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09 ¿Quién eres tú para juzgar - Erwin W. Lutzer

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que la tarea sea imposible, porque Dios por el Espíritu obra para convencer

a hombres y mujeres de la verdad. La ayuda divina está de nuestro lado.

Tenemos que dar ejemplo de discernimiento y proteger con celo santo la

verdad para bien de nuestros hijos y nietos. Solo una antorcha encendida

puede inflamar a la generación siguiente.

Por supuesto, debemos tener cuidado en ser selectivos con nuestras

batallas y sazonar nuestros juicios con amor. John Stott dice que algunos

“tan pronto huelen la herejía, su nariz empieza a sacudirse, sus músculos

se entiesan y la luz de la batalla captura sus miradas. Parece que

disfrutaran de una pelea más que cualquier otra cosa”.[13]Otros cometen

el error opuesto y creen que el amor requiere que pasen por alto cualquier

error por grave que sea.

Stott continúa: “La verdad se hace dura si no es suavizada por el amor y

el amor se ablanda si no es fortalecido por la verdad”.[14]El equilibrio es

difícil de mantener, pero no tenemos otra opción que esforzarnos en

mantenerlo siempre. Debemos sacar el agua que amenaza con naufragar

nuestra embarcación si es que esperamos rescatar a los que están a punto

de ahogarse.

Tal vez usted no esté de acuerdo con mi juicio, pero tengo la esperanza

de que esté de acuerdo conmigo en que los juicios se requieren y son

necesarios hoy más que nunca. Tratemos de descubrir qué quiso decir

Jesús con sus palabras: “No juzguéis, para que no seáis juzgados” (Mt.

7:1).

Nuestra tarea consiste en hacer juicios sabios en un mundo no

enjuiciador.

NOTAS

[1] F. B. Meyer, Love to the Uttermost: Expositions of John 13–21 [Amemos al máximo: exposiciones sobre Juan 13

al 21] (Nueva York: Revell, 1899), p. 135.

[2] Jim Leffel y Dennis McCallum, “Postmodern Impact: Religion”, [Impacto de la postmodernidad en la religión]

en el libro de Dennis McCallum, editor, The Death of Truth [La muerte de la verdad] (Minneapolis: Bethany

House, 1996), p. 211.

[3] Family Voice [voz de la familia], julio y agosto, 2001, p. 23.

[4] S. D. Gade, When Tolerance Is No Virtue [Cuando la tolerancia no es virtud] (Downers Grove, Illinois:

InterVarsity, 1993), p. 22.

[5] Ibíd., pp. 28–29.

[6] Ravi Zacharias, “An Ancient Message, through Modern Means, to a Postmodern Mind”, [Un mensaje antiguo a

través de medios modernos, para una mente postmoderna] en el libro D. A. Carson, editor, Telling the Truth:

Evangelizing Postmoderns [Digamos la verdad: Cómo evangelizar a los postmodernos] (Grand Rapids:

Zondervan, 2000), p. 24.

[7] Ibíd., p. 26.

[8] Dónal P. O’Mathúna, en “Postmodern Impact: Health Care” [Influencia de la postmodernidad en el cuidado de la

salud] en el libro The Death of Truth [La muerte de la verdad], p. 60.

[9] Ibíd., p. 72.

[10] George Barna, “Religious Beliefs Vary Widely by Denomination” [Las creencias religiosas varían en gran

medida de una denominación a otra], Barna Research Online, 25 de junio de 2001, www.barna.org/cgi-bin.

[11] Dwight Edwards, Revolution Within [Revolución en el interior] (Colorado Springs: Waterbrook, 2001), pp. 24–

25.

[12] S. D. Gade, When Tolerance Is No Virtue [Cuando la tolerancia no es virtud], p. 17.

[13] John Stott, God’s New Society: The Message of Ephesians [La

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