que esta enfermedad es más<br />

común en la actualidad, lo que permite suponer que<br />

Novedades en patología osteomioarticular<br />

1<br />

hay factores de riesgo adicionales a la edad.<br />

Al analizar la patogénesis de la OA, Berenbaum y<br />

colaboradores hallaron que los cambios<br />

ambientales han contribuido en forma importante a<br />

su elevada prevalencia actual. Es por ello que<br />

proponen definirla como una “enfermedad por<br />

desajuste”, es decir, se trata de una condición más<br />

común debido a que el cuerpo humano no está bien<br />

adaptado a ciertas características de los ambientes<br />

modernos. Clasificarla como una enfermedad por<br />

desajuste evolutivo tiene consecuencias clínicas,<br />

ya que los factores ambientales son modificables y<br />

susceptibles de prevención.<br />

“El concepto de enfermedad por desajustes<br />

deriva de los 2 principios básicos de la<br />

biología de la evolución: la teoría de la<br />

a d a p t a c i ó n y e l h e c h o d e q u e l a s<br />

interacciones entre genes y ambiente están<br />

en constante flujo” .<br />

Cuando los ambientes cambian, los alelos<br />

ancestrales -que una vez fueron favorables para la<br />

selección natural- pueden desajustarse, lo que<br />

causa un incremento de susceptibilidad a<br />

enfermedades que fueron raras o inexistentes en<br />

generaciones anteriores. Una abundante evidencia<br />

indica que estos desajustes son cada vez más<br />

comunes y severos en los humanos, debido a los<br />

rápidos cambios ambientales relacionados con la<br />

2,3<br />

evolución cultural de nuestra especie.<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

23


OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

24<br />

Los autores han sugerido dos criterios principales<br />

para probar la hipótesis de que la OA es una<br />

enfermedad por desajuste:<br />

1.- La enfermedad es más prevalente hoy que en<br />

poblaciones pasadas después de contabilizar<br />

las variaciones en la esperanza de vida.<br />

2.- Los factores contribuyentes a la enfermedad<br />

son más comunes en los ambientes<br />

modernos.<br />

Los estudios arqueológicos han demostrados que la<br />

OA no es una enfermedad nueva, estuvo presente<br />

desde el paleolítico y neolítico, pero es más prevalente<br />

en la actualidad, con lo cual se puede plantear que se<br />

4<br />

cumple el primer criterio.<br />

El incremento de la prevalencia de la OA en los países<br />

desarrollados, durante el siglo XX, provee una<br />

importante clave sobre la contribución de factores<br />

prevenibles tales como: obesidad, síndrome<br />

metabólico, cambios dietéticos e inactividad física<br />

como responsables de la OA (Fig.1).<br />

Prevalencia de OA<br />

Figura 1<br />

Elevados<br />

niveles de<br />

INACTIVIDAD<br />

FÍSICA<br />

Dieta Obesogénica<br />

Alimentos procesados<br />

Rica en azúcar<br />

Rica en grasas<br />

saturadas<br />

Baja en fibra<br />

Niveles altos de<br />

ACTIVIDAD FÍSICA<br />

IMC alto<br />

Dieta tradicional<br />

Baja en azúcar<br />

Baja en grasa saturada<br />

Alta en fibra<br />

Metainflamación<br />

crónica común<br />

IMC bajo<br />

Modelo de OA como enfermedad por desajuste evolutivo. En todas las poblaciones, la prevalencia de OA se eleva con la<br />

edad pero la hipótesis de desajuste predice que a cualquier edad en los ambientes modernos la prevalencia es mayor.<br />

FACTORES DESAJUSTADORES<br />

Obesidad<br />

La obesidad es un fuerte y bien establecido factor de<br />

riesgo para OA. La incidencia de OA de rodilla entre<br />

adultos mayores de 40 años es aproximadamente 3<br />

veces más frecuente entre individuos obesos (Índice<br />

de Masa Corporal-IMC ³30) y 5 veces más en<br />

individuos con obesidad mórbida (IMC ³ 35) en<br />

comparación con individuos de peso saludable (IMC<br />

< 25). Dada esta fuerte asociación, la elevada<br />

prevalencia de OA en naciones desarrolladas es una<br />

medida claramente atribuible a la reciente y acelerada<br />

5<br />

epidemia de obesidad.<br />

Los autores resaltan que la obesidad y la OA de rodilla<br />

crean un círculo vicioso en el cual el individuo es más<br />

sedentario, lo cual conlleva a mayor obesidad y<br />

debilidad de los músculos que estabilizan y protegen<br />

la articulación, lo que a su vez, aumentan el dolor y la<br />

progresión de la OA. Hay evidencias que reportan que<br />

la reducción de peso poscirugía bariátrica en<br />

pacientes con OA, se asocia con disminución del<br />

dolor y que la pérdida del cartílago puede<br />

enlentecerse, si una persona obesa pierde el 10 % o<br />

6<br />

más de su peso original.<br />

“La obesidad crea una carga ambiental<br />

anormal para las articulaciones que toleran<br />

peso”.<br />

En <strong>20</strong>17, Hotamisligil planteó el proceso de<br />

mecaflamación, en el cual los fragmentos de la matriz<br />

liberados dentro de la cavidad articular pueden<br />

provocar una respuesta de sinoviocitos y macrófagos<br />

con la liberación de mediadores pro inflamatorios y<br />

7<br />

catabólicos.<br />

Metaflamación<br />

poco común<br />

Aunque la asociación entre obesidad y OA es mayor<br />

e n a r t i c u l a c i o n e s q u e<br />

AMBIENTE<br />

MODERNO<br />

AMBIENTE<br />

ANCESTRAL<br />

Cazador-recolector<br />

Agricultor<br />

Industrial temprana<br />

Edad<br />

s o p o r t a n p e s o e n<br />

comparación con las que no<br />

toleran peso, es evidente que<br />

la susceptibilidad es regida<br />

por complejas interacciones<br />

entre factores mecánicos y<br />

sistémicos. En cuanto a estos<br />

factores sistémicos, su<br />

principal fuente es el tejido<br />

adiposo que produce y libera<br />

citoquinas y adipoquinas (IL-<br />

1, IL-6, IL-8, IFN gamma y<br />

TNF, leptina y resistina) dentro<br />

del torrente sanguíneo,<br />

m u c h a s d e l a s c u a l e s<br />

p r o m u e v e n i n fl a m a c i ó n<br />

crónica de bajo grado,<br />

llamada metaflamación.<br />

La vía por la cual actúan directamente los altos niveles<br />

de leptina y otras citoquinas en el torrente sanguíneo,<br />

es por difusión dentro del líquido sinovial y activación<br />

local de las enzimas proteolíticas, tales como: Metaloproteinasa<br />

de la Matriz 1 (MMP1 -siglas en inglés-),<br />

MMP3 y MMP13, las cuales pueden disparar la<br />

degradación de la matriz del cartílago y de otros<br />

7<br />

tejidos articulares.<br />

Síndrome metabólico<br />

Los autores resaltan que un balance de energía<br />

positivo, excesivo y prolongado produce el síndrome<br />

metabólico, definido por factores que acompañan<br />

Novedades en patología osteomioarticular


comúnmente a la obesidad: adipocitosis central,<br />

dislipidemia, alteración del nivel de glicemia en ayuno<br />

e hipertensión. Todo esto se relaciona con la OA.<br />

La inducción de metaflamación por adipocitos casi<br />

siempre está asociada con síndrome metabólico. La<br />

hiperglicemia puede tener efectos adversos sobre el<br />

metabolismo de los condrocitos, y la diabetes tipo 2<br />

puede alterar la estructura de la matriz extracelular, lo<br />

que causa enriquecimiento de los productos finales<br />

de la glicocilación avanzada (AGE -siglas en inglés-).<br />

En el cartílago, los AGE endurecen la matriz,<br />

previniendo la amortización óptima de la articulación<br />

sometida a la carga mecánica. Más aún, los AGE<br />

pueden señalizar sobre los condrocitos a través de<br />

receptores específicos de AGE para incrementar la<br />

síntesis de metaloproteinasas, y así, conducir<br />

eventualmente a un incremento de la degradación de<br />

la matriz del cartílago.<br />

La LDL oxidada es un lípido peroxidado detectado en<br />

altas concentraciones en el síndrome metabólico, que<br />

estimula la producción de especies reactivas de<br />

8<br />

oxígeno, que impulsan la degradación de la matriz.<br />

La hipertensión también puede estar implicada en la<br />

patogénesis de la OA por su capacidad para inducir<br />

isquemia tisular. Si esta isquemia afecta los vasos sanguíneos<br />

del hueso subcondral, el intercambio de<br />

nutrientes entre ese hueso y el cartílago puede<br />

comprometerse, lo que altera el metabolismo celular<br />

dentro de la articulación. Se ha encontrado una<br />

asociación interesante entre personas hipertensas y<br />

el riesgo aumentado de OA<br />

de rodilla independiente de la<br />

9<br />

obesidad.<br />

Cambios dietéticos<br />

Las dietas modernas son<br />

s u s t a n c i a l m e n t e m á s<br />

energéticas y procesadas<br />

que las de generaciones<br />

anteriores, con adición de<br />

azúcar, sal y grasa saturadas,<br />

menos fibras, frutas frescas y<br />

vegetales. Estos cambios<br />

afectan el riesgo de OA<br />

p o r q u e p r o m u e v e n u n<br />

balance energético positivo<br />

prolongado y un exceso de<br />

adiposidad, así como un<br />

i n c r e m e n t o d e l a<br />

p r o b a b i l i d a d d e<br />

hiperglicemia, dislipidemia e<br />

hipertensión.<br />

Hipertensión<br />

Isquemia del<br />

hueso subcondral<br />

Novedades en patología osteomioarticular<br />

Figura 2<br />

“Junto con la desregulación metabólica, un<br />

factor adicional es la reducción de ingesta de<br />

antioxidantes.”<br />

Las especies reactivas de oxígeno están involucradas<br />

en el envejecimiento del condrocito, la degradación<br />

de la matriz extracelular, la inflamación sinovial y la<br />

10<br />

alteración del hueso subcondral.<br />

En esta revisión se expone la evidencia de que la<br />

vitamina K, presente en vegetales de hojas verdes<br />

(espinaca, col rizada, brócoli), es un cofactor<br />

necesario para la gamma carboxidación de algunas<br />

proteínas unidas al calcio, incluyendo la proteína gla<br />

de la matriz, que es un inhibidor de la mineralización<br />

expresado en el cartílago articular. Estudios<br />

observacionales en humanos reportan que el déficit<br />

11<br />

de vitamina K aumenta el riesgo de OA.<br />

“La dieta puede modular la composición y<br />

actividad metabólica del microbioma<br />

intestinal”.<br />

Obesidad y ancianidad están asociadas con disbiosis<br />

intestinal que puede causar enfermedad crónica<br />

metabólica relacionada con la edad, así como<br />

inflamación sistémica de bajo grado; en estudios<br />

experimentales se han asociado los metabolitos<br />

derivados de la disbiosis con la patofisiología de la OA.<br />

Un importante factor dietético que modifica la microbiota<br />

intestinal es la fibra, cambios en el microbioma<br />

intestinal pueden relacionarse con su escasez<br />

en las dietas modernas. La abundante ingesta de fibra<br />

Síndrome Metabólico Disbiosis y permeabilidad intestinal Obesidad<br />

Resistencia a<br />

la insulina y<br />

aumento del<br />

riesgo de<br />

diabetes tipo 2<br />

Anormalidades<br />

de los lípidos<br />

Matriz rígida<br />

Debilidad muscular<br />

Propiocepción alterada<br />

Pérdida de hueso<br />

subcondrial<br />

DIETA MODERNA<br />

Alimentos procesados altos en calorías<br />

Baja proporción de frutas y vegetales<br />

Baja relación ácidos grasos omega-3/omega-6<br />

Metabolitos<br />

intestinales<br />

causan<br />

inflamación<br />

sistémica<br />

Activación de<br />

células articulares<br />

y musculares<br />

OSTEOARTRITIS<br />

Adipoquinas<br />

causan inflamación<br />

sistémica<br />

La dieta como factor de desajuste evolutivo. El efecto deletéreo de la dieta moderna sobre la<br />

osteoartritis (OA) se produce por incremento de adiposidad y masa corporal.<br />

Sobrecarga<br />

articular<br />

Desgarro tisular<br />

Activación de<br />

la respuesta<br />

inmune innata<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

25


se ha asociado a menor dolor articular en pacientes<br />

12<br />

con OAde rodilla (Fig. 2).<br />

Inactividad física<br />

Cualquier consideración de la OA como una<br />

enfermedad por desajuste debe pasar por examinar<br />

los cambios en los patrones de actividad física del<br />

mundo moderno.<br />

Un importante y bien establecido factor de riesgo para<br />

OA de rodilla es el trauma articular, especialmente,<br />

rupturas meniscales y del ligamento cruzado anterior,<br />

las cuales pueden conducir a un gradiente de estrés<br />

anormal y un excesivo estrés local dentro del cartílago.<br />

Por lo tanto, se plantea que una participación incrementada<br />

en deportes y otras actividades atléticas que<br />

frecuentemente causan injurias, conllevan a un<br />

aumento de la OA.<br />

“Aunque es incuestionable que el trauma<br />

incrementa el riesgo de OA, la inactividad física<br />

es un contribuidor más probable a la<br />

prevalencia de OA”<br />

La inactividad física se ha convertido en una epidemia,<br />

especialmente en las naciones desarrolladas. Las<br />

vías por las que aumenta el riesgo de OA incluyen en<br />

forma indirecta:<br />

• Promoción de la obesidad<br />

• Metaflamación<br />

• Depresión<br />

• Acortamiento telomérico<br />

La contribución de la inactividad física a la OA es<br />

mediada directamente por la necesidad del sistema<br />

musculoesquelético al estímulo biofísico del<br />

ambiente, es decir, ajusta su capacidad a demanda.<br />

La demanda mecánica es crítica para el desarrollo y<br />

mantenimiento de una estructura óptima de los tejidos<br />

articulares y de los músculos que los rodean. La<br />

reducción de la carga, como consecuencia de la<br />

inactividad, puede resultar en articulaciones débiles y<br />

menos estables, más susceptibles al daño y al<br />

deterioro. Estudios experimentales en animales han<br />

demostrado los múltiples efectos catabólicos de la<br />

inmovilización sobre el tejido articular:<br />

1.- Adelgazamiento de todas las capas del cartílago<br />

2.- Disminución del contenido de proteoglicanos<br />

3.- Incremento de expresión de la metaloproteinasas<br />

4.- Desmineralización del hueso subcondral por<br />

activación osteoclástica<br />

Si bien la inactividad física es perjudicial para la salud<br />

articular, esto no significa que todas las formas de<br />

actividad física son beneficiosas para las<br />

articulaciones. Algunos tipos de cargas extremas y<br />

por lo tanto anormales, pueden dañar la integridad de<br />

los tejidos articulares.<br />

La actividad física aumentada puede conllevar a daño<br />

articular que hace a los individuos más propensos a la<br />

OA, ya sea en términos de frecuencia, magnitud o en<br />

algunos otros parámetros, los cuales son producidos<br />

por estilos de vida activos tales como: ocupacionales<br />

(oficios que requieren flexiones frecuentes de rodillas)<br />

o recreacionales. Es probable que el riesgo de OA<br />

esté incrementado tanto por la inactividad física como<br />

13<br />

por la actividad física extrema.<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

26<br />

REFERENCIAS<br />

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Novedades en patología osteomioarticular


Dieta y nutrición<br />

juegan un rol<br />

en la osteoartritis<br />

Revisión narrativa de la evidencia<br />

Thomas S, Browne H, Ali Mobasheri A and Rayman MP. What is the evidence for a role for diet and nutrition in<br />

osteoarthritis? Rheumatology <strong>20</strong>18;57: 61-74. doi:10.1093/rheumatology/key011<br />

La fisiopatología de la <strong>Osteo</strong>artritis (OA) es<br />

multifactorial, comprende la remodelación del hueso<br />

subcondral, la inflamación sinovial y la pérdida del<br />

cartílago articular. Las citoquinas inflamatorias IL-6 y<br />

TNF-alfa dirigen las vías catabólicas y perpetúan la<br />

progresión de la enfermedad. La obesidad es un<br />

factor de riesgo modificable y, al menos<br />

parcialmente, está asociado con la inflamación.<br />

Recientemente, se ha sugerido que obesidad,<br />

Diabetes Mellitus y Síndrome Metabólico (SM)<br />

pueden influir directamente en el desarrollo de OA.<br />

Se ha identificado un fenotipo metabólico de la OA,<br />

el cual está dirigido por adipoquinas, hiperglicemia y<br />

un desequilibrio endocrino.<br />

El tratamiento de la OA se concentra en el manejo<br />

de los síntomas y en reemplazo total articular solo<br />

en caso de que la función articular está<br />

severamente comprometida. Aunque las guías de<br />

tratamiento recomiendan ejercicios y reducción de<br />

peso en casos de sobrepeso/obesidad, en la<br />

práctica no se cumple; la dieta es un factor que<br />

puede afectar esta enfermedad y se debe orientar a<br />

los pacientes para que logren el autocuidado de su<br />

condición.<br />

En función de este panorama, Thomas y<br />

colaboradores realizaron una revisión de la<br />

evidencia sobre el efecto de los factores dietéticos<br />

en OA, y en el presente artículo se resumen los<br />

hallazgos de esa investigación.<br />

Para esta revisión narrativa los autores investigaron<br />

artículos en la base de datos de PubMed sobre el<br />

e f e c t o d e O A , o b e s i d a d , á c i d o s g r a s o s<br />

poliinsaturados, colesterol y vitamina A, C, D, E y K, en<br />

el riesgo de progresión de OA, con foco en alimentos y<br />

nutrientes que forman parte de la dieta normal.<br />

Incluyeron 68 artículos en la revisión final.<br />

OBESIDAD<br />

Consecuencias de la Obesidad en OA<br />

La obesidad incrementa el trabajo en articulaciones<br />

que soportan peso, los individuos con sobrepeso y<br />

obesidad presentan un riesgo considerablemente<br />

mayor para artroplastia de rodilla.<br />

Una asociación entre el Índice de Masa Corporal (IMC)<br />

elevado y el desarrollo de OA de mano demuestran un<br />

rol no biomecánico adicional de la obesidad en la OA.<br />

En un estudio epidemiológico holandés de una<br />

cohorte de obesidad, se asoció el porcentaje de grasa<br />

con OA de mano; la masa grasa y la relación cinturacadera<br />

fueron relacionadas con OA de mano; la<br />

adiposidad se vinculó al riesgo de artroplastia de rodilla<br />

y cadera en OA, con una relación en OA de rodilla a la<br />

1<br />

adiposidad central.<br />

Según la evidencia analizada, la obesidad conduce a<br />

una inflamación sistémica de bajo grado; la reducción<br />

de peso puede disminuir el tejido adiposo y restaurar el<br />

patrón de secreción normal de adipoquinas, que<br />

constituyen el punto de unión entre obesidad y OA. La<br />

leptina es una adipoquina que, por lo general, está<br />

elevada en el tejido adiposo blanco del cojinete graso<br />

infrapatelar, y puede estar involucrada en esta relación;<br />

se asocia con inflamación y degradación del cartílago y<br />

está comprometida en la fisiopatología de la OA a nivel<br />

local y sistémico (Figura. 1).<br />

Relación con síndrome metabólico<br />

Se considera Síndrome Metabólico (SM) cuando hay<br />

presencia de: obesidad central, intolerancia a la<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

Novedades en patología osteomioarticular<br />

27


Adipoquinas<br />

Incremento de citoquinas<br />

pro-inflamatorias<br />

Inflamación de bajo-grado<br />

Formación de<br />

osteofitos<br />

Degradación de<br />

cartílago articular<br />

Aumento de adiposidad<br />

OBESIDAD<br />

Carga articular anormal<br />

Mecano transducción<br />

celular alterada<br />

Degradación<br />

meniscal<br />

Inflamación de la<br />

sinovial (sinovitis)<br />

Remodelación<br />

y esclerosis del<br />

hueso subcondral<br />

Pérdida de masa<br />

y fuerza muscular<br />

(sarcopenia)<br />

Figura 1<br />

Mecanismos por los cuales la Obesidad conduce o exacerba la <strong>Osteo</strong>artritis<br />

