Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
En este proceso es importante fomentar la acción reflexiva por medio de juegos
y actividades específicas, pequeños incentivos o recordatorios y actividades
especialmente diseñadas para ello.
También es fundamental incorporar las equivocaciones como parte del aprendizaje.
Reconocer un error (como entrar a destiempo, desafinar una nota, perder el pulso,
etcétera) y poder enmendarlo es una muestra significativa de un aprendizaje. Un
músico profesional podría ser mal evaluado si en un concierto comete muchos errores,
pero en su ensayo serán justamente los errores que cometa los que le permitirán
enfrentar las dificultades que se le presentan en la obra y de ahí buscará modos
de solucionarlos. Por esto, en la sala de clases los errores propician el aprendizaje
de los y las estudiantes, y la ayuda entre pares también es muy recomendable para
identificar estas falencias.
Hay ocasiones en que se pide a las y los estudiantes verbalizar las decisiones y
opiniones musicales que tomaron. Para ello, el o la estudiante debe fijarse más en
su quehacer, consolidarlo y luego externalizarlo, lo que fomenta el descubrimiento,
autoconocimiento y la metacognición. Será de utilidad tanto para quien lo expresa,
como para la o el docente (que conocerá un nuevo aspecto del educando) y los y las
compañeras, que también se enriquecerán con una visión diferente de su quehacer.
Uso de los instrumentos musicales y la voz
Esta etapa permite continuar diversificando el trabajo instrumental. La elección de
los instrumentos para trabajar en clases quedará idealmente en manos de los y las
estudiantes, según el diseño curricular definido previamente por el o la docente
especialista y compartido por el colegio.
En esta etapa es posible la exploración con instrumentos eléctricos, tales como
la guitarra o el bajo, o también como la batería, que requiere desarrollar una
gran coordinación y disociación de manos y pies. Es interesante que las y los
estudiantes exploren instrumentos nuevos, populares, folclóricos u otros, pero
también es importante que no se pierda la conexión con los instrumentos musicales
ya aprendidos en la enseñanza básica: flauta dulce, metalófono y percusiones
menores. Lo ideal es ir ampliando las posibilidades instrumentales de manera que se
pueda enriquecer la gama de opciones tímbricas, rítmicas, melódicas y armónicas.
Cada establecimiento debiese acordar, desde su propia cultura institucional y su
proyecto educativo, qué tipo de experiencias instrumentales desea propiciar en
sus estudiantes, ya que estas impactan en las dinámicas de trabajo escolar y en
el uso de espacios específicos y comunes no solo de las clases de música. En este
sentido, es deseable que los y las docentes especialistas en música se involucren
y sean capaces de articular un plan de estudios en conjunto con cada institución.
162 MÚSICA | Programa de Estudio | 1° medio