Adaptado de Browne T et al<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

28<br />

glucosa (resistencia a la insulina), dislipidemia e<br />

hipertensión.<br />

En <strong>20</strong>12, Zhuo y colaboradores sugirieron que la OA<br />

puede ser el quinto componente del SM, ya que<br />

comparten los mecanismos de inflamación y de estrés<br />

2<br />

oxidativo. También se ha demostrado un incremento<br />

en la incidencia de cambios radiológicos y en la<br />

progresión de la OA de rodilla con la acumulación de<br />

3<br />

componentes de SM. Sin embargo, en relación con la<br />

OA de cadera no se ha reproducido una asociación<br />

estadísticamente significativa, lo cual sugiere diferen-<br />

4<br />

cias entre la patogénesis de OA de rodilla y cadera.<br />

Relación con Diabetes Mellitus<br />

En la evidencia revisada por Thomas y colaboradores se<br />

observó que la hiperglicemia promueve la acumulación<br />

local de productos finales de la glicocilación avanzada<br />

(EGA -siglas en inglés-), los cuales lesionan el hueso<br />

subcondral y la función del condrocito. Se identificó a la<br />

Diabetes Mellitus como factor de riesgo independiente<br />

para la OA severa y un predictor de reemplazo de<br />

rodilla/cadera5. Un estudio que evaluó la OA de rodilla<br />

por 3 años demostró que la Diabetes Mellitus es un<br />

predictor significativo de disminución del espacio<br />

6<br />

articular en hombres.<br />

Efecto clínico de la reducción de peso sobre la<br />

OA<br />

Los autores señalan que una revisión sistemática y un<br />

metanálisis revelaron una mejoría significativa en la<br />

discapacidad física por OA de rodilla cuando el peso<br />

7<br />

corporal baja más del 5 %, y que ensayos clínicos<br />

subsecuentes demostraron que la disminución de<br />

peso reduce el dolor y mejora la función en OA de<br />

8<br />

rodilla. Puntualizan que se demostró una relación<br />

dosis/respuesta altamente significativa entre los<br />

cambios de peso y la mejoría de WOMAC de dolor y<br />

función. Una reducción del 10 % del peso corporal se<br />

asoció longitudinalmente con un incremento de la<br />

capacidad funcional y la disminución del dolor en<br />

pacientes con OA de rodilla, lo que además es<br />

9<br />

benéfico para la salud metabólica.<br />

La actividad física como adyuvante en la<br />

reducción de peso<br />

En la literatura revisada también se observó que la<br />

reducción del tejido adiposo blanco con<br />

mantenimiento de la masa muscular es ventajoso para<br />

la OA, particularmente para la movilidad. Determinaron<br />

que la actividad física genera cambios en el tejido<br />

adiposo blanco, como incremento de la biogénesis<br />

mitocondrial y alteración del perfil de adipoquinas.<br />

Thomas y colaboradores destacan que los programas<br />

de reducción de peso que combinan dieta y ejercicio<br />

tienen mayores beneficios en el estado funcional,<br />

cambios radiológicos y en el dolor. Un metanálisis que<br />

analiza las intervenciones que combinan ejercicios de<br />

fortalecimiento, flexibilidad y aeróbicos concluye que<br />

10<br />

mejoran el dolor y la función.<br />

Sin embargo, la restricción calórica es esencial; en un<br />

estudio comparativo de dieta y ejercicio determinaron<br />

Novedades en patología osteomioarticular


que las fuerzas compresivas sobre la rodilla fueron<br />

menores en el grupo de dieta, mientras que la inflamación<br />

(IL-6) fue menor en el grupo de dieta-ejercicio, en<br />

11<br />

relación con el grupo de ejercicio solo.<br />

Efectividad del manejo del peso<br />

Los autores destacan que la reducción y<br />

mantenimiento de un peso óptimo son un desafío,<br />

particularmente si la movilidad está comprometida. La<br />

actividad física debe dirigirse de acuerdo a la movilidad,<br />

comorbilidades y preferencias individuales. Las intervenciones<br />

para reducción de peso exitosas deben<br />

incorporar las recomendaciones dietéticas.<br />

Plantean que en la práctica clínica, las estrategias de<br />

cambio de conducta y el incremento del contacto y<br />

seguimiento, mejoran la adherencia a los programas<br />

para el manejo de peso. Afirman que se ha demostrado<br />

que la pérdida de peso reduce el impacto y las cargas<br />

sobre la articulación, mejora el patrón inflamatorio de<br />

secreción de adipoquinas y afecta positivamente el<br />

perfil de riesgo metabólico.<br />

ÁCIDOS GRASOS POLINSATURADOS<br />

La modificación de los lípidos de la dieta en OA<br />

En <strong>20</strong>09, un estudio sobre los aspectos metabólicos<br />

de la OA planteó que los lípidos se depositan en la<br />

matriz y en los condrocitos del cartílago articular, y<br />

pueden contribuir a la inflamación, degradación del<br />

12<br />

cartílago y alteración de la estructura del condrocito.<br />

En los ensayos revisados encontraron que se ha<br />

determinado que la articulación con OA acumula<br />

grandes niveles de ácidos grasos omega-6 (n-6), que<br />

son precursores de eicosanoides pro inflamatorios;<br />

hay una asociación positiva entre individuos con OA de<br />

rodilla o con riesgo elevado para esta enfermedad, y<br />

Ácido Araquidónico (AA) y sinovitis; y una relación<br />

inversa entre Ácido graso polinsaturado (PUFA -siglas<br />

en inglés-) PUFA n-3 plasmático total, ácido<br />

docohexaenoico (DHA) y pérdida del cartílago<br />

patelofemoral medido por Imágenes de Resonancia<br />

Magnética (IRM).<br />

Los autores resaltan que dada la influencia de la dieta<br />

en los niveles de lípidos, es posible que la manipulación<br />

dietética pueda afectar la composición del cartílago<br />

articular y el daño estructural en OA de rodilla. Esta<br />

aseveración se sustenta en un gran estudio<br />

prospectivo en pacientes con OA que concluyó que las<br />

dietas ricas en ácidos grasos totales y saturados se<br />

asociaron con incremento de la pérdida de la amplitud<br />

del espacio articular, mientras que elevadas ingestas<br />

de ácidos grasos monosaturados (MUFA) y PUFA<br />

fueron asociados con reducción de la progresión<br />

13<br />

radiográfica.<br />

Razonamiento sobre el efecto de PUFA en<br />

inflamación en OA<br />

Los eicosanoides son agentes similares a hormonas<br />

que median y regulan la inflamación. El ácido<br />

eicosapentaenoico (EPA -siglas en inglés-) y el DHA<br />

crean eicosanoides inflamatorios menos potentes que<br />

aquellos formados por las series n-6. Indirectamente<br />

las cadenas largas de PUFA n-3 disminuyen la producción<br />

de eicosanoides proinflamatorios, especies<br />

reactivas de oxígeno y nitrógeno, y citoquinas,<br />

adicionalmente, generan mediadores antinflamatorios<br />

(resolvinas).<br />

“Los PUFAs de la dieta occidental tienen una<br />

relación n-6/n-3 alta, que predisponen a la<br />

inflamación”.<br />

Los EPA y DHA están presentes en el aceite de<br />

pescado; el nivel recomendado de ingesta de aceite<br />

de pescado en adultos en Reino Unido es de al menos<br />

una porción/semana y en Estados Unidos es de 250<br />

mg de ácidos grasos LC n-3 por día. El alto consumo<br />

de EPA/DHA, incluyendo el umbral antiinflamatorio<br />

propuesto de > 2,7 g/día, puede alcanzarse más<br />

fácilmente con suplementación de aceite de<br />

14<br />

pescado.<br />

El aceite de pescado puede ser eficaz en reducir el<br />

dolor, con dosis bajas de suplemento equivalentes a<br />

1,5 cápsulas estándar de 1 g de aceite de<br />

15<br />

pescado/día.<br />

Hay evidencia de que el aceite de pescado tiene<br />

beneficios sobre la salud cardiovascular, lo cual es<br />

relevante en esta población debido a la asociación<br />

comentada entre OA y SM.<br />

COLESTEROL<br />

Vínculos entre colesterol sanguíneo elevado y<br />

OA<br />

Los estudios epidemiológicos analizados por los<br />

revisores han implicado al colesterol sérico como factor<br />

de riesgo para la OA sistémica. La OA de rodilla se ha<br />

asociado significativamente con elevación moderada<br />

del colesterol sérico. En los pacientes con artroplastia<br />

relacionada a OA, la hipercolesterolemia definida como<br />

56.2 mmol/l (239 mg/dl) fue independientemente<br />

asociada con OA generalizada; también se ha<br />

observado asociación de OA de mano con hipercoles-<br />

16<br />

terolemia.<br />

Se sabe que la acumulación celular de colesterol<br />

induce citotoxicidad y la hipercolesterolemia<br />

incrementa la formación de AA y la producción de<br />

eicosanoides pro inflamatorios; se ha detectado<br />

colesterol acumulado en el cartílago articular, debido a<br />

la desregulación del sistema de eflujo de colesterol<br />

presente en la OA. El LDL colesterol induce activación<br />

sinovial y formación de osteofitos. Las evidencias<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

Novedades en patología osteomioarticular<br />

29


OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

30<br />

demuestran que las estatinas reducen la expresión de<br />

citoquinas inflamatorias y atenúan la inflamación en OA,<br />

y ejercen efecto condroprotector a través de la<br />

17,18<br />

reducción de la degradación del cartílago.<br />

Según los autores de esta revisión, aparentemente la<br />

disminución de colesterol con estatinas tiene un efecto<br />

favorable en OA.<br />

El efecto adicional de los cambios dietéticos puede<br />

resultar en 35 % de reducción del LDL colesterol, que<br />

equivale al obtenido con las estatinas.<br />

Para finalizar con este punto del análisis, acotaron que<br />

se sabe que el efecto del colesterol proveniente del<br />

huevo es insignificante en comparación con los ácidos<br />

grasos saturados; la fibra viscosa (soluble)<br />

aparentemente baja el colesterol en un 5-10<br />

% por cada 5-10 g de dosis diaria, y la avena<br />

(b) glucanos es efectiva en dosis diaria de 3<br />

g. Ingerir 25 g/d de proteína de soya<br />

contribuye a la reducción de colesterol total y<br />

del LDL colesterol. Los alimentos fortificados<br />

con estanoles y estenoles reducen hasta un<br />

10 % el LDL colesterol en dosis de 2 g/d. Los<br />

frutos secos son una fuente de grasa<br />

insaturadas, fibra soluble y fitoesteroles. Se<br />

ha encontrado que las nueces de árbol<br />

(almendras, pistachos y nueces) reducen<br />

significativamente el colesterol total y LDL.<br />

Incluir 30 g/d de frutos secos en la dieta<br />

provee una estrategia sencilla para bajar el<br />

colesterol.<br />

ANTIOXIDANTES<br />

Se ha demostrado que las especies reactivas de<br />

oxígeno y de nitrógeno están envueltas en la<br />

fisiopatología de la OA, por lo tanto, no sorprende que<br />

los antioxidantes puedan retardar el comienzo y la<br />

progresión de la OA. Las vitaminas antioxidantes A, C y<br />

E se han investigado ampliamente y, al parecer, la C es<br />

particularmente relevante porque interviene en la<br />

formación de colágeno.<br />

Una de las revisiones sistemáticas analizadas por los<br />

autores en la que se evaluaron estos tres nutrientes,<br />

determinó que la suplementación con vitamina C podría<br />

disminuir el dolor en OA, aunque el resultado no ha sido<br />

reproducible. En cuanto a la vitamina E, los hallazgos<br />

son conflictivos, pero en un estudio se encontró que<br />

<strong>20</strong>0 mg/d redujeron el dolor significativamente e<br />

incrementaron los niveles circulantes de enzimas<br />

19<br />

antioxidantes.<br />

Concluyeron que la evidencia sobre los beneficios de<br />

los antioxidantes en OA es insuficiente.<br />

VITAMINA D<br />

Se especula que el estado inadecuado de vitamina D<br />

altera la habilidad del hueso para responder al proceso<br />

fisiopatológico de la OA e influye en la progresión de la<br />

enfermedad, y también puede tener efecto sobre la<br />

<strong>20</strong><br />

inflamación y la síntesis de citoquinas.<br />

En múltiples ensayos se ha demostrado su efecto<br />

positivo sobre la fuerza muscular, el cual puede ser<br />

beneficioso, dada la marcada asociación de la OA con<br />

la debilidad de los músculos del cuádriceps. Aunque<br />

los estudios en OA de rodilla son inconsistentes,<br />

sugieren una asociación positiva entre déficit de<br />

v i t a m i n a D c o n p é r d i d a d e l c a r t í l a g o y<br />

21<br />

prevalencia/progresión de la OA.<br />

Las personas con OA, que en forma consistente<br />

mantienen suficiente vitamina D plasmática (más de 50<br />

nmol/d), mejoran significativamente los desenlaces<br />

estructurales y funcionales, en comparación con<br />

aquellos que mantienen niveles insuficientes, lo cual<br />

sugiere que el objetivo es lograr adecuados niveles de<br />

21<br />

esta vitamina en el tiempo.<br />

La evidencia emergente sugiere que un bajo nivel de<br />

vitamina D puede ser un simple marcador de saludenfermedad<br />

de varias condiciones; por ejemplo, en el<br />

proceso inflamatorio y el curso clínico de la OA puede<br />

resultar que el déficit de esta vitamina sea una<br />

22<br />

consecuencia más que una causa de enfermedad.<br />

“Se recomienda que el médico mida el nivel<br />

sérico de vitamina D en los pacientes con OA, a<br />

fin de facilitar que alcancen y se mantengan en<br />

al menos 50 nmol/d”<br />

VITAMINA K<br />

En <strong>20</strong>08 se determinó que la vitamina K es un grupo de<br />

compuestos solubles en grasa, que se presentan<br />

naturalmente en dos formas: vitamina K1 (filoquinonas) y<br />

vitamina K2 (menaquinonas). La primera es sintetizada<br />

por plantas y algas, es la forma más común encontrada<br />

en la dieta, principalmente en vegetales de hojas verdes<br />

y en los aceites; la vitamina K2 es producida por<br />

23<br />

bacterias.<br />

Novedades en patología osteomioarticular


Se plantea que la vitamina K está envuelta en la<br />

mineralización del cartílago y el hueso subcondral; es el<br />

cofactor de la enzima g-glutamil carboxilasa, la cual a su<br />

vez es responsable de la g-carboxilación y de la<br />

funcionalidad de las proteínas dependientes de vitamina<br />

K (VKD). Las proteínas VKD se encuentran en el hueso y<br />

en el cartílago e incluyen: la proteína gla de la matriz, la<br />

periostina, la proteína rica en gla, la gas-6 y la<br />

osteocalcina. La ingesta inadecuada de vitamina K<br />

puede conducir a la disminución de la carboxilación de<br />

estas proteínas VKD, lo que afecta el estado funcional y<br />

resulta en alteraciones que se observan en la OA.<br />

Los estudios del efecto de vitamina K en OA son<br />

limitados, la mayoría solo ha investigado poliquinonas.<br />

Se ha encontrado una asociación positiva entre el nivel<br />

sérico de poliquinonas menor de 0.1 nM y el desarrollo<br />

de OA, y una relación inversa entre OA de rodilla y sus<br />

niveles en plasma. La ingesta de poliquinonas se ha<br />

asociado inversamente con marcadores inflamatorios.<br />

En un estudio longitudinal, los sujetos con déficit de<br />

vitamina K tenían mayor daño del cartílago y menisco en<br />

2 4<br />

una o ambas rodillas. El único estudio de<br />

suplementación de esta vitamina falló en demostrar<br />

efecto benéfico en la progresión de OA de mano; sin<br />

embargo, la subsección con insuficiencia en vitamina K<br />

durante el seguimiento, presentó 47 % menos<br />

reducción del estrechamiento del espacio articular<br />

25<br />

(p=0.02).<br />

CONCLUSIONES<br />

Thomas y colaboradores afirman que, aunque la evidencia es limitada y sustentada en estudios observacionales -<br />

la mayoría en OA de rodilla- esta revisión puede ofrecer una guía para la práctica clínica.<br />

El exceso de adiposidad y los factores metabólicos subyacentes son reconocidos como parte integral de la OA,<br />

particularmente de mano y rodilla, por lo tanto, las modificaciones de la dieta orientadas a la reducción de peso,<br />

junto con el incremento de la actividad física son fuertes recomendaciones basadas en la evidencia.<br />

Las evidencias en modificaciones de los lípidos de la dieta y el descenso del colesterol sérico son escasas en OA;<br />

sin embargo, las recomendaciones propuestas son beneficiosas para la salud metabólica.<br />

Los datos en vitaminas/micronutrientes son limitados, pero tienen un rol plausible en prevenir y enlentecer la<br />

progresión de la OA.<br />

REFERENCIAS<br />

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Novedades en patología osteomioarticular<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

31


<strong>Osteo</strong>artritis<br />

de Mano<br />

Resumen de una revisión sobre fenotipos clínicos, mecanismos<br />

y actualización de métodos radiológicos<br />

Marshall M, Watt FE, Vincent TL and Dziedzic K. Hand osteoarthritis: clinical phenotypes, molecular<br />

mechanisms and disease management. Nature Reviews Rheumatology <strong>20</strong>18;14:641<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

32<br />

Los resultados de una amplia cantidad de ensayos<br />

clínicos y radiológicos permiten a los investigadores<br />

afirmar que la <strong>Osteo</strong>artritis (OA) de mano es una<br />

condición heterogénea que compromete las<br />

articulaciones de esta extremidad. Plantean que<br />

hay una brecha entre las guías para su manejo<br />

1,2<br />

disponibles en la literatura y la práctica clínica.<br />

En esta revisión, Marshall y colaboradores brindan<br />

una visión amplia de aspectos relacionados con la<br />

epidemiología, formas de presentación, impacto y<br />

métodos diagnóstico radiológicos, así como una<br />

actualización sobre las vías fisiopatológicas de la<br />

OA de mano. Destacan que los pacientes<br />

consideran erróneamente que la afectación de la<br />

calidad de vida causada por la OA de mano es<br />

menor que la de cadera o rodilla y que es inevitable<br />

debido a la edad, lo cual convierte en un reto lograr<br />

una atención médica adecuada.<br />

Basados en los criterios de clasificación de la OA de<br />

mano del Colegio Americano de Reumatología (ACR -<br />

siglas en inglés-) y en una revisión sistemática realizada<br />

por algunos de los autores de este estudio en <strong>20</strong>08,<br />

plantean que esta patología se puede definir por varias<br />

3,4<br />

vías:<br />

Ÿ Criterios clínicos ACR<br />

Ÿ Cambios estructurales determinados por<br />

radiología: radiografía simple en su mayoría<br />

Ÿ Cambios radiológicos y síntomas clínicos como<br />

dolor hipersensibilidad y rigidez en la mano<br />

PREVALENCIA<br />

Los autores señalan que la prevalencia de OA de mano<br />

varía en función de la definición que se utilice, así como<br />

de la edad, género y área geográfica que se estudie;<br />

pueden influir factores genéticos, ocupacionales y<br />

nutricionales.<br />

En diferentes poblaciones se observa que la<br />

prevalencia, calculada según la definición por<br />

radiología, es mucho mayor (21-92 %) que la dada por<br />

la clínica (3-16 %).<br />

Pereira y colaboradores reportaron una prevalencia de<br />

5<br />

OA de mano mayor que la de cadera y rodilla. También<br />

se ha reportado que en algunos grupos (pacientes HIV-<br />

1) se reporta más OA de mano.<br />

6<br />

INCIDENCIA Y PROGRESIÓN<br />

Los investigadores afirman que la distinción entre<br />

ocurrencia de la enfermedad y desarrollo hacia estados<br />

más avanzados de la OA de mano es arbitraria y<br />

depende de la definición que se utilice. Por ejemplo, un<br />

estudio poblacional en Estados Unidos determinó que<br />

el riesgo de padecer OA de mano, en al menos una<br />

mano, a la edad de 85 años se estima en 40 % (47 %<br />

de las mujeres y 25 % de los hombres).<br />

7<br />

Según Prieto-Alhambra, D. et al, el pico de incidencia<br />

de esta enfermedad se observa en mujeres de 50 años<br />

y la prevalencia, independientemente de la edad, sexo<br />

y localización geográfica, es:<br />

Ÿ Radiológica 0,1 a 1,1 %<br />

Ÿ Clínica 0,2 a 4,7 %<br />

La progresión es lenta y sólo en algunas articulaciones;<br />

la tasa de progresión radiológica es de 3,2 – 23,5 % por<br />

año.<br />

9<br />

SIGNOS Y SÍNTOMAS<br />

Más que del cartílago, se considera que la OA de mano<br />

se trata de una enfermedad de toda la articulación:<br />

hueso subyacente, sinovial, músculos, tendones y<br />

ligamentos.<br />

Síntomas comunes: dolor, hipersensibilidad y limitación<br />

o restricción de los movimientos tales como:<br />

disminución de la fuerza del puño y/o de la pinza.<br />

Novedades en patología osteomioarticular


Signos:<br />

Ÿ Nódulos de la articulación interfalángica (IF)<br />

afectada: inflamación evidente del área<br />

supralateral y dorsal de la articulación interfalángica<br />

distal (IFD) y proximal (IFP), conocidos como<br />

nódulos de Heberden y Bouchard, respectivamente<br />

Ÿ Deformidades como la angulación de la base del<br />

pulgar.<br />

Ÿ Flogosis<br />

Ÿ Aumento de volumen del tejido blando.<br />

Estos pacientes pueden dividirse en subgrupos, según<br />

la articulación afectada: OA nodal, OA de la primera<br />

articulación CarpoMetaCarpiana (CMC) y OA erosiva<br />

de mano (hueso subcondral afectado por erosiones<br />

centrales).<br />

OA de la primera articulación CMC<br />

Estos pacientes tienen hipersensibilidad, disminución<br />

del rango de movimiento en la abducción del pulgar, y<br />

reducción de la fuerza del puño, del agarre cilíndrico y<br />

de la pinza, así como de la abducción entre el pulgar y el<br />

índice. 10,11<br />

Es posible que estos signos y síntomas se deban a<br />

cambios en la estructura y composición de la articulación<br />

y cambios en la inervación del ligamento radial<br />

dorsal, el cual juega un importante rol en la<br />

12<br />

propiocepción y estabilización de la base del pulgar.<br />

Los hallazgos radiológicos más comunes son rupturas<br />

ligamentarias y la subluxación dorsal. Esta OA se puede<br />

diagnosticar con la prueba de presión con rotación de<br />

la articulación para probar si se desencadenan dolor y<br />

craquido. 13<br />

En un estudio, la prueba de desviación-tracción<br />

(subluxación-recolocación) para probar si<br />

desencadena dolor, tuvo una mayor sensibilidad,<br />

especificidad y valor predictivo positivo y negativo para<br />

14<br />

OA de la primera CMC que la prueba de presión.<br />

OA Nodal<br />

Los autores concluyeron que la OA nodal se caracteriza<br />

por la aparición de nódulos, en especial, en la<br />

articulación IFD (Nódulos de Heberden), seguida por la<br />

articulación IFP del pulgar y las IFP (Nódulos de<br />

Bouchard). El patrón nodal es más frecuente en<br />

mujeres y en la mano dominante, lo cual sugiere<br />

factores mecánicos y hormonales asociados. Los<br />

patrones radiológicos son similares a los de la<br />

presencia de nódulos, sin embargo, las IFP pueden<br />

presentar dolor y crecimiento óseo sin evidencia<br />

Novedades en patología osteomioarticular<br />

radiológica de nódulos.<br />

OA erosiva de mano<br />

Las características más importantes de este patrón<br />

son: erosiones centrales y colapso del hueso<br />

subcondral, con un gran impacto clínico (discapacidad<br />

comparada con la de la artritis reumatoide).<br />

Las evidencias revisadas por los autores señalan que<br />

este concepto es erróneo, ya que es común observar<br />

cierto grado de erosión dependiendo de la modalidad<br />

radiológica usada; podría pensarse que la enfermedad<br />

erosiva representa un fenotipo extremo de estos<br />

cambios. 15,16<br />

Los pacientes presentan erosiones centrales en la<br />

primera articulación CMC o en la IFP, y muy poco<br />

común en ambas a la vez. Se ha observado que la OA<br />

erosiva de la primera articulación es más frecuente en<br />

hombres que en mujeres.<br />

Los autores afirman que los cambios inflamatorios, el<br />

derrame y las erosiones se observan tanto en<br />

pacientes con OA erosiva como nodal, con similar<br />

frecuencia y patrón de afectación; sin embargo, la<br />

progresión de la sinovitis, derrame articular y cambios<br />

radiológicos se observan más en la forma erosiva.<br />

Hallazgos recientes sugieren diferencias fenotípicas de<br />

inflamación entre los patrones de OA erosiva y no<br />

17<br />

erosiva.<br />

CARGA INDIVIDUAL Y SOCIAL DE LA<br />

ENFERMEDAD<br />

La OA de mano afecta la habilidad del individuo para<br />

realizar su rutina diaria; los pacientes con síntomas<br />

18,19<br />

reportan un deterioro de su salud.<br />

En algunos estudios revisados se reportó asociación<br />

de la OA de mano con aterosclerosis y enfermedad<br />

cardiovascular, lo cual es similar al incremento de<br />

mortalidad cardiovascular en pacientes con OA<br />

dolorosa de grandes articulaciones; se asume que este<br />

aumento se debe a la falta de ejercicio de las<br />

articulaciones que toleran peso, pero la asociación con<br />

OA de mano sugiere que hay otros factores<br />

asociados. <strong>20</strong><br />

Además, en los últimos 3 años se han reportado datos<br />

respecto a que los individuos con OA de manos tienen<br />

riesgo de mortalidad por todas las causas o por causas<br />

<strong>20</strong><br />

cardiovasculares similares a la población general.<br />

Por lo general, los pacientes con OA de mano se<br />

sienten insatisfechos con el aspecto de sus manos, en<br />

especial, aquellos con nódulos de Heberden y<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

33


Bouchard, deformidad articular y/o OA erosiva. Esta<br />

insatisfacción influye negativamente en ellos,<br />

aumentando el nivel de dolor y de rigidez, así como<br />

disminuyendo la función de sus manos; también se<br />

asocia con depresión, ansiedad y percepción negativa<br />

de la enfermedad. Los pacientes con OA de mano<br />

tienen una distorsión de la representación mental del<br />

dolor en las manos; la normalización de esta distorsión<br />

por ilusiones multisensoriales puede ofrecer alivio del<br />

21<br />

dolor.<br />

IMAGENOLOGÍA<br />

Radiología<br />

Debido a que la OA de mano puede ser diagnosticada<br />

clínicamente, EULAR y NICE (siglas en inglés de<br />

National Institute for health and Care Excellence) no<br />

recomiendan el uso de imágenes como rutina<br />

diagnóstica de esta enfermedad, aunque se pueden<br />

22,23<br />

utilizar para excluir otras condiciones.<br />

Las imágenes solo se recomiendan si se presenta un<br />

cambio inesperado y rápido en los síntomas, o si las<br />

características clínicas permiten sospechar un<br />

diagnóstico alterno de artritis reumatoide o artritis<br />

psoriática.<br />

mano, por su sensibilidad en determinar la presencia<br />

de osteofitos, disminución del espacio articular (DEA) y<br />

erosiones centrales.<br />

En esta revisión se observó que el ultrasonido y la RM<br />

han mostrado que los cambios inflamatorios en la<br />

sinovial y en las entesis son comunes en OA de mano.<br />

Aunque la RM es más cara y toma más tiempo, es<br />

importante para la investigación en OA, porque permite<br />

visualizar todas las estructuras articulares a través de<br />

diferentes pulsos de frecuencias y en múltiples planos.<br />

La puntuación Oslo de RM para OA de mano incluye la<br />

apreciación de osteofitos, DEA, erosiones centrales,<br />

quistes, Lesiones de Médula Ósea (LMO), mala<br />

alineación, patología de ligamentos colaterales,<br />

sinovitis y tenosinovitis flexora en IFP e IFD. Esta<br />

puntuación ha sido recientemente actualizada. 26<br />

Algunas características imagenológicas han sido<br />

asociadas con progresión de la OA de mano, por<br />

ejemplo: sinovitis incidental y LMO determinadas por<br />

RM están asociadas con dolor después de 5 años.<br />

Sinovitis, LMO y DEA predicen progresión radiológica<br />

27<br />

en 2 a 5 años. Características ultrasonográficas<br />

basales que incluyen: sinovitis, derrame articular y<br />

actividad Doppler poder en manos están asociadas<br />

con progresión radiográfica en las mismas<br />

28<br />

articulaciones a los 2 y 5 años.<br />

Desarrollos en Tomografía Computarizada<br />

La Tomografía Computarizada (TC) es capaz de<br />

visualizar con más detalles la estructura ósea que la<br />

radiografía, el ultrasonido y la RM.<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

34<br />

Los autores acotan que la radiografía todavía tiene un<br />

lugar en el escenario de la investigación, sin embargo,<br />

el método de puntuación es controversial y depende de<br />

la población y objetivo del estudio (OA erosiva o no<br />

erosiva). 24<br />

Aunque la radiografía puede tener una baja sensibilidad<br />

en estadios tempranos de la enfermedad, es similar a la<br />

Resonancia Magnética (RM) Tesla 1.0 para detectar<br />

progresión a 5 años. Dado su bajo costo en<br />

comparación con RM, se sugiere que la radiografía<br />

como elección en los estudios observacionales con<br />

25<br />

seguimiento por largos períodos de tiempo.<br />

Ultrasonido e MR<br />

En la última década el ultrasonido y la RM han brindado<br />

mayor comprensión sobre la fisiopatología de la OA de<br />

En este estudio se encontró que aunque la TC requiere<br />

mayor dosis de radiación ionizante, en años recientes<br />

ha sido usada con propósitos de investigación de OA<br />

de mano. Las TC cuantitativa y de alta resolución han<br />

demostrado que la formación ósea nueva es más<br />

común a nivel de la interfase cartílago-hueso y en los<br />

márgenes articulares en OA de mano que en artritis<br />

psoriática. Adicionalmente, la formación de hueso<br />

asociada a la enfermedad se ubica en la palma y dorso<br />

de la mano, mientras que en la artritis psoriática el<br />

compromiso es más amplio, lo que sugiere<br />

mecanismos diferentes en la formación de hueso<br />

29<br />

aberrante. Hallazgos con TC 3D muestran que la<br />

curvatura trapecial y la superficie articular de la<br />

articulación CMC en pacientes con OA temprana,<br />

difiere de la observada en sujetos normales, jóvenes y<br />

viejos.<br />

Los investigadores han identificado diferencias en la<br />

estructura y configuración del hueso trabecular<br />

Novedades en patología osteomioarticular


trapezoide en individuos con y sin OA de primera CMC<br />

30<br />

con Micro TC (imágenes 3D en pequeñas escalas).<br />

Métodos novedosos en desarrollo<br />

Las modalidades de imagen óptica -desarrolladas pos<br />

tecnología láser- que pueden aplicarse a OA de mano<br />

son:<br />

Ÿ Tomografía óptica difusa<br />

Ÿ Imagen óptica fluorescente<br />

Ÿ Tomografía de coherencia óptica<br />

Ÿ Técnicas relacionadas con la imagen fotoacústica.<br />

Marshall y colaboradores afirman que estás técnicas<br />

ofrecen imágenes de bajo riesgo (no utilizan radiación<br />

ionizante), diferenciación entre diferentes tejidos<br />

blandos y tiempo de procesado rápido. Actualmente su<br />

uso in vivo y en pacientes con OA es limitado.<br />

SÍNTOMAS Y PATOLOGÍA ESTRUCTURAL<br />

Es conocida y frecuente la diferencia entre los síntomas<br />

y los cambios radiológicos estructurales en OA de<br />

todas las articulaciones, sin embargo hay modalidades<br />

de imagen más sensibles que revelan una importante<br />

asociación.<br />

Los resultados de los estudios siguen siendo<br />

controversiales, pues hay casos en las que se<br />

correlacionan con el dolor y otros que no. La<br />

inflamación determinada por ultrasonido se ha<br />

asociado con progresión radiológica en OA de mano y<br />

31<br />

con el subsecuente desarrollo de erosiones óseas.<br />

MECANISMOS DE LA ENFERMEDAD<br />

Los investigadores plantean que el estudio de la<br />

patogénesis de la OA de mano es difícil debido a las<br />

siguientes razones:<br />

Ÿ Limitado acceso al tejido enfermo<br />

Ÿ Pocas cantidades de tejido disponible para análisis<br />

molecular<br />

Ÿ Falta de donadores de tejido sano<br />

Ÿ No existen modelos animales para la OA de mano<br />

La comprensión de la fisiopatología de esta<br />

enfermedad proviene de datos genéticos, análisis<br />

epidemiológicos, ensayos prospectivos de imágenes y<br />

resultados positivos y negativos de los estudios<br />

clínicos.<br />

“La pregunta más importante es ¿La OA de<br />

mano comparte vías patológicas con la OA en<br />

otras articulaciones?”<br />

De los factores etiológicos comunes, posiblemente, el<br />

más importante sea la carga mecánica anormal.<br />

Aunque las articulaciones de las manos no toleran<br />

Novedades en patología osteomioarticular<br />

peso, no están exentas de cargas, lo cual se<br />

demuestra por la alta prevalencia de OA en la mano<br />

dominante y la ausencia de enfermedad en manos<br />

inmovilizadas por hemiparesia o polio. Los cambios<br />

inflamatorios en las éntesis de las interfalángicas de<br />

pacientes con OA sugieren que este tejido es una<br />

32<br />

importante área de estrés. A diferencia de la OA de<br />

grandes articulaciones en las manos:<br />

Ÿ El pico de incidencia ocurre en la menopausia<br />

Ÿ La fase inflamatoria temprana de la enfermedad<br />

parece preceder al remodelamiento óseo<br />

Ÿ Las articulaciones dolorosas parecen mejorar con<br />

el tiempo<br />

Genética y OA de mano<br />

Según un estudio sobre heredabilidad de la OA, la de<br />

mano es la más heredable de todas las OA<br />

33<br />

(aproximadamente el 60 %). Dos genes candidatos a<br />

OA de mano han sido replicados: variables genéticas<br />

de ACAN (codifica Agrecam, un componente integral<br />

de la matriz extracelular) y HFE (codificador el regulador<br />

de hierro homeostático, una proteína asociada a la<br />

hemocromatosis).<br />

Hormonas sexuales<br />

La prevalencia de OA en la etapa posmenopaúsica de<br />

la mujer es mayor que en el resto de la población, pero<br />

los estudios reportan que la OA de mano tiene una<br />

relación única y robusta. Se ha observado que los<br />

bochornos e irregularidades menstruales ocurren con<br />

el inicio de la OA de mano; no se ha definido si se debe<br />

a la pérdida del efecto anti inflamatorio y pro<br />

regenerativo de los estrógenos o a las fluctuaciones de<br />

otras hormonas sexuales. Tanto los estrógenos como<br />

la testosterona regulan la expresión de los miembros<br />

de la familia ALDH1A, y esto puede ser importante en la<br />

comunicación entre el ácido retinóico y la señalización<br />

estrogénica en la peri menopausia. 34<br />

Inflamación<br />

Aunque se acepta que cambios inflamatorios (clínicos<br />

y sinovitis por imágenes) están presentes en la OA de<br />

mano, estos son relativamente modestos en<br />

comparación con la artritis reumatoide. Los datos en<br />

estudios prospectivos por imagen muestran que la<br />

sinovitis por RM y ultrasonido predicen la progresión<br />

35<br />

radiológica o la erosión central.<br />

Los niveles elevados de IL-1 sérica se han asociado<br />

con pérdida de la función y erosiones radiológicas en<br />

OA de mano. 36<br />

El uso de esteroides (triamcinolona) más lidocaína en<br />

OA de mano ha reportado una mejoría significativa del<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

35


dolor al moverse y en la inflamación en comparación<br />

37<br />

con la infiltración de lidocaína sola. Los ensayos<br />

clínicos sobre uso de antinflamatorios o agentes “antisinoviales”<br />

para OA de mano como hidroxicloroquina,<br />

anti-TNF o estrategias cuyo blanco es la IL-1, han<br />

fallado en demostrar diferencias contra placebo.<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

36<br />

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Novedades en patología osteomioarticular


Avances en<br />

Ácido Hialurónico<br />

como tratamiento<br />

para la <strong>Osteo</strong>artritis<br />

Resumen de una revisión de ensayos clínicos prospectivos<br />

Bowman S, Awad ME, Hamrick MW, Hunter M and Fulzele S. Recent advances in hyaluronic acid based<br />

therapy for osteoarthritis. Clin Trans Med. <strong>20</strong>18; 7:6. doi.org/10.1186/s40169-017-0180-3<br />

Esta revisión incluyó 44 ensayos clínicos<br />

prospectivos sobre factibilidad y eficacia de la<br />

inyección de Ácido Hialurónico (AH) para el<br />

tratamiento la <strong>Osteo</strong>artritis (OA) rodilla, cadera y<br />

tobillo. Los autores analizaron el AH y sus<br />

propiedades, así como su efectividad clínica y<br />

opciones futuras.<br />

Según la National Health Interview Survey (NHIS) de<br />

Estados Unidos, entre los años <strong>20</strong>10 y <strong>20</strong>12 en ese<br />

país se diagnosticaron 52,2 millones de adultos con<br />

OA, considerada una de las principales causas de<br />

discapacidad funcional; y estiman que 22,7 millones<br />

1<br />

de adultos están discapacitados por OA.<br />

En un estudio sobre la carga de esta enfermedad,<br />

publicado en <strong>20</strong>09, se planteó que los síntomas que<br />

sufren los pacientes con OA son: dolor persistente,<br />

rigidez y limitación de la movilidad; esto afecta su<br />

calidad de vida y se asocia a comorbilidades físicas<br />

2<br />

y/o mentales.<br />

Bowman y colaboradores consideran que todavía<br />

falta mucho por conocer de la OA, debido a su<br />

complejidad e interacción de factores biológicos tales<br />

como: alteraciones genéticas, déficit de hormonas<br />

sexuales y envejecimiento. La evidencia reciente se<br />

ha centrado en investigar marcadores moleculares<br />

relacionados con el envejecimiento del condrocito<br />

inducido por estrés; el deterioro de la función del<br />

condrocito dependiente de la edad se define como<br />

3<br />

condrosenescencia.<br />

recomendaciones internacionales, algunas de la<br />

cuales se exponen y analizan en este número de<br />

<strong>Osteo</strong><strong>360</strong>, establecen terapias basadas en<br />

evidencia, que incluyen opciones no farmacológicas<br />

y farmacológicas. Entre las primeras están:<br />

educación del paciente, ejercicio físico y<br />

rehabilitación; los medicamentos van desde<br />

acetaminofén, Antinflamatorios No Esteroideos<br />

(AINES), inhibidores selectivos de la COX-2 y<br />

opiodes.<br />

Los fármacos más prescriptos en OA son los AINES<br />

que, a pesar de su bien establecido efecto de alivio<br />

del dolor en estos casos, su uso prolongado está<br />

asociado a efectos adversos, así como a una amplia<br />

heterogeneidad de respuestas individuales debido a<br />

4<br />

interacciones farmacogenómicas.<br />

Entre las opciones terapéuticas no quirúrgicas<br />

también están: condroitin sulfato, Glucosamina e<br />

inyecciones intrarticulares de Ácido Hialurónico (AH),<br />

así como de productos derivados de la sangre. La<br />

tendencia de las últimas décadas ha sido las<br />

inyecciones intrarticulares de esteroides,<br />

analgésicos/antiinflamatorios, colágeno polimerizado,<br />

drogas anti-citoquinas y AH. Los investigadores<br />

afirman que estas modalidades han demostrado<br />

disminuir el dolor en OA y el AH ha sido el más seguro y<br />

con efecto más prolongado.<br />

“El uso de inyecciones intrarticulares es una<br />

alternativa para maximizar el efecto local y<br />

disminuir los efectos adversos sistémicos”<br />

En vista de esta compleja fisiopatología, las opciones<br />

t e r a p é u t i c a s s o n l i m i t a d a s . L a s g u í a s y<br />

Novedades en patología osteomioarticular<br />

A continuación, los aspectos más resaltantes de la<br />

revisión de Bowman y colaboradores sobre los<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

37


OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

38<br />

avances del AH como tratamiento de pacientes con<br />

OA.<br />

FISIOLOGÍA DEL AH EN EL LÍQUIDO SINOVIAL<br />

ARTICULAR<br />

En <strong>20</strong>15, Altman publicó una revisión sistemática<br />

sobre el mecanismo de acción del AH, donde<br />

plantea que se trata de una molécula ubicua de alto<br />

peso molecular, presente en cartílago y líquido<br />

sinovial. Sus características reológicas están<br />

implicadas en las funciones principales de ese<br />

5<br />

líquido:<br />

Ÿ Lubricación de la articulación<br />

Ÿ Limpieza de radicales libres<br />

Ÿ Regulación de actividades celulares, tales<br />

como los enlaces entre proteínas<br />

Explica que cuando la OA progresa, el AH endógeno<br />

se despolimeriza y se convierte de una molécula de<br />

alto a una de bajo peso molecular, lo que causa<br />

disminución de las propiedades mecánicas y<br />

viscoelásticas del líquido sinovial de la articulación<br />

afectada.<br />

Se ha observado que al inyectar AH en la articulación<br />

afectada por OA, mejoran las funciones del AH<br />

endógeno polimerizado. Las revisiones acerca de la<br />

fisiopatología, del AH comentadas en este artículo,<br />

acotan que el AH exógeno no restaura ni reemplaza el<br />

cartílago, pero induce el alivio del dolor en forma<br />

satisfactoria a través de mecanismos tales como:<br />

síntesis de proteoglicanos y/o glicosaminoglicanos,<br />

efecto antinflamatorio y mantenimiento de la viscoelasticidad.<br />

Con base en un trabajo sobre el mecanismo de<br />

acción del AH, publicado en <strong>20</strong>03, se determinó que<br />

las hialuronidasas constituyen una familia de enzimas<br />

que degrada el AH, a través de la ruptura de las<br />

uniones (1-4), lo cual lleva a la fractura la molécula<br />

en piezas pequeñas antes de degradarla. Los niveles<br />

de hialuronidasas en el líquido sinovial podrían<br />

explicar la heterogeneidad de la respuesta<br />

terapéutica en pacientes con OA a la inyección de<br />

6<br />

AH.<br />

ÁCIDO HIALURÓNICO Y SUS<br />

PRESENTACIONES PARA TRATAR OA<br />

Las dos vías de administración de AH son oral e<br />

intrarticular; las diferentes inyecciones disponibles<br />

tienen una variedad de características, resumidas a<br />

partir de los datos analizados por Bowman et al.<br />

Ÿ Origen: animal o bio-fermentación bacterial<br />

usando organismos modificados<br />

Ÿ Distribución del peso molecular: 500 a 6.000<br />

kDa<br />

Ÿ Estructura molecular: linear, enlaces cruzados<br />

o ambos<br />

Ÿ Métodos de entrecruzamiento<br />

Ÿ Concentración: de 0,8 a 30 mg/mL<br />

Ÿ Volumen de la inyección: 0,5 a 6,0 mL<br />

Ÿ Posología<br />

En cuanto al tratamiento con AH oral, se ha descrito<br />

que el cuerpo absorbe el polímero de gran peso<br />

7<br />

molecular y lo descompone en 2 a 6 polisacáridos ;<br />

también se han planteado como mecanismos de<br />

acción la unión al receptor Toll-like-4 y la promoción<br />

de la expresión de IL-10 y citoquinas señalizadoras,<br />

8<br />

que conducen a antiinflamación.<br />

Como se señaló previamente, los AH intrarticulares<br />

difieren en muchas de sus características. La<br />

inyección de AH en el líquido sinovial de la<br />

articulación afectada cuenta con una variedad de<br />

mecanismos para el alivio de los síntomas, tales<br />

como: síntesis de proteínas de la matriz extracelular,<br />

alteración de los mediadores inflamatorios para<br />

desviarlos de la degradación, reducción de la<br />

motilidad de los linfocitos y preservación del grosor<br />

del cartílago, su área y superficie suave.<br />

Destaca la revisión sobre viscosuplementación<br />

realizada por Ballamy et al en <strong>20</strong>06, que incluyó 76<br />

ensayos clínicos, en la cual se concluyó que el AH<br />

inyectado localmente es efectivo en el tratamiento de<br />

OA por sus efectos sobre el dolor, la función y la<br />

apreciación global del paciente, y en cuanto a<br />

s e g u r i d a d , n o h u b o e f e c t o s a d v e r s o s<br />

8<br />

estadísticamente significativos.<br />

Según los autores de esta revisión, las evidencias<br />

muestran que la inyección intrarticular de AH y su<br />

suplementación oral pueden combatir los síntomas<br />

de OA, especialmente, en estadios tempranos de la<br />

enfermedad, incluso un estudio reportó la<br />

prolongación de los beneficios del tratamiento<br />

9<br />

inyectable con la suplementación del oral.<br />

AH BASADO EN INGENIERÍA TISULAR<br />

Una de las revisiones comentadas por Bowman y<br />

colaboradores plantea que el AH es útil para crear<br />

hidrogeles que asisten la cicatrización, debido a sus<br />

propiedades no inmunogénicas, biodegradabilidad<br />

controlada, polimerización química biocompatible y<br />

Novedades en patología osteomioarticular


diferentes sitios de reacción. Los andamios de<br />

hidrogel de AH, embebidos en células madre<br />

mesenquimales, pueden potenciar la eficacia de su<br />

capacidad de regeneración. Los factores de<br />

crecimiento son las moléculas que más comúnmente<br />

se acoplan a los andamios de AH, y se ha observado<br />

que son capaces de reclutar células madre<br />

endógenas en el sitio de defecto del cartílago para<br />

10<br />

permitir la regeneración de novo.<br />

Un estudio reciente reportó que con ingeniería de<br />

tejido cartilaginoso, los condrocitos pueden ser<br />

encapsulados dentro de una red con el objeto de<br />

tratar el daño del cartílago; aprovechando el control<br />

espacial de cierto tipo de hidrogeles de AH, se han<br />

desarrollado sistemas de microdispositivos en los que<br />

se pueden encapsular células madre embrionarias<br />

viables y recuperarlas posteriormente, para ser<br />

usadas en el tratamiento de enfermedades con la<br />

10<br />

OA.<br />

ESTUDIOS CLÍNICOS<br />

Los autores afirman que la eficacia y seguridad de<br />

gran variedad de preparaciones de AH han sido<br />

demostradas, por tanto la inyección de AH puede ser<br />

una opción no quirúrgica para la OA y el retardo de la<br />

Una de las principales controversias del AH<br />

intrarticular es la frecuencia y duración de las<br />

inyecciones y su impacto en la eficacia y<br />

sostenibilidad. Se revisaron ensayos clínicos<br />

comparativos con resultados interesantes, por<br />

ejemplo, Cubukur et al reportaron que en<br />

comparación con solución salina, el AH en pacientes<br />

con OA produjo un alivio máximo del dolor tan<br />

temprano como a la tercera semana y una mejoría<br />

14<br />

funcional en la octava.<br />

En cuanto a la cantidad de inyecciones, en <strong>20</strong>06,<br />

Petrella y colaboradores en un estudio controlado y al<br />

azar que comparó tres versus seis inyecciones en<br />

semanas consecutivas, reportaron que no hubo<br />

diferencias en alivio del dolor, mejoría de la función ni<br />

15<br />

satisfacción del paciente. Hace <strong>20</strong> años, Huskisson<br />

et al demostraron que 5 semanas de hialuronato<br />

sódico pueden proveer mejoría sintomática que<br />

16<br />

persiste por 6 meses , lo cual se confirmó en dos<br />

grandes estudios clínicos controlados, que<br />

demostraron una mejoría significativa de la función y<br />

alivio del dolor, a lo que se agregó que las 5 semanas<br />

de AH fueron tan efectivas y con menos efectos<br />

adversos que el tratamiento continuo con naproxeno<br />

17,18<br />

por 26 semanas.<br />

En cuanto al alivio de los síntomas de OA de<br />

cadera, al comparar Plasma Rico en<br />

Plaquetas (PRP) con inyecciones de AH,<br />

Battaglia y colaboradores reportaron que el<br />

AH es superior al PRP en pacientes con OA<br />

de cadera sintomática, en aliviar dolor y<br />

19<br />

mejorar la función. Val et al reportaron que 3<br />

inyecciones de AH son seguras y una opción<br />

en OA de cadera leve a moderada para<br />

producir rápido alivio del dolor, aunque no fue<br />

eficaz para OA severa; además la inyección<br />

de AH se asoció a una reducción del 48,2 %<br />

del consumo de AINES a los tres meses en<br />

<strong>20</strong><br />

comparación con los valores basales.<br />

necesidad de reemplazo articular. Por otra parte,<br />

consideran que la influencia de la masa molecular del<br />

AH en la eficacia clínica y funcional es debatible.<br />

La eficacia y seguridad del AH intrarticular han sido<br />

demostradas contra placebo en alivio del dolor y<br />

mejoría de la función en OA leve y moderada de rodilla;<br />

mientras que en estadios avanzados se han reportado<br />

11-13<br />

beneficios con AH de alto peso molecular.<br />

Novedades en patología osteomioarticular<br />

Un metanálisis de 26 ensayos clínicos concluyó que la<br />

inyección de AH puede ser considerada la mejor línea<br />

conservadora para la OA de cadera gracias al<br />

21<br />

sustancial alivio de dolor y mejoría funcional. Sin<br />

embargo, no hay evidencia clara que pruebe su<br />

capacidad para modificar la morfología y los cambios<br />

radiológicos en OA de cadera.<br />

Respecto a la OA de tobillo, hay menor cantidad de<br />

estudios, pero los disponibles reportan alivio del dolor,<br />

mejoría de la movilidad y reducción del consumo de<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

39


analgésicos, así como seguridad y efectividad al<br />

22-24<br />

combinar AH con condroitin sulfato.<br />

ESTUDIOS EN ANIMALES Y VÍAS FUTURAS<br />

PARA LOS USOS CLÍNICOS DEL AH<br />

Los autores comentaron algunos estudios en<br />

animales que están demostrado un mayor efecto<br />

condroprotector del AH al combinarlo con condroitin<br />

sulfato y glucosamina. También se está investigando<br />

una asociación novedosa con metotrexate intrarticular<br />

con resultados similares al efecto antiartrítico del<br />

25<br />

metotrexate oral, pero sin los efectos adversos.<br />

Se está considerando el uso de nanopartículas como<br />

portadoras de AH. Dos estudios en ratas han<br />

reportado que las nanopartículas cubiertas con AH no<br />

tienen efectos tóxicos en estos modelos de rodilla, no<br />

modifican la membrana sinovial, ni sobreregulan<br />

citoquinas, además son retenidas en el 70 % de las<br />

26<br />

ratas por al menos una semana.<br />

CONCLUSIONES<br />

AH es efectivo para la OA debido a su efecto lubricante, antiinflamatorio y condroprotector. Puede ser<br />

administrado por vía oral o por inyección IA. En este metanálisis se ha demostrado su eficacia en OA de rodilla,<br />

cadera y tobillo. Se están desarrollando nuevos productos, tanto con modificaciones de la composición de la<br />

molécula, como en combinación con otras drogas para maximizar su efecto.<br />

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18.- Dasa V, DeKoven M, Sun K, Scott A, Lim S (<strong>20</strong>16) Clinical and cost outcomes from different hyaluronic acid treatments in patients with knee osteoarthritis:<br />

evidence from a US health plan claims database. Drugs Context 5:212-296.<br />

19.- Battaglia M et al (<strong>20</strong>13) Efficacy of ultrasound-guided intra-articular injections of platelet-rich plasma versus hyaluronic acid for hip osteoarthritis. Orthopedics<br />

36(12):e1501–e1508 .<br />

<strong>20</strong>.- Vad VB et al (<strong>20</strong>03) Role of hylan G-F <strong>20</strong> in treatment of osteoarthritis of the hip joint. Arch Phys Med Rehabil 84(8):1224–1226.<br />

21.- Piccirilli E et al (<strong>20</strong>16) Viscosupplementation with intra-articular hyaluronic acid for hip disorders. A systematic review and meta-analysis. Muscles Ligaments<br />

Tendons J 6(3):293–299.<br />

22.- Chang KV et al (<strong>20</strong>13) Effectiveness of intra-articular hyaluronic acid for ankle osteoarthritis treatment: a systematic review and meta-analysis. Arch Phys Med<br />

Rehabil 94(5):951–960.<br />

23.- Mei-Dan O et al (<strong>20</strong>13) Intra-articular injections of hyaluronic acid in osteoarthritis of the subtalar joint: a pilot study. J Foot Ankle Surg 52(2):172–176.<br />

24.- Rivera F et al (<strong>20</strong>16) Effectiveness of intra-articular injections of sodium hyaluronate-chondroitin sulfate in knee osteoarthritis: a multicenter prospective study. J<br />

Orthop Traumatol 17(1):27–30.<br />

25.- Tamura T et al (<strong>20</strong>16) Novel hyaluronic acid–methotrexate conjugate suppresses joint inflammation in the rat knee: efficacy and safety evaluation in two rat arthritis<br />

models. Arthritis Res Ther 18:79.<br />

26.- Zille H et al (<strong>20</strong>10) Evaluation of intra-articular delivery of hyaluronic acid functionalized biopolymeric nanoparticles in healthy rat knees. Biomed Mater Eng<br />

<strong>20</strong>(3):235–242<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

40<br />

Novedades en patología osteomioarticular


Algoritmo sobre la decisión de retratar<br />

con viscosuplementación a pacientes<br />

que sufren de Osteartritis de rodilla:<br />

Recomendaciones del EUROpeanVISco supplementation<br />

COnsensus Group (EUROVISCO)<br />

Raman R et al. Decision Algorithms for the<br />

Retreatment with Viscosupplementation in Patient<br />

Suffering from Knee <strong>Osteo</strong>arthritis: Recommendations<br />

from the EUROpean VIScosupplementation COnsensus<br />

Group (EUROVISCO). Cartilage <strong>20</strong>17; 1-13.<br />

Recomendaciones de Retratamiento entre paciente con FALLA PREVIA<br />

a tratamiento con Viscosuplementación<br />

Inyección(es) de AH<br />

NO<br />

No<br />

Retratamiento<br />

Sin evidencia de OA<br />

Crisis con gran derrame<br />

sinovial<br />

Dolor debido a ruptura<br />

de menisco<br />

Dolor debido a trauma o<br />

fractura por insuficiencia<br />

de platillo tibia<br />

Dolor debido a tendinitis<br />

<strong>Osteo</strong>necrosis<br />

Ausencia de eficacia a los 6 meses<br />

¿Indicación correcta?<br />

SÍ<br />

Discutir con el paciente<br />

otras modalidades<br />

guiadas por imágenes<br />

SÍ<br />

Obesidad<br />

EEA severo<br />

¿Nivel de dolor muy alto ?<br />

SÍ<br />

¿Factores predictores de falla?<br />

NO<br />

¿Protocolo correcto?<br />

Número de inyecciones<br />

Volumen inyectado<br />

Intervalo entre las<br />

inyecciones<br />

¿Inyección realmente intrarticular<br />

Retratamiento<br />

Con protocolo adecuado y/o<br />

Guiado por imagen<br />

Recomendaciones de Retratamiento entre paciente que MEJORARON<br />

con previa Viscosuplementación<br />

Inyección(es) de AH<br />

Retratamiento<br />

Meses a 6<br />

Meses a 12<br />

No<br />

Retratamiento<br />

Asintomático<br />

A los 6 meses<br />

Todavía asintomático<br />

A los 12 meses<br />

AH efectivo<br />

a los 6 meses<br />

Incremento del dolor<br />

entre los 6 a 12 meses<br />

Pocos síntomas<br />

Pocos síntomas<br />

a los 12 meses<br />

SOLO SI:<br />

Jóvenes OA temprana<br />

Alto riesgo de<br />

progresión<br />

Práctica deportiva<br />

Comorbilidades<br />

severas<br />

Contraindicación<br />

para RTR<br />

SOLO SI:<br />

Alto riesgo de<br />

progresión<br />

Deportista profesional<br />

Joven con factores de<br />

riesgo para progresión<br />

Retratamiento<br />

Adaptado a la situación del paciente:<br />

Tan pronto como el dolor ocurra de nuevo<br />

Tan pronto como > PASS<br />

De acuerdo a los deseos del paciente<br />

No<br />

Retratamiento<br />

SOLO SI:<br />

Sin aumento del dolor<br />

entre los 6 y 12 meses<br />

Paciente no desea retratamiento<br />

No hay riesgo de progresión<br />

Dolor


Factores de<br />

riesgo centrales<br />

y periféricos para<br />

el dolor de rodilla<br />

Resultados de una cohorte basado en una comunidad<br />

Sarmanova A, Fernandes GS, Richardson H, Valdes AM, Walsh DA, Zhang, Doherty M. Contribution of central<br />

and peripheral risk factors to prevalence, incidence and progression of knee pain: a community-based cohort<br />

study. <strong>Osteo</strong>arthritis and Cartilage. <strong>20</strong>18; 26: 1461-1473.<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

42<br />

El dolor de rodilla (gonalgia) es multifactorial y puede<br />

ser causado por factores periféricos como la<br />

<strong>Osteo</strong>artritis (OA) de rodilla o por alteraciones de las<br />

vías de la modulación central del dolor como en la<br />

fibromialgia. La gonalgia es una entidad clínica<br />

relacionada con la OA de rodilla, pero no totalmente<br />

explicada por esta, en adultos de edad media y<br />

ancianos. En parte, esto puede permitir<br />

comprender la discordancia entre la gonalgia y los<br />

cambios estructurales de la rodilla con OA. Los<br />

factores de riesgo para gonalgia y para OA de rodilla<br />

pueden ser diferentes; para la apreciación clínica y<br />

plan terapéutico deben considerarse tanto los<br />

periféricos como los factores de riesgo centrales.<br />

El dolor de rodilla afecta la calidad de vida, causa<br />

discapacidad y está asociado a un incremento de<br />

1<br />

mortalidad.<br />

Los investigadores plantean que a pesar de los<br />

intentos terapéuticos, el aumento de los pacientes que<br />

requieren Reemplazo Total de Rodilla (RTR) es<br />

evidente, y un 15 a 30 % de los pacientes sometidos a<br />

esta intervención todavía reportan dolor, lo que puede<br />

2<br />

sugerir la necesidad de modulación central.<br />

Los mecanismos subyacentes al dolor de rodilla tienen<br />

importantes implicaciones en la orientación del manejo<br />

del dolor crónico y pueden predecir la respuesta a las<br />

terapias existentes. En este estudio los autores<br />

evalúan una cohorte basada en una comunidad, con el<br />

objeto de explorar los factores que influyen en la<br />

prevalencia, incidencia y progresión del dolor de rodilla<br />

a través de sus mecanismos periféricos y centrales.<br />

Al inicio del estudio se enviaron 40.505 cuestionarios y<br />

se obtuvieron 9.506 respuestas de hombres y mujeres<br />

mayores de 40 años de edad. Un año después se les<br />

envió otro cuestionario a 6.716 participantes vivos,<br />

quienes habían dado su consentimiento para recibir<br />

futuras encuestas. Quienes respondieron el<br />

cuestionario al año presentaban mayor frecuencia de<br />

dolor de rodilla en comparación con quienes no<br />

respondieron.<br />

Los autores construyeron 2 cohortes a partir de los<br />

participantes que respondieron al cuestionario luego<br />

del año:<br />

Ÿ Una cohorte de incidencia que comprende los<br />

participantes sin dolor de rodilla en la línea basal,<br />

y por tanto riesgo de desarrollarlo de novo<br />

(n=2.341) durante el seguimiento.<br />

Ÿ Una cohorte de progresión que comprende los<br />

participantes con dolor al inicio, y por tanto con<br />

riesgo de progresión (n=2.396).<br />

En este estudio prospectivo, los factores de riesgo<br />

fueron divididos en tres grupos principales:<br />

1.- Central: relacionado con la percepción del dolor<br />

y dolor fisiológico<br />

2.- Periférico: relacionado con cambios estructurales<br />

de la articulación de la rodilla<br />

3.- Otros: influencia mixta<br />

Factores de riesgo centrales<br />

Ÿ Dolor generalizado<br />

Novedades en patología osteomioarticular


Ÿ<br />

Ÿ<br />

Ansiedad y depresión<br />

Catastrofismo<br />

Factores periféricos<br />

Ÿ Injuria articular de la rodilla mayor/significante<br />

Ÿ Mal alineamiento de rodillas (valgus/varus)<br />

Ÿ Alto riesgo ocupacional<br />

Ÿ Relación de la altura del índice: anular (el patrón<br />

tipo 3, índice más corto que el anular es un<br />

factor de riesgo para OA).<br />

La prevalencia de gonalgia fue de 45 % (hombre 44 %,<br />

mujeres 46 %) la prevalencia de gonalgia actual fue 28<br />

% y, 14 % tenían diagnóstico de OA por un médico<br />

general.<br />

L o s p a c i e n t e s c o n g o n a l g i a u s a r o n m á s<br />

Antiinflamatorios No Esteroideos (AINEs) y opioides<br />

que los que no lo tenían (6 % vs 2 % para AINEs<br />

prescritos, 22 % vs 9 % para AINEs de venta libre, 15 %<br />

vs 5 % para opioides).<br />

Prevalent KP Incident KP Worsening KP<br />

1.00<br />

1.00<br />

1.00<br />

0.75<br />

0.75<br />

0.75<br />

Sensitivity<br />

0.50<br />

Sensitivity<br />

0.50<br />

Sensitivity<br />

0.50<br />

0.25<br />

0.00<br />

PRC=19%<br />

(95%CI 17 to 19)<br />

0.00 0.25 0.50 0.75 1.00<br />

1 - Specifity<br />

0.25<br />

0.00<br />

PRC=14%<br />

(95%CI 12 to 22)<br />

0.00 0.25 0.50 0.75 1.00<br />

1 - Specifity<br />

0.25<br />

0.00<br />

PRC=29%<br />

(95%CI 22 to 33)<br />

0.00 0.25 0.50 0.75 1.00<br />

1 - Specifity<br />

1.00<br />

1.00<br />

1.00<br />

0.75<br />

0.75<br />

0.75<br />

Sensitivity<br />

0.50<br />

Sensitivity<br />

0.50<br />

Sensitivity<br />

0.50<br />

0.25<br />

0.00<br />

PRC=23%<br />

(95%CI 21 to 23)<br />

0.00 0.25 0.50 0.75 1.00<br />

1 - Specifity<br />

0.25<br />

0.00<br />

PRC=29%<br />

(95%CI 24 to 33)<br />

0.00 0.25 0.50 0.75 1.00<br />

1 - Specifity<br />

0.25<br />

0.00<br />

PRC=5%<br />

(95%CI 4 to 6)<br />

0.00 0.25 0.50 0.75 1.00<br />

1 - Specifity<br />

1.00<br />

1.00<br />

1.00<br />

0.75<br />

0.75<br />

0.75<br />

Sensitivity<br />

0.50<br />

Sensitivity<br />

0.50<br />

Sensitivity<br />

0.50<br />

0.25<br />

0.00<br />

PRC=27%<br />

(95%CI 26 to 29)<br />

0.00 0.25 0.50 0.75 1.00<br />

1 - Specifity<br />

0.25<br />

0.00<br />

PRC=14%<br />

(95%CI 12 to 22)<br />

0.00 0.25 0.50 0.75 1.00<br />

1 - Specifity<br />

0.25<br />

0.00<br />

PRC=14%<br />

(95%CI 9 to 17)<br />

0.00 0.25 0.50 0.75 1.00<br />

1 - Specifity<br />

Otros factores estimados<br />

Ÿ OA nodal (altamente heredable e incrementa el<br />

riesgo de OA de rodillas),<br />

Ÿ Comorbilidades<br />

Ÿ Uso de analgésicos<br />

La edad media en la línea basal fue de 62.1 años (rango<br />

entre 30-86), el 57 % de los participantes fueron<br />

mujeres, la media del Índice de Masa Corporal (IMC)<br />

fue de 27.31 (SD 5.30, rango entre 13-74).<br />

Novedades en patología osteomioarticular<br />

Más de la mitad de la población del estudio reportó una<br />

o más comorbilidades (61 % en participantes con<br />

gonalgia, 53 % de aquellos sin ella). Las condiciones<br />

más prevalentes entre los participantes con gonalgia<br />

fueron: enfermedad cardiovascular (54 %),<br />

desórdenes dolorosos (16%) y enfermedades<br />

endocrinas (15%).<br />

La incidencia de gonalgia durante el año 1 de<br />

seguimiento fue de 12 %. Durante este año de<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

43


seguimiento 19 % reportó empeoramiento del dolor<br />

(hombres 16%, mujeres 21%).<br />

“Los factores de riesgo tanto los centrales<br />

como periféricos se asociaron con gonalgia.”<br />

Los autores observaron que de los factores centrales,<br />

el dolor generalizado fue el mayor, seguido por<br />

depresión, catastrofismo y ansiedad. En cuanto a los<br />

factores periféricos, la injuria previa de la rodilla fue el de<br />

mayor riesgo, seguida por el mal alineamiento<br />

constitucional y el riesgo ocupacional alto. Otros<br />

factores de riesgo como OA nodal de mano,<br />

comorbilidad, género e IMC se asociaron con<br />

gonalgia. Los factores de riesgo más fuertemente<br />

asociado con la gonalgia incidental fueron: el dolor<br />

generalizado y la depresión, y los factores periféricos<br />

no tuvieron efecto significativo. La injuria articular<br />

durante el seguimiento fue un fuerte factor de riesgo<br />

para el comienzo de la gonalgia. La contribución<br />

proporcional de riesgo para factores centrales y<br />

periféricos fue de 14 % y 25 %, respectivamente. En las<br />

personas con gonalgia tanto los factores de riesgo<br />

centrales como los periféricos contribuyeron al<br />

empeoramiento en el primer año.<br />

El catastrofismo, depresión, ansiedad y dolor<br />

generalizado fueron los factores de riesgo centrales<br />

asociados con empeoramiento. En aquellos pacientes<br />

con mayor puntuación para dolor similar al neuropático<br />

hubo mayor probabilidad de que reportaran empeoramiento.<br />

Con respecto a los periféricos la injuria<br />

previa a la línea basal no se asoció con empeoramiento<br />

de la gonalgia, pero la injuria durante el seguimiento sí;<br />

la mala alineación en varus y el riesgo ocupacional alto<br />

se asociaron con empeoramiento, al igual que otros<br />

factores como la OA nodal de mano, la presencia de<br />

comorbilidad y el IMC. La contribución de los factores<br />

de riesgo periféricos al empeoramiento (5 %) fue menor<br />

que la de los factores centrales (29 %).<br />

DISCUSIÓN<br />

Sarmanova y colaboradores afirman que este es el<br />

primer estudio de cohorte, basado en una comunidad,<br />

que investiga la contribución de factores de riesgo<br />

centrales y periféricos asociados con la prevalencia,<br />

incidencia y progresión de gonalgia. Los factores<br />

centrales fueron aquellos relacionados con la<br />

percepción del dolor, respuestas psicológicas y<br />

conductuales que pueden afectar la fisiología normal<br />

del dolor, mientras que los periféricos estuvieron relacionados<br />

a cambios estructurales de la rodilla. Algunos<br />

factores de riesgo como las comorbilidades y la OA<br />

nodal de mano pueden influenciar la gonalgia por mecanismos<br />

centrales y periféricos, y fueron clasificados<br />

como otros factores de riesgo. Los principales<br />

hallazgos fueron:<br />

Ÿ Factores centrales y periféricos se asocian con<br />

la prevalencia del dolor<br />

Ÿ Factores de riesgo periféricos tales como la<br />

injuria de la rodilla contribuyeron más a la<br />

incidencia de gonalgia<br />

Ÿ El mayor contribuyente a la progresión de la<br />

gonalgia fue el factor central catastrofismo.<br />

BIBLIOGRAFIA<br />

1.- Neogi T, Felson D, Niu J, Nevitt M, Lewis CE, Aliabadi P, et al. Association between radiographic features of knee osteoarthritis and pain: results from two cohort<br />

studies. BMJ009;339:b2844.<br />

2.- Wylde V, Palmer S, Learmonth ID, Dieppe P. The association between pre-operative pain sensitisation and chronic pain after knee replacement: an exploratory<br />

study. <strong>Osteo</strong>arthritis Cartilage <strong>20</strong>13;21:1253e6.<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

44<br />

Novedades en patología osteomioarticular


Fenotipos y<br />

Endotipos como<br />

vía para la<br />

personalización<br />

del tratamiento<br />

de la <strong>Osteo</strong>artritis<br />

ARTÍCULO DESTACADO<br />

Mobasheri A, van Spil WE, Budd E, Uzieliene I, Bermotiene E, Bay-Jensen AC, et al. Molecular taxonomy<br />

of osteoarthritis for patient stratification, disease management and drug development: biochemical markers<br />

associated with emerging clinical phenotypes and molecular endotypes. Curr Opin Rheumatol <strong>20</strong>19,<br />

31:80–89.<br />

En este artículo se revisan los marcadores<br />

bioquímicos existentes y emergentes que<br />

pueden ser usados para mejorar la comprensión<br />

sobre la taxonomía molecular de la osteoartritis y<br />

definir los endotipos correspondientes a los<br />

fenotipos clínicos.<br />

La continua expansión y envejecimiento de la<br />

población humana representa un significativo<br />

desafío para los gobiernos y los sistemas de salud<br />

que trabajan para lograr que la gente tenga una vida<br />

larga y saludable, sin sufrir de discapacidades<br />

severas.<br />

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS),<br />

entre <strong>20</strong>15 y <strong>20</strong>50, la proporción de población<br />

mundial mayor de 60 años de edad se incrementará<br />

del 12 % al 22 %. (http://www.who.int/newsroom/fact-<br />

sheets/detail/ageing-and-health)<br />

El aumento de la longevidad, en combinación<br />

con la crisis de obesidad global, genera un<br />

incremento en la cantidad de personas<br />

susceptibles a enfermedades relacionadas<br />

c o n l a e d a d , p a r t i c u l a r m e n t e l a s<br />

musculoesqueléticas, entre las cuales la<br />

más común es la <strong>Osteo</strong>artritis (OA).<br />

En un estudio de Chaput y col publicado en <strong>20</strong>11 se<br />

afirma que los factores de riesgo de la OA han<br />

aumentado en la era postindustrial. Hay una<br />

Novedades en patología osteomioarticular<br />

reducción significativa de la actividad física debido<br />

a la dependencia de los vehículos motorizados, lo<br />

que se suma a dietas obesogénicas con comidas<br />

procesadas, ricas en azúcar y grasas saturadas, y<br />

bajas en fibra; estos se proponen como<br />

componentes claves del ambiente moderno y<br />

conductores del desarrollo de la obesidad, del<br />

sedentarismo y de cambios de conducta también<br />

asociados al sobrepeso y la obesidad, los cuales<br />

constituyen prerrequisitos esenciales para la<br />

1<br />

patogénesis y progresión de la OA.<br />

Aunque la OA está teniendo un creciente impacto<br />

en la sociedad, los resultados de los ensayos<br />

clínicos con Drogas Modificadoras de la OA<br />

(DMOA) y con otros tratamientos modificadores son<br />

controversiales. Según Owens, una posible<br />

explicación puede estar en el uso de herramientas<br />

poco precisas y efectivas para clasificar y<br />

monitorizar la progresión de la enfermedad, como la<br />

2<br />

radiografía. En <strong>20</strong>18, Deveza y Loeser publicaron<br />

un estudio que sugiere que otra potencial causa de<br />

los resultados de los ensayos clínicos con DMOA<br />

es que se trata de una enfermedad heterogénea y<br />

que puede ser una colección de subtipos que se<br />

sobreponen con diferentes fenotipos clínicos y<br />

3<br />

diferentes endotipos moleculares.<br />

Por ello, Mobasheri y colaboradores presentaron<br />

este estudio en el que plantean la urgencia del<br />

desarrollo de herramientas más sensitivas que<br />

permitan clasificar y monitorizar la OA. Estas<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

45


Fenotipo<br />

dirigido por<br />

envejecimiento<br />

Fenotipo<br />

dirigido por<br />

Cartílago<br />

Fenotipo<br />

Metabólico<br />

Fenotipo<br />

dirigido por<br />

Traumatismo<br />

Fenotipo<br />

Inflamatorio<br />

dirigido por<br />

Sinovitis<br />

Fenotipo<br />

dirigido por<br />

el Hueso<br />

subcondral<br />

Figura 1. Fenotipos emergentes en OA<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

46<br />

herramientas (biomarcadores) deberían ayudar a<br />

diagnosticar la OA en estadios tempranos, incluso<br />

en estadios preclínicos (asintomáticos) y en fase<br />

molecular.<br />

Los autores destacan el desequilibrio entre la<br />

síntesis y degradación de la matriz extracelular<br />

como punto de partida de las alteraciones<br />

moleculares en OA.<br />

Plantean que la secuencia precisa de eventos<br />

vinculados con la patogénesis de la OA no está<br />

clara y puede variar entre individuos; factores<br />

bioquímicos, inflamatorios y metabólicos podrían<br />

tener un papel clave en la iniciación y progresión de<br />

la enfermedad. Por ejemplo, en la OA, los<br />

condrocitos se inflaman y activan progresivamente;<br />

los factores procatabólicos y proinflamatorios<br />

reducen la actividad anabólica, alteran el<br />

metabolismo celular y el delicado balance entre la<br />

síntesis de la Matriz ExtraCelular (MEC) y su<br />

4<br />

degradación . Agregan que hay tejidos articulares<br />

involucrados en la pérdida de la homeostasis y de la<br />

regulación metabólica y que en la OA están<br />

comprometidos la membrana sinovial, el hueso<br />

subcondral y los tejidos blandos periarticulares.<br />

En estadios tempranos y tardíos de la enfermedad<br />

hay sinovitis con infiltración de macrófagos, células<br />

T y mastocitos. En <strong>20</strong>09, Sutton y colaboradores<br />

observaron que los mediadores proinflamatorios y<br />

catabólicos tales como: citoquinas, especies<br />

reactivas de oxígeno (ROS -siglas en inglés-),<br />

Óxido Nítrico (ON), prostaglandina E2 (PG-E2) y<br />

neuropéptidos, provenientes de la sinovial<br />

inflamada, afectan el metabolismo del condrocito y<br />

el recambio de la matriz del cartílago. La sinovitis<br />

conduce a un exceso de producción de enzimas<br />

proteolíticas responsables de la ruptura del<br />

5<br />

cartílago . Posteriormente, Sellam y Berenbaum<br />

describieron que el catabolismo de la matriz libera<br />

moléculas que perpetúan la inflamación sinovial y<br />

6<br />

crea un círculo vicioso que se autoalimenta.<br />

En <strong>20</strong>16, Poulet y Beier describieron la<br />

“condrosenescencia”, estado en el cual el<br />

condrocito articular, que normalmente está en<br />

reposo, se activa. Explican que los mediadores<br />

inflamatorios producidos por condrocitos y<br />

sinoviocitos activan el estrés oxidativo e infligen<br />

7<br />

daño articular por liberación de ROS.<br />

¿Serán los biomarcadores en OA la clave para su<br />

diagnóstico temprano y fenotipificación?<br />

Los biomarcadores en OA se dividen en<br />

Novedades en patología osteomioarticular


marcadores “secos” y “húmedos”. Los “secos”<br />

incluyen marcadores derivados de imágenes y<br />

cuestionarios; los “húmedos” son marcadores<br />

bioquímicos que se pueden medir en fluidos<br />

corporales, células y/o extractos de células y<br />

tejidos, que incluyen: proteínas, fragmentos de<br />

proteínas, lípidos bioactivos, metabolitos y/o<br />

8<br />

m a t e r i a l g e n ó m i c o e x t r a c e l u l a r. L o s<br />

biomarcadores de la OA se categorizan según el<br />

blanco del proceso osteoartrítico: marcadores<br />

d e d e g r a d a c i ó n / s í n t e s i s d e l c a r t í l a g o ,<br />

degradación/síntesis de hueso o inflamación y<br />

fibrosis de tejido sinovial. Los marcadores<br />

d e g r a d a c i ó n d e l a M E C s i r v e n c o m o<br />

biomarcadores “húmedos” del daño articular y<br />

también pueden ser moléculas señalizadores<br />

proinflamatorios y catabólicas. Destacan que los<br />

m a r c a d o r e s b i o q u í m i c o s s o l u b l e s s o n<br />

particularmente útiles para definir los endotipos<br />

moleculares de los pacientes y para generar el perfil<br />

molecular que se relaciona con los diferentes<br />

fenotipos clínicos. Sin embargo, en la OA los<br />

pacientes pueden tener sobreposición de los<br />

fenotipos clínicos, lo cual complica la identificación<br />

d e l o s e n d o t i p o s m o l e c u l a r e s y s u s<br />

correspondientes perfiles clínicos (Figuras 1 y 2).<br />

Marcadores de la<br />

destrucción de la matriz<br />

CTX-I, CTX-II, C2M, ICTP, CI-C2,<br />

C2C, NTX-I, Coll2-1, fibulina-3,<br />

FTSL-1, agrecan<br />

Inflamación sistémica<br />

TNF-alfa, IL-1,6,17, CRP, CRPM,<br />

CCL-13, Hyaluronan<br />

Diferenciación y<br />

producción de matriz<br />

PINP, PIINP, PIIANP, PIIINP,<br />

PIIBNP, PIICP, CPII, COMP,<br />

Hs846, YKL-40<br />

Proteasas<br />

AAMTS, Catepsina K,<br />

MMP-2,3,9,13,<br />

Agrecanas<br />

Inflamación<br />

sinovial<br />

Endostatina, C3M, C1M<br />

Señalización<br />

DKKs, OPG, RANK-L,<br />

Esclerostina<br />

Marcadores de destrucción<br />

del hueso sub condral<br />

Colágeno tipo I, Catepsina K,<br />

<strong>Osteo</strong>calcin, TRACP<br />

Células-B<br />

Condrocitos<br />

Células-T<br />

Macrófagos<br />

<strong>Osteo</strong>clasto<br />

<strong>Osteo</strong>blasto<br />

<strong>Osteo</strong>citos<br />

Figura 2. Biomarcadores de OA<br />

bioquímicos se clasifican en seis categorías que<br />

corresponden a: impacto de la enfermedad,<br />

investigación, pronóstico, eficacia de las<br />

9<br />

intervenciones, diagnóstico y seguridad.<br />

Los autores de esta revisión puntualizan que los<br />

cambios metabólicos son comunes en el cartílago,<br />

hueso y membrana sinovial; estos tejidos pueden<br />

c o n s i d e r a r s e u n a f u e n t e i m p o r t a n t e d e<br />

biomarcadores circulantes y son afectados por<br />

conductores externos e internos de la progresión<br />

de la OA, tales como: inflamación, alteraciones<br />

biomecánicas, reprogramación metabólica e<br />

inmunomoduladores. Los productos de la<br />

Novedades en patología osteomioarticular<br />

ENDOTIPO INFLAMATORIO<br />

En esta revisión destacan las investigaciones<br />

recientes que sugieren que la OA tiene<br />

10<br />

componentes inflamatorios.<br />

En el endotipo inflamatorio de OA se observan<br />

niveles elevados de biomarcadores locales<br />

11,12,13<br />

(sinoviales) y sistémicos, tales como:<br />

- Proteína C-Reactiva (PCR, una proteína<br />

producida por el hígado en respuesta a la<br />

inflamación)<br />

- Proteína C-Reactiva M (PCRM, un derivado<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

47


OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

48<br />

inflamatorio de la PCR)<br />

- Factor de Necrosis Tumoral alfa (TNF-alfa)<br />

- Interleuquina 6 (Il-6, citoquina inflamatoria<br />

principalmente producida por el hígado)<br />

- Interleuquina 17 (Il-17, por las células T)<br />

- Quimoquina (C-C mo- tif) CCL13<br />

- C3M, C1M (marcador de recambio de colágeno)<br />

- Hialuronato sérico<br />

- Endostatina (marcador angiogénico)<br />

La endostatina es un inhibidor angiogénico que<br />

interfiere con la acción proangiogénica de factores<br />

de crecimiento tales como: el factor de crecimiento<br />

de fibroblastos básico (bFGF/FGF-2) y el factor de<br />

14<br />

crecimiento endotelial vascular (VEGF).<br />

ENDOTIPO ÓSEO (REMODELACIÓN ÓSEA Y<br />

OSTEOFITOS)<br />

Los autores enfatizan en el papel del hueso<br />

subcondral en la patogénesis de la OA. El<br />

i n t e r c a m b i o h u e s o - c a r t í l a g o i n v o l u c r a<br />

biomarcadores, y la señalización bioquímica y<br />

biomecánica entre los compartimientos tisulares es<br />

15<br />

crucial en la progresión de la enfermedad.<br />

El desarrollo de osteofitos también es importante en<br />

la génesis del dolor en estadios tardíos de la<br />

enfermedad, porque, aunque no lo causan<br />

directamente, son marcadores para generadores<br />

de dolor y desarrollo de OA, con lo cual pueden ser<br />

blanco para el manejo del dolor y retardo de la<br />

progresión de la enfermedad. La remodelación<br />

ósea es un proceso dinámico donde hay un<br />

b a l a n c e e n t r e l a r e a b s o r c i ó n d e h u e s o<br />

(osteoclastos) y la formación del mismo<br />

(osteoblastos). Los cambios moleculares y<br />

estructurales del hueso subcondral están<br />

asociados con un incremento de vascularización,<br />

lesiones de la medula ósea y aumento de<br />

microfracturas; todo esto conduce a un incremento<br />

sustancial del remodelado óseo y del recambio<br />

16<br />

tisular.<br />

Existen diferentes marcadores que permiten medir<br />

el recambio tisular de la matriz ósea. Según<br />

Huebner y col, el telopéptido terminal-C del<br />

colágeno I (CTX-I) mide la degradación del<br />

colágeno tipo I por la cisteína proteasa catepsina K,<br />

secretada por los osteoclastos durante la<br />

reabsorción ósea. En estudios longitudinales en<br />

pacientes con OA sintomática y radiológica, el CTX<br />

alfa (forma isomérica del CTX-1) se asoció con<br />

incremento del recambio óseo medido por<br />

gammagrafía ósea, y con progresión de la OA<br />

b a s a d a e n p u n t u a c i ó n d e o s t e o fi t o s y<br />

17<br />

estrechamiento del espacio articular.<br />

Se ha propuesto apuntar a la interfase cartílagohueso<br />

como blanco para el desarrollo de<br />

tratamientos farmacológicos y biológicos<br />

16<br />

novedosos de la OA. Además, los marcadores<br />

bioquímicos que pueden medir estos cambios en<br />

forma dinámica pueden ser útiles para el desarrollo<br />

de fármacos para esta enfermedad.<br />

ENDOTIPO DE SÍNDROME METABÓLICO<br />

No existe consenso respecto a la definición de<br />

Síndrome Metabólico asociado a OA (SMet-OA).<br />

En <strong>20</strong>16, Le Clanche y colaboradores propusieron<br />

definirlo como aquel que se observa en pacientes<br />

entre 45 y 65 años de edad con OA generalizada y<br />

al menos un componente de SMet, sobrepeso u<br />

18<br />

obesidad.<br />

En <strong>20</strong>18, Dell'Isola y Steultjens propusieron la<br />

siguiente definición: OA de rodilla en pacientes con<br />

Diabetes Mellitus y obesidad, sin considerar<br />

hipertensión arterial.19 Por su parte, van der Esch y<br />

col identificaron cinco subtipos de pacientes con<br />

OA de rodilla y “fenotipo de obesidad” que<br />

<strong>20</strong><br />

corresponde a SMet-OA.<br />

Esta revisión evidencia varios factores metabólicos<br />

que contribuyen a la patogénesis de la OA:<br />

toxicidad por lípidos, resistencia a la insulina,<br />

adipoquinas e inflamación sistémica de bajo grado.<br />

Estos factores disparan la “metainflamación” que es<br />

una subclase de inflamación que comprende<br />

muchas moléculas y señalizaciones similares a la<br />

inflamación clásica, y que es iniciada por factores<br />

2 1<br />

propios de enfermedades metabólicas. La<br />

metainflamación inducida por lípidos, citoquinas,<br />

adipoquinas y vitamina D ha sido implicada en la<br />

patogénesis de la OA.<br />

El aumento del tejido adiposo en pacientes con<br />

sobrepeso y obesos con OA resulta en un<br />

incremento del nivel de adipoquinas circulantes, las<br />

cuales juegan un papel directo en la degradación<br />

articular. Las adipoquinas: leptina, resistina,<br />

visfatina y adiponectina, se han encontrado en<br />

concentraciones elevadas en el plasma y líquido<br />

Novedades en patología osteomioarticular


sinovial en pacientes con OA en comparación con<br />

controles. Los productos de glicación avanzada<br />

(AGE -siglas en inglés-) asociadas a hiperglicemia<br />

se acumulan en el músculo y tejido conectivo e<br />

interaccionan con proteínas blanco. La glicación no<br />

enzimática del colágeno resulta en fortalecimiento<br />

de su papel patológico en OA. El AGE pentosidina<br />

se ha encontrado en el líquido sinovial, suero y<br />

22<br />

cartílago de pacientes con OA.<br />

Por último, hacen referencia a una aproximación<br />

diferente al fenotipo de síndrome metabólico, que<br />

se relaciona con tecnologías ómicas, tales como<br />

las metabolómicas. Un estudio identificó tres<br />

subcategorías metabólicamente diferentes de<br />

endotipos de OA de rodilla que difieren en niveles<br />

d e l í q u i d o s i n o v i a l d e a c i l c a r n i t i n a s ,<br />

glicerolfosfolípidos, esfingolípidos y una amina<br />

2 3<br />

b i o g é n i c a . S i n e m b a r g o , l o s s u b t i p o s<br />

identificados en este estudio, no coinciden con los<br />

factores de riesgo clásicos de OA (edad y género,<br />

por ejemplo) o con componentes del síndrome<br />

metabólico (hipertensión y Diabetes Mellitus), por<br />

tanto, las potenciales consecuencias clínicas de<br />

estos hallazgos están por establecerse.<br />

FENOTIPO RELACIONADO<br />

ENVEJECIMIENTO<br />

Es bien conocida la relación existente entre<br />

longevidad de los mamíferos y la tasa del<br />

envejecimiento del colágeno, expresada con el<br />

progresivo incremento del endurecimiento de los<br />

tejidos ricos en colágeno como: arterias, pulmones<br />

y cartílago articular. Durante el envejecimiento, en la<br />

MEC se observa disminución de la solubilidad y<br />

digestibilidad proteolítica. Se ha demostrado una<br />

relación entre una acumulación de pentosidina y el<br />

24<br />

envejecimiento de la MEC humana.<br />

Se ha encontrado que la severidad de OA asociada<br />

a la edad depende del incremento de aminoácidos<br />

glicosilados, oxidados y nitrados. Adicionalmente,<br />

g l u c o s e p a n o y d i t i r o s i n a a u m e n t a n<br />

progresivamente con la edad y se observan en el<br />

avance de la OA. Se ha descrito que el<br />

glucosepano tiene el mayor vínculo con el<br />

envejecimiento de la MEC, también se relaciona<br />

con las modificaciones del colágeno en la diabetes,<br />

y potencialmente, con las alteraciones hormonales<br />

25<br />

relacionadas con la edad.<br />

La modificación de la secreción de citoquinas por<br />

las células envejecidas impacta al sistema inmune y<br />

su respuesta a trauma tisular articular, así como las<br />

interacciones entre esas células y el ambiente<br />

tisular local26. También se enfatiza en que existe<br />

una intersección entre el endotipos OA senescente<br />

y otros endotipos, incluyendo el metabólico y el<br />

inflamatorio.<br />

CONCLUSIÓN<br />

Mobasheri y col consideran que la OA es una<br />

enfermedad heterogénea con causas múltiples y<br />

con sus correspondientes endotipos y fenotipos<br />

clínicos. Afirman que el avance en el campo de la<br />

OA requiere aclarar el significado de los endotipos<br />

moleculares y los fenotipos clínicos, lo que además<br />

evita confusiones en la literatura médica.<br />

Enfatizan que se requiere el desarrollo de nuevos<br />

marcadores que permitan estratificar a los<br />

pacientes, con lo cual será posible el desarrollo de<br />

medidas preventivas y terapéuticas efectivas.<br />

Señalan que los pasos para avanzar en este sentido<br />

son:<br />

1.- Trasladar el estudio de la OA a un nivel<br />

molecular y preradiológico o radiológico<br />

temprano, ya que la capacidad de distinguir<br />

e n t r e e n d o t i p o s m o l e c u l a r e s y s u<br />

correspondiente fenotipo clínico puede ser<br />

más fácil en estadios tempranos de la<br />

enfermedad, antes de que todos los fenotipos<br />

coincidan en una vía final común.<br />

2.- Se deben probar los biomarcadores en la<br />

diferenciación entre subtipos de pacientes con<br />

OA, y que no se mantengan solo para asociar<br />

parámetros con un grupo o durante la<br />

comparación con los controles.<br />

3.- Técnicas novedosas (ej. técnicas ómicas)<br />

pueden ser particularmente útiles en la<br />

investigación del fenotipo de la OA, porque<br />

analizan un panel de marcadores en lugar de<br />

uno o pocos.<br />

4.- Es posible plantear la hipótesis de que los<br />

marcadores bioquímicos locales (ej. líquido<br />

sinovial) podrían distinguir mejor entre los<br />

endotipos moleculares, porque a diferencia de<br />

l o s d e o r i g e n s i s t é m i c o ( i n c l u y e n d o<br />

comorbilidades), causan menor interferencia.<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

Novedades en patología osteomioarticular<br />

49


En resumen, los autores afirman que el progreso en<br />

el campo de endotipos y fenotipos de OA es<br />

importante para el diseño de tratamientos<br />

efectivos, estratificados, tomando en cuenta el<br />

impacto que la OA posee en el individuo y la<br />

sociedad en el mundo entero.<br />

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OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

50<br />

Novedades en patología osteomioarticular


El sulfato de<br />

Glucosamina puede ser<br />

el mejor tratamiento a<br />

largo plazo para la<br />

<strong>Osteo</strong>artritis de rodilla<br />

Gregori D, Giacovelli G, Minto C, Barbetta B, Gualtieri F, Azzolina D, et al. Association of Pharmacological<br />

Treatments With Long-term Pain Control in Patients With Knee <strong>Osteo</strong>arthritis. A Systematic Review and Metaanalysis<br />

JAMA. <strong>20</strong>18; 3<strong>20</strong>(24):2564-2579.<br />

Las recomendaciones sobre el manejo de<br />

<strong>Osteo</strong>artritis de rodilla están limitadas, debido a<br />

que, siendo una enfermedad crónica y progresiva,<br />

la mayoría de los estudios realizados son a corto<br />

plazo.<br />

Con el objetivo de analizar estudios clínicos<br />

aleatorizados, a largo plazo (> 12 meses) y<br />

desenlaces (síntomas, daño estructural) con<br />

medicamentos para osteoartritis de rodilla, Gregori<br />

y colaboradores realizaron esta revisión sistemática<br />

y metanálisis. Investigaron en las bases de datos de<br />

MEDLINE, Scopus, EMBASE, Web of Science y<br />

Cochrane desde el inicio hasta el 30 de junio del<br />

<strong>20</strong>18. El desenlace primario fue el cambio medio<br />

del dolor basal de rodilla, y los secundarios fueron<br />

función física y la estructura articular (medida<br />

radiológicamente por estrechamiento del espacio<br />

articular).<br />

En este estudio el único medicamento que reportó<br />

mantener la mejoría significativa del dolor fue<br />

Glucosamina sulfato, al analizar la data utilizando la<br />

diferencia de media en una escala de 0 a 100 y al<br />

excluir los ensayos con alto riesgo de sesgo.<br />

La <strong>Osteo</strong>artritis (OA) causa discapacidad y es una de la<br />

enfermedades crónicas más prevalentes en el mundo<br />

entero. Para que su tratamiento sea eficaz se requieren<br />

estrategias de largo plazo, tanto para aliviar los<br />

síntomas (dolor y limitación de la función) como para<br />

intervenir sobre los cambios en la estructura articular<br />

1<br />

que conducen a discapacidad . Las revisiones sobre la<br />

eficacia del tratamiento en OA enfatizan en el control del<br />

dolor a corto plazo, y con frecuencia no toman en<br />

2,3<br />

cuenta los desenlaces a largo plazo . Es por ello, que<br />

Gregori y col se fijaron como objetivo de esta revisión<br />

sistemática y metanálisis estudiar los desenlaces a<br />

largo plazo de los medicamentos para OA de rodilla.<br />

Seleccionaron esta articulación por ser la localización<br />

de OA más prevalente en miembros inferiores y la que<br />

más frecuentemente conlleva a discapacidad. Para la<br />

apreciación de la evidencia, los autores realizaron un<br />

metanálisis en red, que permite sintetizar directa e<br />

indirectamente los ensayos clínicos que comparan<br />

múltiples intervenciones; así compararon todos los<br />

medicamentos disponibles para OA de rodilla contra<br />

placebo y entre ellos, a pesar de la escasez de<br />

comparación cabeza a cabeza.<br />

Incluyeron Estudios Clínicos Aleatorizados (ECA)<br />

placebo-controlados y aquellos que compararon<br />

intervenciones farmacológicas con cualquier principio<br />

activo para OA de rodilla, solos o en combinación.<br />

Seleccionaron los ECA cuyo período de tratamiento y<br />

seguimiento fuera mayor de un año, con al menos uno<br />

de los siguientes desenlaces: dolor en rodilla, función<br />

física y Estrechamiento del Espacio Articular (EEA). El<br />

desenlace primario fue cambios en la media de la<br />

comparación entre la línea basal y el punto final (³12<br />

meses) del dolor de rodilla; los desenlaces secundarios<br />

fueron cambios en la función física y en la estructura<br />

articular.<br />

El análisis principal fue realizado en todos los ECA<br />

seleccionados utilizando la medida de la Diferencia de<br />

Medias Estandarizada (DME) con un Intervalo de<br />

credibilidad (ICr) de 95 %. Usaron la DME como el<br />

tamaño del efecto, entre grupo experimental y control:<br />

pequeña diferencia 0,<strong>20</strong>, mediana diferencia 0,50 y<br />

4<br />

0,8 como una gran diferencia.<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

Novedades en patología osteomioarticular<br />

51


Los autores reportan que, de los 8.166 registros<br />

recuperados de las bases de datos investigadas, sólo<br />

47 (N= 22.037) cumplieron con los criterios de inclusión.<br />

Indican que estudiaron 33 tratamientos farmacológicos<br />

(Tabla 1), con un rango de duración de 1 a 4 años, de los<br />

cuales en 31 analizaron el manejo del dolor, en 13 la<br />

función física y en 16 la estructura articular.<br />

Evaluaron 14 ensayos con Antinflamatorios No<br />

Esteroideos (AINES), en su mayoría fueron<br />

comparaciones cabeza a cabeza, algunos fueron<br />

contra placebo o con otros tipos de fármacos. El<br />

AINES más frecuentemente estudiado fue diclofenac<br />

(5 estudios), seguido por naproxeno y celecoxib (4<br />

estudios), rofecoxib (2), etoricoxib (2) y de los AINES<br />

restantes un estudio de cada uno.<br />

Los corticoesteroides intrarticulares fueron analizados<br />

en 4 estudios (2 con triamcinolona, 1 con<br />

betametasona y 1 con metilprednisolona), y<br />

combinados con ácido hialurónico en 3 ensayos. El<br />

tratamiento que mayor cantidad de investigaciones<br />

tuvo fue el ácido hialurónico, con 12 ensayos clínicos.<br />

De los agentes activos en hueso, incluyeron<br />

antirresortivos (bifosfonatos en 4 estudios,<br />

risendronato en 3 y ácido zolendrónico en 1) y<br />

formadores de hueso (ranelato de estroncio).<br />

Las drogas de acción lenta para el alivio de los<br />

síntomas de OA (SySADOA -siglas en inglés-)<br />

estuvieron representadas por: diacereína (1 ensayo),<br />

condroitin sulfato (8 estudios), sulfato de Glucosamina<br />

(sólo 2 ensayos de productos aprobados para su<br />

5<br />

prescripción en Europa y Asia ), Glucosamina<br />

hidrocloruro (4 ensayos formulados con o sin sulfato de<br />

sodio e identificados como glucosaminas); esta<br />

distinción entre sulfato de Glucosamina y otras<br />

glucosaminas es necesaria, debido a que tienen<br />

6<br />

diferencias moleculares , además Gregori y<br />

colaboradores indicaron que en metanálisis previos se<br />

encontraron diferencias entre el sulfato de<br />

Glucosamina de grado de prescripción y otras<br />

7,8<br />

glucosaminas .<br />

En cuanto a condroitin, también está disponible como una<br />

droga de prescripción (grado de prescripción) y como<br />

suplemento dietético de bajo grado de calidad. El<br />

condroitin de grado de prescripción fue analizado en 7 de<br />

los 8 ensayos considerados en este análisis. Se incluyeron<br />

3 estudios que combinaron Glucosamina y condroitin.<br />

Analizaron un ensayo para cada uno de los siguientes<br />

agentes putativos modificadores de la enfermedad:<br />

doxiciclina, cindunistat, esprifermina y el inhibidor de<br />

las metaloproteinasas de la matriz PG-116800.<br />

De los 47 ECA incluidos, 32 fueron controlados con<br />

placebo. Las características demográficas y clínicas<br />

de los pacientes incluidos reflejan a la población típica<br />

con OA de rodilla (entre 50 y 70 años de edad, 70 %<br />

mujeres); un Índice de Masa Corporal (IMC) en el rango<br />

de sobrepeso y obesidad (IMC entre 27 y 30), y una<br />

media de duración de la enfermedad entre 2 y 11 años.<br />

La severidad de la enfermedad medida por el grado<br />

radiológico de Kellgren y Lawrence fue entre 2 y 3. En<br />

35 de los 47 estudios (53 %) se incluyeron más de 100<br />

participantes por grupo; el 70 % eran de alta calidad y el<br />

30 % (14) tuvo alto riesgo de sesgo. Realizaron una<br />

síntesis cuantitativa por metanálisis en red que<br />

demostró que los ensayos eran comparables en<br />

diseño, medidas de desenlace, pacientes y criterios<br />

de inclusión/exclusión.<br />

En la evidencia analizada hubo 31 intervenciones<br />

farmacológicas y 42 estudios que evaluaron el dolor;<br />

en el 64 % la escala de medición fue WOMAC dolor, en<br />

el 17 % la escala visual análoga (VAS -siglas en inglés-)<br />

y 19 % otras VAS. Los autores no encontraron<br />

asociación con disminución del dolor en 29 de los 31<br />

tratamientos estudiados, se observó solo con el AINES<br />

Tabla 1. Tratamiento farmacológico por clases terapéuticas, elegidos para inclusión en el Network Metanálisis<br />

Analgésico<br />

Antioxidante<br />

Agentes de<br />

acción<br />

sobre el hueso<br />

Medicamentos<br />

inyectados<br />

intrarticulares<br />

Antiinflamatorios<br />

no esteroideos<br />

Drogas de<br />

acción lenta<br />

para síntomas<br />

de OA<br />

Agentes<br />

modificadores<br />

de enfermedad<br />

putativos<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

Acetaminofen<br />

(paracetamol)<br />

Vitamina E<br />

Calcitonina<br />

Risedronato<br />

Ranelato de<br />

estroncio<br />

Vitamina D<br />

Ácido Zoledrónico<br />

Ácido hialurónico<br />

Betametasona<br />

Metilprednisolona<br />

Triamcinolona<br />

Ácido hialurónico +<br />

betametasona<br />

Ácido hialurónico +<br />

metilprednisolona<br />

Ácido hialurónico +<br />

triamcinolona<br />

Celecoxib<br />

Diclofenac<br />

Etofenamato<br />

Etoricoxib<br />

Indometacina<br />

Licofelona<br />

Naproxeno<br />

Nimesulide<br />

Rofecoxib<br />

Ácido tiaprofénico<br />

Condroitin sufalto<br />

Diacerina<br />

Sulfato de<br />

Glucosamina<br />

(producto solo con<br />

prescripción)<br />

Glucosaminas<br />

(glucosamina<br />

hidrocloruro con o sin<br />

sulfato sódico)<br />

Glucosaminas más<br />

condroitin sulfato<br />

Cindunistat<br />

Doxiciclina<br />

Inhibidores de las<br />

metaloproteinasas<br />

de la matriz<br />

Esprifermina<br />

52<br />

Novedades en patología osteomioarticular


celecoxib (DME 1,18 [95 % ICr -0,35 a -0,01]) y con el<br />

SySADOA sulfato de glucosamina (DME 0,29 [95 % ICr<br />

-0,49 a -0,09); al excluir los estudios con alto riesgo de<br />

sesgo, se perdió la asociación entre celecoxib y<br />

disminución del dolor, pero se mantuvo la de suflfato de<br />

Glucosamina.<br />

Según Gregori et al, entre los estudios de alta<br />

calidad, el sulfato de Glucosamina mostró la<br />

mayor probabilidad de ser el mejor tratamiento<br />

a largo plazo.<br />

La inyección intrarticular de la combinación de ácido<br />

hialurónico y triamcinolona también demostró ser<br />

efectiva, aunque este resultado fue limitado por la<br />

amplitud del ICr de 95 %.<br />

Los autores también reportan que, en los estudios de<br />

alta calidad, se observó mejoría del dolor con sulfato de<br />

Glucosamina en comparación con algunos AINES<br />

(diclofenaco y rofecoxib) y otros compuestos<br />

(condroitin sulfato).<br />

Respecto a la asociación de eficacia a largo plazo en<br />

comparación con placebo, como desenlace<br />

secundario, reportan que fue limitada debido a una<br />

considerable incertidumbre.<br />

La función física se analizó en 13 tratamientos<br />

farmacológicos. Al compararse con placebo, el sulfato<br />

de Glucosamina se asoció con una mejoría significativa<br />

de la función física (DEM −0,32 [95% ICr −0,52 a<br />

−0,12]); ningún otro tratamiento se asoció con mejoría<br />

significativa de esta función.<br />

Los cambios en la estructura articular se analizaron con<br />

16 tratamientos; en 3 se observó una asociación con<br />

mejoría del EEA estadísticamente significativa en<br />

comparación con placebo:<br />

· Glucosamina sulfato: DME 0,42 /95% ICr −0,65 a −0,19;<br />

diferencia media: 0,27mm 95% ICr -0,12 a 0,42 mm<br />

· Condroitin sulfato: DME, 0,<strong>20</strong>/95% ICr −0,31 a −0,07;<br />

diferencia media: 0.16 mm 95% ICr 0,07 a 0,25 mm)<br />

· Ranelato de estroncio: DME 0,<strong>20</strong>/95% ICr −0,36 a −0,05;<br />

diferencia media: 0,12 mm 95% ICr 0,01 a 0,23 mm.<br />

El sulfato de Glucosamina fue el tratamiento con mayor<br />

probabilidad de mejorar la función física en OA de<br />

rodilla, tanto al ser comparado con placebo como con<br />

otras glucosaminas y combinado con condroitin<br />

sulfato.<br />

Para el desenlace de EEA, el sulfato de Glucosamina<br />

también reportó la mayor probabilidad de ser el mejor<br />

Novedades en patología osteomioarticular<br />

tratamiento y se asoció con mejoría del EEA en<br />

comparación con muchos otros tratamientos, seguido<br />

por condroitin sulfato y ranelato de estroncio. Los autores<br />

acotan que estos resultados fueron similares después<br />

de excluir los estudios con alto riesgo de sesgo.<br />

DISCUSIÓN<br />

Gregori y colaboradores afirman que en esta revisión<br />

sistemática y metanálisis en red de estudios a largo<br />

plazo, el sulfato de Glucosamina y celecoxib fueron los<br />

dos tratamientos con mayor asociación a mejoría del<br />

dolor, aunque con celecoxib fue menor y no se<br />

observó en el subgrupo de estudios de alta calidad. El<br />

sulfato de Glucosamina también se asoció<br />

consistentemente con mejoría de la función física y de<br />

la estructura ósea.<br />

Según esta investigación, los AINES son los<br />

9<br />

medicamentos más ampliamente usados para la OA y<br />

en los ECA incluidos se asociaron a un moderado<br />

efecto sobre el dolor en comparación con placebo o<br />

10,11<br />

acetaminofen en 12 semanas o menos . Acotan<br />

que las guías internacionales recomiendan el uso de<br />

AINES por corto tiempo y en forma intermitente debido<br />

2,3,12<br />

a su perfil de seguridad.<br />

En cuanto a los inhibidores selectivos de COX-2<br />

indican que se asocian con una mejor tolerabilidad<br />

gastrointestinal a largo plazo en comparación con los<br />

13<br />

AINES no selectivos . En vista de estos resultados y su<br />

seguridad en comparación con placebo, recomiendan<br />

el uso de cualquier AINES por corto tiempo y en forma<br />

intermitente; además, ninguno reportó asociación con<br />

mejoría del EEA.<br />

El sulfato de Glucosamina se asoció consistentemente<br />

con mejoría del dolor, la función física y del EEA, con un<br />

tamaño del efecto moderado. Otras glucosaminas no<br />

se asociaron con ningún beneficio y estos hallazgos<br />

son consistentes con otros metanálisis que han<br />

7,8,14<br />

incluido principalmente estudios a corto plazo.<br />

Los autores indican que la combinación de inyecciones<br />

de Ácido Hialurónico Intrarticular (AH IA) y corticoesteroides<br />

IA reportó un beneficio moderado. Hicieron referencia a<br />

metanálisis previos en los que se compararon<br />

corticoesteroides IA con AH IA y determinaron que los<br />

corticoesteroides brindan mayor beneficio en las primeras<br />

semanas de tratamiento, mientras que el AH IA es mejor a<br />

15<br />

los 3 a 6 meses siguientes. Los corticoesteroides IA se<br />

aplican comúnmente en las exacerbaciones agudas de<br />

OA de rodilla.<br />

Respecto al acetaminofén, comentan que es un<br />

analgésico económico, con resultados positivos en el<br />

alivio del dolor a corto plazo, pero en este estudio no se<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

53


asoció con mejoría a largo plazo. Las guías de<br />

prácticas actuales lo recomiendan en primera línea en<br />

3,12<br />

el manejo del dolor leve antes que los AINES.<br />

En el análisis secundario, el sulfato de glucosamina fue<br />

asociado con mejoría de EEA, seguido por condroitin<br />

sulfato y ranelato de estroncio. Un grupo de trabajo<br />

internacional ha recomendado el uso de sulfato de<br />

Glucosamina o condroitin de grado de prescripción<br />

como la primera línea de manejo farmacológico de la OA<br />

12<br />

de rodilla . En esta revisión no hubo asociación entre el<br />

uso de condroitin y mejoría de los síntomas a largo plazo.<br />

El ranelato de estroncio está aprobado solo en Europa<br />

para el tratamiento de la osteoporosis, con restricciones<br />

debido a su seguridad cardiovascular. Los agentes que<br />

actúan sobre el hueso han sido probados en OA, por su<br />

potencial beneficio sobre el recambio del hueso<br />

16<br />

subcondral . Sin embargo, ninguno de los otros<br />

agentes que actúan sobre el hueso ha mostrado<br />

asociación con mejoría del EEA. Esto también se<br />

observó con otros medicamentos, incluso con los<br />

agentes putativos modificadores de la enfermedad.<br />

Acotaron que los datos sobre esprifermina deben ser<br />

considerados con precaución debido a que este<br />

compuesto se encuentra en fase experimental, y su<br />

potencial se basa en Imágenes de Resonancia<br />

Magnética (IRM).<br />

Comentaron que probablemente en futuros estudios la<br />

detección de cambios estructurales en OA se realice<br />

con IRM, pues las medidas radiológicas del EEA son<br />

limitadas y hay controversias sobre su significado entre la<br />

comunidad científica.<br />

LIMITACIONES<br />

1.- Gran incertidumbre relacionada con todas las<br />

estimaciones.<br />

2.- Solo 13 de los 33 tratamientos fueron evaluados<br />

por dos o más estudios, y hubo relativamente<br />

pocas comparaciones directas.<br />

3.- Menos del 60 % de los estudios tenían más de<br />

100 participantes por grupo, lo cual introduce un<br />

sesgo debido al pequeño tamaño del efecto.<br />

4.- El 30 % de los estudios tuvieron baja calidad<br />

metodológica y alto riesgo de sesgo.<br />

5.- Los datos fueron agrupados de acuerdo al mayor<br />

tiempo de seguimiento, de al menos 12 meses.<br />

Sin embargo, evidencia de algunos estudios<br />

incluidos que tenían mediciones posteriores,<br />

mostraron una estabilización del dolor después de<br />

los 12 meses. Por lo tanto, parece razonable<br />

combinar datos independientemente de la<br />

duración del estudio después de los 12 meses.<br />

6.- La ausencia de desenlaces de seguridad, de<br />

tratamientos no farmacológicos e intervenciones<br />

basadas en procedimientos.<br />

Los autores concluyen que es necesario realizar ECA a<br />

largo plazo que permitan aclarar la incertidumbre<br />

respecto a la eficacia del tratamiento de la OA de rodilla.<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

54<br />

REFERENCIAS<br />

1.- Lane NE, Brandt K, Hawker G, Peeva E, Schreyer E, Tsuji W, Hochberg MC. OARSI-FDA initiative: defining the disease state of osteoarthritis. <strong>Osteo</strong>arthritis<br />

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symptomatic relief of osteoarthritis: ameta-analysis of placebo-controlled trials. Arthritis Care Res (Hoboken). <strong>20</strong>14;66(12):1844-1855.<br />

9.- Gore M, Tai KS, Sadosky A, Leslie D, Stacey BR. Use and costs of prescription medications and alternative treatments in patients with osteoarthritis and chronic<br />

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Review No. 190. Agency for Healthcare Research and Quality; May <strong>20</strong>17. www.effectivehealthcare.ahrq.gov/reports/final.cfm. Doi:<br />

https://doi.org/10.23970/AHRQEPCCER190.<br />

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osteoarthritis: a systematic review and meta-analysis. Arthritis Rheum. <strong>20</strong>09; 61(12):1704-1711.<br />

16.- Baker-LePain JC, Lane NE. Role of bone architecture and anatomy in osteoarthritis. Bone. <strong>20</strong>12;51(2):197-<strong>20</strong>3.<br />

Novedades en patología osteomioarticular


Actualización del algoritmo ESCEO del tratamiento<br />

por pasos para la <strong>Osteo</strong>artritis de Rodilla<br />

Bruyère O et al. Semin Arthritis Rheum April <strong>20</strong>19, in press<br />

Principio Básico y Conjunto Fundamental<br />

Combinación de modalidades de tratamiento, incluyendo terapias no farmacológicas<br />

y farmacológicas está recomendado fuertemente<br />

Conjunto fundamental: Información/Educación<br />

Pérdida de peso si hay sobrepeso<br />

Programa de ejercicio (aeróbico, fortalecimiento o ejercicios contra resistencia)<br />

PASO 1: Tratamiento de respaldo<br />

Si hay síntomas<br />

SYSADOA* Crónico: prescripción de Sulfato de<br />

Glucosamina y/o Condroitin Sulfato<br />

±cuando sea necesario paracetamol<br />

Si todavía hay síntomas SUMAR<br />

AINES tópico<br />

*SYSADOA: drogas de acción lenta para síntomas de osteoartritis<br />

Referir a Terapia Física para:si es necesario<br />

(para controlar malalineación)<br />

Rodilleras / Plantilas<br />

Si todavía hay síntomas ADICIONAR en cualquier momento<br />

Ayudas para caminar (bastón, andadera, muletas)<br />

Agentes Térmicos (frío, calor)<br />

Mecanoterapia o Terapia Manual<br />

(flexibilidad, movilización, fortalecimiento)<br />

Vendaje con tape<br />

Hidroterapia o ejercicio acuático<br />

TaiChi<br />

PASO 2: Manejo farmacológico avanzado en pacientes con síntomas persistentes<br />

Riesgo GI Normal<br />

AINES no selectivo + IBP<br />

AINES Cox-2 selectivo<br />

(preferible + IBP)<br />

Si todavía hay o son más severos los síntomas<br />

AINES orales intermitentes o en ciclos más largos<br />

Riesgo GI Aumentado* Riesgo CV Aumentado<br />

Preferir AINES Cox-2 Limitar uso de AINES<br />

selectivo + IBP<br />

Duración del tratamiento:<br />

Atento a complicaciones < 30 días para Cox-2, y<br />

con cualquier AINES < 7 días para AINES no<br />

selectivo<br />

Riesgo Renal Aumentado<br />

Evitar AINES †<br />

* Incluyendo uso de aspirina a baja dosis / † Con Tasa de filtración glomerular


Tratamiento<br />

farmacológico del dolor<br />

en <strong>Osteo</strong>artritis: Una<br />

revisión descriptiva<br />

Majeed MH, Sherazi SAA, Bacon D, Bajwa ZH. Pharmacological Treatment of Pain in <strong>Osteo</strong>arthritis:<br />

A Descriptive Review. Current Rheumatology Reports. <strong>20</strong>18; <strong>20</strong>:88.<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

56<br />

Esta revisión discute el estado actual del<br />

conocimiento sobre el manejo del dolor en<br />

<strong>Osteo</strong>artritis, con foco en el tratamiento<br />

farmacológico; incluye drogas antinflamatorias,<br />

acetaminofén, agentes modificadores de la<br />

enfermedad, anticuerpos monoclonales y otros<br />

agentes novedosos. El objetivo de los autores fue<br />

brindar información de utilidad a los clínicos<br />

respecto a la efectividad de las diferentes<br />

modalidades farmacológicas, que les permita<br />

tomar la mejor decisión al momento de seleccionar<br />

la terapia para estos pacientes.<br />

Con base en estudios recientes sobre la génesis y<br />

mecanismos de acción de la <strong>Osteo</strong>artritis (OA), Majeed<br />

y colaboradores plantean que la naturaleza de la<br />

experiencia dolorosa de esta enfermedad es tanto<br />

periférica como central; se origina en las vías<br />

nociceptivas inflamatorias y aumenta debido a la<br />

sensibilización central. Los nociceptores de las<br />

articulaciones son estimulados por la inflamación local,<br />

las lesiones de la médula ósea, la neovascularización,<br />

los cambios en la estructura ósea como la<br />

remodelación, la generación de nuevos nervios en el<br />

cartílago, los meniscos y por la formación de<br />

1<br />

osteofitos . El proceso inflamatorio incluye sinovitis y<br />

derrame articular, los cuales ocurren antes de las<br />

lesiones estructurales de las articulaciones. El<br />

aumento en la producción y la sobrerregulación del<br />

Factor de Crecimiento Nervioso (FCN), el Factor de<br />

Necrosis Tumoral (TNF-) y la proteína C reactiva (PCR)<br />

en la sinovial de una articulación afectada, pueden<br />

2<br />

incrementar la percepción del dolor.<br />

En el Sistema Nervioso Central (SNC) de los pacientes<br />

afectados por OA crónica ocurre una sensibilización al<br />

dolor, lo que conlleva a un incremento de la<br />

sensibilidad al glutamato, así como a la formación de<br />

3<br />

conexiones sinápticas y trasmisiones disfuncionales .<br />

Además, junto con la hiperexcitabilidad, el SNC de los<br />

pacientes con OA experimenta sumación espacial<br />

magnificada. Según un estudio publicado en <strong>20</strong>07, la<br />

OA crónica puede afectar al sistema límbico, región<br />

involucrada en el miedo, las emociones y la<br />

4<br />

recompensa . Otros factores que contribuyen a<br />

aumentar la experiencia dolorosa en OA son:<br />

sensibilización periférica y central al dolor con<br />

disfunción de las vías de las señales dolorosas<br />

ascendente y descendente, junto con factores<br />

psicosociales (Figura 1).<br />

En la actualidad se cuenta con una amplia variedad<br />

terapéutica farmacológica y no farmacológica para el<br />

manejo del dolor y la función; además se están<br />

desarrollando e investigando nuevos agentes con<br />

diferentes mecanismos de acción. En vista del<br />

modesto efecto de los medicamentos individuales, es<br />

común que en la práctica se realicen diferentes tipos<br />

5<br />

de combinaciones.<br />

MEDIDAS NO FARMACOLÓGICAS<br />

A partir de las recomendaciones europeas, los autores<br />

indicaron que las medidas no farmacológicas<br />

constituyen la primera línea de tratamiento, antes de la<br />

6<br />

terapia farmacológica y quirúrgica . Entre las mismas,<br />

plantean la importancia de la reducción de peso,<br />

debido a que uno de los factores de riesgo<br />

fuertemente modificables en OA es la obesidad. La<br />

actividad física es beneficiosa para disminuir el dolor e<br />

incrementar la función y flexibilidad de personas con<br />

OA, independiente de la severidad de la enfermedad,<br />

las disciplinas más recomendadas son: ejercicios<br />

aeróbicos, de fortalecimiento, acuáticos de bajo<br />

impacto y Tai Chi. También se señala que la terapia<br />

cognitiva conductual y la terapia basada en<br />

mindfulness disminuyen la percepción del dolor,<br />

incrementa la funcionalidad física y reduce la<br />

discapacidad cuando se usa junto con las otras<br />

terapias.<br />

Novedades en patología osteomioarticular


Figura 1.<br />

Mecanismos del dolor en OA:<br />

Nociceptivo, neuropático e inflamatorio<br />

Sensibilización Central<br />

Hipersensibilidad al dolor<br />

Mediadores centrales:<br />

Sustancia P, serotonina, glutamato<br />

Activación del sistema tálamo-cortical<br />

Activación amígdala<br />

Reducción de sustancia gris<br />

Sensibilización Periférica<br />

Hiperexcitabilidad neuronal<br />

Mediadores periféricos*<br />

FCN, CGRP, VIP, TRPV1, OR, CCL2, CCR2<br />

Exceso de señales nociceptivas ascendente<br />

Déficit de señales inhibitorias descendentes<br />

Actividad neuronaI espontánea<br />

Disminución del umbral de activación<br />

Expansión del campo receptivo<br />

Daño estructural<br />

Lesión médula ósea<br />

Remodelación hueso<br />

subconcandral<br />

Formación de osteocitos<br />

Inflamación (sinovitis)<br />

Nuevo crecimiento neuronol<br />

(cartílago y meniscos)<br />

Neovascularización<br />

* GNF: factor de crecimiento neuronal, CGRP; péptido relacionado con el gen<br />

de la calcitonina, VIP: péptido intestinal vasoactivo, TRPV1: receptor<br />

vallinoide, OR: receptor de opioides. CCL2 y CCR2: ligando de quimoquinas<br />

MEDIDAS FARMACOLÓGICAS<br />

Majeed y colaboradores presentaron una revision<br />

descriptiva de las opciones farmacológicas<br />

disponibles para los pacientes con OA que fallan con el<br />

abordaje no farmacológico para reducir el dolor y<br />

maximizar la función.<br />

Medicamentos tradicionales<br />

Antinflamatorios No Esteroideos<br />

Los Antinflamatorios No Esteroideos (AINEs) son<br />

indicados con frecuencia en OA, su mecanismo de<br />

acción incluye efectos periféricos y centrales para<br />

tratar el dolor. Desde hace más de <strong>20</strong> años se ha<br />

establecido que aumentan la serotonina a nivel de<br />

SNC e inhiben la actividad de las enzimas<br />

Cicloxigenasas (COX) 1 y 2 a nivel periférico, lo cual<br />

conduce a disminución de la síntesis de<br />

7<br />

prostaglandinas y resulta en analgesia. Se ha<br />

reportado que las presentaciones tópicas y orales son<br />

igualmente efectivas en alivio del dolor en la OA<br />

localizada, tanto en una sola articulación o en<br />

pequeñas articulaciones, con un riesgo limitado de<br />

8<br />

efectos adversos .<br />

El más común es diclofenac tópico, cuya exposición<br />

sistémica es 5 a 17 veces menor a su administración<br />

oral y a pesar de su bajo nivel sérico ha demostrado<br />

una eficacia similar a la presentación oral en el<br />

9<br />

tratamiento del dolor, con un mejor perfil de seguridad.<br />

Algunos metanálisis sobre AINEs en OA de rodilla<br />

reportan un alivio del dolor a corto plazo (2-13<br />

semanas) pero con un tamaño del efecto de pequeño<br />

a moderado, limitado por los efectos adversos, y una<br />

Novedades en patología osteomioarticular<br />

revisión de 273 estudios no demostró diferencias en el<br />

8-11<br />

control del dolor entre diferentes AINEs.<br />

Los autores explicaron que en pacientes con OA en<br />

múltiples articulaciones que no respondan con AINEs<br />

tópico es posible indicar el uso oral. Según un<br />

metanálisis publicado en <strong>20</strong>17, que evaluó tres<br />

fármacos en diferentes dosis (diclofenac 150 mg/día -<br />

etoricoxib 30 mg/d, 60 mg/d y 90 mg/d - rofecoxib 25<br />

mg/d y 50 mg/d), los más efectivos en OA de cadera y<br />

12<br />

rodilla fueron diclofenac y etoricoxib 60 mg/d.<br />

Comentaron que los AINEs reportan un aumento del<br />

riesgo de complicaciones gastrointestinales y de<br />

eventos cardiovasculares adversos, por lo tanto, se<br />

deben prescribir en la menor dosis efectiva durante el<br />

13,14,15<br />

mínimo tiempo requerido.<br />

Acetaminofén<br />

El acetaminofén ha sido un agente de primera línea en<br />

el tratamiento del dolor leve a moderado en OA. Su<br />

mecanismo de acción incluye acciones periféricas<br />

(inhibición de COX 1 y 2) y estimulación central<br />

independiente de la vía descendente serotoninérgica<br />

neuronal, inhibición de la vía L-arginina/ON,<br />

estimulación del sistema de endocanabinoides y<br />

16<br />

mecanismos antinociceptivos.<br />

Según la evidencia revisada por Majeed et al, los AINEs<br />

son superiores al acetaminofén en aliviar el dolor de<br />

cadera y rodilla en paciente con OA; en una revisión de<br />

Cochrane, el acetaminofén fue inferior a los AINEs en<br />

reducir el dolor y mejorar la función y con ambos se<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

57


OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

58<br />

obtuvieron mejores resultados que con placebo. En<br />

cuanto a efectos adversos gastrointestinales, se<br />

observan más con AINEs y se sugiere tener<br />

precaución con la sobresodis, en especial, en<br />

pacientes con daño hepático previo, por lo que la dosis<br />

17,18<br />

máxima recomendada es 3 g/d.<br />

Duloxetina<br />

Duloxetina es un inhibidor de la recaptación de<br />

serotonina y norepinefrina, y un analgésico de acción<br />

central. Está aprobada por la FDA para aliviar el dolor y<br />

mejorar la función en OA; ha demostrado efectividad<br />

como terapia adyuvante a los AINEs orales en OA de<br />

19,<strong>20</strong>,21<br />

rodilla.<br />

Capsaicina<br />

La capsaicina es un compuesto natural que se<br />

encuentra en el ají (chile), utilizado en forma tópica para<br />

aliviar el dolor. Una revisión de <strong>20</strong>18 reportó que su<br />

eficacia en el alivio del dolor en OA es limitada y no<br />

mejora la función; podría ser útil como adyuvante a<br />

otros tratamientos, en especial, en OA de una o pocas<br />

22<br />

articulaciones.<br />

Opioides<br />

Existe controversia respecto al uso crónico de opioides,<br />

debido a su perfil de efectos adversos serios. Su<br />

indicación a largo plazo se limita debido a su riesgo de<br />

causar tolerancia, adicción, sobredosis accidental e<br />

incluso muerte. Se ha observado que pueden asociarse<br />

23<br />

con inducción de hiperalgesia . Pueden prescribirse a<br />

la menor dosis efectiva por la menor duración en<br />

24<br />

pacientes cuidadosamente seleccionados.<br />

TRATAMIENTOS MODIFICADORES<br />

ARTICULARES<br />

Majeed y colaboradores indicaron que las drogas<br />

modificadoras de la OA han mostrado una eficacia<br />

comparable con AINEs y acetaminofen, con una<br />

buena tolerancia en el manejo del dolor; y se<br />

prescriben para intentar frenar o revertir el daño<br />

25<br />

causado por la enfermedad.<br />

Glucosamina y Condroitin<br />

La Glucosamina y el condroitin son sustancias<br />

extraídas de productos animales. Ambos incrementan<br />

26<br />

la síntesis de proteoglicanos en el cartílago articular.<br />

Condroitin, en monoterapia o en combinación con<br />

Glucosamina, ha sido estadísticamente más efectivo<br />

que placebo en aliviar el dolor en un período superior a<br />

27<br />

los 6 meses en pacientes con OA.<br />

En <strong>20</strong>16 se publicó un estudio multicéntrico,<br />

aleatorizado y doble ciego, de no inferioridad de<br />

Glucosamina y condroitin sulfato contra celecoxib, en<br />

el cual se reportó una eficacia comparable entre<br />

28<br />

ambos fármacos en dolor severo por OA de rodilla.<br />

Glucosamina más condroitin han demostrado ser<br />

útiles en aliviar el dolor, mejorar la funcionalidad,<br />

aumentar la movilidad y reducir la inflamación de la<br />

articulación, así como contribuir a una reducción<br />

significativa del estrechamiento del espacio articular<br />

29<br />

entre sujetos con OA sintomática de rodilla.<br />

Esteroides Intrarticulares<br />

Varios estudios a corto plazo (2 semanas) con<br />

esteroides intrarticulares han reportado que brindan<br />

una eficacia clínica moderada; sin embargo, no se han<br />

observado beneficios a largo plazo. Un ensayo a dos<br />

años, publicado en <strong>20</strong>15, demostró que estos<br />

fármacos causan una pérdida acelerada del cartílago<br />

en OA de rodilla y la mejoría del dolor fue similar a la<br />

administración de solución salina, por lo cual los<br />

autores de esta revisión indican que su uso debe<br />

30<br />

limitarse a las exacerbaciones agudas.<br />

Ácido Hialurónico<br />

El Ácido hialurónico (AH) se produce de manera natural<br />

en el líquido sinovial y su función es absorber el<br />

impacto y lubricar la articulación.<br />

El AH exógeno puede aumentar la síntesis por<br />

condrocitos del AH endógeno y los proteoglicanos; se<br />

considera que por esa vía previene la degradación y<br />

31<br />

promueve la regeneración del cartílago.<br />

Plasma Rico en Plaquetas<br />

El Plasma Rico en Plaquetas (PRP) contiene factores<br />

de crecimientos involucrados en la reparación del<br />

tejido articular. Hay evidencia de que una sola<br />

inyección de PRP puede mejorar la función y calidad<br />

de vida durante 6 meses; es superior a la inyección<br />

32<br />

salina para el dolor, rigidez y medidas de función.<br />

BIOLÓGICOS<br />

Los autores hicieron referencia a que la actualidad se<br />

están investigando agentes biológicos para el<br />

tratamiento de la OA; se trata de proteínas modificadas<br />

genéticamente, que actúan en blancos del sistema<br />

inmune y son muy específicas en la localización de su<br />

acción.<br />

Anticuerpos Monoclonales Anti Factor De<br />

Crecimiento Nervioso<br />

Aunque los anticuerpos monoclonales que inhiben el<br />

FCN han demostrados ser beneficiosos en el<br />

tratamiento del dolor en OA, en <strong>20</strong>10 la FDA les colocó<br />

una advertencia, debido a la preocupación sobre su<br />

asociación con OA rápidamente progresiva y<br />

Novedades en patología osteomioarticular


33<br />

osteonecrosis, incluso en articulaciones no blanco.<br />

Luego de una exhaustiva revisión, en <strong>20</strong>15 se retiró la<br />

advertencia; se observó que las dosis altas de los anti-<br />

FCN pueden causar parestesias reversibles y<br />

34<br />

disestesias.<br />

El tanezumab es el más estudiado de estos<br />

anticuerpos monoclonales para el tratamiento de OA,<br />

con gran eficacia en el manejo del dolor, en<br />

35<br />

comparación con opioides y AINES . En dos<br />

metanálisis los pacientes tratados con tanezumab<br />

tuvieron mejoría significativamente superior a placebo<br />

36,37<br />

en dolor, estado funcional y apreciación global.<br />

Tanezumab, fulranumab y fasinumab han demostrado<br />

superioridad contra placebo en el tratamiento de OA<br />

34<br />

de cadera y rodilla.<br />

Otros Anticuerpos<br />

Los autores acotaron que, en la actualidad, se están<br />

realizando varios ensayos clínicos para evaluar la<br />

eficacia de una variedad de anticuerpos contra<br />

diferentes citoquinas y factores de crecimientos. Entre<br />

los fármacos en investigación están: adalimumab y<br />

tocilizumab, cuyos blancos son TNF e IL-6,<br />

respectivamente, así como un anticuerpo anti-colonia<br />

38<br />

formadora de granulocitos y macrófagos.<br />

Agentes Novedosos y Futuras Indicaciones<br />

Por último, Majeed y colaboradores comentaron que<br />

se está investigando el papel en el manejo del dolor en<br />

OA de pequeñas moléculas dirigidas a canales iónicos<br />

y receptores acoplados a la proteína G (CPCRs -siglas<br />

39<br />

en inglés-).<br />

Se están desarrollando nuevas drogas dirigidas a<br />

canales de sodio dependientes de voltaje (NaV1.7 y<br />

NaV1.8). Hay estudios iniciales con NaV1.8, ranelato<br />

de estroncio, factor de crecimiento de fibroblastos<br />

humanos 18 (esprifermina) y TRPV1, con resultados<br />

prometedores. Los fármacos con mecanismos de<br />

acción relacionados con receptores canabinoides o<br />

selectivos para receptores opioides también tienen<br />

38<br />

potencial terapéutico.<br />

Además, se está intentando desarrollar medicamentos<br />

para el dolor que brinden analgesia central similar a los<br />

40<br />

opioides, sin el riesgo de uso inadecuado o adicción.<br />

CONCLUSIÓN<br />

Majeed y colaboradores finalizaron acotando que mientras las metas primarias para el tratamiento de la OA son<br />

alivio del dolor, maximización de la función y disminución del daño articular, la mayoría de las terapias disponibles<br />

se centran en el manejo del dolor.<br />

La primera línea terapéutica es no farmacológica y consta de reducción de peso, ejercicio y terapias cognitivas<br />

conductuales. Afirman que si luego de la terapia tópica, el paciente no mejora, el clínico debe indicar la vía oral<br />

con condroitin, Glucosamina, AINES, acetaminofén y/o duloxetina. Los opioides deben considerarse como la<br />

última línea de tratamiento.<br />

Las terapias biológicas (anticuerpos anti FCN y otros agentes novedosos) representan una excitante nueva<br />

frontera en el tratamiento de OA; se requieren evidencias sobre la eficacia en el manejo del dolor de<br />

medicamentos que modifican la estructura (agentes anabólicos y aquellos basados en células madre).<br />

Concluyeron planteando que la comprensión sobre el dolor en OA requiere de mucha más investigación.<br />

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OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

59


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OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

60<br />

Novedades en patología osteomioarticular


Teoría del<br />

Sistema<br />

Nervioso<br />

Central para<br />

la <strong>Osteo</strong>artritis<br />

Cambios del<br />

sistema simpático<br />

Oportunidades<br />

más allá<br />

de la articulación<br />

Inflamación de<br />

bajo grado<br />

Alteración de la sincronización<br />

(excitatoria/inhibitoria)<br />

Circuitos de retroalimentación<br />

articular propios<br />

Tono simpático desbalanceado:<br />

• Aumento influjo simpático (luchar,<br />

huir)<br />

• Disminución parasimpático (reposo)<br />

• Altera múltiples funciones<br />

corporales<br />

• Hábitos de vida<br />

• Reduce la reserva fisiológica<br />

para responder al estrés<br />

Médula ósea (MO):<br />

• Aumento de la salida de neutrófilos y<br />

monocitos inflamatorios<br />

• Tráfico y proliferación de leucocitos<br />

• Aumento de la respuesta inmune<br />

mediada por células<br />

Aumento de la producción de citoquinas<br />

MCP-1,TNF α, Il-1β, IL-6<br />

Eje Hipotálamo-Hipófisis-Adrenal (HPA)<br />

sobre regulado:<br />

CHR,Vasopresina<br />

Neuronas del núcleo paraventricular de hipotálamo<br />

Metabolismo y<br />

regulación Redox<br />

Microbioma<br />

intestinal<br />

Estado catabólico aberrante del<br />

Condrocito<br />

• Disminución de la producción ATP por<br />

mitocondrias<br />

• Aumento de producción de productos de<br />

glicación avanzados (AGE)<br />

Aumento del estrés oxidativo<br />

Disfunción endotelial<br />

• Aumento de citoquinas inflamatorias<br />

inducidas por Condrocitos<br />

• Catabolismo de la matriz extracelular<br />

(EC), Calcificación de la matriz<br />

• Aumento de la apoptosis de condrocitos<br />

Componentes bacterianos atraviesan<br />

las barreras intestinales<br />

Transfieren información entre:<br />

Intestina-SNC-células inmunesarticulación<br />

Interacción mediada por<br />

receptores:<br />

• Directa de la carga celular al huésped<br />

• Alteración de programa de expresión<br />

genética<br />

Morris Jl et al. The CNS theory of osteoarthritis: Opportunities beyond the joint. Semin Arthritis Rheum. <strong>20</strong>19 Mar 16.


Plasma Rico en Plaquetas<br />

versus Ácido Hialurónico<br />

para el tratamiento de<br />

<strong>Osteo</strong>artritis de rodilla<br />

Resultados a 5 años de un ensayo clínico doble ciego,<br />

aleatorizado y controlado<br />

Di Martino A, Di Matteo B, Papio T, Tentoni F, Selleri F, Cenacchi A, et al: Platelet-Rich Plasma<br />

Versus Hyaluronic Acid Injections for the Treatment of Knee <strong>Osteo</strong>arthritis. Am J Sports Med <strong>20</strong>18.<br />

Doi: 10.1177/0363546518814532<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

62<br />

Se considera que las inyecciones de plasma rico<br />

en plaquetas pueden ser una nueva opción<br />

conservadora en el manejo de la degeneración<br />

de rodilla, para aliviar los síntomas y retardar la<br />

intervención quirúrgica. Aunque en la literatura<br />

actual hay alguna evidencia sobre los beneficios<br />

de esta técnica en comparación con la<br />

viscosuplementación, no se han realizado<br />

estudios que comparen sus efectos a largo<br />

plazo. Di Martino y colaboradores realizaron un<br />

estudio prospectivo, controlado, aelatorizado y<br />

doble ciego, en el que compararon los efectos<br />

clínicos a largo plazo de la inyección intrarticular<br />

de plasma rico en plaquetas y ácido hialurónico<br />

en la enfermedad degenerativa de la rodilla.<br />

Incluyeron 192 pacientes con osteoartritis<br />

sintomática de rodilla, aleatorizados a recibir tres<br />

inyecciones de alguno de los dos productos; los<br />

evaluaron antes de la primera inyección, a los 2,<br />

6, 12, y 24 meses. El análisis comparativo no<br />

mostró diferencias intergrupales significativas en<br />

ninguna de las puntuaciones clínicas ni en los<br />

puntos de seguimiento; concluyeron que ambos<br />

tratamientos son efectivos en mejorar la función<br />

y los síntomas a largo plazo, y reportaron la<br />

misma duración del efecto.<br />

En vista del incremento del interés observado en la<br />

última década respecto a los productos derivados de<br />

la sangre, así como de la posibilidad de modular el<br />

ambiente intrarticular con productos biológicos, Di<br />

Martino y colaboradores consideraron que la<br />

aplicación racional de Plasma Rico en Plaquetas (PRP)<br />

podría ser una opción para el tratamiento de la<br />

1-3<br />

<strong>Osteo</strong>artritis (OA).<br />

Aunque no hay recomendaciones establecidas,<br />

muchos clínicos están administrando PRP Intrarticular<br />

(PRP-IA) en vista de los alentadores resultados clínicos<br />

reportados en las evidencias preliminares, como una<br />

opción terapéutica al Ácido Hialurónico (AH) y los<br />

4<br />

corticosteroides.<br />

Con base en el estudio de Filardo (<strong>20</strong>15), plantearon<br />

que las ventajas teóricas del PRP-IA son: un cóctel de<br />

moléculas bioactivas concentradas, su naturaleza<br />

autóloga y la ausencia de los efectos adversos de<br />

otros fármacos comunes. Luego de los reportes<br />

iniciales, surge la interrogante respecto a la efectividad<br />

real de PRP-IA en el tratamiento de la OA, en<br />

5<br />

comparación con los tratamientos establecidos.<br />

La literatura disponible que consultaron muestra que el<br />

PRP-IA es mejor que placebo, solo ha sido comparado<br />

con corticoesteroides y no se ha documentado su<br />

superioridad frente al AH, que es la molécula más<br />

utilizada para el tratamiento intrarticular de la OA.<br />

Por lo tanto, el objetivo central de este ensayo clínico,<br />

prospectivo, controlado y doble ciego, fue comparar la<br />

inyección de PRP y de AH en el tratamiento de la OA de<br />

rodilla, en términos de beneficios clínicos, duración del<br />

efecto y tasa de reintervención.<br />

Según los autores, así podría comprenderse si la<br />

aproximación biológica provee resultados más a largo<br />

plazo en comparación con la viscosuplementación.<br />

Incluyeron 192 pacientes con:<br />

1.- Rodilla sintomática unilateral con historia de dolor<br />

crónico (al menos 4 meses) o hinchazón<br />

2.- Hallazgos de imágenes de enfermedad<br />

degenerativa articular, condropatía (Kellgren-<br />

Lawrence grado 0, detectada por imágenes de<br />

resonancia magnética) u OA (Kellgren-Lawrence<br />

grado 1-3)<br />

3.- Edad: entre 18 y 80 años<br />

4.- Sin desviación axial mayor (varus > 5°, valgus > 5°)<br />

Novedades en patología osteomioarticular


5.- Sin lesiones osteocondrales o condrales focales<br />

6.- Sin lesiones de rodilla que causen dolor o<br />

hinchazón (ej: lesiones ligamentarias o de<br />

meniscos)<br />

7.- S i n e n f e r m e d a d e s h e m a t o l ó g i c a s ,<br />

cardiovasculares, infecciosas ni inmunosupresión<br />

8.- Niveles de Hb mayores de 11 g/dL y contaje<br />

plaquetario mayor de 150.000/mm<br />

Los distribuyeron al azar en 2 grupos de tratamiento,<br />

que recibieron por 3 semanas PRP-IA rico en<br />

leucocitos o AH de alto peso molecular (>1500 KDa).<br />

Elaboraron el PRP con el método de doble<br />

centrifugación con activación por adición de cloruro de<br />

0,014). En el análisis final se excluyeron 25 pacientes<br />

(14 del AH y 11 del PRP-IA) debido a falta de datos para<br />

la evaluación a largo plazo.<br />

Grupo PRP<br />

Di Martino et al indicaron que el grupo que recibió PRP-<br />

IA presento mejoría significativa en todas las<br />

puntuaciones de los parámetros clínicos. En particular,<br />

el IKDC subjetivo se incrementó de 53,3 ±14,3 a 63,4<br />

± 16,7 a los 2 meses (P < 0,0005) y permaneció<br />

estable por más de 24 meses (Figura 1).<br />

Observaron una significativa reducción en el IKDC<br />

subjetivo luego de los 2 años de evaluación, aunque<br />

100<br />

90<br />

80<br />

70<br />

60<br />

50<br />

40<br />

30<br />

<strong>20</strong><br />

10<br />

0<br />

PRP<br />

AH<br />

Basal 2m 6 m 12m 24m Final Basal 2m 6 m 12m 24m Final<br />

Figure 1. International Knee Documentation Committee (IKDC) puntuación subjetiva: tendencia en ambos grupos de tratamiento a nivel basal; 2, 6,<br />

12 y 24 meses, media de 64,3 meses de seguimiento (se muestran valor medio y quartiles). PRP: Plasma Rico en Plaquetas; AH: Ácido Hialurónico.<br />

calcio al 10 %, lo cual permitió un incremento en el<br />

número de plaquetas de una media ± SD de 4,6 ± 1,4<br />

veces comparados con los valores basales, los<br />

leucocitos también estuvieron presentes con una<br />

concentración media de 1,1 ± 0,5 veces comparados<br />

con los valores sanguíneos normales.<br />

Realizaron el seguimiento antes de cada inyección y a<br />

las 2, 6, 12 y 24 meses, con las siguientes<br />

herramientas de evaluación: el índice subjetivo del<br />

International Knee Documentation Committee (IKDC),<br />

la escala visual de calidad de vida (EQ-VAS -siglas en<br />

inglés-) y la puntuación de Tegner.<br />

Los grupos fueron homogéneos en todos los<br />

parámetros excepto en la edad, que fue<br />

significativamente menor en el grupo de PRP-IA (P =<br />

Novedades en patología osteomioarticular<br />

fue regresando a la línea basal pretratamiento, lo cual<br />

también detectaron en la puntuación EQ-VAS.<br />

Igualmente, en la puntuación de Tegner, reportaron una<br />

mejoría significativa de los valores pretratamiento (3,0 ±<br />

1,3) y a los 2 meses (3,6 ± 1,4 / P < 0,0005), para<br />

luego de los 24 meses observar un retorno gradual a<br />

los valores basales registrados antes de la inyección.<br />

No documentaron correlación entre el nivel de<br />

degeneración articular o factores demográficos y la<br />

evolución clínica.<br />

Grupo de AH<br />

En el grupo que recibió AH-IA la puntuación subjetiva<br />

de IKDC aumentó de 50,3 ± 13,2 a 64,3 ± 14,7 a los 2<br />

meses (P < 0,0005) y permaneció estable durante los<br />

siguientes 24 meses, luego de lo cual reportaron un<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

63


Novedades en patología steomioarticular<br />

o<br />

OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

64<br />

regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />

Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />

documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />

observaron una mejoría significativa de los niveles<br />

pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />

con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />

que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />

después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />

pretratamiento.<br />

Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />

clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />

seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />

investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />

observado un uso indiscriminado de los productos<br />

6<br />

derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />

están: la falta de poder y población de pacientes no<br />

“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />

lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />

además los pocos estudios disponibles que<br />

comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />

5,8-10<br />

contradictorios.<br />

Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />

la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />

la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />

No reportaron correlación entre la degeneración<br />

articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />

PRP VS AH<br />

Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />

hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />

significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />

plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />

efecto.<br />

Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />

pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />

revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />

los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />

en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />

un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />

11<br />

tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />

Según los autores de esta investigación, ambos<br />

tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />

funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />

análisis comparativo no mostró diferencias<br />

significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />

seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />

(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />

significativas entre la duración del efecto de ambos<br />

tratamientos (Figura 2).<br />

DISCUSIÓN<br />

Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />

ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />

datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />

reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />

las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />

más de 5 años.<br />

Figura 2. Curva de Sobrevida del efecto beneficioso debido a los tratamientos infiltrados. (media, 12 meses para Plasma Rico<br />

en Plaquetas (PRP), 9 meses para Acido Hialuronico (AH)). P no significativa.<br />

Sobrevida acumulada<br />

Años<br />

100<br />

90<br />

80<br />

70<br />

60<br />

50<br />

40<br />

30<br />

<strong>20</strong><br />

10<br />

0<br />

0 1 2 3 4 5 6 7<br />

regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />

Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />

documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />

observaron una mejoría significativa de los niveles<br />

pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />

con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />

que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />

después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />

pretratamiento.<br />

Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />

clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />

seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />

investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />

observado un uso indiscriminado de los productos<br />

6<br />

derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />

están: la falta de poder y población de pacientes no<br />

“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />

lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />

además los pocos estudios disponibles que<br />

comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />

5,8-10<br />

contradictorios.<br />

Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />

la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />

la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />

No reportaron correlación entre la degeneración<br />

articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />

PRP VS AH<br />

Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />

hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />

significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />

plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />

efecto.<br />

Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />

pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />

revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />

los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />

en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />

un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />

11<br />

tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />

Según los autores de esta investigación, ambos<br />

tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />

funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />

análisis comparativo no mostró diferencias<br />

significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />

seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />

(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />

significativas entre la duración del efecto de ambos<br />

tratamientos (Figura 2).<br />

DISCUSIÓN<br />

Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />

ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />

datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />

reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />

las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />

más de 5 años.<br />

regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />

Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />

documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />

observaron una mejoría significativa de los niveles<br />

pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />

con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />

que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />

después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />

pretratamiento.<br />

Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />

clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />

seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />

investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />

observado un uso indiscriminado de los productos<br />

6<br />

derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />

están: la falta de poder y población de pacientes no<br />

“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />

lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />

además los pocos estudios disponibles que<br />

comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />

5,8-10<br />

contradictorios.<br />

Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />

la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />

la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />

No reportaron correlación entre la degeneración<br />

articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />

PRP VS AH<br />

Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />

hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />

significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />

plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />

efecto.<br />

Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />

pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />

revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />

los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />

en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />

un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />

11<br />

tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />

Según los autores de esta investigación, ambos<br />

tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />

funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />

análisis comparativo no mostró diferencias<br />

significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />

seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />

(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />

significativas entre la duración del efecto de ambos<br />

tratamientos (Figura 2).<br />

DISCUSIÓN<br />

Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />

ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />

datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />

reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />

las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />

más de 5 años.<br />

regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />

Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />

documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />

observaron una mejoría significativa de los niveles<br />

pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />

con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />

que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />

después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />

pretratamiento.<br />

Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />

clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />

seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />

investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />

observado un uso indiscriminado de los productos<br />

6<br />

derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />

están: la falta de poder y población de pacientes no<br />

“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />

lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />

además los pocos estudios disponibles que<br />

comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />

5,8-10<br />

contradictorios.<br />

Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />

la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />

la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />

No reportaron correlación entre la degeneración<br />

articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />

PRP VS AH<br />

Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />

hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />

significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />

plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />

efecto.<br />

Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />

pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />

revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />

los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />

en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />

un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />

11<br />

tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />

Según los autores de esta investigación, ambos<br />

tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />

funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />

análisis comparativo no mostró diferencias<br />

significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />

seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />

(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />

significativas entre la duración del efecto de ambos<br />

tratamientos (Figura 2).<br />

DISCUSIÓN<br />

Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />

ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />

datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />

reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />

las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />

más de 5 años.<br />

regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />

Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />

documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />

observaron una mejoría significativa de los niveles<br />

pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />

con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />

que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />

después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />

pretratamiento.<br />

Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />

clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />

seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />

investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />

observado un uso indiscriminado de los productos<br />

6<br />

derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />

están: la falta de poder y población de pacientes no<br />

“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />

lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />

además los pocos estudios disponibles que<br />

comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />

5,8-10<br />

contradictorios.<br />

Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />

la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />

la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />

No reportaron correlación entre la degeneración<br />

articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />

PRP VS AH<br />

Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />

hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />

significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />

plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />

efecto.<br />

Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />

pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />

revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />

los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />

en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />

un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />

11<br />

tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />

Según los autores de esta investigación, ambos<br />

tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />

funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />

análisis comparativo no mostró diferencias<br />

significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />

seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />

(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />

significativas entre la duración del efecto de ambos<br />

tratamientos (Figura 2).<br />

DISCUSIÓN<br />

Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />

ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />

datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />

reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />

las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />

más de 5 años.<br />

regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />

Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />

documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />

observaron una mejoría significativa de los niveles<br />

pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />

con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />

que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />

después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />

pretratamiento.<br />

Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />

clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />

seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />

investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />

observado un uso indiscriminado de los productos<br />

6<br />

derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />

están: la falta de poder y población de pacientes no<br />

“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />

lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />

además los pocos estudios disponibles que<br />

comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />

5,8-10<br />

contradictorios.<br />

Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />

la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />

la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />

No reportaron correlación entre la degeneración<br />

articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />

PRP VS AH<br />

Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />

hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />

significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />

plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />

efecto.<br />

Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />

pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />

revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />

los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />

en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />

un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />

11<br />

tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />

Según los autores de esta investigación, ambos<br />

tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />

funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />

análisis comparativo no mostró diferencias<br />

significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />

seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />

(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />

significativas entre la duración del efecto de ambos<br />

tratamientos (Figura 2).<br />

DISCUSIÓN<br />

Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />

ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />

datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />

reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />

las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />

más de 5 años.<br />

regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />

Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />

documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />

observaron una mejoría significativa de los niveles<br />

pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />

con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />

que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />

después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />

pretratamiento.<br />

Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />

clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />

seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />

investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />

observado un uso indiscriminado de los productos<br />

6<br />

derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />

están: la falta de poder y población de pacientes no<br />

“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />

lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />

además los pocos estudios disponibles que<br />

comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />

5,8-10<br />

contradictorios.<br />

Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />

la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />

la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />

No reportaron correlación entre la degeneración<br />

articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />

PRP VS AH<br />

Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />

hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />

significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />

plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />

efecto.<br />

Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />

pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />

revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />

los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />

en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />

un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />

11<br />

tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />

Según los autores de esta investigación, ambos<br />

tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />

funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />

análisis comparativo no mostró diferencias<br />

significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />

seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />

(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />

significativas entre la duración del efecto de ambos<br />

tratamientos (Figura 2).<br />

DISCUSIÓN<br />

Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />

ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />

datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />

reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />

las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />

más de 5 años.<br />

regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />

Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />

documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />

observaron una mejoría significativa de los niveles<br />

pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />

con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />

que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />

después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />

pretratamiento.<br />

Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />

clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />

seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />

investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />

observado un uso indiscriminado de los productos<br />

6<br />

derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />

están: la falta de poder y población de pacientes no<br />

“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />

lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />

además los pocos estudios disponibles que<br />

comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />

5,8-10<br />

contradictorios.<br />

Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />

la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />

la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />

No reportaron correlación entre la degeneración<br />

articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />

PRP VS AH<br />

Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />

hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />

significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />

plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />

efecto.<br />

Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />

pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />

revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />

los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />

en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />

un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />

11<br />

tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />

Según los autores de esta investigación, ambos<br />

tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />

funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />

análisis comparativo no mostró diferencias<br />

significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />

seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />

(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />

significativas entre la duración del efecto de ambos<br />

tratamientos (Figura 2).<br />

DISCUSIÓN<br />

Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />

ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />

datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />

reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />

las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />

más de 5 años.<br />

regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />

Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />

documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />

observaron una mejoría significativa de los niveles<br />

pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />

con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />

que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />

después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />

pretratamiento.<br />

Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />

clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />

seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />

investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />

observado un uso indiscriminado de los productos<br />

6<br />

derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />

están: la falta de poder y población de pacientes no<br />

“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />

lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />

además los pocos estudios disponibles que<br />

comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />

5,8-10<br />

contradictorios.<br />

Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />

la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />

la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />

No reportaron correlación entre la degeneración<br />

articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />

PRP VS AH<br />

Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />

hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />

significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />

plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />

efecto.<br />

Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />

pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />

revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />

los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />

en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />

un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />

11<br />

tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />

Según los autores de esta investigación, ambos<br />

tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />

funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />

análisis comparativo no mostró diferencias<br />

significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />

seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />

(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />

significativas entre la duración del efecto de ambos<br />

tratamientos (Figura 2).<br />

DISCUSIÓN<br />

Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />

ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />

datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />

reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />

las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />

más de 5 años.<br />

regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />

Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />

documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />

observaron una mejoría significativa de los niveles<br />

pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />

con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />

que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />

después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />

pretratamiento.<br />

Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />

clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />

seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />

investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />

observado un uso indiscriminado de los productos<br />

6<br />

derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />

están: la falta de poder y población de pacientes no<br />

“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />

lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />

además los pocos estudios disponibles que<br />

comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />

5,8-10<br />

contradictorios.<br />

Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />

la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />

la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />

No reportaron correlación entre la degeneración<br />

articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />

PRP VS AH<br />

Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />

hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />

significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />

plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />

efecto.<br />

Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />

pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />

revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />

los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />

en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />

un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />

11<br />

tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />

Según los autores de esta investigación, ambos<br />

tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />

funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />

análisis comparativo no mostró diferencias<br />

significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />

seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />

(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />

significativas entre la duración del efecto de ambos<br />

tratamientos (Figura 2).<br />

DISCUSIÓN<br />

Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />

ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />

datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />

reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />

las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />

más de 5 años.<br />

regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />

Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />

documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />

observaron una mejoría significativa de los niveles<br />

pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />

con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />

que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />

después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />

pretratamiento.<br />

Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />

clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />

seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />

investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />

observado un uso indiscriminado de los productos<br />

6<br />

derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />

están: la falta de poder y población de pacientes no<br />

“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />

lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />

además los pocos estudios disponibles que<br />

comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />

5,8-10<br />

contradictorios.<br />

Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />

la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />

la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />

No reportaron correlación entre la degeneración<br />

articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />

PRP VS AH<br />

Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />

hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />

significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />

plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />

efecto.<br />

Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />

pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />

revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />

los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />

en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />

un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />

11<br />

tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />

Según los autores de esta investigación, ambos<br />

tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />

funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />

análisis comparativo no mostró diferencias<br />

significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />

seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />

(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />

significativas entre la duración del efecto de ambos<br />

tratamientos (Figura 2).<br />

DISCUSIÓN<br />

Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />

ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />

datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />

reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />

las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />

más de 5 años.<br />

regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />

Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />

documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />

observaron una mejoría significativa de los niveles<br />

pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />

con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />

que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />

después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />

pretratamiento.<br />

Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />

clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />

seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />

investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />

observado un uso indiscriminado de los productos<br />

6<br />

derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />

están: la falta de poder y población de pacientes no<br />

“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />

lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />

además los pocos estudios disponibles que<br />

comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />

5,8-10<br />

contradictorios.<br />

Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />

la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />

la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />

No reportaron correlación entre la degeneración<br />

articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />

PRP VS AH<br />

Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />

hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />

significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />

plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />

efecto.<br />

Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />

pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />

revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />

los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />

en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />

un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />

11<br />

tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />

Según los autores de esta investigación, ambos<br />

tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />

funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />

análisis comparativo no mostró diferencias<br />

significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />

seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />

(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />

significativas entre la duración del efecto de ambos<br />

tratamientos (Figura 2).<br />

DISCUSIÓN<br />

Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />

ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />

datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />

reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />

las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />

más de 5 años.<br />

regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />

Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />

documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />

observaron una mejoría significativa de los niveles<br />

pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />

con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />

que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />

después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />

pretratamiento.<br />

Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />

clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />

seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />

investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />

observado un uso indiscriminado de los productos<br />

6<br />

derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />

están: la falta de poder y población de pacientes no<br />

“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />

lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />

además los pocos estudios disponibles que<br />

comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />

5,8-10<br />

contradictorios.<br />

Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />

la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />

la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />

No reportaron correlación entre la degeneración<br />

articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />

PRP VS AH<br />

Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />

hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />

significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />

plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />

efecto.<br />

Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />

pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />

revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />

los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />

en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />

un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />

11<br />

tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />

Según los autores de esta investigación, ambos<br />

tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />

funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />

análisis comparativo no mostró diferencias<br />

significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />

seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />

(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />

significativas entre la duración del efecto de ambos<br />

tratamientos (Figura 2).<br />

DISCUSIÓN<br />

Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />

ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />

datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />

reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />

las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />

más de 5 años.<br />

regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />

Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />

documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />

observaron una mejoría significativa de los niveles<br />

pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />

con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />

que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />

después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />

pretratamiento.<br />

Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />

clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />

seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />

investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />

observado un uso indiscriminado de los productos<br />

6<br />

derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />

están: la falta de poder y población de pacientes no<br />

“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />

lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />

además los pocos estudios disponibles que<br />

comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />

5,8-10<br />

contradictorios.<br />

Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />

la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />

la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />

No reportaron correlación entre la degeneración<br />

articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />

PRP VS AH<br />

Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />

hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />

significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />

plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />

efecto.<br />

Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />

pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />

revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />

los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />

en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />

un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />

11<br />

tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />

Según los autores de esta investigación, ambos<br />

tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />

funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />

análisis comparativo no mostró diferencias<br />

significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />

seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />

(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />

significativas entre la duración del efecto de ambos<br />

tratamientos (Figura 2).<br />

DISCUSIÓN<br />

Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />

ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />

datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />

reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />

las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />

más de 5 años.<br />

regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />

Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />

documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />

observaron una mejoría significativa de los niveles<br />

pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />

con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />

que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />

después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />

pretratamiento.<br />

Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />

clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />

seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />

investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />

observado un uso indiscriminado de los productos<br />

6<br />

derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />

están: la falta de poder y población de pacientes no<br />

“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />

lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />

además los pocos estudios disponibles que<br />

comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />

5,8-10<br />

contradictorios.<br />

Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />

la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />

la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />

No reportaron correlación entre la degeneración<br />

articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />

PRP VS AH<br />

Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />

hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />

significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />

plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />

efecto.<br />

Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />

pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />

revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />

los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />

en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />

un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />

11<br />

tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />

Según los autores de esta investigación, ambos<br />

tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />

funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />

análisis comparativo no mostró diferencias<br />

significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />

seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />

(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />

significativas entre la duración del efecto de ambos<br />

tratamientos (Figura 2).<br />

DISCUSIÓN<br />

Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />

ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />

datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />

reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />

las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />

más de 5 años.<br />

regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />

Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />

documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />

observaron una mejoría significativa de los niveles<br />

pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />

con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />

que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />

después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />

pretratamiento.<br />

Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />

clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />

seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />

investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />

observado un uso indiscriminado de los productos<br />

6<br />

derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />

están: la falta de poder y población de pacientes no<br />

“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />

lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />

además los pocos estudios disponibles que<br />

comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />

5,8-10<br />

contradictorios.<br />

Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />

la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />

la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />

No reportaron correlación entre la degeneración<br />

articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />

PRP VS AH<br />

Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />

hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />

significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />

plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />

efecto.<br />

Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />

pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />

revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />

los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />

en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />

un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />

11<br />

tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />

Según los autores de esta investigación, ambos<br />

tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />

funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />

análisis comparativo no mostró diferencias<br />

significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />

seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />

(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />

significativas entre la duración del efecto de ambos<br />

tratamientos (Figura 2).<br />

DISCUSIÓN<br />

Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />

ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />

datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />

reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />

las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />

más de 5 años.<br />

regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />

Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />

documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />

observaron una mejoría significativa de los niveles<br />

pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />

con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />

que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />

después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />

pretratamiento.<br />

Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />

clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />

seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />

investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />

observado un uso indiscriminado de los productos<br />

6<br />

derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />

están: la falta de poder y población de pacientes no<br />

“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />

lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />

además los pocos estudios disponibles que<br />

comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />

5,8-10<br />

contradictorios.<br />

Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />

la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />

la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />

No reportaron correlación entre la degeneración<br />

articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />

PRP VS AH<br />

Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />

hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />

significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />

plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />

efecto.<br />

Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />

pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />

revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />

los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />

en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />

un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />

11<br />

tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />

Según los autores de esta investigación, ambos<br />

tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />

funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />

análisis comparativo no mostró diferencias<br />

significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />

seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />

(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />

significativas entre la duración del efecto de ambos<br />

tratamientos (Figura 2).<br />

DISCUSIÓN<br />

Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />

ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />

datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />

reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />

las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />

más de 5 años.<br />

regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />

Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />

documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />

observaron una mejoría significativa de los niveles<br />

pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />

con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />

que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />

después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />

pretratamiento.<br />

Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />

clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />

seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />

investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />

observado un uso indiscriminado de los productos<br />

6<br />

derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />

están: la falta de poder y población de pacientes no<br />

“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />

lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />

además los pocos estudios disponibles que<br />

comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />

5,8-10<br />

contradictorios.<br />

Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />

la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />

la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />

No reportaron correlación entre la degeneración<br />

articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />

PRP VS AH<br />

Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />

hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />

significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />

plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />

efecto.<br />

Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />

pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />

revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />

los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />

en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />

un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />

11<br />

tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />

Según los autores de esta investigación, ambos<br />

tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />

funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />

análisis comparativo no mostró diferencias<br />

significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />

seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />

(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />

significativas entre la duración del efecto de ambos<br />

tratamientos (Figura 2).<br />

DISCUSIÓN<br />

Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />

ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />

datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />

reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />

las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />

más de 5 años.<br />

regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />

Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />

documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />

observaron una mejoría significativa de los niveles<br />

pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />

con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />

que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />

después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />

pretratamiento.<br />

Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />

clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />

seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />

investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />

observado un uso indiscriminado de los productos<br />

6<br />

derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />

están: la falta de poder y población de pacientes no<br />

“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />

lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />

además los pocos estudios disponibles que<br />

comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />

5,8-10<br />

contradictorios.<br />

Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />

la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />

la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />

No reportaron correlación entre la degeneración<br />

articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />

PRP VS AH<br />

Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />

hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />

significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />

plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />

efecto.<br />

Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />

pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />

revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />

los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />

en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />

un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />

11<br />

tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />

Según los autores de esta investigación, ambos<br />

tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />

funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />

análisis comparativo no mostró diferencias<br />

significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />

seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />

(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />

significativas entre la duración del efecto de ambos<br />

tratamientos (Figura 2).<br />

DISCUSIÓN<br />

Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />

ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />

datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />

reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />

las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />

más de 5 años.<br />

regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />

Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />

documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />

observaron una mejoría significativa de los niveles<br />

pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />

con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />

que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />

después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />

pretratamiento.<br />

Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />

clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />

seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />

investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />

observado un uso indiscriminado de los productos<br />

6<br />

derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />

están: la falta de poder y población de pacientes no<br />

“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />

lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />

además los pocos estudios disponibles que<br />

comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />

5,8-10<br />

contradictorios.<br />

Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />

la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />

la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />

No reportaron correlación entre la degeneración<br />

articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />

PRP VS AH<br />

Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />

hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />

significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />

plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />

efecto.<br />

Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />

pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />

revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />

los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />

en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />

un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />

11<br />

tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />

Según los autores de esta investigación, ambos<br />

tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />

funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />

análisis comparativo no mostró diferencias<br />

significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />

seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />

(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />

significativas entre la duración del efecto de ambos<br />

tratamientos (Figura 2).<br />

DISCUSIÓN<br />

Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />

ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />

datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />

reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />

las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />

más de 5 años.<br />

regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />

Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />

documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />

observaron una mejoría significativa de los niveles<br />

pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />

con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />

que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />

después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />

pretratamiento.<br />

Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />

clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />

seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />

investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />

observado un uso indiscriminado de los productos<br />

6<br />

derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />

están: la falta de poder y población de pacientes no<br />

“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />

lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />

además los pocos estudios disponibles que<br />

comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />

5,8-10<br />

contradictorios.<br />

Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />

la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />

la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />

No reportaron correlación entre la degeneración<br />

articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />

PRP VS AH<br />

Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />

hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />

significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />

plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />

efecto.<br />

Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />

pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />

revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />

los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />

en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />

un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />

11<br />

tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />

Según los autores de esta investigación, ambos<br />

tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />

funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />

análisis comparativo no mostró diferencias<br />

significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />

seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />

(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />

significativas entre la duración del efecto de ambos<br />

tratamientos (Figura 2).<br />

DISCUSIÓN<br />

Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />

ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />

datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />

reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />

las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />

más de 5 años.<br />

regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />

Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />

documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />

observaron una mejoría significativa de los niveles<br />

pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />

con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />

que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />

después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />

pretratamiento.<br />

Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />

clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />

seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />

investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />

observado un uso indiscriminado de los productos<br />

6<br />

derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />

están: la falta de poder y población de pacientes no<br />

“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />

lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />

además los pocos estudios disponibles que<br />

comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />

5,8-10<br />

contradictorios.<br />

Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />

la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />

la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />

No reportaron correlación entre la degeneración<br />

articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />

PRP VS AH<br />

Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />

hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />

significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />

plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />

efecto.<br />

Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />

pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />

revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />

los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />

en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />

un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />

11<br />

tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />

Según los autores de esta investigación, ambos<br />

tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />

funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />

análisis comparativo no mostró diferencias<br />

significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />

seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />

(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />

significativas entre la duración del efecto de ambos<br />

tratamientos (Figura 2).<br />

DISCUSIÓN<br />

Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />

ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />

datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />

reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />

las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />

más de 5 años.<br />

regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />

Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />

documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />

observaron una mejoría significativa de los niveles<br />

pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />

con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />

que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />

después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />

pretratamiento.<br />

Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />

clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />

seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />

investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />

observado un uso indiscriminado de los productos<br />

6<br />

derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />

están: la falta de poder y población de pacientes no<br />

“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />

lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />

además los pocos estudios disponibles que<br />

comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />

5,8-10<br />

contradictorios.<br />

Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />

la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />

la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />

No reportaron correlación entre la degeneración<br />

articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />

PRP VS AH<br />

Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />

hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />

significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />

plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />

efecto.<br />

Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />

pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />

revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />

los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />

en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />

un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />

11<br />

tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />

Según los autores de esta investigación, ambos<br />

tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />

funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />

análisis comparativo no mostró diferencias<br />

significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />

seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />

(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />

significativas entre la duración del efecto de ambos<br />

tratamientos (Figura 2).<br />

DISCUSIÓN<br />

Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />

ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />

datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />

reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />

las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />

más de 5 años.<br />

regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />

Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />

documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />

observaron una mejoría significativa de los niveles<br />

pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />

con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />

que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />

después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />

pretratamiento.<br />

Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />

clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />

seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />

investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />

observado un uso indiscriminado de los productos<br />

6<br />

derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />

están: la falta de poder y población de pacientes no<br />

“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />

lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />

además los pocos estudios disponibles que<br />

comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />

5,8-10<br />

contradictorios.<br />

Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />

la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />

la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />

No reportaron correlación entre la degeneración<br />

articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />

PRP VS AH<br />

Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />

hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />

significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />

plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />

efecto.<br />

Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />

pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />

revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />

los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />

en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />

un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />

11<br />

tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />

Según los autores de esta investigación, ambos<br />

tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />

funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />

análisis comparativo no mostró diferencias<br />

significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />

seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />

(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />

significativas entre la duración del efecto de ambos<br />

tratamientos (Figura 2).<br />

DISCUSIÓN<br />

Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />

ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />

datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />

reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />

las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />

más de 5 años.<br />

regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />

Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />

documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />

observaron una mejoría significativa de los niveles<br />

pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />

con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />

que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />

después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />

pretratamiento.<br />

Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />

clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />

seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />

investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />

observado un uso indiscriminado de los productos<br />

6<br />

derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />

están: la falta de poder y población de pacientes no<br />

“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />

lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />

además los pocos estudios disponibles que<br />

comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />

5,8-10<br />

contradictorios.<br />

Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />

la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />

la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />

No reportaron correlación entre la degeneración<br />

articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />

PRP VS AH<br />

Di Martino y colaboradores consideran q


Aclararon que, si los tratamientos producen<br />

desenlaces similares a los 6 y 12 meses, no significa<br />

que son iguales, por lo cual se requieren evaluaciones a<br />

largo plazo para comprender si los beneficios son<br />

estables en el tiempo, y así poder disminuir las<br />

reintervenciones, que permitirán reducir el riesgo de<br />

12<br />

posibles secuelas infecciosas.<br />

Di Martino y colaboradores acotan que los hallazgos<br />

reportados en el presente estudio no tienen la fuerza<br />

para considerar que el PRP es superior al AH, dado que<br />

no hubo diferencias estadísticamente significativas<br />

intergrupales en la duración del efecto global ni en las<br />

puntuaciones analizadas.<br />

Señalaron que en los tratamientos con PRP están<br />

involucradas múltiples variables que pueden modificar<br />

las moléculas secretadas e influenciar en el efecto<br />

global sobre la articulación tratada y los beneficios<br />

clínicos. El PRP rico en leucocitos utilizado en este<br />

estudio, el PRP fresco pobre en leucocitos analizado en<br />

otros ensayos, así como el uso de diferentes<br />

protocolos para la activación del PRP y su aplicación,<br />

constituyen características que pueden generar<br />

resultados diferentes.<br />

Basados en algunas investigaciones, acotaron que el<br />

papel de los leucocitos es controversial, ya que algunos<br />

experimientos in vitro han reportado que los leucocitos<br />

estimulan la liberación de moléculas proinflamatorias y<br />

catabólicas que pueden ser dañinas para el ambiente<br />

14,15<br />

intrarticular . Además, los efectos del PRP in vivo<br />

pueden ser menos predecibles que in vitro, el rol de los<br />

componentes celulares requiere investigación y<br />

clarificar su repercusión en los desenlaces clínicos.<br />

También es importante considerar la selección de<br />

pacientes, ya que en este estudio se incluyeron<br />

diferentes grados de degeneración articular, lo que<br />

pudo afectar los resultados, ya que los pacientes con<br />

enfermedad más avanzada tienden a tener menos<br />

beneficios con el tratamiento y menor duración del alivio<br />

de los síntomas.<br />

Afirmaron que esta comparación a largo plazo revela<br />

que el PRP no tiene una clara superioridad sobre el AH.<br />

Se requieren nuevos ensayos para demostrar si otras<br />

formulaciones de PRP pueden producir un resultado<br />

más duradero, los cuales deben ser doble ciegos, con<br />

un tamaño de muestra apropiado y con seguimientos<br />

de al menos 24 meses para apreciar aspectos<br />

fundamentales, tales como, tasa de sobrevida,<br />

duración del efecto y necesidad de reintervención.<br />

Estos pueden ser elementos claves para la selección<br />

del tipo de estrategia inyectable en el tratamiento de los<br />

pacientes con OA.<br />

CONCLUSIONES<br />

Ambos tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado funcional y los síntomas a lo largo del tiempo. El PRP no<br />

proveyó una mejoría clínica global superior en comparación con el AH, en términos de puntuaciones para evaluar<br />

mejorías sintomáticas funcionales, en los diferentes puntos de seguimientos o la duración del efecto.<br />

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Novedades en patología osteomioarticular<br />

OSTEO<br />

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65


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OSTEO<br />

<strong>360</strong><br />

66<br />

Novedades en patología osteomioarticular

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